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Personaje Pintor
Baglione fue un pintor y tratadista italiano de la época de Caravaggio. Fue el escritor que realizó la primera biografía del artista maldito, y se cebó en todos los episodios escabrosos que Caravaggio había protagonizado durante su turbulenta vida en la Roma de inicios del siglo XVII. Sin embargo, la propia pintura de Baglione nos habla de la influencia que Caravaggio ejerció sobre el panorama artístico de su época, más allá de su vida y hechos. Baglione se inició en el último Manierismo romano. Como ya hemos mencionado, evolucionó hacia el naturalismo tenebrista, aunque de una manera superficial y efectista. Su obra más recordada y útil para la posteridad, fue un libro, publicado dos años antes de su muerte, en 1642, titulado Vidas de los pintores, escultores y arquitectos... En pintura, su trabajo más importante fue un encargo del papa Paulo V, por el que realizó algunos de los frescos de Santa María la Mayor, en Roma.
lugar
Personaje Militar
Ostentaba el cargo de comandante del I Grupo del Ejército Báltico. Uno de los capítulos más importantes de su trayectoria profesional fue su intervención en Ucrania. Durante el desarrollo de la contienda y estando en Kiev, el ejército enemigo casi le hizo prisionero, pero finalmente logró escapar con 2.000 hombres. En 1944, a finales del mes de julio, logró cercar con sus tropas al ejército alemán en los territorios de Estonia y Lituania. Cuando finalizó la contienda ocupó el puesto de comandante del Distrito Militar Báltico.
contexto
En el panorama cultural de la costa ecuatoriana destaca Bahía, en el sur de la provincia de Manabí, con una agricultura intensiva muy productiva que favoreció el crecimiento de la población y la aparición de complejos asentamientos entre los que destaca el conjunto de Los Esteros. Se encuentran montículos, algunos con plataformas superpuestas y con muros reforzados mediante piedras sin tallar, incluso con rampas o escalinatas de acceso. En algunas cerámicas aparecen representaciones de construcciones rectangulares con techumbre a dos aguas y un frontispicio de gran altura. En cerámica aparecen una serie de formas nuevas entre las que destaca la compotera o copa con una base alta troncocónica. Entre las técnicas decorativas continúa la tradición chorrera de la pintura iridiscente y negativa, pero se introduce y generaliza la pintura postcocción. Hay evidencias también de una metalurgia desarrollada que utiliza una gran variedad de técnicas aunque sin la riqueza y abundancia de Tumaco-Tolita y se trabajó la piedra y la concha. Pero son una vez más las figurillas la manifestación artística más destacada de Bahía, sobre todo por su gran variedad de estilos, muy diferentes, con gran diversidad de técnicas de ejecución, de calidad de elaboración, de procedimientos decorativos, de dimensiones y de representaciones. Algunas son muy esquemáticas, modeladas someramente a mano, mientras que otras, verdaderas esculturas en cerámica, muestran a grandes personajes de aspecto impresionante. Muchas son instrumentos musicales y otras, bastante convencionalizadas, tienen aspecto de haber sido hechas en serie. La falta de excavaciones estratigráficas dificulta el conocimiento y la comprensión de estas figurillas, siendo imposible precisar qué estilo o tipo puede ser más antiguo o más reciente, mientras que en algunos casos no parece probable una relación estilística entre algunos tipos. El tipo llamado por el erudito ecuatoriano Emilio Estrada La Plata es más bien un estilo con diversos tipos. El tipo Hueco es una ocarina en forma de figura humana, moldeada sobre una base de tejido con cerámica de pasta muy fina. Parece una mujer de rasgos delicados con facciones muy finas y un tanto desdibujadas, con una especie de gorro liso o tocado que cuelga por los hombros. El tipo Macizo es tosco y se moldea el frente dejando aplanada la parte posterior. Es también una mujer con una falda lisa, sentada, con los brazos doblados sobre el cuerpo y adornos faciales. De menores dimensiones que el anterior puede alcanzar hasta los 24 centímetros. En ambos tipos puede aparecer engobe blanco en la cara y pintura postcocción. El tipo La Plata Sentado reproduce a un hombre sentado con las piernas cruzadas y las manos sobre las rodillas. Destacan siempre las facciones muy acusadas, de grandes ojos abultados, nariz prominente con nariguera en forma de bola y boca entreabierta que comunica con el interior hueco de la figura. Son típicos unos enormes y complejos tocados de formas variadas y un colgante sobre el pecho en forma de cuerno. Están pintados y suelen llevar en las manos el recipiente para la cal y el bastoncillo que acompañan al consumo de la coca y a veces la bolsa para las hojas colgando del hombro. Hay figuras entre 15 y 60 centímetros de altura. Los estilos Esteros y Bahía son completamente diferentes, mucho más esquemáticos. Esteros se modela a mano, es de factura maciza y plana, con facciones y rasgos anatómicos añadidos por pastillaje. Su característica principal son las facciones exageradas, con los bordes de la cara plana recortados, gigantescos ojos en forma de grano de café y nariz enorme y aplastada de la que cuelga una gran nariguera. El tipo Bahía también es plano pero hecho con molde, con grandes ojos ovales y prominentes, muy pegados a una exagerada nariz. Todas suelen ser femeninas, con pequeños senos adornados con discos perforados y miden entre 5 y 26 cm. Como es habitual el significado y la función de las figurillas Bahía resulta oscuro. Hay que mencionar la Isla de La Plata, situada frente a las costas de Bahía, que parece que constituyó un centro ceremonial, habiéndose encontrado allí gran número de figurillas-ocarina, generalmente La Plata Hueco. En los Esteros, cerca de la actual ciudad de Manta, se encontró otro gran complejo ceremonial con un cementerio que ha proporcionado un gran número de las grandes esculturas y de las más sencillas Esteros y Bahía. Nos encontramos de nuevo con la posible relación de las figurillas con el generalizado en el área Intermedia culto a los antepasados. Estilísticamente el arte de Bahía es el que muestra una mayor relación con Chorrera y no solamente en las formas y técnicas de la cerámica, ya que también se han encontrado figurillas en un estilo que podríamos denominar de transición.
