Antes que Brancusi, ningún escultor había rechazado tan radicalmente la sumisión al modelo. Los volúmenes de sus esculturas son tensos y apuntan hacia el infinito. Es esta una escultura aparentemente sencilla en la que la emoción es tanto más fuerte cuanto que está cerrada en una forma más lacónica. Como el propio autor dijo: "no es difícil hacer las cosas, lo que es difícil es ponernos en el estado de hacerlas", justificando así su obra y la gran parte del arte moderno.
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obra
La palabra "putrefacto" se impone a mediados de los años 20 en los ambientes artísticos y literarios madrileños. Su significado va desde una crítica a lo ridículo hasta otra a lo académico. Al respecto, Dalí escribe a Lorca: "Grosz y Pascin han pretendido ya dibujar la putrefacción, pero han pintado al señor tonto con odio, con saña, con rabia, en un sentido (social). Por lo tanto han llegado nada más que a la primera capa, lo más superficial, del señor tonto... Nosotros, todo lo contrario, hemos elevado al señor tonto, la idiotez a categoría lírica. Hemos llegado a la lírica de la estupidez humana, pero con un cariño y una ternura tan sincera hacia esa estupidez casi franciscana...". Lo "putrefacto" no es una categoría artística sino estilística, pero de estilo de vida. Se puede hablar de dos momentos: el primero pasa por determinar qué es lo que caracteriza a las personas y cosas putrefactas. Es decir, se trata de algo sin sentimiento, caduco, que linda con lo cursi o la vulgaridad. El segundo se deduce de la actitud que se mantiene ante lo putrefacto. Es visto como algo inferior. En general, se identifica con lo pasado de moda, contrapuesto a lo moderno, que es la realidad clara y dinámica. Se pretendía crear un estilo de vida moderno e inteligente, progresivo y progresista. Estos experimentos sobre los putrefactos tenían un proyecto de publicación que nunca se llevó a cabo por el distanciamiento que comenzaba a existir entre los dos amigos como consecuencia de las nuevas relaciones personales e ideas estéticas de Dalí.
contexto
Pájaros observados en Yucatán durante el invierno de 1841 a 1842, entre los meses de octubre a junio, y que también se encuentran en los Estados Unidos, y han sido dibujados y descritos por Wilson, Audubon, Bonaparte y Nuttal. Cathartes Jota, en todas partes. Cathartes Papa, en Labphak. Cathartes Aura, en todas partes; menos numeroso que el C. Jota. Aquila (?) Caracara, en todas partes. Falco Pennsylvanicus. Falco Haliaetos. Falco Cyaneus. Falco Sparverius. Icterus Spurius, Quiscalus Major. Quiscalus Versicolor. Muscicapa Crinita. Muscicapa Virens. Muscicapa Atra. Muscicapa Ruticilla. Muscicapa Verticatis (?). Turdus Polyglottus. Turdus Noveboracensis. Turdus Lividus, Felisox. Sylvia Virens. Sylvia Mitrata. Sylvia Trichas. Sylvia Protonotarius. Sylvia Maculosa (?). Sylvia Aestiva. Sylvia Americana. Sylvia Coronata. Tanagra Aestiva. Tanagra Rubra. Fringilla Ludoviciana. Fringilla Ciris. Fringilla Cyanea. Loxia Coerulea. Loxia Cardinalis. Picus Carolinensis. Trochilus Colubris. Trochilus Mango. Alcedo Alcyon. Hirundo Rufa. Hirundo Lunifrons (?). Hirundo Riparia. Cypselus Pelasgius. Caprimulgus Carolinensis. Columba Passerina. Columba Leucocephala. Columba Zenaida. Calidris Arenaria. Himantopus Nigricollis. Haematopus Ostralagus. Charadrius Melodus. Charadrius Wilsonius (?). Charadrius Semipalmatus (?). Charadrius Helveticus. Strepsilus Interpres. Ardea Herodias. Ardea Rufescens. Ardea Egretta. Ardea Candidissima. Ardea Ludoviciana (?). Ardea Nycticorax. Ardea Coerulea. Ardea Lentiginosa. Ardea Virescens. Ardea Exilis. Aramus Scolopaceus. Phoenicopterus Ruber. Platalea Ajaja. Ibis Alba. Numenius Longirostris. Tringa Wilsonii. Tringa Semipalmata. Totanus Semipalmatus. Totanus Vociferus. Totanus Flavipes. Totanus Chloropygius. Totanus Macularius. Totanus Bartramius. Limosa Fedoa. Scolopax Grisea. Scolopax Wilsonii. Gallinula Martinica. Podiceps Minor. Sterna Cayana. Sterna Boysii. Larus Atricilla. Thalassidroma Wilsonii. Anas Boschas. Anas Strepera. Anas Acuta. Anas Americana. Aria Discors. Pelecanus Onocrotalus. Phalacrocorax Carbo. Phalacrocorax Graculus. Trachypetes Aquilus. Pliaeton Aethereus. (?)
