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acepcion
Define a los señores feudales provinciales. En esta etapa designaba a todos aquellos que ostentaban poderes provinciales y a los caciques guerreros. Entre los siglos XV-XVI existían hasta 250 daimyo, la mayoría enfrentados unos con otros por el control del poder regional. La unificación de todos ellos la comenzó Oda Nobunaga y la finalizó Tokugawa Ieyasu. Tenían un dominio total dentro de sus territorios y se podrían equiparar a los feudos de la Europa medieval.
termino
acepcion
Inspectores del ejército asirio.
lugar
Se sitúa en la costa de Senegal, al sur de la península de Cabo Verde. Dakar tiene uno de los mejores puertos del Atlántico africano. En principio se trató de un pueblo de pescadores Lebou, Wolof y Dacar o Dahar, que significa "tamarindo" en wolof. En 1444, la isla frente a Dakar, Goree, fue ocupada por los portugueses, manteniéndose allí hasta finales del siglo XVI. Durante la época de los grandes descubrimientos, la trata de esclavos africanos convirtió los puertos marítimos del Atlántico africano en lugares de intercambio entre potencias europeas, América y África. Posteriormente, holandeses e ingleses y, finalmente, franceses tomaron posesión de ella. La ciudad como tal fue fundada por los franceses en 1857; el gobierno francés encargó al capitán Pinet-Laprade proyectar una nueva ciudad portuaria que concentrase todo el comercio de la zona, situándola frente a la isla Goree. Los trabajos se iniciaron en 1862 y desde entonces la ciudad ha ido ininterrumpidamente creciendo en tamaño y población, especialmente, tras la construcción del ferrocarril que va de Saint-Louis a Bamako, actual capital de Malí. Dakar se convirtió en la capital del África occidental francesa en 1902 y de Senegal en 1958. A finales de la década de los 70' y principios de los 80', fue superada en importancia por Abidján (Costa de Marfil), a pesar de ser más grande que ésta y de tener mayor población (1 millón de habitantes). Sin embargo, sigue siendo uno de los mayores centros industriales del África occidental. Junto al viejo barrio indígena o Medina se asientan en la actualidad los barrios modernos, con anchas calles, zonas verdes y edificios importantes; la Medina es el corazón popular de Dakar, típico por su estructura cuadricular y, a pesar de tener construcciones modernas, aún conserva casas de tipo tradicional, organizadas en torno a un patio interior. El puerto cuenta con tres muelles y está provisto de modernas instalaciones donde se descargan principalmente combustibles líquidos, carbón, cereales, azúcar, etc. El Plateau está situado en un promontorio de entre 20-30 m. de altitud y comprende el centro de la ciudad, la plaza de la Independencia y el distrito económico-administrativo. La mezquita más importante de la ciudad es la de Oakam, situada en la zona oeste. Por último, se debe resaltar el mercado de Sandaga, situado en un gran edificio de estilo neo-sudanés, acoge en dos pisos todos los productos alimenticios típicos de la ciudad. Actualmente, es un foco turístico importante gracias al Rally Paris-Dakar que se corre todos los años durante los primeros días del año.
Personaje Político
A lo largo de su trayectoria política ocupa varios cargos públicos. Fue diputado por el Partido radical socialista de Vaucluse y ministro. Convencido Chamberlain, después de escuchar a Hitler, de que sólo la transferencia de los Sudetes al Reich podía evitar la guerra, aconseja a Daladier, que admita la anexión; poco después, los Gobiernos británico y francés presionan al Gobierno checo para que asienta a las exigencias de Hitler. Como Hitler se compromete a respetar la soberanía de la Checoslovaquia recortada, Chamberlain y Daladier son recibidos a su regreso de Munich por multitudes delirantes de alegría; sin embargo, el acuerdo de Munich será un fracaso. No habrá guerra en septiembre de 1938. Pero como no ha remitido el designio hitleriano de pasar de la creación del Gran Reich a la conquista del espacio vital que necesita la raza aria, la guerra continúa en el horizonte de las relaciones internacionales europeas. Cuando finalizó el conflicto volvió al Parlamento y a liderar el Partido Radical Socialista. En 1958 se vió obligado a retirarse cuando se opuso a la Constitución de este año.
