fue mandada edificar entre 1354 y 1357 por el judío Samuel Haleví Abulafia, tesorero y consejero del monarca Pedro I
Pedro I
Rey de Castilla y de León (1334-1369), apodado el Cruel, hijo y sucesor de Alfonso XI, durante su mandato hubo de sufrir la grave crisis política y económica de la Castilla de mediados del siglo XIV. Perdió el trono tras enfrentarse a su hermanastro Enrique II.