El 31 de octubre de 802 se produjo una revuelta palaciega que acabó con el reinado de Irene. La emperatriz fue desterrada a Lesbos donde falleció al poco tiempo. La corona imperial recayó en Nicéforo I y el conflicto eclesiástico continuó con toda su crudeza. La situación económica será su principal objetivo. Entre las medidas tomadas para recuperar el rumbo económico destaca el aumento de los impuestos, involucrando en su pago a monasterios e iglesias, o la prohibición del cobro de intereses a los súbditos, siendo sólo el Estado quien tuviera esta potestad. El sistema defensivo también se reestructuró al imponer el servicio de armas a campesinos más pobres, aumentando así el número de soldados y protegiendo las regiones especialmente amenazadas. Durante su reinado se producirá una paulatina consolidación del dominio bizantino en regiones de los Balcanes y de Grecia, controlando a los eslavos que habitaban en aquellas zonas. Sin embargo, será en los Balcanes donde Nicéforo I pierda la vida. El trono búlgaro fue ocupado por Krum quien en la primavera de 809 arrasó Sardica. Nicéforo decidió contraatacar y dos años después cruzó la frontera al frente de un potente ejército, destruyendo la capital búlgara. Nicéforo persiguió al khan búlgaro pero éste reaccionó y cercó a los bizantinos en las montañas. La derrota bizantina fue terrible, muriendo el propio emperador cuyo cráneo fue convertido en copa para especial regocijo de Krum. El trono bizantino quedaba en manos de Miguel I.
Busqueda de contenidos
Personaje
Militar
Político
Nicéforo Focas destacó pronto como brillante general. Participó durante el reinado de Basilio I en una potente ofensiva bizantina en la zona sur de Italia, consiguiendo que este territorio volviera a la soberanía de Constantinopla. Con León VI fue nombrado estratega del thema de los Tracesios, obteniendo una importante victoria sobre los musulmanes en Adana; posteriormente ocupó la frontera sur de Bulgaria lo que motivó que Simeón firmara un armisticio con el Imperio. La reacción de Simeón provocó que Nicéforo interrumpiera su campaña en Italia para hacerse cargo del frente de los Balcanes pero la situación del Imperio iba en franco retroceso, sucediéndose una derrota tras otra. La reacción emprendida durante el reinado de Constantino VII tiene en Nicéforo a uno de sus principales protagonistas, al igual que Juan Tzimisces. Ambos generales iniciarán el periodo de las grandes conquistas y los dos se convertirán en emperadores. Romano II delegó los mandos militares en Nicéforo quien embarcó hacia Creta al frente de una potente flota, asaltando la capital, Herakleion. Los musulmanes abandonaban definitivamente este emplazamiento y Nicéforo Focas era recibido como triunfador en Constantinopla. Después se dirigió hacia Asia donde conquistó Alepo (962), venciendo a los Hamdaníes. La recompensa para Nicéforo sería el trono imperial tras la prematura muerte de Romano II el 15 de marzo de 963. La regencia quedaba en manos de la esposa del difunto, Teófano, como madre de los jóvenes Basilio II y Constantino VIII. Focas fue coronado emperador por sus tropas y entró triunfante en Constantinopla donde fue ratificado el 16 de agosto. Teófano ofreció su mano al general y éste se convirtió en protector de los dos príncipes. El ascenso de Nicéforo al trono suponía la victoria de la aristocracia bizantina, de la que él era miembro destacado. A su alrededor colocó a personas de su confianza y su legislación favoreció a los poderosos. El derecho de preferencia para los pobres en caso de venta de bienes era retirado. Por otro lado, se intentó evitar el crecimiento de los bienes eclesiásticos y monásticos al promulgar una ley que prohibía la donación a los clérigos. Las conquistas continuaron, dirigiéndose en primer lugar hacia Cilicia donde Tarso cayó en sus manos (965). Chipre era ocupada el mismo año y Siria caería en 969. Bizancio extendía así sus fronteras hacia el sur mientras que la región de Alepo reconocía su soberanía. Su siguiente destino serán los Balcanes donde el príncipe ruso Sviatoslav se había hecho fuerte a costa de los búlgaros, curiosamente animado por el propio Nicéforo. La fuerte presión fiscal y el incremento del coste de la vida serían los principales motivos de la impopularidad que caracterizaba al emperador. Sin embargo será la conspiración de su buen amigo Juan Tzimisces y de su esposa Teófano -convertidos en amantes- lo que acabe con su vida. Teófano preparó el mortal atentado que fue ejecutado por Tzimisces y sus amigos en la noche del 10 al 11 de diciembre de 969. El emperador era asesinado en su alcoba y Juan I accedía al trono.
acepcion
Concavidad en un muro, para colocar en ella una estatua, un jarrón o cualquier otra cosa.
