Esta cabeza femenina con el pelo recogido en un moño apareció, junto con los restos escultóricos de un hombre joven imberbe y de un caballo, en el interior de lo que parecía ser un edificio importante de la ciudad celtibérica de Azaila (Teruel). El estilo es propio de la escultura romana de época republicana (siglo I a.C.), aún muy influido por la tradición helenística y, probablemente, se importaron desde algún taller situado en la propia Roma. Las cabezas no parecen ser verdaderos retratos, sino imágenes estereotipadas con las que se identificaban los personajes por ellas representados.
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Ningún género artístico de la cultura romana refleja tan bien como el retrato la filosofía vital de aquel pueblo. El retrato arraiga con intensidad en la sociedad y ésta lo expande por los nuevos territorios conquistados, alzándose como patrón de romanidad. En la formación del retrato romano es posible detectar tres raíces: la etrusco-itálica, la griega y la corriente autóctona de las maiorum imagines. El retrato privado tendrá una libertad expresiva que pocas veces apreciamos en el oficial, encorsetado en los inamovibles cánones que lo rigen. Por esto, el estudio del retrato privado nos aproxima mejor a la genuina producción artística de la sociedad romana, ya que la incorporación de elementos autóctonos enriquece el género considerablemente respecto a otras parcelas culturales.El retrato infantil que observamos originalmente estaría acoplado a un soporte, tal vez de tipo hermaico. El niño está captado de frente al espectador; lleva un peinado que se compone de gruesos mechones incurvados en los extremos, la zona delantera remata en un flequillo recto con la separación central de cola de golondrina y la parte trasera se dispone en bandas superpuestas radialmente desde la coronilla. La superficie del rostro, como corresponde a su edad, es tersa salvo en la zona de las aletas de la nariz y párpados, donde aparecen breves surcos. Los especialistas consideran que se trata de un miembro de la familia imperial, especulándose con la posibilidad de que se trate del propio Augusto.
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La obra más importante realizada por Toulouse-Lautrec relacionada con el tema de la prostitución lleva el título de El salón de la rue des Moulins. El pintor elaborará diversos estudios para obtener un aceptable resultado, contemplando aquí una bella cabeza que pertenecería a Mirielle, la prostituta favorita de Lautrec. En esta imagen se aprecia la facilidad del artista para el dibujo, elemento primordial en todas sus obras maduras, alejado de la manera clásica de Ingres para acercarse a Degas y enlazar con la vanguardia que supone el modernismo.
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Macho, durante la Guerra Civil, se vio obligado a marchar a París. De allí se trasladó a Perú, donde durante 12 años trabajó en grandes proyectos, también para Panamá, Venezuela y Colombia. Regresó definitivamente a España y fijó su residencia en Toledo hasta su muerte. Es autor de monumentos como éste a Ramón y Cajaly otros a Pérez Galdós, Menéndez Pidal, Miguel de Unamuno, etc. Entre otros muchos pensamientos nos dejó este: "por el arte se siente a Dios y a Él se llega. Dios es el máximo artista y Supremo Creador".
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La denuncia de las barbaridades del ejército de ocupación en Francia durante la guerra es uno de los elementos fundamentales de los Otages de Fautrier y la escultura que realiza en los años cuarenta, otro. En 1945, en el catálogo de la exposición Drouain, André Malraux escribe: "El Otage (rehén) que da la clave para los demás es la gran escultura Otage. Más que su pintura estás imágenes derivan de la escultura de Frautier... que ha encontrado en la tortura lo que ha estado buscando tanto tiempo: una forma de encarnación".
acepcion
Escultura que se realizaba del difunto en Egipto durante el Imperio Antiguo. De ella cabe destacar su gran realismo, ya que servía como su sustituto.