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lugar
Cádiz puede ser considerada una de las ciudades más antiguas de Europa. Fundada por los fenicios en el 1100 a.C. fue ocupada sucesivamente por cartagineses, romanos y árabes. Por su privilegiada situación estratégica ha sido siempre un importante puerto comercial. Esta ciudad de la Andalucía occidental está situada en la bahía de su nombre y emplazada sobre un brazo de tierra que se proyecta hacia el noroeste. Reconquistada por Alfonso X en 1262, de Cádiz partió Colón para su segundo viaje, en el siglo XVI sufrió continuos ataques de piratas, holandeses e ingleses, sufriendo un importante saqueo e incendio en 1596. Cádiz fue el punto de partida de la escuadra franco española que en 1805 participaron en la famosa batalla de Trafalgar y en esta ciudad se reunieron las Cortes que promulgaron la conocida Constitución de 1812 que toma el nombre de la ciudad. Según el padrón municipal de 1998, Cádiz cuenta con una población de 143.129 habitantes.
Personaje
Religioso
Pintor
Nacido en Cádiz el 30 de marzo de 1743, ingresó adolescente en la orden capuchina, ordenándose sacerdote en 1766. Tenía cortas dotes naturales, pero un gran poder de sugestión para las masas, usando de una vehemencia en sus sermones que lo convirtieron en el predicador más famoso del reinado de Carlos IV. En 1771 inició las misiones populares, arrastrando multitudes, primero en Andalucía, donde residía, después en toda España, llegando a reunir a varios miles de personas. María Luisa de Parma lo admiraba desde que predicó ante la Corte en Aranjuez en mayo de 1783. Sus sermones eran de contenido tradicionalista. Atacaba el teatro, el laicismo y la Ilustración, a la que consideraba disolvente de la religión, y a los reformistas enemigos de la Iglesia. En 1786 delató a Lorenzo Normante, profesor de Economía de la Sociedad Económica de Zaragoza, ante el Santo Oficio, siendo desautorizado por el gobierno. En 1794 publicó El soldado católico en guerra de religión, donde justificaba la guerra santa contra la Francia perversa. Desarrolló una gran actividad durante la epidemia de 1800, muriendo en Ronda, víctima del contagio, el 24 de marzo de 1801.
contexto
La ciudad de Cádiz fue una de las más importantes de la España del siglo XIX, aunque el siglo empezó ciertamente mal, pues de Cádiz salió la flota que había de perderse desastrosamente en Trafalgar. El comercio colonial fue el gran impulsor de Cádiz durante la Edad Moderna, lo que hizo de la ciudad una de las más pujantes, cosmopolitas y progresistas de España. Este hecho, y su particular ubicación y sistema defensivo, explica que Cádiz fuera el lugar donde se congregaron las Cortes que habían de oponer resistencia al invasor francés -"con las bombas que tiran/ los fanfarrones/ se hacen las gaditanas/ tirabuzones", dicen las coplillas populares- y proclamar la Constitución de 1812. El carácter liberal de Cádiz permanecerá inalterable a lo largo del XIX, participando frecuentemente en los muchos pronunciamientos que habrán de sucederse, como la Revolución de 1820, la exaltada de 1821, la de 1868 o la rebelión cantonalista de 1873. También Cádiz jugó un papel importante en la difusión del liberalismo, gracias a que allí se fundaron algunas Sociedades Patrióticas. El siglo XIX es para Cádiz una etapa de expansión comercial e industrial. En 1829 se le concede concesión un puerto franco y en 1861 enlaza con el ferrocarril. Cádiz se configura como un importante centro portuario, puerta de entrada y salida de los productos americanos, así como industrial y financiero. La pujanza económica se refleja, por ejemplo, en la existencia de cinco teatros, sólo por detrás de Madrid y Barcelona. Este gran desarrollo, sin embargo, se verá progresivamente truncado por las independencias de las colonias americanas y asiáticas, cuyo último capítulo será la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico en 1898. En consecuencia, Cádiz entra en una profunda depresión económica que la dejará sumida en un estado de postración durante las décadas siguientes.