lugar
obra
Es éste, sin duda, uno de los cuadros más conmovedores, más íntimos, de la producción de Salvador Dalí. En la tranquilidad del hogar, retrata a Gala mientras ésta se mira en el espejo. El dominio de los diversos planos de profundidad es magistral: se podrían enumerar hasta cuatro de esos planos, separados los dos del primer término de los más profundos por el espejo. De forma sutil, Dalí realiza una reflexión de la naturaleza y objetivos de la pintura occidental. Desde el Quattrocento, L.B. Alberti y Brunelleschi habían formulado las leyes de la perspectiva lineal, instrumento con el que poder representar todo el universo en un lienzo. Para ellos el cuadro era la ventana desde la cual el artista observa y refleja el mundo. Además, en ese complejo juego de sensaciones espaciales el artista reflejaba su maestría, al y como se venía practicando desde el Barroco. Dalí había aprendido los recursos del oficio desde su primera adolescencia y se había servido de la idea de mímesis (como imitación verosímil de lo real) de maneras diversas. Primero, para crear ilusión y, más tarde, sobre todo en sus obras surrealistas, para destruir esa misma ilusión. Tras años de experimentación, el pintor catalán estaba en condiciones de afirmar que la pintura objetiva era capaz de reflejar no sólo lo visible sino también lo invisible. Además, por el argumento del cuadro Salvador Dalí realiza un abierto homenaje a sus predecesores más insignes. El autorretrato de pintor con paleta y lienzo había sido practicado antes por Velázquez (Las meninas) y por Goya (La familia de Carlos IV), entre otros. Entre las primeras conclusiones que se extraen de ese tipo de cuadros está la autocomplacencia del pintor en su propio arte. Es tal el grado de concentración que se vuelca en las dos figuras que parecen estar petrificadas, congeladas en un momento único, dominado por el silencio y por el estatismo.
Personaje Pintor
Nacido en una familia burguesa del Ampurdán, su padre, Salvador Dalí Cusí, era notario de profesión pero siempre manifestó enorme interés por el cultivo de las artes, lo que acabaría beneficiando a Salvador Dalí. En principio acude a la Escuela Municipal de Figueres y cursa estudios secundarios en el Colegio La Salle de la misma localidad. A los diez años ya dibuja y pinta con mucha regularidad, sobre todo retratos de miembros de su familia y paisajes. Parece que ya en 1916 había conocido el Impresionismo y el Divisionismo a través de la colección que poesía el pintor Ramón Pichot (ambas familias, los Dalí y los Pichot, mantenían fuertes lazos de amistad). Con 12 años ingresa en tres centros de enseñanzas, el colegio de los Hermanos Maristas, el Instituto de Figueres y la Escuela Municipal de Dibujo, cuyo director era Juan Núñez Fernández, que descubriría su potencial. Creador muy precoz, ya en 1919-1920 trabajaba en clave impresionista (Autorretrato, Chicas haciendo encaje) Del mismo modo que en su pintura, también sería un prolífico escritor buscando explicar en primera persona los fundamentos de su vida y de su obra. Sus primeros artículos aparecen en 1919 en la revista local "Studium"; redactaba la sección "Los grandes maestros de la pintura" y allí reflejó cuáles eran sus modelos de referencia: Velázquez, Goya, El Greco, Durero, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. En 1919 expone en una colectiva de jóvenes artistas locales (Josep Bonaterra y Josep Montoriol) en la Sociedad de Conciertos de Figueres y, poco después, se le encarga el cartel anunciador de las fiestas de la Santa Creu en Figueres. En 1922 ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde estudiaría hasta 1926, cuando es expulsado de forma definitiva. También se instala en esos años en la Residencia de Estudiantes, donde hace amistad con futuras personalidades como Luis Buñuel, Federico García Lorca, José Bello, José Moreno Villa, etc. Ese grupo era, en palabras de Dalí, "estridente y revolucionario", y había asumido algunas actitudes provocativas del recién concluido Ultraísmo, el primer ismo literario y artístico español. De forma paralela, asiste a las clases de pintura que ofrecía Julio Moisés en su llamada Academia Libre; allí conocería a Benjamín Palencia, Francisco Bores o Maruja Mallo, nombres punteros del arte español de vanguardia en el primer tercio del s. XX. En 1925 participa en la primera Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos, celebrada en Madrid. Allí demostró que era el joven artista que mejor entendía las diversas corrientes que dominaban el arte europeo: el post-cubismo, el purismo y las nuevas figuraciones. Esa