Miguel Jacinto Meléndez es el miembro más destacable de una familia de artistas españoles que trabajaron durante el Barroco. Nació en Oviedo en 1679. Marcha muy joven a Madrid, siendo nombrado pintor de cámara de Felipe V en 1712, destacando el retrato del monarca que conserva el Museo del Prado. Trabajó para muchos templos madrileños y debió conocer la obra de El Greco. Falleció en Madrid hacia 1734.
Busqueda de contenidos
Personaje
Literato
Político
Educado en el seno de una familia humilde, quedó huérfano de madre cuando todavía era un niño. Este hecho determinaría su carácter melancólico. Estudió en Madrid y luego se trasladó a Salamanca para cursar la carrera de Leyes. En esta ciudad acudía a tertulias literarias, donde se comentaba la obra de los clásicos y los autores del Renacimiento. Todos estos encuentros era promovidos por fray Diego Tadeo González, que empleaba en pseudónimo de Delio. En estas reuniones entabló amistad con fray Juan Fernández de Rojas, más conocido como Liseno, Iglesias de la Casa y otros autores. Fue también por esta época cuando entra en contacto con Cadalso, cuya influencia sobre la Escuela Poética Salmantina fue determinante. Meléndez era conocido bajo el sobrenombre de Batilo. La belleza y la sensualidad son las dos notas predominantes que caracterizan sus primeras anacreónticas. En sus versos de tono erótico realiza numerosas alusiones a temas femeninos. En estos días inicia una relación epistolar con Jovellanos. Tras licenciarse en Derecho, comenzó a estudiar para impartir clases de letras. Participó en algunos concursos organizados por la Real Academia Española a fin de potenciar el estilo neoclásico, resultando ganador en 1780. Al finalizar sus estudios consiguió la cátedra de Humanidades en Salamanca, desde donde promovió una reforma universitaria. En estos días realiza un viaje a Madrid y se reúne con Jovellanos. A partir de este encuentro su obra adopta un tono clásico, y desemboca hacia la poesía ilustrada. En sus creaciones aborda temas sociales y morales. En 1784 su carrera literaria de nuevo se ve recompensada al recibir por "Las bodas de Camacho" una premio del Ayuntamiento de Madrid. Al año siguiente sale a la luz su primer volumen de "Poesías". Entre 1789 y 1791 vivió en Zaragoza, donde detentaba el cargo de Juez de lo Criminal. Su siguiente destino fue Valladolid. En la capital castellana fue nombrado Oidor de la Real Chancillería. A lo largo de estos años desempeñó varios cargos administrativos. Fue uno de los principales defensores de la política ilustrada, por lo que sufrió duras críticas por parte del sector conservador. Los problemas surgidos a causa de su actuación como político salpicaron a su carrera como literato. En 1797 publicó su segundo volumen de "Poesías", donde de nuevo muestra su defensa de la Ilustración. Paralelamente al desarrollo de su carrera literaria, continuó trabajando para la administración como fiscal. En este ámbito siempre participó de las ideas ilustradas. Muchos de sus dictámenes jurídicos fueron recogidos en un volumen titulado "Discursos forenses". Con el paso del tiempo las tendencias conservadoras se impusieron a las ilustradas. Esto le costó a Meléndez Valdés el destierro en Medina del Campo y luego a Zaragoza, donde se le obligó a jubilarse prematuramente. Durante la invasión francesa el autor escribió algunos versos de corte patriótico incitando a los españoles a combatir a los galos. Sin embargo, no llegó a ser miembro de la Junta Central y juró lealtad a José Bonaparte. Durante estos años fue más intensa su actividad política, que literaria, aunque cabe destacar las dos poesías en alabanza que compuso para José I. En 1811 publicaba "Poesías escogidas". Cuando el ejército nacional entró en Madrid, marchó exiliado al sur de Francia, donde acabó el resto de sus días. En su obra literaria aborda todas las tendencias de su tiempo. Aunque se le considera uno de los mayores representantes de la poesía neoclásica, se perfila como percusor del Romanticismo por sus descripciones de la naturaleza. El refinamiento es una de las notas que caracteriza a sus composiciones, identificadas con el neoclasicismo de la Ilustración. Dentro de su extensa obra, se inicia con la oda anacreóntica y trata asuntos relacionados con el amor, y los placeres de la vida y los temas pastoriles. Es autor de composiciones galantes y repletas de sensualidad que evocan la frivolidad del estilo Rococó. Marcado por la Ilustración, su literatura evolucionó hacia tendencias reformistas. Todas estas ideas aparecen expresadas en su epístolas. Las creaciones pertenecientes a los últimos años de su vida se pueden interpretar como un anticipo de la corriente romántica. Su obra se completa con algunas creaciones teatrales como "Las bodas de Camacho el rico", inspirada en una novela de El Quijote de Cervantes. Dentro del genero de la prosa cabe destacar "Discursos forenses" de tema judicial.