contexto
Una de las ciudades más antiguas de España, llamada por los fenicios Gadir, por ella pasaron cartagineses, romanos -quienes le dieron el nombre de Julia Augusta Gaditana o Gades-, visigodos y árabes. El periodo musulmán finalizó con la conquista de Alfonso X, en 1262, en que fue reconstruida y repoblada. A partir de entonces comenzó un lento pero constante despegue, basado en su actividad comercial y en su excelente puerto. Esta actividad se vio incrementada a partir del descubrimiento de América, momento en que Cádiz rivaliza con Sevilla por el monopolio el comercio ultramarino. Así, en 1660, Cádiz consigue romper el monopolio de Sevilla en cuanto a que todas las mercancías con destino a América tuvieran que ser registradas y embarcadas en ésta, pudiéndose hacer desde entonces también en Cádiz. En el mismo sentido, a lo largo del siglo XVII el puerto de Cádiz irá desplazando al de Sevilla, a causa del cada vez mayor tonelaje y calado de los buques, lo cual les impedía superar la barra arenosa de Sanlúcar para arribar a la capital hispalense. En la bahía gaditana adquirirán gran importancia también El Puerto de Santa María y Puerto Real. Desde 1680, Cádiz fue el principal puerto del comercio indiano, situación que se reconoce oficialmente en 1717 con el traslado a esta ciudad de la Casa de la Contratación y el Consulado. La situación de Cádiz, su magnífico puerto, su tradición marinera... son elementos que hacen de ella una de las poblaciones más activas y populosas de la Península durante las centurias siguientes al Descubrimiento de América. Por ello, no es de extrañar que llame la atención de corsarios como Barbarroja o Drake, quienes ven la ocasión de conseguir un buen botín. Ya sea por su pujanza comercial, ya por su cercanía al Estrecho de Gibraltar, lo cierto es que Cádiz será en determinados momentos objetivo de ataques por parte de las potencias extranjeras. Es por ello que los gobernantes pondrán atención a la construcción de defensas y fortificaciones, como los castillos de Santa Catalina, San Sebastián y San Lorenzo del Puntal.
obra
La fundación de Tebas es el asunto tratado en este lienzo. Cadmo fue en busca de su hermana Europa, pero Apolo le aconsejó que se olvidara del asunto y que invirtiera sus fuerzas en fundar una ciudad. Debía seguir a una ternera y erigir su ciudad allí donde ésta se echara a dormir. Pero en el lugar elegido por el animal habitaba un dragón, que mató a todos los compañeros de Cadmo. Éste decidió acabar con el dragón y cuando lo consiguió, se puso a trabajar en la edificación de la ciudad, pero llegó Minerva y le aconsejó que mejor enterrara los dientes del dragón. Al hacerlo, Cadmo vio brotar de la tierra unos hombres armados que se mataron entre sí, excepto cinco que le ayudaron en su empresa. Jordaens, a diferencia de otros lienzos pintados por él - la Caída de los Gigantes o las Bodas de Tetis y Peleo - en éste emplea una composición a través de planos paralelos que se suceden en profundidad, eliminando así el efecto de friso que tienen los otros cuadros. No omite, por supuesto, las figuras escorzadas ni los efectos de claroscuro que tanto gustaban al autor. Las influencias de Rubens se mantienen en todas las escenas destinadas a la madrileña Torre de la Parada, fundamentalmente porque de él partían los bocetos preparatorios. Pero vemos que el estilo de Jordaens es muy personal, aunque existen siempre notas del maestro, obteniendo un importante éxito que llegará hasta Suecia y Holanda. También apreciamos la influencia del Naturalismo Tenebrista de Caravaggio, que tanto apreciaba Jordaens.
Personaje
Militar
Político
Fue jefe de la División Acorazada Ariete. Intervino en la liberación de Roma, aunque no tardó en contactar con los aliados para luchar en contra de los alemanes. En el mes de agosto de 1943 a instancias del bando aliado se instala en la zona septentrional para coordinar a los partisanos. En este tiempo, bajo el pseudónimo "Valenti", dirigió el Cuerpo de Voluntarios de la Libertad. En 1945 le nombraron general de división y dos meses después fue jefe del Estado Mayor del Ejército. Tras dejar este cargo en 1947 fue elegido senador por el Partido Demócrata Cristiano, puesto que desempeñó hasta 1963.