Dalí levantando la piel del mar Mediterráneo para mostrar a Gala ...
Datos principales
Autor
Fecha
1977
Material
Dimensiones
101 x 101 cm.
Museo
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En el bienio 1976-1977 Gala es objeto de un especial mismo en la pintura de Salvador Dalí. Así, aparece en diversas ocasiones siendo testigo del arte, de obras del arte (por ejemplo, Las Meninas. Primera pintura hiperrealista metafísica, de 1977); o, también en la obra La mano de Dalí retirando un toisón de oro en forma de nubes para enseñar a Gala la aurora desnuda muy, muy lejos del sol (1977), donde se conecta el resto del cuadro con obras de Claudio de Lorena . Aquí, de nuevo continúa Dalí definiéndose como descubridor del mundo a Gala. La diferencia de escala entre los tres personajes es verdaderamente colosal: una inmensa figura femenina de espaldas y desnuda se acomoda con mucha dificultad a los márgenes que propone el formato del cuadro. Predomina en el lenguaje de Dalí la deformación, que en este caso consiste en un exceso de estilización de una de sus piernas. Con esa operación, el pintor evita toda tentación de ofrecer una imagen realista o naturalista. Tal exageración de los miembros, o de otras partes del cuerpo humano, había sido practicada con anterioridad por el artista catalán, como en El enigma de Guillermo Tell (1933) o Mujer con cabeza de rosas, realizada dos años después. Existe un dibujo coloreado previo en el que se puede apreciar cómo de forma inicial Salvador Dalí quería hacer una imagen más natural, donde se reflejaba, por ejemplo, el movimiento del mar provocado por la inmensa figura femenina. En la versión definitiva, en cambio, todo eso ha sido simplificado al máximo, como si de cartulinas recortadas y pegadas se trata. Se consigue un efecto de alejamiento de la realidad, es una aparición provocada por el poder evocador de la mente del artista. La metáfora del artista como hacedor de milagros vuelve a concretarse en el acto de levantar la superficie del mar para permitir que veamos lo que se oculta debajo.