Personaje
Político
Nombrado por Felipe II gobernador de Jamaica en 1596, durante su gestión destaca la creación del archivo de la capital y la resistencia ante los constantes ataques de piratas. Durante el juicio de residencia al que fue sometido al final de su mandato, hubo de afrontar acusaciones de corrupción.
Personaje
Arquitecto
Escultor
Pintor
En 1873 consiguió la graduación de arquitecto y en 1887 obtuvo la cátedra de modelado en la Escuela de Arquitectura. Realizó varios trabajos como arquitecto, sin embargo resultó tener mejores dotes como dibujante e ilustrador. Así, en alguna de sus obras mezcló arquitectura con la escultura, como en el Monumento a Colón, Madrid, donde el pedestal consiste en una especie de candelero de estilo isabelino. Realizó, como escultor, el monumento sepulcral de Cristóbal Colón en la Catedral de Sevilla, que pretendía ser una reactualización de la tumba del senescal Philippe Pot de Antoine Le Moiturier (Museo del Louvre). Como arquitecto, realizó reconstrucciones de edificios medievales, como el de San Juan de los Reyes en Toledo; también proyectó el pabellón español de la Exposición Universal de París en 1889.
Personaje
Otros
Nacido en Madrid en 1856, está considerado como el padre de la arqueología española. En 1916 fue elegido director del Museo Arqueológico Nacional. Con él en el cargo se dio un aumento de las colecciones, se introdujeron clasificaciones, y se crearon catálogos como manuales de arqueología. Fue miembro de la Real Academia de la Historia, de la Real Academia de San Fernando, del Instituto Arqueológico Romano-Germánico, y de la Sociedad de Anticuarios de Londres. Dirigió excavaciones en Mérida, donde descubrió el teatro romano, y en Numancia, donde trabajó a las órdenes de Eduardo Saavedra, al que sustituyó como presidente de la comisión para las excavaciones al morir éste. Escribió además diversas obras sobre arte y arqueología. Llegó a ser catedrático de Arqueología en la Universidad Central de Madrid con 55 años. Murió en Madrid el 30 de diciembre de 1933
lugar
La fecha de la fundación de esta importante villa de la Ruta Jacobea no se conoce con exactitud, apareciendo la primera referencia histórica en un documento del siglo VIII, el llamado testamento de Odoario, obispo de Lugo, del año 747, aunque entre los especialistas existen dudas sobre si la referencia es a este territorio. Otro documento del siglo IX alude al lugar de Abeancos -término que corresponde a la actual tierra de Melide-. Se trata de un diploma firmado por Alfonso II el Casto en el que se hace referencia a una serie de comarcas y territorios de la provincia de Lugo -entre ellas está Abeancos- con las que se dota a la recién bendecida catedral de Oviedo. En otro documento, Alfonso III concede a la sede de Mondoñedo la jurisdicción de Abeancos y sus términos. En 1212 Alfonso IX concede este territorio a don Pedro de Muñiz, arzobispo de Santiago. En la centuria siguiente se concedió a la villa el privilegio de levantar un castillo, fortificar la localidad con murallas y cobrar el consiguiente portazgo. Las luchas que enfrentaron a Enrique de Trastámara y Pedro I permitieron a los Ulloa ejercer el control sobre la villa, recuperando su dominio la Sede Compostelana en el siglo XVI. Melide participó activamente en las Guerras Irmandiñas, siendo lugar de reunión de los rebeldes. Durante la contienda se derribaron las murallas y se destruyó una buena parte del castillo, cuyas piedras sirvieron para edificar el Convento de Sancti Spiritus, ya que los Reyes Católicos prohibieron levantar la fortaleza. Durante el reinado de Carlos I, Melide sirvió de lugar de reunión a