lugar
<p>En 1965, el paleontólogo de Harvard Bryan Patterson descubrió un fósil de codo de homínido (en concreto, un fragmento de húmero distal) en la región de Kanapoi, en Kenia, justo al oeste del extremo sur del lago Turkana. Se realizó muy poco trabajo de seguimiento hasta veinticinco años después, cuando Maeve Leakey organizó excavaciones en la zona una vez más y descubrió fósiles que se clasificarían (junto con el codo) como&nbsp; <em>Australopithecus anamensis</em> . Su equipo describió la nueva especie basándose en los nuevos fósiles encontrados en Kanapoi y en fósiles adicionales encontrados en Allia Bay, otro yacimiento más al norte en la costa oriental del lago Turkana. Los fósiles eran diferentes de las otras especies de australopitecos conocidas de esa región, la famosa especie Lucy&nbsp; <em>A. afarensis</em> . Los fósiles se dataron convencionalmente en unos 4 millones de años.</p><p>&nbsp;</p>
lugar
Puerto natural de unos 20 kilómetros de largo y 16 de ancho situado en la costa central, a unos 20 Km. al noreste de Ho Chi Minh City. Durante la Guerra de Vietnam (1965-75) se desarrolló como base de los Estados Unidos y, más tarde, lo usaron la armada y las fuerzas aéreas soviéticas. Su utilización con fines militares arranca ya desde principios del siglo XX, cuando fue utilizado por la flota rusa antes de la batalla de Tsushima, en 1905, y también por la Marina japonesa antes de su invasión de Malasia en 1942.
obra
Después de estar en Argelia durante un mes, a finales de octubre del año 1881 Renoir inicia uno de sus viajes más deseados. Su destino es Italia, la cuna del Renacimiento y del Barroco; en primer lugar se dirige a Venecia donde contempla las obras de Tiziano y Tintoretto; después pasa por Florencia y Roma, donde se sentirá admirado por los frescos de Rafael; en los últimos días de noviembre se traslada a Nápoles, Sorrento y Capri y en enero del año siguiente está en Palermo, para regresar el 22 de ese mes a Marsella.Durante el viaje realizó algunos retratos -especialmente el de Wagner- y varios paisajes como éste que contemplamos, protagonizado por la bahía napolitana con la imponente masa del Vesubio al fondo. En primer plano podemos contemplar la amplia calle que rodea a la bahía, repleta de gente paseando y carruajes mientras que en el mar observamos varias embarcaciones. Renoir emplea una factura rápida y empastada característica del impresionismo, interesándose por captar la luz de un momento determinado, iluminación que nos presenta un cromatismo concreto. Las sombras coloreadas y los colores complementarios serán las últimas características impresionistas de este trabajo dotado de especial movimiento y sensibilidad, al representar acertadamente el bullicio de una tarde en una ciudad portuaria del Mediterráneo.
obra
Constable conoció a María Bicknell en 1800, cuando ella tenía trece años. Era la nieta del rector de East Bergholt, el doctor Rhudde, y la hija del procurador del Almirantazgo. El amor pronto surgió entre ellos y se comprometieron en 1811 pero tanto el padre como el abuelo de la novia se negaron al enlace, considerando a Constable "un hombre inferior a ella en fortuna, y... sin profesión". Por fin se celebró el matrimonio el 2 de octubre de 1816, tras el fallecimiento del padre de Constable y la consiguiente herencia. Ofició el matrimonio el reverendo John Fisher, amigo personal del pintor, quien invitó a los recién casados a pasar la luna de miel en Osmington, cerca de Weymounth, donde "el campo es maravillosamente salvaje y sublime, y merece la pena ser pintado". La obra que contemplamos posiblemente esté pintada al aire libre y en ella podemos apreciar dos figurillas femeninas acompañadas por dos perros -su esposa y la mujer del reverendo Fisher- mientras al fondo aparece una línea blanca subiendo la pendiente que, por comparación con la versión de la National Gallery de Londres, serían un pastor con su rebaño de ovejas. El maestro ha plantado su caballete en el oeste de Redcliff Point, frente al monte Jordan y el acantilado de Furzy, en un día borrascoso de octubre, plagando el cielo de nubes, siguiendo el esquema de los pintores de marinas del Barroco holandés. La pincelada es rápida y abocetada, sin renunciar por ello al naturalismo que caracterizan sus composiciones. Las palabras del académico Fuseli bien pueden ser aplicables a esta sensacional obra: "echo de menos un paraguas cuando me coloco ante un chaparrón de Constable".