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Los arcos polilobulados son característicos de la Aljafería zaragozana. Realizados en gruesas placas de yeso y alabastro, en realidad no son arcos sino tableros decorativos.
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La combinación que se establece entre la tradición mudéjar y los elementos aportados por el Renacimiento Italiano no sólo no experimentó una oposición entre los dos sistemas constructivos, herederos ambos de la tradición romano-mediterránea, sino que llegó a establecerse un fecundo diálogo entre sus diferentes sistemas ornamentales, debido a la versatilidad de los esquemas decorativos islámicos que favoreció la inclusión en los mismos de temas ornamentales de origen italiano sin producir unos contrastes demasiado acusados. Esta combinación se pueden localizar, incluso, en algunas obras patrocinadas por los Reyes Católicos como en la Aljafería de Zaragoza, donde en su Salón de Reyes se impuso la tradición islámica a cualquier otra consideración técnica o estética. En este magnífico artesonado podemos observar los yugos y las flechas, símbolos de Isabel -el yugo- y Fernando -las flechas- con decoración de lazos y motivos vegetales, estructurados en bandas paralelas que repiten los motivos decorativos, destacados sobre fondos azules.
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Este capitel presenta una significativa tendencia al alargamiento, alejada de los modelos califales, mostrando las hojas de acanto dispuestas en dos registros, lo que indica un mayor dominio de la abstracción y un aumento de la decoración vegetal. Las volutas son sustituidas por elementos arquitectónicos que recuerdan a los constructivos del palacio de la Aljafería.
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Una de las pocas zonas conservadas in situ del palacio de la Aljafería es el Oratorio, de planta octogonal, con el mihrab en uno de sus lados y un gran friso de arcos mixtilíneos y de herradura entrelazados. Las hojillas abiertas a ambos lados de las cabezas de las dovelas anuncian el fututo arco almohade y granadino de trasdós lobulado.
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La Aljafería de Zaragoza es una de las construcciones más importantes del periodo taifa de al-Andalus. El palacio zaragozano cuenta con una fuerte protección a base de potentes muros torreados. Consta de un gran patio con salas en sus extremos, en uno de los cuales aparece la mezquita. Una mezquita anómala, construida en escasos metros cuadrados, que está decorada de manera tan elaborada como rigurosa y exagerada.
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Este relieve, procedente de la Aljafería, recuerda en sus elementos arquitectónicos a la maksura de la mezquita de Córdoba, realizada durante la ampliación de Al-Hakam II, si bien podemos decir que se supera al integrar un amplio número de elementos decorativos como formas geométricas y vegetales, al tiempo que los arcos se recargan y aumentan la típica red de rombos que se desarrolla en época califal y se empleará en épocas posteriores.
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El palacio fue erigido extramuros, a occidente de la ciudad, a modo de finca suburbana de recreo. Se trata de un recinto rectangular amurallado y reforzado por 16 torreones semicirculares, además de un torreón de mayores proporciones llamado Torre del Trovador. En el interior de este recinto amurallado, tan sólo una tercera parte estaba ocupada por edificaciones palatinas.