Personaje
Pintor
Hereda el arte de sus padres y como ellos se dedica a la pintura. Inicia su formación en la Slade School. Allí, entra en contacto con Paul Nasch. Al comienzo de los años veinte llega a París y se entusiasma con las pinturas de Braque y Picasso. En esta época pinta naturalezas muertas y paisajes. Diez años después regresa a París con Bárbara Hepworth, su esposa. Ambos establecen una estrecha relación con los principales artistas de este tiempo -Braque, Arp, Brancusi, etc..-, y se sienten atraídos por la formación de Abstracción-Creación. Con Gabo y Martín funda "Circle", una revista. Su arte atraviesa por diversos estados. Primero se decanta por el cubismo pero luego evoluciona hasta la abstracción. Su continuidad pasa por la admiración que siente hacia Mondrian, hasta reproducir formas figurativas. Desde entonces hasta su muerte ganó cada vez mayor proyección. Su labor fue reconocida con prestigiosos premios.
Personaje
Pintor
Hijo de Nicodemos y original de Atenas. No conocemos directamente ninguna de sus obras, pero a través de las fuentes literarias antiguas y muy especialmente de Plinio, sabemos que algunas de las pinturas aparecidas en Pompeya pueden son copias de sus originales. Plasmó en pintura el estilo de Praxíteles.
Personaje
Político
No todos los políticos atenienses deseaban un enfrentamiento contra Esparta. Nicias era el dirigente que encabezaba el partido pacifista a la muerte de Pericles, contrario a la política de Cleón. En varias ocasiones intentó firmar una paz con los espartanos pero siempre fracasó hasta que en abril de 421 a.C. se firma el tratado definitivo que lleva su nombre al ser el promotor del acuerdo, gracias a granjearse al apoyo popular. Gracias a la Paz de Nicias, los atenienses recuperaban las ciudades rebeldes de Tracia mientras que Esparta veía restituida su hegemonía sobre Pilos y Citerea; los prisioneros serían intercambiados. La paz pronto encontró fracturas y el partido belicista de Alcibíades promovió la alianza de Atenas con Argos y Mantinea. Si alguna de las piezas del puzzle encajadas por Nicias en la paz se perdía, la guerra se convertía en una posibilidad más que real. El puzzle se rompió con la victoria espartana de Mantinea, tres años después de la paz. Curiosamente, tras la participación de Alcibíades en la política ateniense, Nicias cambió sus propósitos pacifistas y se embarcó en la campaña siciliana que puso asedio a Siracusa. Invadió la isla de Melos (416 a.C.) y puso rumbo a Sicilia. Esparta participó en la defensa de la ciudad y Nicias solicitó ayuda a Atenas. Demóstenes acudió con los refuerzos pero ambos militares fueron derrotados en agosto de 413, siendo decapitados por los espartanos. Atenas perdió unos 50.000 hombres y 160 naves en esta empresa.
Personaje
Científico
Estudia la carrera de Filosofía en la Universidad de Barcelona y continúa sus estudios en Madrid. Allí entra en contacto con Ortega, Zubiri y García Morente. Cuando finalizó la Guerra Civil, dejó España y se trasladó primero a Toulouse y luego a México. Allí consiguió una cátedra en la Universidad y creó las revistas "Filosofía y Letras" y "Dianoia". Se consolidó como uno de los autores más prestigiosos de la filosofía hispánica. Es autor de obras como "Psicología de la situación", donde se aprecia la repercusión de autores como Heidegger, Scheler y Dilthey, "Metafísica de la expresión", "Los principios de la ciencia", "La idea del hombre", "Historicismo y existencialismo. La temporalidad del ser y la razón" o "El problema de la filosofía hispánica".
contexto
Sin embargo, a pesar de existir una obvia comunión en todos los escultores italianos, en lo que respecta a este punto, sólo a la obra de Nicola Pisano se le reconoce el valor de avanzar hacia el gótico o, mejor, de estar ya dentro de él. Desde el punto de vista formal, no parece muy alejado de los planteamientos de fra Guglielmo, pero su carácter innovador se patentiza en la transformación a que somete ciertas tipologías, como sucede en el caso del púlpito. Hasta entonces se había repetido una y otra vez la misma fórmula, y él modifica el espacio rectangular tradicional por otro poligonal, de mucho mayor impacto plástico. Incluso la gran fuente de Perugia, respondiendo en líneas generales a modelos de surtidores previos, menos monumentales eso sí, se distancia claramente de estos precedentes.Indudablemente, Nicola Pisano, a pesar de su probable participación en las empresas artísticas del emperador Federico II, en la Italia meridional, que quizá le familiarizaron con el mundo antiguo, se formó definitivamente en Pisa, y ciertas composiciones de los sepulcros antiguos reaprovechados en el Camposanto le sirvieron directamente de pauta. Su lenguaje narrativo obedece a esto mismo y el púlpito del Baptisterio de Pisa, su primera obra documentada (1260), lo revela claramente. Se trata de una realización autógrafa, en la que le ayuda no sólo su hijo Giovanni, sino también Arnolfo di Cambio, que se formó en su taller y que, por entonces, era su ayudante principal. Puede afirmarse que el arte de todos ellos se deja ver en zonas puntuales. Por ejemplo, el genio de Giovanni parece estar detrás de ciertas figuras de gran expresividad que han sido