maestría se debía tanto a su capacidad de asimilación como al acceso que tenía a las principales revistas culturales del momento, como "L'Esprit Nouveau" (1920-1925) o Valori Plastici (1918-1921). A finales de ese mismo celebra su primera exposición individual, que tiene lugar en las Galerías Dalmau de Barcelona, en diciembre. En el catálogo de dicha muestra, que tuvo una excelente acogida, el artista intercala citas del pensamiento del pintor francés del s. XIX J.A.D. Ingres sobre la importancia del dibujo en el arte. En febrero de 1926, en una importante muestra aún poco conocida para el gran público, titulada "Arte Catalán Moderno", presenta en Madrid dos de sus obras capitales de esos primeros años, Muchacha en la ventana y Venus y marinero (Homenaje a Salvat-Papasseit). La crítica de la época le definirá como un "neo-verista" y Rafael Benet, en "Gaseta de les Arts" afirmará que mostraba "gusto por los ritmos compensadores: movimientos basculares. Gracia, Orden, Claridad. Ingres, Lhote, el último Carrà. Cuenta con Casorati y, sobre todo, con Ubaldo Oppi". Los hechos se suceden con rapidez en ese año 1926. Es expulsado de forma definitiva de la Escuela de San Fernando por negarse a ser examinado de una asignatura ya que pensaba que ninguno de los profesores sabía más que él de esa materia. También en 1926 realiza junto a su madre y su hermana Anna Maria el tan ansiado viaje a los Países Bajos, donde admira en directo la pintura de los primitivos flamencos y la posterior de Vermeer de Delft. Durante ese viaje hace escala en París para cumplir otro de sus deseos, conocer a Pablo Picasso en persona. También entabla amistad con Manuel Ángeles Ortiz y se reencuentra con Francisco Bores y Luis Buñuel, con quienes visita el Louvre y acude a las tertulias artísticas que frecuenta la abundante colonia española en la capital francesa. En 1926 la estrecha amistad que mantiene con Federico García Lorca culmina con la publicación por parte del poeta andaluz de la "Oda a Salvador Dalí", que publica en abril la prestigiosa "Revista de Occidente". En diciembre de ese año expone por segunda vez en la Galería Dalmau de Barcelona y estrecha sus lazos de amistad con Lorca; entre los textos más importantes que estimuló esa amistad estaría el "Sant Sebastià", publicado en "L'Amic de les Arts" (Sitges) en julio de 1927 y que hacía referencia a la ironía como medio para definir un nuevo arte. Sus primeros cuadros surrealistas se pintan en Cataluña. La miel es más dulce que la sangre y Aparato y mano serán su sonado envío al Saló de Tardor de Barcelona de 1927. Ese mismo año realiza los decorados para la obra teatral de Federico García Lorca "Mariana Pineda", así como para "La familia del arlequín", de Adrià Gual. Poco después, en la primavera de 1928, se produce el distanciamiento con Lorca, al que acusa de practicar una poesía folclorista y poco moderna. En marzo de 1928 firma el "Manifest Groc" (Manifest Antiartístic Catalá), junto a Sebastià Gasch y a Lluís Montanyá. En ese texto se enfrentan a la tradición más reaccionaria y adoptan una actitud plenamente moderna por su condición de polémica. Ese "Manifest Groc" concluye con una lista de los artistas y escritores más admirados entonces por ellos tres: Picasso, Juan Gris, Miró, Le Corbusier, Ozenfant, De Chirico, Jean Cocteau, André Breton, etc. Los cuadros de 1928 y comienzos de 1929 son de plena experimentación; en ocasiones utiliza arena o corcho. Incluso llega a acercarse mucho a los límites de la abstracción en obras como Sol (1928). En 1929 regresa a París, donde Joan Miró le pone en contacto con Tristan Tzara y otros miembros del surrealismo, grupo dominado por André Breton, que finalmente le acepta. Ese mismo año rueda, junto a su amigo Luis Buñuel, "Un chien andalou", considerada por la crítica como la primera película surrealista, y pinta El juego lúgubre, donde mezcla de forma novedosa automatismo y narración de los sueños.En 1929 expone por primera vez en París; se trata de la muestra individual que le organiza la Galería Goemans, donde presenta entre otros lienzos, El enigma del deseo y El gran masturbador. Para Dalí, el surrealismo estaba demasiado anclado en la escritura y pintura automáticas; es entonces cuando desarrolla su propia interpretación del surrealismo, en el llamado "método paranoico-crítico", que define como "método espontáneo de conocimiento irracional basado en la asociación interpretativa crítica de fenómenos delirantes". Tanto Dalí como los surrealistas mostraron además enorme interés por las teorías psicoanalíticas del doctor vienés Sigmund Freud. Más que