En su estado actual la pirámide de Snefru en Meidum parece una gigantesca torre, con su base enterrada en montones de cascajo y arena. Se ha podido constatar, por lo menos, que alguna vez fue una pirámide de siete escalones. Primero se levantó, como núcleo, una torre cuadrada, cuyo techo formaba el séptimo escalón; luego, se le fueron añadiendo, por los cuatro lados, seis capas de piedras de tamaño decreciente, hasta construir otros tantos peldaños, cada capa formando con la base un ángulo de 75°. Gracias a esta inclinación, las capas mantenían cohesión sin necesidad de grapas ni de otro vínculo (gracias también a eso, es un monumento impresionante aun hoy, pues los ladrones de piedra han podido desmantelarla tranquilamente, sin necesidad de reducirla a un cúmulo de cascotes, como han hecho con tantas otras). Cuando el edificio ya estaba terminado, se inició la obra de conversión en una pirámide de ocho escalones, haciendo subir todos los existentes a mayor altura y añadiendo uno más en la base. Igual que antes, el material era piedra de la localidad, revestida de caliza de Tura. Esta construcción será la transición a las verdaderas pirámides.
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En su estado actual la pirámide de Snefru en Meidum parece una gigantesca torre, con su base enterrada en montones de cascajo y arena. Se ha podido constatar, por lo menos, que alguna vez fue una pirámide de siete escalones.
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La estructura más importante descubierta hasta el momento en la ciudad de Tula es el Templo de Tlahuizcalpantecuhtli. En la parte superior de la pirámide se hallaba el templo propiamente dicho, cuyo techo estaría sostenido por cariátides y pilastras monumentales. Estas cariátides representan guerreros de gigantescas proporciones que exhiben un amplio pectoral en forma de mariposa; ancha faja y delantal bordado, de forma triangular; casco cilíndrico finalizado en un penacho de plumas; portando una espada curva en la mano izquierda y un lanzadardos en la derecha. Los atlantes visten hasta las rodillas y levantan los brazos en ademán de sostener algo. Estas figuras tienen una interesante relación con Chichén Itzá.
monumento
La pirámide escalonada de Zoser en su forma definitiva era un macizo de seis escalones, de alturas desiguales, hasta alcanzar los 60 metros. Su construcción fue objeto de varios cambios de proyecto, a partir de una mastaba cuadrada, de 63 metros de lado por 8 de altura. Esta mastaba se componía de un núcleo de caliza local, revestido de una capa externa de la fina caliza de Tura, perfectamente careada. Terminada esta primera mastaba, se le añadió por los lados un nuevo revestimiento de caliza de Tura, de tres metros de ancho, pero 60 cm más bajo que el edificio original, dando lugar a una incipiente mastaba escalonada. A todo esto se le sumó por el lado oriental una ampliación de 6 m de espesor, que convertía el cuadrado de la planta primitiva en un rectángulo con su eje mayor orientado de este a oeste. Antes de revestir de caliza de Tura este nuevo anejo, hubo un cambio completo de proyecto: la mastaba fue transformada en el primero de los escalones de una pirámide de cuatro. Por su lado norte se comenzó a construir un templo funerario, pero antes de que las dos obras se acabasen, se produjo un quinto cambio de plan, consistente en ampliar la pirámide hacia el norte y hacia el oeste, añadiéndole dos escalones más. Una última ampliación por todos lados, con su revestimiento definitivo de sillares de caliza de Tura la hizo aún un poco mayor. La parte subterránea consta de un pozo vertical, de 28 m de profundidad, en cuyo fondo se encuentra la cámara del sarcófago de Zoser, revestida de placas de granito de Assuán. De ella parte un laberinto de corredores y habitaciones sin parangón en ninguna otra pirámide del Imperio Antiguo. A la cámara se bajaba desde el exterior por un corredor en rampa. Cuando el extremo superior de esta rampa hubo de ser cegado para construir las ampliaciones de la pirámide, se abrió un corredor con escaleras desde el templo funerario que, describiendo una gran curva, desembocaba en el tramo inferior de la rampa. Al término de ésta se guardaba, en una cámara a propósito, el rastrillo de piedra, de unos dos metros de longitud y tres toneladas de peso, que había de sellar definitivamente, como un gran tapón, el acceso desde el techo a la cámara del sarcófago. De la rampa de acceso parten, igualmente, galerías y escaleras que dan a los corredores y estancias que rodean la cámara del sarcófago. Muchos de estos anejos nunca estuvieron terminados, pero los que llegaron a estarlo, como un corredor y una habitación, revelan que su propósito era el de reproducir el interior de un palacio con los muros revestidos de placas de loza, inspirados en esteras, y con algunos relieves. Antes de que se hiciese la ampliación número tres de la mastaba inicial se abrieron a una profundidad de 32 m (esto es, a 4 m por debajo del nivel de la cámara del sarcófago) once tumbas para los hijos y mujeres del faraón. Probablemente estas tumbas no figuraban en el proyecto inicial. Antes de realizar la ampliación número tres, diez de las tumbas estaban ya ocupadas y sus pozos de acceso cegados. Sólo para la undécima tumba, seguramente aún libre, se hizo un acceso en escalera desde el exterior.
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La pirámide escalonada de Zoser en su forma definitiva era un macizo de seis escalones, de alturas desiguales, hasta alcanzar los 60 metros. Su construcción fue objeto de varios cambios de proyecto, a partir de una mastaba cuadrada, de 63 metros de lado por 8 de altura.
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En esta gran estructura se encuentra en el Area central de Uxmal, Yucatán (México); de inusual planta elíptica, se detecta uno de los principios arquitectónicos de los centros urbanos mayas: la superposición de los edificios. En esta complicada estructura levantada en cinco fases distintas, está resumida la historia decorativa de la arquitectura maya del Clásico, ya que en ella se han detectado fachadas de estilo Petén, Usumacinta, Río Chenes y Puuc. En general, en esta área de Yucatán, serán relativamente pocos los templos que mantienen cresterías y modelado en estuco según los cánones formulados en el Petén.