El Fokker Eindecker era un letal avión alemán utilizado durante la I Guerra Mundial. Fue el primero en portar una ametralladora sincronizada en la parte delantera, llegando a alcanzar los 140 Km. hora. Fue uno de los primeros aviones utilizados con fines militares durante la I Guerra Mundial. Participó en batallas como la de Verdún pero se puede decir que fue derrotado a lo largo de la guerra por la superioridad aérea de los aliados gracias al Nieuport II, especialmente a partir del verano de 1916.
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Caza pesado y avión de apoyo directo, el G.I de Fokker realizó su primer vuelo como prototipo en marzo de 1.937. El proyecto de este avión respondía a la idea de obtener un caza pesado bimotor, que podría, debido a sus dos motores, conceder mejores prestaciones en cuanto a maniobrabilidad, potencia y autonomía que los monomotor clásicos. Del G.IA se construyeron en principio 36 unidades para la Aviación militar holandesa, de dos o tres tripulantes, 3 de las cuales llegaron a tiempo de participar en las operaciones contra la invasión alemana, mientras que, del resto, una veintena se fabricó ya durante la ocupación para proveer de aviones de entrenamiento a los pilotos de la Luftwaffe. Otros seis países realizaron pedidos del G.I a la Fokker.
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El hidroavión T.VIII-W responde a unas especificaciones de 1936 de la Aviación naval holandesa para dotarse de un aparato capaz de desemepeñar misiones de reconocimiento marítimo y como torpedero. Sustituto del obsoleto T.IV-W, su puesta en servicio se produjo en 1939, siendo construidas tres variantes. De la T.VIII-W/G, con fuselaje posterior en madera, se fabricaron 19 unidades. Otra diferente fue la T.VIII-W/M, con el fuselaje posterior metálico, de la que se construyeron 12 aparatos. La última, la T.VIII-W/C, llevaba dos motores Bristol Mercury X de 890 CV y cilindros en estrella.
Personaje
Escultor
Hermano del también escultor Jaime Folch, Jose Antonio, después de tomar clases de la Junta de Comercio y el taller de Amadeu, se traslada a Madrid en 1790. Siete años más tarde es nombrado académico de mérito y en 1814 teniente director y vicesecretario. Fernando VII le otorgó el puesto de escultor de cámara. Realizó para la cartuja de Valldemosa (Baleares) una serie de medallones para la fachada principal, representando a Pío V, el rey Martín, Moisés rompiendo las tablas de la Ley y la Resurrección de Lázaro. En la ciudad de Palma realizó el mausoleo de Pedro Caro y Sureda, marqués de la Romana.
obra
De lugar desconocido (Irak o Siria) se ha conservado este pergamino de finales del siglo IX o principios del X, con el final de la azora XXXIV, los Saba. Para su escritura se utilizaron diferentes colores de tinta: negro, rojo, azul y dorado. La grafía es cúfica, con letras estiradas en el sentido de la anchura, típico de los primeros coranes. El título de la azora se distingue del resto del texto por su escritura más ancha y el uso de tinta dorada. Casi todos los ejemplares del Corán ofrecen una disposición similar en el inicio de las azoras, lo que hace pensar en una alusión al símbolo del árbol, al que están asociados ciertos valores esotéricos.
acepcion
Vocablo, procedente de Nuevo México, que define el proyectil en forma de punta que se empleaba en la caza. Este artefacto data del octavo milenio a.C.
lugar
Antes de dejar el territorio de Astorga y adentrarse en la comarca de El Bierzo, el Camino de Santiago atraviesa la localidad de Foncebadón, actualmente abandonada pero con una interesante historia. Se fundó en época altomedieval, situándola los documentos "in confinio Vergidense". La etimología de su nombre procede de "Fons Sabbatonis", la fuente de un hombre llamado Sábado, denominación habitual en el Medioevo. Ramiro II celebró en este lugar un concilio en el siglo X, apareciendo documentadas tres instituciones hospitalarias un siglo más tarde: la hospedería de Gaucelmo y los hospitales de Santa María Magdalena y San Juan, lo que nos indica que era un punto importante de la Ruta Jacobea. El primero de ellos fue fundado por un eremita de origen francés llamado Gaucelmo, contemporáneo de personalidades tan relacionadas con el Camino como san Juan de Ortega, san Lesmes de Burgos o santo Domingo de la Calzada. Guacelmo dedicaría su vida a ayudar a los peregrinos a franquear el difícil paso por el puerto de Foncebadón, siendo el responsable de la colocación de la Cruz de Ferro. El eremita recibió la protección de Alfonso VI, quien concedió la inmunidad a la zona delimitada por cruces que rodeaba la hospedería. Posteriormente se instaló en Foncebadón una comunidad eremítica dependiente de la catedral de Astorga, propietaria de los derechos señoriales de la población. En la actualidad, el pueblo apenas está habitado y de sus ruinas se puede deducir la buena calidad de sus construcciones.
obra
La sede comercial germana era el Fondaco dei Tedeschi -fondaco procede de la palabra musulmana foundouk que significa albergue para mercaderes-, edificio situado en la zona de Rialto, junto al puente, el centro comercial de la ciudad. Un incendio destruyó el primitivo inmueble que fue reconstruido por orden del Senado, consciente de su importancia económica.