De las diez sinagogas que contaba la ciudad de Toledo en la Edad Media sólo dos quedan hoy en pie: el Tránsito y Santa María la Blanca. Santa María la Blanca fue probablemente construida a finales del siglo XII por Abraham ibn Alfajar, consejero del rey Alfonso VIII. En 1250 fue reconstruida tras sufrir un incendio. Recibió el nombre de Santa María la Blanca en 1411, cuando tras la predicación de San Vicente Ferrer fue otorgada a los cristianos. El edificio fue puesto bajo la advocación de una copia de la Virgen Blanca conservada en el coro de la catedral. Presenta planta basilical de cinco naves que van decreciendo en altura desde la central a las laterales. Las naves están separadas por grandes arcos de herradura que se apoyan sobre pilares ochavados con anchos capiteles, decorados piñas y grandes volutas, finamente tallados a trépano. La influencia almohade se pone de manifiesto en la decoración de los muros mientras que la tradición gótica queda representada en los pilares octogonales. El motivo decorativo predominante es un friso de arquerías en la parte alta y a lo largo de las naves laterales. El edificio sufrió importantes modificaciones en época cristiana, encargadas por el cardenal Silíceo a Covarrubias. Durante la Guerra de la Independencia se utilizó como almacén de pertrechos militares.
Busqueda de contenidos
obra
La sinagoga de Santa María la Blanca fue probablemente construida a finales del siglo XII por Abraham ibn Alfajar, consejero del rey Alfonso VIII. En 1250 fue reconstruida tras sufrir un incendio.
obra
La sinagoga de Santa María la Blanca fue probablemente construida a finales del siglo XII por Abraham ibn Alfajar, consejero del rey Alfonso VIII. En 1250 fue reconstruida tras sufrir un incendio. Recibió el nombre de Santa María la Blanca en 1411, cuando, tras la predicación de San Vicente Ferrer, la sinagoga fue otorgada a los cristianos.
monumento
De las diez sinagogas que contaba la ciudad de Toledo en la Edad Media sólo dos quedan hoy en pie: el Tránsito y Santa María la Blanca. Santa María la Blanca fue probablemente construida a finales del siglo XII por Abraham ibn Alfajar, consejero del rey Alfonso VIII. En 1250 fue reconstruida tras sufrir un incendio. Recibió el nombre de Santa María la Blanca en 1411, cuando, tras la predicación de San Vicente Ferrer, la sinagoga fue otorgada a los cristianos. El edificio fue puesto bajo la advocación de una copia de la Virgen Blanca conservada en el coro de la catedral. Presenta planta basilical de cinco naves que van decreciendo en altura desde la central a las laterales. Las naves están separadas por grandes arcos de herradura que se apoyan sobre pilares ochavados con anchos capiteles, decorados piñas y grandes volutas, finamente tallados a trépano. La influencia almohade se pone de manifiesto en la decoración de los muros mientras que la tradición gótica queda representada en los pilares octogonales. El motivo decorativo predominante es un friso de arquerías en la parte alta y a lo largo de las naves laterales. El edificio sufrió importantes modificaciones en época cristiana, encargadas por el cardenal Silíceo a Covarrubias. Durante la Guerra de la Independencia se utilizó como almacén de pertrechos militares.
obra
La sinagoga del Tránsito fue mandada edificar entre 1354 y 1357 por el judío Samuel Haleví Abulafia, tesorero y consejero del monarca Pedro I.
obra
La fachada de la sinagoga del Tránsito ha sido muy alterada por las restauraciones posteriores, conservándose un grabado del siglo XVIII realizado por Francisco Palomares que nos aproxima bastante a su estado original. Ha desaparecido la leyenda en hebreo que había sobre el dintel -"Esta es la puerta del Señor, los justos entrarán por ella"- y se levantó una espadaña cuando la Orden de Calatrava se hizo cargo del antiguo recinto judío.
monumento
La sinagoga del Tránsito fue mandada edificar en Toledo entre 1354 y 1357 por el judío Samuel Haleví Abulafia, tesorero y consejero del monarca Pedro I. El edificio es de planta rectangular, con una sola nave cubierta con armadura de madera, y dotado de una tribuna lateral en alto para las mujeres. La techumbre es adintelada con cubierta a cuatro aguas y los muros están levantados con mampostería y ladrillo. Sobresale la decoración de yeserías de sus muros, donde junto al desarrollo de la tradición ornamental almohade se suman las novedades de la flora naturalista gótica, así como una abundante decoración de carácter heráldico. La sala de oración mide 23 metros de longitud, 9,50 de anchura y 17 de altura, cubierta con un artesonado de madera de pino decorado con piñas, almocárabes e inscripciones en árabe. En 1494 los Reyes Católicos entregaron la sinagoga a la Orden de Calatrava, convirtiéndose primero en sede del Priorato de San Benito, para pasar después a ser hospital y convento, y en el siglo XVIII Encomienda y archivo de la orden. En la actualidad es la sede del Museo Sefardí.
