En 1928, la firma Krauss-Maffei tuvo la genial idea de crear una serie de tractores agrícolas. Pasaron cuatro largos años hasta que el Dr. Ing. Mayor Nehring, director del programa de tractores, los incluyó en un memorándum que optimizaba las características técnicas de los tractores de artillería y creaba unas exigencias mecánicas para un concurso a celebrar en Lennep en marzo de 1933. Gracias a sus amistades, la Krauss-Maffei se hizo con el concurso en detrimento del modelo de Bussing-Nag. A estas alturas, Hitler ya se había hecho con el poder y su impulso a la industria militar se traducía en la cristalización de numerosos proyectos, entre ellos el de Krauss-Maffei. El pedido inicial fue de ochenta vehículos, de los que treinta serían enviados a España, donde demostrarían su innegable calidad y sus excelentes prestaciones, lo que le harían acreedor de la medalla de oro en la feria industrial celebrada en Berlín en 1937. Cuando comienza la Segunda Guerra Mundial, hay en servicio cien tractores de este tipo, pero al final de la contienda se cuenta con más de 12.000 ejemplares. Es lógico pensar que actuaron en todos los frentes en que hubo tropas alemanas. En 1940 se realizaron estudios para la modificación del tractor en vehículo porta-armas antiaéreas, comenzando con el FLAK 38 y terminando con el 3,7 cm. FLAK 36. También se intentó la conversión con un antiaéreo de 5 cm., pero el elevado peso del arma hizo que no pasara de dos prototipos. Es a partir de 1943 cuando comienzan a aparecer las respectivas versiones con cabina blindada. Además, en 1944, aparecen algunos ejemplares que cargan el 3,7 cm FLAK 43. Existen subvariantes con respecto a la cabina blindada: barandillas y laterales de armarios, modificaciones a las que podríamos denominar inicial y final.
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Cuando a finales de 1942 los alemanes abandonaron la producción del semioruga 5 t Sdkfz 6, se pensó inmediatamente en trasladar sus configuraciones al más poderoso de 8 t, apareciendo las primeras versiones a comienzos de 1943. El armamento que mejor optimizó el rendimiento de este tractor fue el cañón de 3,7 cm Flack 36. Desarrollado a partir del modelo anterior, el Flak 18, ofreció dos versiones y una configuración posterior denominada 3,7 cm Flak 43/1, que resultaría muy versátil, pues además de este semioruga también fue montado en los más diversos vehículos alemanes de su tiempo: el Flakpanzer IV Möbelwagen, el Flakpanzer IV Ostwind, los semiorugas Sdkfz 7 y el Wehrmatchs-Schlepper, así como en los camiones Bussing Nag 4500 y Daimler Benz L4500A. Aparte de los camiones, el Flak 36 solamente fue instalado en el semioruga de 8 t. El equipo óptico más primitivo instalado en el Flak 36 fue el Flakvisier 35, aunque también fue el que más se fabricó, utilizándose hasta el final de la guerra. El inconveniente más importante de este sistema radicaba en la necesidad de ser manejado por dos operarios, uno como tirador y el otro como artillero. Mientras que el primero seleccionaba los objetivos y apuntaba, el segundo cuadraba el cañón respecto a las manipulaciones del tirador, mediante un sistema parecido al de los colimadores de los aviones, y disparaba el arma Posteriores mejoras y nuevos tipos de ópticas permitieron aunar las funciones de tirador y artillero en una sola, como el nuevo Flakvisier 37 montado sobre las piezas de 3,7 cm y el Flakvisier 38, instalado generalmente en los cañones de 2 cm, tanto de configuración simple como cuádruple. Estos equipos ópticos fueron los más avanzados de su tiempo, siendo la base sobre la que evolucionaron los sistemas antiaéreos modernos. En 1947, los británicos estudiaron la posibilidad de acoplar el Flakvisier 38 a su cañón Bofors. El vehículo protagonista de este artículo casi siempre aparece en las fotos con el Flakvisier 35, incluso también en algunos ejemplares de cabina blindada. La siguiente versión del cañón nos viene dada por la necesidad, pues se trata de eliminar parte del antiguo sistema Flakvisier 35 y montar el Flakvisier 37, conservando el asiento plegable del tirador y algunos de sus sistemas mecánicos. Por último, disponemos de una versión posterior del Flak 37 que resulta simplificada con la eliminación de todos sus elementos superfluos. Esta configuración es la más rara, pues solamente aparece en algunos ejemplares de 8 t con cabina blindada y alguna pieza de arrastre, debido a que se abandonó su construcción en beneficio del nuevo Flak 43.
