Armadura completa de un caballero. También conjunto de armas ofensivas/defensivas o trofeos de armas.
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obra
Se trata de una vista de Rugard, isla de Rügen, y Stargard, realizada en el conocido como gran cuaderno de apuntes de Rügen. En 1801 y 1802, Friedrich regresó a su patria chica temporalmente mientras proseguía su aprendizaje en Dresde. Desde Greifswald realizó diversas visitas a la isla de Rügen, que había sido mostrada por primera vez a los ojos del artista por Quistorp, su maestro de la adolescencia. Recorrió a pie la isla, y se conservan numerosos dibujos, como éste que nos ocupa o Acantilados en la costa de Rügen. Friedrich se hallaba imbuido, como tantos otros pintores de la época, entre ellos el mismo Ingres, de ossianismo: este término designa la corriente de insubordinación académica de finales del XVIII, por la importancia que en la época tuvo la supuesta obra del bardo Ossián, publicada en 1760, una presunta traducción al inglés de un original hallado en gaélico. Resultó ser una invención del escritor James MacPherson, pero produjo una reacción contra el clasicismo y un auge del sentimiento germánico, nórdico, en el cual se reclamaba la obra de Rembrandt. Los paisajes de Rügen, preñados de ossianismo, atraían al espíritu del joven Friedrich, deseoso de alejarse de la agitación de la ciudad de Dresde. La contemplación de la naturaleza suscitará en el artista sus más devotos sentimientos. Su amigo G. H. Von Schubert nos cuenta cómo "la naturaleza de las tierras altas cretáceas y los bosques de robles de su isla nativa de Rügen eran su retiro favorito, invariable, en verano, pero aún más en el tormentoso otoño y la primavera temprana, cuando el hielo se rompía a lo largo de la costa. Solía permanecer en Stubbenkammer, donde en la época no había alojamientos confortables. Los pescadores observaban con alarma cómo trepaba a lo alto de la roca y entre los salientes de los acantilados se asomaba hacia el mar, como alguien determinado a lanzarse hacia una tumba marina... Cuando la tempestad arreciaba y las olas coronadas de espuma subían más alto, él permanecía allí... murmurando suavemente para sí mismo: "qué tremendo, qué poderoso, qué glorioso"." El primer término se presenta vacío, salvo por algunas ondulaciones del terreno. Hacia lo lejos se pierden algunas extensiones de terreno, prados y campos. La luna aparece esbozada por el lápiz. La cuadrícula nos remite a la preparación de algún lienzo; en efecto, por el testimonio de Philipp Otto Runge se conocen dos obras expuestas en la primavera de 1803, dos vistas del Stubbenkammer, en sepia, y una vista de Rugard hacia Jasmund, a la mañana, emparejada con una vista de Rugard hacia Putbus, al atardecer. Se trataría de la primera de ellas.
material
Aunque criticados por la mayoría de los entendidos y críticos de arte, los panoramas gozaron de una gran popularidad a comienzos del siglo XIX. Consistían en lienzos gigantes dispuestos en círculo sobre unos cien metros de circunferencia y unos veinte metros de altura en forma de cilindro hueco, que se exponían en unas rotondas construidas para la ocasión, en cuyo centro se alzaba una plataforma para los espectadores. Para alimentar la ilusión óptica, se situaban siempre objetos reales en el espacio entre el lienzo y los maravillados visitantes. Gracias a ciertos efectos de luz combinados, se producía la impresión de que dominaban un vasto horizonte. Los temas solían ser militares, pintorescos y de naturaleza descriptiva. Por ejemplo, las expediciones al Polo de los navíos "Hecla" y "Griper", en 1820 y 1824 respectivamente, fueron objeto de varios panoramas, como el presentado en Dresde por Johann Carl Enslens en 1822, que influyó no poco en Caspar David Friedrich.
contexto
El panorama artístico alemán estuvo presidido por la eclosión pictórica del siglo XIV. Algunas ciudades como Colonia o Viena se convirtieron en importantes centros productores, que dieron al mundo figuras de la talla de Juan de Valkenburg o del Maestro Bertram. La centuria siguiente se caracterizó por la continuidad de las corrientes tardo-góticas, si bien tamizadas por las influencias de pintores flamencos e italianos. Hamburgo se erigió en principal foco artístico con el Maestro Francke a la cabeza, seguido de algunos pintores más como Lukas Moser, Konrad Witz, Hans Multscher o Stephan Lochnar. La segunda mitad del siglo XV estuvo capitalizada por grabadores como Martín Schongauer (1435-1491) o Michel Pacher (1435-1498). Los inicios del XVI traerán consigo las corrientes renacentistas de la mano de Alberto Durero (1471-1528), aunque la pervivencia de la tradición gótica se mantuvo en la pintura de Matias Grunewald (1470-1528). El mundo literario estuvo presidido por la diferenciación entre una producción culta y otra de carácter popular, característica recurrente en el Bajo Medievo europeo. A lo largo del siglo XIV se desarrollaron dos movimientos contrapuestos: el "Volkslied" o canción popular y el "Meistersang" o lírica de escuela. El primero de ellos contó con una vertiente dramática, representada por las "Fastnachspiele" o farsas carnavalescas, cuyos temas son el adulterio, los conflictos domésticos y los pleitos. Hasta el siglo XV no se conocen autores con nombre conocido de este genero teatral, tales como Hans Rosenplüt (1400-1460) o Hans Volz, ambos procedentes de Nüremberg. A finales del siglo XIV llegaron a Alemania las primeras influencias humanistas, que se tradujeron en un creciente interés por el latín. La antigua dicotomía entre "Volkslied" y "Meistersang" se desplazó a la diferenciación entre literatura culta en latín y literatura popular en alemán, que se mantuvo hasta bien entrado el siglo XVI. Efectivamente, la polémica, avivada por la Reforma luterana, puede verse en la competencia entre el drama escolástico en latín de Naogeorgus (1511-1563) y el teatro popular en alemán de Nicolás Manuel (1484-1530) o la producción literaria de Hans Sachs (1494-1576).
