El tríptico de Dresde recibe su nombre por el lugar donde se conserva, la Gemäldegalerie de Dresde. Las tablas que lo componen nos muestran una Anunciación en grisalla, en la parte exterior, y a la Virgen con el Niño, flanqueada por esta Santa Catalina y por San Miguel con el donante al otro lado. A Santa Catalina se la identifica por sus atributos y por la larguísima inscripción en caracteres góticos que rodea el marco. Los atributos de Catalina son la corona, puesto que era una princesa, el libro, porque su gran cultura e inteligencia la llevaron a defender su fe cristiana hasta la muerte, la espada y la rueda, que fueron los instrumentos de tortura con los que se le dio tormento. Catalina es la imagen de la inteligencia femenina y como tal aparece recogida en la historia del arte religioso en Europa.
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Personaje
Religioso
Nacida en Siena, Catalina Benincasa entra en la orden de Santo Domingo a los dieciséis años de edad. Mística, lleva una vida ascética y se rodea de discípulos. Partidaria de Urbano VI durante el Gran Cisma, trabajó a favor del regreso de la sede de los papas a Roma. Autora de libros devocionales, su obra principal fue "El diálogo", de carácter testamentario. Fue canonizada en 1461 y establecida segunda patrona de Roma por Pío IX.
lugar
La estrecha vinculación de esta pequeña localidad maragata, dependiente del ayuntamiento de Astorga, con la Ruta Jacobea se pone de manifiesto en la disposición de su calle principal, por la que atraviesa el Camino, organizándose la villa a su alrededor. La primera parte del nombre de la villa está relacionado con la primera advocación de su iglesia, santa Catalina de Alejandría. La segunda parte del topónimo se vincula al vocablo latino "sub montia", en las laderas del monte, indicando la situación del pueblo en una prolongada pendiente que nos lleva al puerto de Foncebadón. Está documentada en Santa Catalina la existencia de un hospital de peregrinos construido bajo la advocación de la Virgen de las Candelas del que, desgraciadamente, no quedan restos. La iglesia parroquial está dedicada a Santa María.
Personaje
Religioso
La hija de santa Brígida fue la primera abadesa de la orden del Santo Salvador, destacó en apoyo de santa Catalina de Siena en su defensa de Urbano VI y del traslado de la sede papal a Roma.
obra
La obra más conocida de Esturmio, y dentro de lo que cabe la mejor, es el Retablo de los Evangelistas de la catedral de Sevilla, firmado y fechado en 1555. De entre las tablas que lo componen, todas de esa sequedad que le es propia, hay que destacar el San Lucas entronizado entre nubes sobre un retorcido roble, que no deja de tener cierto porte rafaelesco, y las Santas Catalina y Bárbara y las Santas Justa y Rufina. En estas dos últimas tablas quizás lo más apreciable sea el fondo paisajístico, con unas ruinas a la romana que denotan el conocimiento de los grabados de Heemskerck, y pequeñas escenas de la vida y martirios de las santas, realizadas con una finura muy poco habitual en el artista.
obra
Tras pasar por la villa dálmata de Zadar, Carlo Crivelli se asentó en Ascoli Piceno en 1468 trabajando en los retablos y las decoraciones de la ciudad. Posiblemente sea ésta una de las primeras obras que pintó en Ascoli, resultando sorprendente el empleo de fondos dorados y la estilización de las figuras, incluso la disposición del retablo en pequeñas calles, recuperando aspectos góticos ya en el último cuarto del Quattrocento, quizá por exigencias de la clientela. Sin embargo, las figuras son escultóricas siguiendo a Mantegna, forzando las líneas de los pliegues y los miembros hasta límites insospechados. Para mostrar su preocupación por la perspectiva proyectará algún miembro de los santos hacia el espectador, como hacía Masaccio 50 años antes. Las dos santas vistas casi de perfil recogen un acentuado contraste entre sus vestidos y expresiones: pícara y provocativa la Magdalena, mística santa Catalina. En algunas zonas de la tabla se acusa cierta planitud mientras que en otras la volumetría resulta destacable. De esta manera, Carlo Crivelli se presenta como un maestro de contradicciones, cuyas figuras parecen de una época anterior pero que se preocupa por conceptos típicos del Renacimiento.
obra
Perteneció a las colecciones reales españolas en el siglo XVII. Se sabe que fue una de las obras que se salvó del incendio del Alcázar de Madrid de 1734. No es, sin embargo, segura la atribución a Poussin. Detalles como los ángeles o la sirena que sostiene el instrumento parecen ajenos al estilo del pintor normando. Sin emabrgo, se suele considerar autógrafa, suya, aunque de un periodo temprano, de sus primeros años en Roma, hacia 1627-29, en que se hallaba asimilando las enseñanzas de los maestros italianos del Renacimiento, como Rafaell.
obra
Elena Duglioli dall´Oglio, patricia muy devota de santa Cecilia, encargó en 1514 a Rafael un retablo para la capilla familiar en la iglesia de San Giovanni in Monte Uliveto de Bolonia. La gran tabla está presidida por santa Cecilia acompañada por cuatro santos que forman una "Sacra Conversazione" tan habitual en el Renacimiento. En la izquierda contemplamos a san Pablo, llevándose la mano a la barbilla en actitud meditativa, junto a san Juan Evangelista que dirige su mirada a san Agustín mientras la Magdalena mira al espectador. En el suelo hallamos numerosos instrumentos musicales, ofreciéndonos en la zona superior una visión celestial solamente apreciada por santa Cecilia. De esta manera, Sanzio recoge en la figura de la santa el misticismo interior que será tan frecuente en el Barroco, suprimiendo la mímica devocional de los otros santos.La composición se organiza en un círculo alrededor de santa Cecilia, mostrando una visión "de sotto in su" que se relaciona con la elevación de la mirada del personaje central. La delicadeza de las telas y el soberbio dibujo exhibido por el pintor hacen de esta imagen una de las más atractivas de la etapa romana donde el brillante color y la potente luz tienen un importante papel sin menospreciar el aspecto escultórico de las figuras y el ambiente de dulzura que se respira en todos los trabajos de Sanzio, signo identificativo de su producción.
obra
Aunque sea obra de un escultor sustancialmente manierista, es un genial presagio de la plástica barroca por la refinada gracia de su mórbido y lumínico modelado; por el dinámico contraste entre la inerte y lánguida posición del cuerpo de la mártir y su bruscamente ladeada cabeza; por el efectismo de descubrir el tajo dejado en su cuello por la espada del verdugo; por su didascálica y teatral puesta en escena, simulando su depósito en un sarcófago con la tapa frontal abatida.