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termino
acepcion
Expresión musulmana que se traduce como "La tierra de la guerra" y se refiere al conjunto de territorios no islámicos.
termino
acepcion
Moneda de oro, acuñada por el rey Darío (521-486 a.C) y otros monarcas aqueménidas, con la imagen de un arquero real.
Personaje Político
Darío sucedió a su padre Cambises en el trono de Persia, tras haber matado al usurpador mago Gaumata. Sofocadas las revueltas internas, estableció de nuevo la división del imperio en satrapías, realizando un importante programa de reformas, especialmente en las infraestructuras. A su vez, recuperó las ansias expansionistas de sus antecesores Ciro y Cambises. Los primeros enfrentamientos se produjeron en el reino escita pero éstos rehusaron el combate. La rebelión de los jonios motivó el incendio de Sardi y la consiguiente batalla con Darío, quien venció en Mileto, reconquistando las sublevadas Tracia y Macedonia. Como sátrapa de Egipto quedaba Ariandes quien tuvo que sofocar una revuelta libia aunque la expedición sufrió diversas dificultades a su regreso. Ariandes se consideró el dueño absoluto de Egipto, acuñando moneda propia, según nos dice Herodoto. Esta actitud provocó que Darío le castigara con la muerte. Udjahorresne será nombrado nuevo sátrapa de Egipto, encomendándole la reorganización del territorio. Se redactó una recopilación de las leyes egipcias para administrar a los súbditos con su propia legislación. En el año 518 a. C. Darío viajó a Egipto, conquistando la simpatía de sus súbditos tras la donación de cien talentos de oro según cuenta Polieno. La actividad constructiva se reinició, reabriéndose las canteras del Wadi Hammamat. La prosperidad económica que vivió Egipto en esta época permitió la llegada de ricos tributos a tierras persas. Para fomentar el desarrollo económico reanudó la obra de conexión entre el Nilo y el mar Rojo, iniciada por Nekao. En 490 a. C. Darío se enfrentó con los griegos en la batalla de Maratón, sufriendo una contundente derrota. En los próximos años el rey persa se dedicará casi en exclusiva a tomarse la revancha, descuidando la defensa de la provincia egipcia. En 496 a. C. se produce una rebelión en la zona del Delta. Darío piensa atacar a griegos y egipcios a un tiempo pero falleció antes de llevar a cabo su proyecto. Le sucedió su hijo Jerjes.
obra
Personaje Político
A la muerte de Artajerjes se desarrollan una serie de enfrentamientos por el trono imperial persa. El vencedor de las querellas internas será Darío II, un hijo ilegítimo del desaparecido rey. En Egipto se produjo una revuelta liderada por Amirteo en 410 a. C. Durante seis años lucharon para conseguir la independencia del país, aunque apenas tenemos noticias de cómo se desarrolló el proceso.
Personaje Político
Darío III es el último de los reyes aqueménidas. En el año 335 a. C. sucedió a su padre Artajerjes III. La ocupación persa en Egipto se reforzó con una contundencia difícilmente superable. Los cronistas nos dicen que "las casas eran devastadas, los habitantes muertos en masa, los santuarios profanados y las imágenes divinas llevadas a Persia". Darío fue derrotado por Alejandro Magno en Issos y Arbela, refugiándose en la zona oriental donde fue asesinado por el sátrapa Besso. El vencedor de Darío se aparecía a ojos de los egipcios como un libertador y Alejandro tomaba Egipto en el año 333 a. C.
contexto
Las circunstancias por las que atraviesa el imperio persa produjeron reacciones contrapuestas entre los griegos, de acuerdo con las distintas formas políticas que en las ciudades existían. Algunas de ellas iniciaron una rebelión, que el poder persa aplastó con facilidad. Sin embargo, los problemas internos parecen haberse trasladado a la periferia y manifestarse en la acción de Otanes, que fomenta las democracias entre los griegos, el mismo que había defendido la democracia en el debate político de los tres persas que, según Heródoto, se plantea en el momento de la restauración. De todos modos, la actuación persa adquiere aspectos divergentes, pues resulta igualmente defensora de la democracia y de la tiranía, de acuerdo con circunstancias específicas que, a veces, más que a lo que el protagonista persa pensara de la política, podía responder a la oportunidad de la coyuntura concreta, orientada con ánimo de consolidar el poder imperial. Para los persas se hizo especialmente importante controlar los estrechos en el paso de Asia a Europa. En el Quersoneso se había establecido como tirano, con el apoyo de los Pisistrátidas, Milcíades, ateniense del genos de los Filaidas, que había instaurado una especie de estado con la agrupación de las aldeas locales de los doloncos. En el momento de su expulsión, los Pisistrátidas todavía controlaban en la Tróade el asentamiento de Sigeo. Todo favorecía una política de colaboración, que después se reconocerá por los persas en la protección a Hipias fugitivo, cuando, en cambio, Milcíades había abandonado la alianza con los Pisistrátidas. En Mileto, la tiranía sufre coincidentemente una modificación significativa cuando se produce la sucesión en la persona de Histieo, al tiempo que impone sus condiciones el poderío persa. El tirano se convierte en una especie de rehén, encargado de proporcionar ejércitos mercenarios que colaboren en las conquistas persas. Se conoce su colaboración en la expedición contra los escitas, en el plano militar y en el de los consejos, como el del desmantelamiento del puente para evitar la persecución de los enemigos. Luego se convertiría en consejero de la corte. La situación se acercaba a la del prisionero, debido probablemente a las intrigas y celos interiores en la corte del rey. Su sobrino y yerno Aristágoras vio la oportunidad de reforzar su poder en Mileto apoyando a los oligarcas de Naxos, a los que los persas querían situar frente a los demócratas que habían sustituido al tirano Lígdamis, instalado gracias al apoyo pisistrátida, a cuya tiranía había igualmente colaborado él. El fracaso del intento debió de influir en los acontecimientos posteriores.