lugar
Península a caballo entre África y Oriente Medio, bañada por el Mediterráneo y el Mar Rojo, con el golfo de Suez al Este y el de Aqaba al Oeste, es una región desértica y pedregosa. Sin embargo, y pese a su aridez, por aquí han pasado desde hace miles de años los pueblos más antiguos. En el Sinaí, según los egipcios antiguos, Isis buscaba a Osiris y los faraones descubrían el oro, las turquesas y el cobre. Fue testigo de numerosas batallas de los ejércitos egipcios, desde la era de Ahmosis I (1500 a.C.) hasta la de los Seis Días (1973). El Sinaí fue también la ruta hacia la tierra prometida de los judíos, donde Moisés vio encenderse la zarza ardiente. Aquí también encabezó Tutmosis III a los ejércitos egipcios para unificar al país (1479 a.C.) y Alejandro Magno cruzó sus desiertos para conquistar Egipto (333 a.C.) La Sagrada Familia tambió debió cruzar el Sinaí en su camino hacia Egipto, siguiendo el litoral del lago Bardawil. En el Sinaí los beduinos acampaban al pie de las montañas, mientras que fueron levantadas fortificaciones durante las Cruzadas. Las altas montañas del sur son sustituidas en el norte por bosques de datileras. Son conocidas desde antiguo numerosas fuentes de agua potable, usadas para fines curativos. En tan sobrecogedor paisaje fue frecuente, desde los inicios del cristianismo, el surgimiento de comunidades monacales, que buscaban el alejamiento de la vida mundana. Uno de los monasterios más conocidos es el de Santa Catalina, del siglo VI.
Personaje
Arquitecto
Sinán lbn Abdulmennan fue el jefe de los arquitectos imperiales de la corte otomana y sirvió a las órdenes de tres sultanes durante cincuenta años, entre 1538 y 1588. Sus trabajos son un compendio de la arquitectura otomana en su apogeo y sus logros artísticos revolucionaron la concepción estética del Islam. De familia cristiana, posiblemente griega y originaria de Aguirnás, en la región de la Capadocia, ingresó en un regimiento de jenízaros, participando en un buen número de batallas. En 1526 fue ascendido a capitán de infantería y posteriormente nombrado capitán de catapultas ya que trabajó como ingeniero militar. Desde 1538 se dedicará en exclusiva a la arquitectura, realizando un total de 477 edificios: 327 están localizados en o cerca de Estambul, 75 en Anatolia, Siria, Irak y Heyaz, 44 en Rumelia, Crimea y los Balcanes; otros 31 complejos no pudieron identificarse pero llevan la impronta inconfundible del prodigioso arquitecto llamado por los especialistas "el Miguel Ángel de los otomanos". En 1582 Sinán fue a La Meca para cumplir con la Santa Peregrinación. La muerte lo sorprendió cuando más se afanaba en su actividad, trabajando hasta veinte horas por día y enseñando a 250 discípulos el arte y los secretos de la arquitectura.
Personaje
Arquitecto
Su educación discurre en la escuela artesana de su padre. Siendo todavía muy joven ingresó en el ejército otomano. Como soldado tuvo que participar en la reparación de puentes y todo tipo de edificios civiles. Tras cumplir en el ejército, su inclinación por la arquitectura le anima de decantarse por esta profesión. Sus primeros trabajos aunque se desarrollan en edificios religiosos tienen más que ver con la carpintería que con la arquitectura. Al comienzo de la década de los años treinta proyecta sus primeros edificios. Se trata de las mezquitas de Üçbas en Karagümrük y la de Muhsine Hatun en Kumkapi (1530) y la mezquita de Kasimi Pasa (1533). En 1538 es nombrado arquitecto jefe de la corte. Trabajó al servicio del Imperio Otomano, estando en el trono Solimán el Magnífico, Selim II y Murad III. Coincidiendo con el reinado de estos tres monarcas el imperio otomano vivió sus años dorados, por lo que Sinan pudo actuar con plena libertad, llegándose a convertir en uno de los símbolos del arte otomano. Autor de numerosas mezquitas, sus fuentes de inspiración se remiten a la basílica bizantina de Santa Sofía. Una de sus aportaciones en el diseño de este tipo de edificios fue la construcción de una cúpula central, sobre un tambor, y de otras más pequeñas situadas alrededor de la principal. Cada una de las esquinas, por otra parte, aparece rematada por un minarete. Entre 1550 y 1557 realiza la mezquita de Solimán, una de sus obras más famosas. De su legado artístico hay que destacar, además, el diseño de edificaciones civiles como baños, palacios, puentes, acueductos....Sus biógrafos le han llegado a atribuir más de trescientas obras. Alí Yusuf fue uno de sus más destacados discípulos.