un interés científico, les atraían las posibilidades artísticas que podía tener así como la importancia del inconsciente como fuente inagotable de imágenes poéticas. En verano de 1929 conoce a Gala (Helena Diakonoff), que había sido invitada a Cadaqués junto a su marido, el poeta Paul Eluard, el matrimonio Magritte y el galerista Camille Goemans. A partir de ese momento, la relación entre Dalí y Gala se hace inquebrantable, de modo que la segunda decide separarse de su marido. En 1930 colabora con Luis Buñuel en el guión de "La edad de oro". Pronuncia en el Ateneo barcelonés su conferencia "Posició moral del surrealisme", en consonancia con un nuevo interés hacia ese ismo, que se refleja en el número monográfico que dedica el "Butlletí de l'Agrupament Escolar de l'Academia i Laboratori de Ciencies Mediques" de Barcelona, que apareció ilustrado con obras de Dalí, Miró, Planells o Ángeles Santos. En esos años, la parisina Galería Pierre Colle celebra exposiciones individuales de Dalí en 1931, 1932 y 1933. Dicho galerista le presentará a Julian Levy, quien será su promotor en Estados Unidos. Otras intervenciones destacadas de esos primeros años treinta son su Exposición en la Llibreria Catalònia (1933), con seis fotos de Man Ray, muestra que fue apoyada por los miembros de ADLAN (Amics De L'Art Nou), destacada agrupación artística de los primeros años treinta; en la Exposición Internacional de Tenerife (1935); en la Exposition surréaliste d'objets, en la Galería Charles Ratton de París, y en Fantastic Art, Dada, Surrealism, en el Museum of Modern Art de Nueva York (1936). En 1936 pinta Construcción blanda con judías hervidas. Premonición de la guerra civil; se trata de una de sus obras más salvajes, más descarnadas, en la que sabe combinar la máxima deformación de los dos personajes con la extremada objetividad del cielo. Dalí comenzaba a ser un personaje público -famoso ya era desde hacía años- y esa ascensión bien podría reflejarse en la portada que le dedicó la revista "Time" el 14 de diciembre de 1936. Su siguiente ámbito de acción será Estados Unidos; allí, el galerista Julian Levy le organiza cinco muestras individuales entre 1933 y 1939. De 1940 a 1948 vive en Estados Unidos, pronunciando conferencias, diseñando joyas y trabajando para los estudios de Hollywood. Su relación con el grupo surrealista concluyó por esos años; hubo un primer intento de apartarle en 1934, cuando se mostró indiferente a los deseos de integrar al surrealismo en el Partido Comunista. Pero su expulsión definitiva se produce en 1941, cuando André Breton descalifica su vuelta al clasicismo tildándolo de retórico y académico. En noviembre de 1942 el Museum of Modern Art de Nueva York le dedica una gran retrospectiva, con 50 cuadros, 17 dibujos y seis joyas. La exposición realizó después una itinerancia por ocho ciudades norteamericanas, con lo que eso supondría de promoción definitiva de Dalí en el nuevo continente. En Estados Unidos organiza múltiples actos, que le dan fama y dinero. Realiza campañas publicitarias para prestigiosas revistas como "Vogue"; diseña y crea el pabellón "El Sueño de Venus" para la Feria Mundial de 1939; dibuja figurines y escenarios para obras de teatro, etc. Su relación con el cine no hace sino aumentar en los años de estancia en Norteamérica. En 1935 publica el guión de "Babaouo", aunque el film no llegó a realizarse nunca; algo similar le sucedió con los hermanos Marx, para quienes escribió un guión, "Giraffes on Horseback Salad". En 1945 rueda una secuencia para la película de Alfred Hitchcock "Spellbound", que en España se tituló "Recuerda".En 1948 regresa a España y se instala en Port Lligat, desde donde sorprende de nuevo al mundo cuando se declara profundamente católico y partidario del régimen del general Francisco Franco. Tres años después, en 1951, publica el llamado "Manifiesto místico", ensayo donde explica su nueva actitud artística, de clara emulación hacia algunos de los grandes maestros de la pintura, así como el nuevo fervor religioso que estaba experimentando. Ese periodo se puede observar en obras como Leda atómica o la primera versión de la Madonna de Port Lligat, ambas firmadas en 1949. Ese periodo fue denominado por el artista como "místico-nuclear" y se extendería desde 1949 hasta los años 70. Como el propio artista reconoció, "la explosión atómica del 6 de agosto de 1945 (Hiroshima) me conmocionó sísmicamente. A partir de entonces el átomo se convirtió en el alimento favorito de mis pensamientos". Una de sus obsesiones más constantes de esos años será el cuadro de Millet titulado El Angelus, que