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Las necesidades de la Wehrmacht de contar con un vehículo de cadenas de infantería para operar junto a las divisiones panzer hicieron que en 1936 fuera encargada la construcción de este vehículo, el semioruga más grande de la Segunda Guerra Mundial. El Sdkfz conoció varios usos, desde vehículo de recuperación, para el que se le montaron una grúa y patas estabilizadoras, hasta transporte de artillería pesada, pasando por la utilización que de él hicieron las unidades de pontoneros. En 1943 le fue montado un cañón antiaéreo de 88 mm., que utilizó en las campañas de Polonia y Francia. Muy eficaz en la recuperación de carros averiados, sin embargo no pudo con el pesado Tiger, para el que hacían falta dos unidades SdKfz 9 para ser remolcado. En 1944 dejó de fabricarse, a causa de la aparición de los más eficaces Bergepanther.
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Los vencedores no respetan ni a los muertos; cruelmente les despojan de sus vestidos y se aprovechan de todo lo que pueda ser de utilidad antes de arrojarlos a la fosa. Pero Goya quiere marcar las diferencias entre las figuras nobles de los cuerpos desnudos y los soldados franceses. Sus rostros reflejan la dureza y la violencia de los tiempos que el aragonés mostró mejor que nadie en sus Desastres de la Guerra.
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Siempre se ha considerado esta estampa como una alegoría de la defensa de España ante todo tipo de amenazas e invasiones, procedan de donde procedan. Una vez más los animales sirven a Goya para protagonizar sus grabados, como ocurre en los Caprichos.
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Tres extraños monstruos cortándose las uñas con enormes tijeras simbolizan la avidez de los funcionarios para obtener dinero y prebendas. El del fondo se considera como el jefe y tapa con sus alas a sus subordinados, otorgándoles confianza e inmunidad. Goya, aun siendo él mismo funcionario del Estado por su puesto de Pintor de Cámara, hace una brutal crítica a la burocracia, tan cuestionada por la Ilustración.El mundo demoniaco sería más tarde empleado por el maestro en Escena de brujas, lienzo para los Duques de Osuna realizado en 1798, y especialmente en las Pinturas Negras, una de sus obras cumbres.
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La arquitectura de Mies en EE.UU. produce, a la vez, la impresión de misterio y de silencioso distanciamiento. La lección del maestro, a pesar de su popularidad y de la fortuna de sus modelos, ha sido frecuentemente incomprendida y criticada. Un edificio como el Seagram Building, en el que muy probablemente, como el propio Mies decía, "Dios esté en los detalles", fue criticado por su purismo rigorista, por su aspiración clasicista, entendida como un demérito (simetría, proporción, orden), por su espacio inexistente (B. Zevi). Y esta última puede ser la clave de lectura, el vacío espacial de un monumento que se ata a la gran ciudad a través de pequeños detalles, como los perfiles en l, de bronce, que, a su vez, ordenan la transparencia opaca del vidrio del muro-cortina.
Personaje
Político
Durante el reinado de Seankhtaui Sekhemkare posiblemente se produjo la división de Egipto en dos reinos, abandonando toda autoridad sobre Nubia. La descomposición de la estructura administrativa alcanzada en la XIII Dinastía empieza en estos momentos. A Seankhtaui Sekhemkare le suceden un amplio número de faraones de los que no se conservan noticias y que posiblemente sean reyes de la zona norte y de la sur paralelamente.
obra
Hasta la construcción en 1996 de las Torres Petronas en Kuala Lumpur, la torre más alta del mundo era la Sears Tower de Chicago, diseñada por Bruce Graham, miembro del prestigioso gabinete Skidmore, Owings and Merrill. Tiene una altura de 443 metros y 110 pisos, superando en 32 metros a las hoy desaparecidas Torres Gemelas de Nueva York. El edificio es sostenido por una estructura cuadrada constituida por tubos de aceros soldados, con aluminio negro y cristal color bronce en el exterior, coronándose con una torre de veinte pisos. Desde el piso más alto y en los días de buena visibilidad, el visitante puede alcanzar a ver hasta una distancia de 80 kilómetros, observando cuatro de los estados de EE. UU.: Indiana, Illinois, Wisconsin y Michigan.