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acepcion
Población iraní que dominó el Oriente Próximo desde el año 538 hasta el 333 a.C.
termino
acepcion
Diosa helena de los infiernos. Hija de Zeus y Deméter, y esposa de Hades. Su mito relata que fue raptada por Hades y la llevó a los infiernos. Su madre Deméter acudió a socorrerla, pero ya era tarde, por lo que decidió instalarse en la tierra y, en consecuencia, el suelo dejó de producir. Aunque Zeus había apoyado a su hermano Hades en un primer momento, tuvo que rectificar y pedirle que liberase a Perséfone para que la tierra recobrase la fertilidad. Sin embargo, quien comía ya no podía regresar de los infiernos y Perséfone había comido un grano de granada. Al final, llegaron a un acuerdo y se decidió que permaneciera seis meses con su esposo y otros seis con su madre. De este modo, la primavera y el verano representan en renacer de la tierra, mientras que con la llegada del otoño, Perséfone regresa a los infiernos y la tierra se vuelve estéril. Proserpina para los romanos.
obra
Benvenuto Cellini es, tras los pasos de Miguel Angel, uno de los más conspicuos escultores del Manierismo tanto en mármol, en su desnudo Crucifijo de El Escorial, como sobre todo en bronce. El Perseo degollando a Medusa, fundido en 1554 a su retorno de Francia, es, no sólo por la gallarda actitud del héroe, personificación del triunfo de Cosme I de Médicis sobre sus oponentes republicanos, sino también por el elaborado pedestal marmóreo con arpías y máscaras entre las que se abren cuatro hornacinas con dinámicas y elegantísimas figuras alusivas al mito de Perseo, una de las cimas expresivas del Manierismo maduro, excelso en el relieve de La Liberación de Andrómeda hoy en el Bargello.
obra
Exquisito relieve que probablemente decoraba alguna de las estancias del Palatino, donde aparece un motivo mitológico, ya representado en el mundo griego, con una estética clasicista, muy del gusto del emperador Augusto. La escena representa el momento en que Andrómeda, atada en una roca para ser sacrificada, es liberada por Perseo.
obra
Las últimas "poesías" enviadas a Felipe II por Tiziano fueron el Rapto de Europa -hoy en Boston- y Perseo y Andrómeda. Con este nuevo asunto -basado, como sus compañeros, en las "Metamorfosis" de Ovidio- se sustituía la historia de Jasón y Medea que posiblemente nunca llegó a realizar.Andrómeda era hija de Cefeo, rey de Etiopía, y de Casiopea. Esta pretendía ser más bella que las Nereidas quienes solicitaron a Poseidón que las vengase de tal insulto. El oráculo de Amón predijo que para evitar el castigo del dios, Andrómeda debía ser expuesta como víctima expiatoria. La doncella fue encadenada a unas rocas donde fue vista por Perseo, que regresaba de matar a la Medusa. El héroe se enamoró de la joven y prometió a Cefeo liberar a su hija si se la entregaba por esposa. Perseo venció al monstruo enviado por Poseidón y se casó con la bella Andrómeda.Tiziano presenta el momento en que Perseo lucha contra el monstruo, episodio que es contemplado por la bella Andrómeda encadenada a las rocas. El héroe aparece en una postura tremendamente escorzada, al igual que el monstruo marino o la propia Andrómeda. De esta manera, Tiziano se relaciona con las ideas manieristas que tanto le interesaron. La doncella recibe un intenso haz de luz que resbala por su cuerpo y resalta su sensual anatomía. El resto de la composición queda en penumbra para acentuar el dramatismo y la violencia del momento, anticipándose así al Barroco.Los colores son cada vez más limitados, empleando una pincelada rápida y empastada con la que consigue dotar de un aspecto abocetado al conjunto. De esta manera obtiene unos efectos atmosféricos que serán admirados por los maestros del Barroco, Rubens y Rembrandt especialmente.