Personaje
Escultor
Desarrolló su faceta docente en la Academia de Pintura y Escultura de París. De su producción es importante mencionar obras como las estatuas que realizó de los principales personalidades de su tiempo, como Descartes, Bossuet, Turena o Bufón.
fuente
El cañón antitanque Pak 36 (Panzerabwehrkanone 35/36) fue el primer arma de sus características desarrollada por los alemanes después del tratado de Versalles. Su prueba de fuego la recibió durante la Guerra civil española, siendo usado por la Legión de Cóndor. Comenzado a fabricar en 1933, su producción se mantuvo hasta 1941. Muy utilizado durante la primera fase de la guerra, fue en Francia en 1940 donde sus defectos quedaron al descubierto, principalmente cuando hubieron de combatir a los Matilda de la Fuerza Expedicionaria Británica. Esto hizo que fuera rápidamente estudiada la posibilidad de sus sustitución por otro cañón más potente, que dará lugar al Pak 38 de 50 mm. Fabricado por la Rheinmetall, era un cañón pequeño y ligero, de sólo 432 kg. de peso, dotado de dos ruedas para facilitar su transporte y un escudo de 4 mm. Su capacidad de penetración era escasa, tan sólo 48 mm. de coraza a una distancia de 500 metros. El artillero, manejándolo desde el lado izquierdo, podía orientar el cañón en un ángulo de 60 grados de derecha a izquierda, con una elevación de 25 grados y una depresión de 8. El cargador del arma estaba en el lado derecho, junto al bloque trasero, realizando 15 disparos por minuto. Esto se demostró muy ineficaz frente al T-34 soviético, a no ser que se lograra un disparo muy afortunado. Fue bautizado como "el Golpeador de Puerta" por las tropas que lo usaron. Su vida útil se prolongó gracias al desarrollo de una carga hueca con la aleta estabilizada alrededor, llamada Steilgrenate 41, que podría penetrar 180 mm. de coraza. En ocasiones, el Pak 36 se montaba sobre un 250/10.
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Arma principal de las unidades Panzerjäger de la Wehrmacht, en 1941 reforzó la artillería de las unidades acorazadas de Rommel. Su período de fabricación coincidió con el del carro británico Crusader. Tras los combates de las operaciones de frontera "Brevity" y "Battleaxe", su número ascendió a 158 piezas, mientras que sólo había 52 unidades de 37 mm.
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El concepto de una pieza pequeña que fuera manejable, fácilmente transportable por cualquier vehículo o incluso tracción animal, captó la atención de todos los ejércitos, siendo el calibre de 20 a 40 mm suficiente para poner fuera de combate a cualquier carro de la época, como quedó patente en la Guerra Civil española. Pero en los años cuarenta entraron en acción nuevos tipos de carros con corazas más gruesas, que dejaron anticuados dichos cañones. Una solución provisional para remediarlo consistió en el cambio de munición, con proyectiles de núcleo de tungsteno denominados AP40, que a pesar de todo tenían los días contados. Los estudios emprendidos dieron como fruto varias opciones, y entre las más interesantes estaba la basada en una patente alemana de 1909. El ingeniero alemán Gerluch desarrolló un cañón revolucionario para la época: el concepto de ánima cónica que, de forma muy simplificada, intentaba obtener el efecto de "tapón de cava". Para ello, el proyectil se rodeaba de una camisa de material más blando, que iba comprimiéndose en el interior del tubo, originando una presión de salida que impulsaba el proyectil entre un 30 y un 40 por ciento más rápido que el sistema de rayado tradicional. Aunque Gerluch estuvo en varios países, sólo la tecnología de Krupp puedo realizar un arma de tubo cónico realmente efectiva. Se construyeron dos modelos, uno de 28 milímetros y el denominado Pak 41 de 42 milímetros, que estaban pensados para las fuerzas aerotransportadas y de infantería, aunque por circunstancias de carencia de materiales, al final la mayoría fueron destinadas a los paracaidistas. Este cañón heredó la cureña del Pak 37 mejorada y con una coraza doble espaciada. El proyectil pasaba de 42 a 30 milímetros a la salida de la boca, pero a una velocidad de 1.220 metros por segundo, lo que unido a su núcleo de tungsteno, lo hacían tan efectivo como los cañones de 75 milímetros, pero con la ligereza de una pieza de 37 milímetros. El futuro de estas armas parecía prometedor, pero la escasez de metal necesario, que Alemania solo podía adquirir en España y en pequeñas cantidades, dio al traste con todos los proyectos, fabricándose proyectiles hasta que las necesidades de la aviación y la artillería antiaérea absorbieron todo lo disponible. El peso de los combates recayó entonces sobre los cañones tradicionales como el Pak 40, lo que restó una importante movilidad a las tropas en su función anticarro.