acabadas (!) con el "non finito" que tanto agrada al escultor, y que en su carrera va a convertirse en algo así como su sello personal, aunque otros contemporáneos también lo hagan suyo.Nicola Pisano posee un gran oficio y es innovador, pero en el tratamiento de la figura es a menudo excesivamente arqueológico. No se aleja suficientemente de los modelos en los que se inspira. Este reproche a su arte es igualmente extensible al de Arnolfo di Cambio.Este escultor, del que se conocen numerosos datos biográficos, nació alrededor de 1245 y parece haberse formado en el taller de Nicola Pisano con el que participó en proyectos tan importantes como el púlpito de Pisa al que ya hemos aludido y el Arca de santo Domingo, en la iglesia de esta misma advocación, de Bolonia, que le fue encargada a Nicola en 1264. Tipológicamente, la obra responde a una fórmula que tendrá un gran desarrollo en Italia hasta el siglo XIV: la tumba-altar. De acuerdo con él, el sepulcro se organiza con una serie de relieves que narran los episodios más relevantes de la vida del santo.La producción de Arnolfo, una vez independizado laboralmente, se diversifica entre sus responsabilidades como arquitecto y las que asume como escultor. Entre estas últimas sobresale su producción funeraria. Trabaja en Roma, en Orvieto, en Viterbo, en Florencia, y sus sepulcros, de una gran monumentalidad, destacan por la originalidad de sus diseños y por el acierto en el uso de determinados recursos escenográficos (el acólito recogiendo la cortina que separa el lecho mortuorio del espectador es uno de ellos). A pesar de todo, y aunque indudablemente parece estar familiarizado con el arte francés, el peso de lo antiguo continúa dejándose sentir, en ocasiones, abrumadoramente, como sucede con la Virgen de la fachada de la catedral de Florencia, ahora en el museo catedralicio.Estos reproches al respecto del tono arqueológico de ciertas obras de Nicola o de Arnolfo, no tienen cabida en cambio en el caso de Giovanni, pues desarrolla un lenguaje tan propio y personal, que sus planteamientos llegan a resultar poco afines a su época. La opción del escultor al buscar una vía de desarrollo para su arte es clara: el expresionismo.Giovanni ejecuta dos púlpitos en la misma línea que los realizados por su padre para el baptisterio de Pisa o la catedral de Siena. El montaje actual de uno de ellos no es seguro que corresponda al original (catedral de Pisa). El segundo, en cambio, no ha sufrido modificaciones. Se encuentra en la iglesia de San Andrea de Pistoia y el escultor lo labró en 1301. Se trata, por tanto, de una obra relativamente tardía dentro de su carrera, pero, por lo mismo, el mejor escaparate de la madurez artística del artífice.Estamos persuadidos de que muchos maestros medievales han querido significar de algún modo las que consideran sus mejores realizaciones. La inscripción que incorporó Giovanni a ésta no ofrece duda alguna: "Giovanni lo esculpió, sin ejecutar obra vana. Hijo de Nicola y adornado de una habilidad aún mayor, Pisa fue su cuna, estando dotado de una maestría superior que cualquier otra contemplada antes".Aunque el formato de los púlpitos confeccionados por Nicola subyace tras éste, hay novedades significativas. En el plano formal e iconográfico, por ejemplo, las figuras de las sibilas que acompañan a los profetas situados en las enjutas de los arcos inferiores supone un acrecentamiento del número de actores del ciclo narrativo, pero ayudan también a reforzar la sensación de verticalidad en los vértices del hexágono. No obstante, sobresale por encima de todo el tratamiento de cada figura (desde las exentas hasta las integradas en los relieves) según su propia perspectiva.Dentro de la producción de Giovanni, si bien destaca el púlpito de Pistoia como su obra, a buen seguro, más personal, hubo otros proyectos más ambiciosos en su planteamiento inicial, y éste es el caso de la fachada de la catedral de Siena. Trabajó en ella a partir del último decenio del siglo XIII. Como se ha subrayado repetidamente, esta empresa hacía necesario el uso de un lenguaje escultórico adecuado, pues las figuras iban a integrarse en un marco arquitectónico de acusados contrastes cromáticos, que no contribuía en nada al realce de las esculturas porque desvía la atención hacia sí mismo. Ese era el reto. Para muchos esto explica la majestuosidad y ciertas distorsiones en las figuras, consecuencia de los acusados escorzos a los que las sometió el maestro para que, desde sus altos podios, reclamaran la mirada del espectador.Absolutamente al margen de lo que es una genuina fachada francesa, donde cualquier elemento escultórico suplanta al tectónico, en la italiana, y ésta de Siena es paradigmática, el papel de la escultura en la fachada es muy distinto. La complementa y se distribuye por su geografía, pero no aflora ni en jambas de puertas, ni usualmente en tímpanos. Giovanni se limitó aquí a colocar imágenes de cuerpo entero en la zona baja de los pináculos que separan los arcos de las tres puertas y en los montantes exteriores; algunas se distribuyen por la zona inmediata a la línea que marcan los gabletes de las puertas, y un conjunto importante de figuras de medio cuerpo enmarcan el óculo central.