Pájaro putrefacto

Datos principales


Autor

Salvador Dalí Domènech

Fecha

1928

Material

Oleo sobre tabla

Dimensiones

37´5 x 57 cm.

Museo

Fundación Gala-Salvador Dalí

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La palabra "putrefacto" se impone a mediados de los años 20 en los ambientes artísticos y literarios madrileños. Su significado va desde una crítica a lo ridículo hasta otra a lo académico. Al respecto, Dalí escribe a Lorca: "Grosz y Pascin han pretendido ya dibujar la putrefacción, pero han pintado al señor tonto con odio, con saña, con rabia, en un sentido (social). Por lo tanto han llegado nada más que a la primera capa, lo más superficial, del señor tonto... Nosotros, todo lo contrario, hemos elevado al señor tonto, la idiotez a categoría lírica. Hemos llegado a la lírica de la estupidez humana, pero con un cariño y una ternura tan sincera hacia esa estupidez casi franciscana...". Lo "putrefacto" no es una categoría artística sino estilística, pero de estilo de vida. Se puede hablar de dos momentos: el primero pasa por determinar qué es lo que caracteriza a las personas y cosas putrefactas. Es decir, se trata de algo sin sentimiento, caduco, que linda con lo cursi o la vulgaridad. El segundo se deduce de la actitud que se mantiene ante lo putrefacto. Es visto como algo inferior. En general, se identifica con lo pasado de moda, contrapuesto a lo moderno, que es la realidad clara y dinámica. Se pretendía crear un estilo de vida moderno e inteligente, progresivo y progresista. Estos experimentos sobre los putrefactos tenían un proyecto de publicación que nunca se llevó a cabo por el distanciamiento que comenzaba a existir entre los dos amigos como consecuencia de las nuevas relaciones personales e ideas estéticas de Dalí.

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