estamentos nobiliarios y eclesiásticos que brindaron su más sincero apoyo al futuro emperador para derrotar a los Comuneros castellanos que se habían rebelado. En el siglo XIX, la villa se opuso ferozmente, durante la Guerra de Independencia, a las tropas francesas de Napoleón, siendo también escenario de batallas en las Guerras Carlistas de esa misma centuria. No debemos olvidar en esta referencia histórica que la comarca de Melide conserva una gran riqueza arqueológica, que demuestra la existencia de población en estas tierras desde época neolítica, abundando numerosos castros. El catálogo monumental de Melide y su entorno es muy amplio -de este municipio dependen importantes aldeas de la Ruta Jacobea como Furelos o Leboreiro- destacando la iglesia de Santa María o el Cruceiro- considerado el más antiguo de Galicia-. En sus 97 km2 de superficie habitan unas 9.000 personas, en su mayoría dedicadas al sector primario, sin olvidar la existencia de un significativo tejido industrial y de servicios. La oferta gastronómica de Melide es digna de resaltar, destacando entre sus productos típicos el melindre, un pastel elaborado con harina de trigo, huevos, manteca y un finísimo baño de azúcar. También destaca el queso de montaña y la miel.
lugar
La ciudad de Melilla tiene su origen en una fundación fenicia, llamada Rusadir. A partir del siglo VI a.C. fue ocupada por los cartagineses, jugando un importante papel en su lucha con los romanos por el dominio del Mediterráneo Occidental. Los cartagineses fueron desplazados más tarde por los romanos, que establecieron en ella una colonia y en la que llegaron a acuñar moneda. Vándalos y visigodos se establecieron en ella a comienzos del siglo V d.C. Durante la expansión árabe, fue incorporada por Abd al-Rahman III al Califato de Córdoba a finales del s. IX. En el siglo XIII pasó a pertenecer a los meriníes de Fez, viéndose perjudicada por los enfrentamientos entre Fez y Tremecén. Su principal actividad económica en esta etapa es la piratería, y parece ser que es ahora cuando comienza a llamarse Melilla. Su posición estratégica en el norte de África, como avanzadilla defensiva frente a un posible ataque musulmán sobre la Península, hace que los reyes castellanos se planteen su conquista. A finales del siglo XV el duque de Medina Sidonia, Juan de Guzmán, pone a Pedro de Estopiñán y a Francisco Ramírez de Madrid al frente de unas tropas, con las que emprenden la toma de la ciudad. Ésta se produce el 17 de septiembre de 1497, comenzando entonces a ser construida una ciudad cristiana sobre las ruinas de la musulmana. Es a partir de este momento cuando se construyen sus monumentos cristianos más antiguos, como la capilla gótica y la puerta de Santiago. A pesar de ser incorporada a Castilla, esta plaza fuerte es constantemente hostigada desde el Norte de África, una característica que perdurará a lo largo de los siglos siguientes, sucediéndose los periodos de paz con los de guerra. Este carácter fronterizo hace que no sea extraño que, entre los siglos XVI y XVIII, el mayor esfuerzo se dedique a dotarla de adecuadas murallas y torreones. Punto intermedio entre la Europa cristiana y el Magreb islámico, Melilla se convirtió en puerto de salida de los productos marroquíes, fundamentalmente del mineral de hierro del Rif. Sin embargo, la independencia de Marruecos perjudicó a Melilla, haciendo decaer su volumen de negocio. No obstante, pudo rehacerse gracias a su condición de puerto franco. Melilla pasó a ser una ciudad autónoma, con órganos de gobierno propios, a partir de 1995, desarrollando así las posibilidades de autonomía establecidas por la Constitución de 1978.
