Hace casi un siglo que historiadores como Fernández Sánchez y Freire Barreiro calificaron a Mateo de "oscuro arquitecto de don Fernando II de León". Otros, entre ellos Cea Bermúdez, Llaguno, Vesteiro Torres y Murgula lo creyeron gallego y de Lugo. Se basaban en un documento de 1155, en el que se cita a un Magistro Matheo. Algunos quisieron emparentarlo con el enigmático Maestro Raimundo de la catedral lucense. Más verosímil es su posible intervención en el puente de Cesures sobre el río Ulla en 1161. Lo cierto es que Mateo alcanzó notoria importancia, como revela un documento de 1168 en el que Fernando II se compromete a que "como pensión, te doy concedo a ti, maestro Mateo, que posees la primacía y el magisterio de la obra del citado apóstol (Santiago), cada año la percepción de dos marcos a la semana, sobre mi mitad de moneda de Santiago, ... de manera que esta percepción te represente cien morabetinos anuales. Esta pensión... te doy durante toda tu vida". La valoración que hace del artista y la paga que le concede evidencian un cambio de mentalidad y el interés en la conclusión de la iglesia de Compostela. Los siguientes datos sobre Mateo se localizan en los dinteles del Pórtico de la Gloria: "En el año de la Encarnación del Señor de 1188, la era 1226, en el día de las calendas de abril, tos dinteles de los pórticos principales de la iglesia del bienaventurado Santiago fueron colocados por el Maestro Mateo, que dirigió la obra desde los cimientos de los mismos portales". No se vuelven a encontrar otras referencias seguras. Desde el artículo de Filgueira, publicado hace más de cuarenta años, la investigación de la biografía de Mateo nada avanzó. De su existencia en Santiago todavía quedaba recuerdo en 1352: "dos casas que foron de Meestre Matéu". Reconstruir la biografía de Mateo es imposible, pero sus "formas arquitectónicas y escultóricas... suponen la iniciación de la estilística gótica", según el profesor Azcárate. Su obra evidencia el conocimiento del arte de Borgoña y de Saint-Denis. Tampoco faltan recuerdos italianos, ni rasgos islámicos de Al-Andalus, ni del arte gallego del momento. Ante situación tan compleja el profesor Yarza estima que "la hipótesis de un origen compostelano no parece descabellada, ni mucho menos". Su relación con el arte francés provendría de un viaje a Francia con clérigos de la catedral. ¿Mateo era sólo arquitecto, o también era escultor? Para Azcárate "ha de ser considerado desde el punto de vista de su doble condición de arquitecto y escultor". Otros, como Moralejo, y sin pretender "borrar a Mateo del censo de los escultores románicos", opinan que "hay razón para preguntarse si el nombre de Mateo, constante del principio al fin de la empresa, no habrá de ligarse más al proyecto arquitectónico o a su gestión que a una o varias de las maneras escultóricas que en ella se revelan". Seguir el proyecto arquitectónico era necesario, al igual que el programa iconográfico, pero fue imprescindible la colaboración de un plantel de escultores, de modo que, como vio el profesor Otero, "no todo es allí obra de Mateo, lo cual resulta además muy lógico".
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lugar
En el sur de la Sierra de Segura se encuentra este municipio, surgido en 1975 de la fusión de las villas de Santiago de la Espada y Pontones. Sus más de 68.000 hectáreas de extensión constituyen un tercio del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Las primeras referencias históricas se remontan a al final del Paleolítico Superior, aunque son más interesantes las pinturas rupestres neolíticas de la Cañada de la Cruz. Diversos asentamientos tartésicos, ibéricos, romanos y musulmanes se han hallado en la zona. La villa de Santiago de la Espada fue fundada en los últimos años del siglo XVI por pastores nómadas, cambiando su primitivo nombre de El Hornillo por Puebla de Santiago en 1691. Entre 1770-76 pasó a denominarse Santiago de la Espada. El origen de Pontones se remonta a la existencia de los primeros puentes sobre el río Segura. La villa dependió de Segura de la Sierra, hasta que consiguió la independencia en 1837. En la actualidad, el municipio tiene más de 5.000 habitantes, repartidos entre los 80 núcleos habitados y 32 aldeas que lo constituyen.
lugar
Esta pequeña localidad leonesa cercana a Astorga depende administrativamente del ayuntamiento de Villares de Órbigo. Atravesada por el Camino de Santiago, su iglesia está bajo la advocación de la Trinidad, lo que hace suponer a algunos expertos que en este lugar estuvieron asentados los monjes trinitarios, bastante activos en la atención a los peregrinos desde el siglo XIII. En las afueras del pueblo se ha realizado un laberinto de maíz que supone una interesante atracción turística para la localidad. Se trata de un monumento natural cuyo diseño se renueva anualmente, proyecto promovido por la Junta Vecinal del pueblo, que ha sido declarado de "Espacial Interés y Repercusión Turística Regional" por la Dirección General de Turismo de la Junta de Castilla y León.
Personaje
Religioso
Político
Durante diez años Hernando de Santillán fue oidor de la Audiencia de Lima, ocupando interinamente el cargo de virrey del Perú tras la muerte de Mendoza en 1552. Será nombrado presidente de la audiencia de Quito en septiembre de 1564, manteniendo el cargo durante tres años. El gobierno en Quito no fue muy positivo ya que en el consiguiente juicio de residencia fue condenado a diez años de privación de oficio. Hernando de Santillán decidió regresar a España donde tomó órdenes sacerdotales, consiguiendo que el Consejo de Indias le nombrara obispo de La Plata. En el viaje a su diócesis falleció.