video
A mediados del siglo VI antes de Cristo el persa aqueménida Ciro el Grande fundó el gran imperio persa, que con el tiempo se extendería por Irán, Mesopotamia, Siria, Asia Menor, Tracia y parte de la India. Cuando otro gran gobernante, Darío, mandó fijar su residencia en Persépolis, esta ciudad comenzó a enriquecerse de manera fastuosa, gracias especialmente a sus palacios. La tradición narra que Alejandro incendió la ciudad antes de su partida hacia la India, tras una noche de orgía. Sobre una amplísima terraza natural de piedra se conservan los restos de algunos palacios o apadanas. Estos restos se encuentran en un espacio de 425 metros de largo por 520 de ancho y están rodeados por diferentes construcciones, de las que apenas conservamos datos. En la zona norte nos encontramos con la puerta monumental inacabada, mientras que en el sur aparecen los llamados propileos de Jerjes, flanqueados por dos gigantescos toros antropomorfos alados. El Tripylon es el pasaje monumental que une las dos partes de la ciudad. Sobre otra terraza se encuentra el palacio de las Cien columnas de Jerjes y a su lado se sitúa el edificio de la tesorería. En la zona baja de Persépolis encontramos la Apadana o gran sala de audiencias de Darío I. Las habitaciones personales del monarca se hallan a continuación, pasando a los palacios de Artajerjes y de Jerjes. En la confluencia de las dos zonas palaciegas se ubicaba el harén, que era la tesorería de Jerjes y de Darío. Los nombres asignados a los principales edificios son nombres convencionales, empleados por los arqueólogos por comodidad.
lugar
La que fuese gran capital del Imperio aqueménida es también uno de los sitios mejor conservados del Oriente Medio antiguo. Persépolis, nombre dado por los griegos que significa "ciudad de los persas", fue llamado por estos Takht-e Jamshid, es decir "el trono de Jamshid". Su construcción se inició con Darío I en el año 518 a.C. y prosiguió durante los reinados de Jerjes y Artajerjes. En el año 313 a.C. fue destruida por Alejandro Magno, quedando desde entonces abandonada. Persépolis era un conjunto arquitectónico formado por varios palacios, muchos de los cuales aun conservan restos de su esplendor a pesar de su antigüedad y de haber soportado guerras y desastres. Todas las edificaciones están sobre una inmensa terraza de 450 x 270 x 15 m, construida por grandes piedras unidas entre sí sin ningún tipo de cemento. Los palacios recogieron elementos de diversos estilos, como medo, mesopotámico, griego y egipcio. Los palacios de Persépolis, construidos en varias etapas, estaban encuadrados dentro de un conjunto amurallado, mostrando todos ellos su magnificencia y esplendor. El Apadana, edificio que servía como salón de recepciones de Darío, el Salón de las Cien Mil Columnas, construido por Jerjes y acabado por Artajerjes, el Palacio de Darío o el de Jerjes, el de los Espejos, el Tripilón, el Tesoro Imperial, los harenes, las murallas y las torres de defensa, todas estas construcciones hacían de Persépolis una de las urbes más admiradas de su tiempo. Cerca, en un flanco de la montaña, se ubican las Tumbas Reales pertenecientes a Darío I, Jerjes y Artajerjes I.
obra
Los palacios persas más importantes son los de Persépolis, el lugar donde fija su residencia Darío en el siglo VI a.C. Darío no construyó allí más que dos o tres edificios pero sus descendientes se encargaron de enriquecerla de manera fastuosa. La tradición narra que Alejandro incendió la ciudad antes de su partida hacia la India, tras una noche de orgía. Sobre una amplísima terraza natural de piedra se conservan los restos de algunos palacios o apadanas. Estos restos se encuentran en un espacio de 425 metros de largo por 520 de ancho y están rodeados por diferentes construcciones de las que apenas conservamos datos. En la zona norte nos encontramos con la puerta monumental inacabada mientras que en el sur aparecen los llamados propileos de Jerjes, flanqueados por dos gigantescos toros antropomorfos alados. El Tripylon es el pasaje monumental que une las dos partes de la ciudad. Sobre otra terraza se encuentra el palacio de las Cien columnas de Jerjes y a su lado se sitúa el edificio de la tesorería. En la zona baja de Persépolis encontramos la Apadana o gran sala de audiencias de Darío I. Las habitaciones personales del monarca se hallan a continuación, pasando a los palacios de Artajerjes y de Jerjes. En la confluencia de las dos zonas palaciegas se ubicaba el harén que era la tesorería de Jerjes y de Darío. Los nombres asignados a los principales edificios son nombres convencionales, empleados por los arqueólogos por comodidad.