contexto
La ciudad de Melilla tiene su origen en una fundación fenicia, llamada Rusadir. A partir del siglo VI a.C. fue ocupada por los cartagineses, jugando un importante papel en su lucha con los romanos por el dominio del Mediterráneo Occidental. Los cartagineses fueron desplazados más tarde por los romanos, que establecieron en ella una colonia y en la que llegaron a acuñar moneda. Vándalos y visigodos se establecieron en ella a comienzos del siglo V d.C. Durante la expansión árabe, fue incorporada por Abd al-Rahman III al Califato de Córdoba a finales del s. IX. En el siglo XIII pasó a pertenecer a los meriníes de Fez, viéndose perjudicada por los enfrentamientos entre Fez y Tremecén. Su principal actividad económica en esta etapa es la piratería, y parece ser que es ahora cuando comienza a llamarse Melilla. Su posición estratégica en el norte de África, como avanzadilla defensiva frente a un posible ataque musulmán sobre la Península, hace que los reyes castellanos se planteen su conquista. A finales del siglo XV el duque de Medina Sidonia, Juan de Guzmán, pone a Pedro de Estopiñán y a Francisco Ramírez de Madrid al frente de unas tropas, con las que emprenden la toma de la ciudad. Ésta se produce el 17 de septiembre de 1497, comenzando entonces a ser construida una ciudad cristiana sobre las ruinas de la musulmana. Es a partir de este momento cuando se construyen sus monumentos cristianos más antiguos, como la capilla gótica y la puerta de Santiago. A pesar de ser incorporada a Castilla, esta plaza fuerte es constantemente hostigada desde el Norte de África, una característica que perdurará a lo largo de los siglos siguientes, sucediéndose los periodos de paz con los de guerra. Este carácter fronterizo hace que no sea extraño que, entre los siglos XVI y XVIII, el mayor esfuerzo se dedique a dotarla de adecuadas murallas y torreones. Punto intermedio entre la Europa cristiana y el Magreb islámico, Melilla se convirtió en puerto de salida de los productos marroquíes, fundamentalmente del mineral de hierro del Rif. Sin embargo, la independencia de Marruecos perjudicó a Melilla, haciendo decaer su volumen de negocio. No obstante, pudo rehacerse gracias a su condición de puerto franco. Melilla pasó a ser una ciudad autónoma, con órganos de gobierno propios, a partir de 1995, desarrollando así las posibilidades de autonomía establecidas por la Constitución de 1978.
Personaje
Literato
Meliso se formó en la órbita de Parménides de Elea y escribió una importante obra titulada "Sobre la naturaleza o sobre el ser" donde intenta probar la ausencia de conocimiento sensible. Consideró que el ser era infinito e incorporeo por lo que cambió en algunos aspectos los planteamientos de su maestro.
obra
Las figuras de bronce, encontradas recientemente junto al islote de Sancti-Petri, al sureste de Cádiz, deben ser ofrendas del templo de Melkart-Hércules, que estuvo allí en la Antigüedad, y representan al mismo dios en distintos estilos o advocaciones.Su indumentaria y atributos participan de elementos egipcios y sirios, pero en el estilo de algunas se aprecian rasgos similares a los de otras figuras de terracota encontradas en Cádiz, que ayudan a identificar el taller local. Ahora se pueden relacionar estas piezas con otros dos dioses semejantes, que aparecieron en el mercado de antigüedades de Huelva años atrás, y pueden tener el mismo origen; por adquisiciones antiguas, que se atribuyen genéricamente a la región de Sevilla, habían ingresado ya en el Museo Arqueológico Nacional y en el de Sevilla otros ejemplares de dioses guerreros fenicios.