provocó en Dalí una doble conmoción, pictórica y psicológica. Es decir, no sólo estudió las formas o la composición que había en el cuadro de Millet, sino que creyó reconocer esas figuras en diversos elementos del paisaje. En 1963 redactaría un libro, "El mito trágico del Angelus de Millet", en el que explica el proceso a partir del cual surgió toda esa serie de imágenes y asociaciones delirantes. A finales de los años 50 se acerca de forma muy personal al Expresionismo abstracto norteamericano, sintiendo especial admiración hacia Willem de Kooning. Más tarde, en los años 60, trabajaría en movimientos tan conocidos como el pop-art o el arte óptico. No fue Dalí, a lo largo de su carrera, partidario de "crear escuela", pero ésta finalmente se produjo, de modo que se puede hablar con total propiedad de "dalinianos", aquellos jóvenes pintores catalanes que tomaron su arte como modelo a seguir. Entre ellos, podríamos mencionar a Joan Massanet (1899-1969), que conoció a Dalí en 1927 y que realizaría una pintura plagada de préstamos del arte de Dalí, junto a otros de Magritte y de Giorgio de Chirico; Ángel Planells (1901-1989), que había conocido a Dalí en 1920 en Cadaqués; o Artur Carbonell (1906-1973). Además, la huella de Dalí en la pintura española es mucho más profunda y aparece en numerosos protagonistas de esos años.Sus colaboraciones escritas y gráficas se producen en revistas tan destacadas como las francesas "Cahiers d'Art", "La révolution surréaliste", "Le surréalisme su service de la révolution" o "Minotaure"; o como las españolas "La Gaceta Literaria", "Litoral", "L'Amic de les Arts", "Verso y Prosa", etc. Como autor de libros, el primero por orden cronológico es "La femme visible" (1930), al que siguen "Babaouo" (1932) o "La conquête de l'irrationel" (1935) entre otros. Sus memorias aparecen en 1942, "The secret life of Salvador Dalí", sin duda una de sus obras literarias más sugerentes. También cabría mencionar "Diario de un genio" (1964) y "Confesiones inconfesables" (1973). Como ilustrador, los trabajos más destacados de su carrera fueron los 30 aguafuertes de "Los cantos de Maldoror", del Conde de Lautrémont (1934); las doce litografías para "Don Quijote de la Mancha", de Miguel de Cervantes (1957); y las cien xilografías en color para la "Divina Comedia", de Dante (1960).Los últimos quince años de su vida están jalonados por el reconocimiento nacional e internacional a toda su producción. Así, en 1974 se inaugura el Teatro-Museo Dalí en Figueres. En 1982 -año de la muerte de Gala- se inaugura el Museo Salvador Dalí en St. Petersburg (Florida, Estados Unidos) y S.M. el rey Juan Carlos I le nombra Marqués de Púbol. Por fin, en 1983 crea la Fundación Gala-Salvador Dalí en Figueres.
obra
En el bienio 1976-1977 Gala es objeto de un especial mismo en la pintura de Salvador Dalí. Así, aparece en diversas ocasiones siendo testigo del arte, de obras del arte (por ejemplo, Las Meninas. Primera pintura hiperrealista metafísica, de 1977); o, también en la obra La mano de Dalí retirando un toisón de oro en forma de nubes para enseñar a Gala la aurora desnuda muy, muy lejos del sol (1977), donde se conecta el resto del cuadro con obras de Claudio de Lorena. Aquí, de nuevo continúa Dalí definiéndose como descubridor del mundo a Gala. La diferencia de escala entre los tres personajes es verdaderamente colosal: una inmensa figura femenina de espaldas y desnuda se acomoda con mucha dificultad a los márgenes que propone el formato del cuadro. Predomina en el lenguaje de Dalí la deformación, que en este caso consiste en un exceso de estilización de una de sus piernas. Con esa operación, el pintor evita toda tentación de ofrecer una imagen realista o naturalista. Tal exageración de los miembros, o de otras partes del cuerpo humano, había sido practicada con anterioridad por el artista catalán, como en El enigma de Guillermo Tell (1933) o Mujer con cabeza de rosas, realizada dos años después. Existe un dibujo coloreado previo en el que se puede apreciar cómo de forma inicial Salvador Dalí quería hacer una imagen más natural, donde se reflejaba, por ejemplo, el movimiento del mar provocado por la inmensa figura femenina. En la versión definitiva, en cambio, todo eso ha sido simplificado al máximo, como si de cartulinas recortadas y pegadas se trata. Se consigue un efecto de alejamiento de la realidad, es una aparición provocada por el poder evocador de la mente del artista. La metáfora del artista como hacedor de milagros vuelve a concretarse en el acto de levantar la superficie del mar para permitir que veamos lo que se oculta debajo.