Personaje
Viuda de un capitán, se vio obligada a casarse con Pedro Villagrá, en tiempos del virreynado del Marqués de Cañete (1556-1561), quien le concedió a Villagrá la titularidad de la encomienda.
lugar
Situado cerca de la costa occidental cántabra, a unos 30 kilómetros de Santander, ha sido elegido el pueblo más hermoso de España. Es además mundialmente conocido por las cercanas Cuevas de Altamira. La zona donde se asienta Santillana ha tenido focos de población desde el Paleolítico Inferior. Santillana fue levantada en el siglo VI, en torno al monasterio consagrado a santa Juliana, su patrona. La arqueología, sin embargo, ha encontrado restos cerámicos y lápidas en los alrededores de la villa que testimonian la presencia romana en la zona; a pesar de ello, continúa el silencio arqueológico entre los siglos V al VIII. Convertida en centro de peregrinación durante la Edad Media, inició su desarrollo entre los siglos VIII-IX, gracias a una pequeña comunidad religiosa; amparada por el reino astur, la comunidad se asentó en un lugar conocido como Planes, fundando un monasterio que guardaba las reliquias de Santa Juliana de Bitinia (Santa Illana, a la que se dedicó el edificio y dio nombre a la localidad). La consolidación del monasterio y la importancia de Santillana como centro religioso originó que la ruta costera del Camino de Santiago creara un ramal para desviarse hasta ella. En el año 1045 el monasterio recibió su primer Fuero, pasando de ser abadía a colegiata. El siglo XIII supuso, sin embargo, la decadencia del dominio del monasterio en detrimento de las familias nobiliarias. La ciudad pasó a ser un marquesado en el siglo XV, bajo dominio de la Casa de los Mendoza, quienes multiplicaron las construcciones nobiliarias. El poder monasterial y señorial han convertido a Santillana del Mar en una de las villas más hermosas del país, como queda reflejado en su rico patrimonio artístico.
Personaje
Pintor
Desde su taller en Burgos, Diego de Santillana, realizó vidrieras para Palencia, Ávila, León, Oviedo y Santiago de Compostela. Fue en el ámbito de estos talleres donde se dejaron sentir las primeras influencias del Renacimiento italiano. Es autor del excelente conjunto de vidriería de la capilla de la Virgen del Camino en la Catedral de León.
lugar
Santiponce tiene un origen muy concreto: en el año 206 a.C., el general Publio Cornelio Escipión decidió crearla para establecer allí a los soldados que habían resultado heridos en la batalla de Ilipa contra los lusitanos. Desde entonces se llamó Italica. El mismo nombre de Itálica hace referencia a su origen romano. Es preciso distinguir en su entramado urbano dos partes. La vetus urbs -ciudad vieja-, corresponde al núcleo original fundado por Escipión y actualmente se encuentra bajo el casco urbano del pueblo sevillano de Santiponce, creado en el siglo XVII. La nova urbs -ciudad nueva-, fue fundada por Adriano, aunque sólo estuvo activa entre el primer tercio del siglo II y mediados del siglo III después de Cristo. Esta permaneció durante muchos siglos como tierra de labranza y es actualmente la zona arqueológica visitable. La excavación arqueológica de Itálica comienza muy pronto, cuando, entre 1781 y 1788, Francisco de Bruna emprende un primer estudio de la ciudad romana. Estos trabajos han permanecido hasta la actualidad, rindiendo preciosos frutos de alto valor histórico y artístico, gran parte de los cuales se conservan en el Museo Arqueológico de Sevilla. Entre los restos que hoy podemos observar in situ destacan las murallas, las casas de la Exedra, Neptuno, Patio Rodio, Hilas, de los Pájaros o Planetario, el Traianeum -templo dedicado a Trajano-, las Termas Mayores, el Teatro o el Anfiteatro. Una de las ciudades más importantes de la Hispania romana, tiene una trazado de amplias calles con aceras porticadas. Todavía puede observarse el enlosado y el bordillo de las vías, así como las cimentaciones de los pilares de los pórticos. La traza urbana responde al clásico modo ortogonal romano, formando amplias manzanas rectangulares en las que se ubicaban tanto las viviendas particulares como los edificios públicos. Redes de abastecimiento de agua y alcantarillado nos hablan de un conjunto urbano perfectamente planificado. El agua era llevada mediante a la ciudad mediante un acueducto, almacenándose en cisternas desde las que se suministraba a las fuentes públicas y a los edificios principales mediante tuberías de plomo. Todavía son observables las conducciones del alcantarillado, cuyas rejillas se sitúan en los cruces de las calles más importantes. El área visitable incluye una parte del barrio construido a iniciativa de Adriano, probablemente como homenaje a su antecesor y padre adoptivo, Trajano. Las investigaciones arqueológicas nos han descubierto un conjunto de seis edificios públicos y cerca de cincuenta casas, aun muchas de ellas sin excavar. Merece la pena destacar, dentro de un conjunto magnífico de construcciones y mosaicos, el anfiteatro, uno de los mayores del Imperio romano. En él podían observar el espectáculo hasta 25.000 espectadores.
obra
El santo que flanquea en el lado derecho al tríptico de Santa Ana está concebido de forma muy similar al San Gregorio del ala contraria. Ambos están representados de cuerpo entero contra un arco de medio punto por el que asoma un paisajito. El suelo de la estancia está construido con baldosas de diseños geométricos que permiten comprobar la pericia del autor a la hora de proyectar el espacio en perspectiva. Este dominio sólo podía haberlo aprendido de modelos italianos.