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termino
acepcion
Entre los sumerios, grupos de sacerdotisas.
Personaje Político
La piedra de Palermo hace mención al reinado de Nineter, uno de los pocos faraones de la II Dinastía de los que tenemos noticias. Se refieren a una mayor regularidad en la celebración de las fiestas y a la elaboración del censo cada dos años. La aparición de una "corrida de Apis" en la referida piedra hace pensar a los expertos en la influencia que ejercía los sacerdotes del norte sobre la política del faraón. Con Nimeter debemos advertir que se mantiene el desplazamiento hacia el norte del país, en un intento de consolidar la unificación emprendida por Narmer. Uneg será su sucesor.
obra
Intimamente ligado a Lescot, la producción de Jean Goujon representa la plena asunción de los presupuestos clasicistas, pero que incluye asimismo aspectos manieristas seducido por la escultura desarrollada en Fontainebleau -tanto Rosso-II Primaticcio como sugerencias de Cellini-. La célebre Fontaine des lnocents de París (1547-1549), es una reconstrucción con carácter exento, de una obra concebida como fuente de esquina; los relieves de Goujon, hoy en el museo del Louvre, son lo que resta de verdadero significado, como podemos apreciar en esta imagen donde se pone de manifiesto el refinado y aristocrático estilo del considerado "el escultor más excelente de la época". En estos relieves ya podemos captar detalles manieristas en el alargamiento del canon de las figuras que, en un forzado contrapposto, tienden a la línea serpentinata y en el grafismo virtuosista del tratamiento de paños.
obra
Fiel a su costumbre de ocultar el mensaje de sus obras, más que hacerlo evidente a través de la composición, Poussin realiza en esta tela una alegoría sobre el amor, de contenido filosófico, no narrativo. Se desconoce para quién fue pintado y la datación es polémica, aunque se suele situar hacia 1635. La interpretación de la escena es compleja. Se ha apuntado que la lucha entre el amorcillo y el pequeño sátiro es una alegoría sobre el conflicto entre el amor físico y el espiritual. De este modo, el amor espiritual triunfa, simbolizado por el amorcillo, "putto", coronado con una corona de laurel dorado. Abundando en esta idea, la mujer sería un trasunto de Venus Pandemos, cuya representación clásica la encarnaba montando un macho cabrío, símbolo de las bajas pasiones, surcando el cielo y acompañada por amorcillos y sátiros, dado que su culto se hallaba relacionado con el del dios Baco. La corona de flores nos recuerda las vinculaciones de la diosa con el otro mundo, ya que en los sarcófagos romanos las guirnaldas simbolizan la unión de lo espiritual y lo corpóreo. Estas representaciones de Venus son frecuentes en el arte antiguo y renacentista, de donde la pudo haber tomado Poussin, reconocido estudioso del arte clásico. Sin embargo, Poussin se desvía del modelo para representar a Venus en tierra, dado que la imagen de la diosa en los cielos se ajusta demasiado al gusto barroco de la Roma del momento, despreciado por al artista, para quien el mundo antiguo no es una mera reconstrucción arqueológica, sino una realidad viva e imperecedera. De todas maneras, aun en su gusto clasicista, el lienzo es de un suave barroquismo en el uso del claroscuro y el estudio de la luz que incide sobre los cuerpos a través de las hojas de los árboles.
obra
Se trata de una obra característica del Humanismo nórdico realizada por Lucas Cranach el Viejo. La mujer aparece desnuda y tumbada con un bello paisaje de fondo en relación con algunas pinturas análogas de Giorgione y Tiziano. Su estancia en Wittenberg, adonde acudió por invitación del príncipe Federico de Sajonia en 1505, le pone en contacto con Durero y las figuras de sus obras adquieren, a partir de ese momento, una mayor consistencia.
obra
Cabanel es el típico pintor de Salón que cosecha todos los éxitos, enviando a las exposiciones obras de evidente contenido erótico pero matizado por el asunto mitológico en el que están inmersas. Es el caso del Nacimiento de Venus, cuadro premiado en 1863 cuando Manet vio cómo su Desayuno en la hierba era rechazado, o esta Ninfa raptada por un sátiro que contemplamos, obra que fue presentada al Salón de 1861 y adquirida por el propio Napoleón III. Todos los hombres que visitaron la exposición desearon poseer una nifa como la pintada por Cabanel e incluso el forcejeo que mantiene con el fauno aumenta el deseo y erotismo de la composición. El pintor muestra su seguridad con el dibujo y a la hora de aplicar la iluminación, apreciándose ecos del academicismo en el que está inmerso, especialmente Ingres, en la figura de la ninfa. La violencia y la teatralidad con la que se trata la escena nos traen a la memoria obras de Rubens. El resultado no deja de ser interesante aunque no muestre la modernidad de sus contemporáneos impresionistas.
obra
Según Antonin Proust, su amigo Manet deseaba realizar un Moisés salvado de las aguas, trabajando en varios dibujos y estudios previos. Sin embargo, decidió abandonar la temática religiosa para mostrar a una ninfa sorprendida y así homenajear a su querido Tiziano. En esta tela contemplamos a la ninfa acompañada de su sirvienta, que desaparecerá en la composición definitiva. La modelo es Suzanne Leenhoff, futura esposa del pintor, iniciando con este trabajo esa mezcla satisfactoria para Manet al unir elementos modernos con clásicos.
obra
En los primeros años de su carrera artística, Manet sintió gran atracción por el desnudo, dentro de una práctica totalmente académica. Buen ejemplo de ello serán esta Ninfa, el Desayuno sobre la hierba o la Olimpia. La gran diferencia existente entre los tres desnudos reside en que la Ninfa hace alusión a un tema mitológico, mientras que sus compañeras son desnudos modernos, del siglo XIX, por lo que sufrieron la persecución de los críticos decimonónicos, que no podían admitir ese tipo de imágenes. Manet tomó por modelo a Suzanne Leenhoof, su futura esposa, con la que supuestamente había tenido un hijo ilegítimo, Léon Köella Leenhoof. Las referencias a los grandes maestros que el artista había contemplado en el Louvre son significativas. Rubens, Rembrandt o Boucher habían tratado el tema de Susana en el baño, quizá una clara referencia al nombre de la modelo. No hay que olvidar el recuerdo a las Jóvenes a la orilla del sena de Courbet, en especial en el fondo del río. La belleza de la modelo, tapando su desnudez para no mostrar su intimidad al espectador, contrasta con la ausencia de pudor de las dos imágenes que realizará Manet empleando modelos profesionales, Desayuno sobre la hierba y la Olimpia. El exquisito dibujismo del artista se aprecia en los contornos de la mujer, en los pliegues de las telas o en el largo cabello. La pincelada empleada en el fondo es más suelta, como si se tratara de arrepentimientos. Gracias a la luz, la ninfa sobresale del fondo, poniendo en contraste su nacarado cuerpo con el paño rojo sobre el que se sitúa. El gesto de sorpresa, e incluso de temor, de la ninfa denota la facilidad de Manet para captar el carácter de sus modelos, demostrando su excelente condición de retratista. Contamos con un magnífico boceto preparatorio de esta obra en el que se manifiestan las líneas básicas del lienzo definitivo.