contexto
La irrupción de Dalí en el grupo surrealista, de la mano de Miró ,que le presentó a Breton y los poetas, fue un fermento revitalizador para el surrealismo, estancado, según él, en estados pasivos. Con Dalí se pasó a la acción: la actividad onírica, el mundo del delirio se materializó de forma tangible en el plano de la realidad, a través de telas y objetos, gracias a un sistema de trabajo que el pintor puso a punto, aprovechando de un modo peculiar las investigaciones del psiquiatra Lacan: el llamado método paranoico-crítico, un método espontáneo de conocimiento irracional basado en la asociación interpretativo-crítica de los fenómenos delirantes. Ya en 1930, en su texto "La femme visible", anunciaba el camino: "Lejos de constituir un elemento pasivo propicio a la interpretación y apropiado a la intervención como éstos, el delirio paranoico constituye ya en sí mismo una forma de interpretación". Se oponía con esto al automatismo, que se había enseñoreado del pensamiento y de las actividades surrealistas en los primeros años, y de paso acababa con la censura que, hasta entonces, el artista ejercía sobre los sueños, al prolongar en la vigilia el estado de delirio paranoico propio del sueño. Guiado por su método realizó entre 1929 y el inicio de la segunda guerra lo más interesante de su actividad, tanto en pinturas como en objetos de funcionamiento simbólico, poemas y escritos teóricos, además de cine. Su primera exposición en París tuvo lugar en noviembre de 1929 y la presentó Breton; un mes después "La Révolution Surrealiste" publicó reproducciones de cuadros suyos. Pero el idilio no podía durar mucho y en 1934 su postura política -ambigua, cuando no abiertamente reaccionaria - llevó a Breton a expulsarle del grupo, con la oposición de Eluard, Tzara y Crevel; sin embargo, su actitud vital siguió siendo surrealista siempre. Como años después Andy Warhol, Dalí -Auida Dollars- hizo de sí mismo un personaje público y de su vida una obra de arte destinada a epatar no solamente a los burgueses, sino a los propios artistas, intelectuales, etcétera, situándose en la posición del artista excéntrico, que con tanta facilidad es admitido y ensalzado por la sociedad de consumo.Dalí había pasado unos años de formación decisivos en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, donde entró en contacto con figuras cruciales para su vida como Lorca y Buñuel. En este ambiente, intelectualmente muy activo, leyó por primera vez a Freud -traducido en 1922- y, desde entonces, no sólo se dedicó al autoanálisis continuo, sino que hizo de su propia persona -de lo más material de ella, el cuerpo- y de sus conflictos -de su sexualidad- el tema de su pintura. El complejo de culpa por sus actividades onanistas, el miedo al contacto físico, a la castración, a la impotencia, el complejo de Edipo, aparecen explícitos en sus cuadros entre 1926 y 1929, desde las primeras pinturas de aire surrealista -freudianas las ha llamado Santos Torroella- que realiza antes de entrar en contacto con el grupo, como La miel es más dulce que la sangre (paradero desconocido), de 1927, o Cenicitas (Centro de Arte Reina Sofía), del mismo año. El cuerpo y sus miserias, lo más íntimo y lo menos noble, lo que nunca ha mostrado la pintura, sale a la luz con Dalí en una exhibición impúdica, como ha estudiado J. A. Ramírez. Los contenidos de sus imágenes oníricas, al no estar sometidos a la censura, a diferencia de los demás, son más explícitos. Dalí lleva a la pintura la manera que tiene el subconsciente de trabajar cuando fabrica sueños, y que Freud ha descubierto, igualando el trabajo pictórico con el trabajo onírico; por eso es mucho más atrevido, desvergonzado y peligroso, y esto no se le escapó a Breton ni a Freud. Cuando el pintor le visitó en Londres en 1938, llevando consigo La metamorfosis de Narciso (1937, Tate Gallery), Freud le tomó en serio, sólo a él entre todos los surrealistas, que no habían conseguido convencerle: "No es el subconsciente lo que busco en sus pinturas, sino lo consciente. Si bien en las pinturas de los maestros (Leonardo o Ingres) lo que a mí me interesa, lo que me parece misterioso e inquietante es precisamente la búsqueda de ideas subconscientes, de orden enigmático, escondidas en la pintura. Usted presenta el misterio directamente. La pintura no es más que un mecanismo que se revela a sí mismo".Dalí aporta a las actividades surrealistas no sólo este componente autobiográfico escandalosamente exhibicionista, que llegaba a asustarles, sino también una calidad técnica muy superior a los demás (a Magritte, por ejemplo, con sus pinturas de cartelones de cine), y una riqueza de imágenes infinitamente superior, que procede en gran parte del catálogo casi infinito que le proporciona la historia del arte. Dalí juega con la cultura visual del espectador. Uno de los juegos más espectaculares y más logrados que le permite el método paranoico-crítico es el de las imágenes múltiples, que ya aparecían en "El perro andaluz", la película emblemática del surrealismo, que realizó con Buñuel en 1928. Lo que allí se veía en movimiento y desarrollado en el tiempo, imágenes que se superponen y objetos que se transforman, Dalí lo hace cristalizar en el lienzo: "Sobre la base de un proceso netamente paranoico ha sido posible obtener una imagen doble, es decir, la representación de un objeto que, sin la mínima modificación figurativa o anatómica, sea al mismo tiempo la representación de otro objeto absolutamente distinto, despojado de cualquier género de deformación o anormalidad que cualquier arreglo podría ocultar". Así, un frutero (Aparición de un rostro y un frutero en una playa, de 1938, Connecticut, colección Summer) puede ser a la vez una mujer de espaldas sentada en la arena, y el cuerpo de un perro; las frutas son las lanas del perro, un acueducto es el collar; pero, además, el frutero es un retrato, las frutas el pelo... y así casi hasta el infinito, dependiendo el número de asociaciones posibles sólo de la capacidad paranoica del espectador. Todo ello resuelto con una extraordinaria pericia técnica, que conoce los secretos de perspectiva renacentista, anamorfosis, etcétera, y que él definía como fotografías instantáneas y coloreadas a mano de las imágenes superfinas, extravagantes, extra-plásticas, extra-pictóricas, inexploradas, super-pictóricas, super-plásticas, engañosas, hipernormales y enfermizas de la irracionalidad concreta.Ya desde sus turbulentos años de estudios en la Academia de San Fernando, en Madrid, Dalí se interesaba por la pintura tradicional, no por la supuesta modernidad del impresionismo, de la que él ya estaba de vuelta. Buscaba las recetas y los secretos del oficio, a los que consiguió dar la vuelta y utilizar en beneficio propio: "El ilusionismo del arte imitativo más abyectamente interesado e irresistible, las acostumbradas triquiñuelas paralizantes del trompe l´oeil, el academicismo más analíticamente narrativo y desacreditado, todo eso puede transformarse en jerarquías sublimes del pensamiento y el medio de aproximarse a nuevas exactitudes de irracionalidad concreta". Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial y acabado el surrealismo como movimiento, Dalí reivindicó la tradición y se convirtió en paladín de los pintores más detestados por la vanguardia, como Meissonier, y de movimientos que no habían tenido mejor fortuna, como la arquitectura modernista, situándose en una postura posmoderna.Pero el método paranoico-crítico no era sólo un sistema de generar imágenes, era también un sistema de conocimiento irracional y, como tal, aplicable a obras del pasado. Así interpretó Dalí el Angelus de Millet, que constituyó una de sus obsesiones, no sólo plástica -pinturas, esculturas, objetos-, sino también literaria y "El mito trágico del Angelus de Millet" es uno de sus principales textos.En América desde 1940, volvió a España en 1948 y se instaló en Port Lligat, cerca de Cadaqués, pintando cuadros religiosos e históricos, y viviendo -condecorado por el franquismo- como un mito en la tierra, con su propio museo abierto en Figueras desde 1973.