contexto
En el orden económico, se evidencia la intensificación y extensión de la economía productora, centrada en los cereales de secano, a costa de la puesta en cultivo de nuevas tierras, la deforestación por tala y quema de la masa boscosa e incluso la rotura de áreas marginales, antes desdeñadas. El hecho, sin saber hasta qué punto es efecto o consecuencia del aumento demográfico, redunda en beneficio de una mayor sedentarización y de una acumulación de excedentes. Con todo, el panorama no es homogéneo, y según la ecología y el relieve, se admite que la intensificación de la actividad ganadera (ovejas y cabras) fue otra alternativa, supeditada, en este caso concreto, a una movilidad estacional y a un aprovechamiento más intensivo de pastos. Estas particularidades económicas están ligadas a las modalidades adoptadas por los asentamientos, a la estructura social que consolida las diferentes respuestas y a la base ideológica que sustenta el orden y la reproducción del sistema, afianzado por las prácticas rituales y las manifestaciones artísticas que generan los símbolos distintivos, garantes de la integración colectiva y de la identidad cultural. En cualquier caso, importa destacar que la tierra fue un bien inestimable y, muy posiblemente, sujeto a conflictos. Es evidente que durante el Calcolítico asistimos a la ruptura de los parámetros que conferían, por encima de las diferencias, la igualdad de los grupos humanos, sea a nivel regional o en el seno interno de las comunidades. La marcha socio-económica fue matizando la división del territorio y la ocupación del espacio refleja importantes diferencias en cuanto atañe a la estabilidad y tamaño de los poblados y a las costumbres funerarias. Sin embargo, uno de los caracteres distintivos del Calcolítico es la generalización de la arquitectura megalítica destinada a la construcción de tumbas monumentales y al enterramiento colectivo, por disposición de inhumaciones sucesivas. La moda de este ritual y de las tumbas megalíticas se había iniciado en la etapa anterior, durante el Neolítico, pero es a lo largo del tercer milenio cuando se generaliza esta costumbre, explicada funcionalmente como una forma de fortalecer los lazos de unidad entre los miembros de estas comunidades y de marcar la posesión y el control de la tierra o sus recursos, legitimando los derechos de descendencia, por su vinculación con los ancestros enterrados en los megalitos. Es precisamente en estos depósitos funerarios donde encontraremos las mejores manifestaciones del arte mueble calcolítico, como práctica ritual de ofrendar a los muertos un ajuar específico. Este cuidado y dedicación a los aspectos mortuorios, tanto en cuanto se refiere al receptáculo de su tumba como a la amortización de objetos y energía dedicada al ritual, no es parejo al conocimiento que tenemos sobre las viviendas. No obstante, sabemos que la morada en cueva tiende a abandonarse y aumentan la construcción y dispersión de cabañas al aire libre, con tendencia a la consolidación de pequeñas aldeas que, en las zonas más dinámicas y más beneficiadas por los cultivos, las técnicas agrícolas o los recursos naturales, abocarán hacia otra de las particularidades del Calcolítico en la Península Ibérica, el desarrollo de los primeros poblados fortificados, rodeados de varias murallas, bastiones defensivos e incluso fortines, ejemplo de las primeras muestras de una auténtica arquitectura defensiva en piedra. La mayor precocidad y los ejemplos mejor documentados se fechan en la primera mitad del tercer milenio (hacia 2700 a. C.), mucho antes del Calcolítico precampaniforme. Provienen de dos áreas bien definidas: 1) El área meridional, comprendiendo la zona del Sureste y Valle del Guadalquivir. El foco se centra en el imponente yacimiento de Los Millares (Santa Fe de Mondújar, Almería). Entre otros ejemplos de poblados fortificados podemos señalar también los de Almizaraque (Almería), los granadinos de Malagón y Cerro de la Virgen (Orce), Cabezo del Plomo en Mazarrón (Murcia), etc. 2) El área occidental, abarcando el estuario del Tajo, Algarve y aledaños del Guadiana. El foco de referencia para esta fachada atlántica es el yacimiento portugués de Vila Nova de Sáo Pedro, aunque sea Zambujal (Torres Vedras) el poblado mejor conocido.Las investigaciones, cada vez con más fuerza, confirman las diferencias regionales y también la existencia de un modelo de asentamiento jerarquizado cuyas redes controlan los diferentes recursos (tierras de cultivo, agua, pastos, sílex, rocas duras, minerales...) dispersos por un espacio más amplio, dominado por un centro principal, identificable con los poblados de mayor envergadura y con mayores defensas, predominantemente en altura. El trabajo de metal para abastecimiento doméstico no requiere gran aparato social, pero es en el seno de estas comunidades mejor defendidas donde se atestigua el conocimiento más antiguo de la metalurgia y la existencia de actividades más diversificadas. Aunque no sea a nivel de una especialización a tiempo completo, la elaboración de los metales lleva implícita la extracción del mineral, cuya materia prima puede hallarse a varios kilómetros del centro fundidor, encargado a su vez de canalizar los intercambios, acumular un excedente y propiciar la llegada de los productos más exóticos o localizados a mayor distancia. Pese a que el mecanismo se realice en un marco igualitario, el orden y la continuidad requieren un cierto dirigismo. Por ello sobresalen los núcleos de mayor población, que pueden alcanzar una media de 300 habitantes o llegar excepcionalmente al millar. En la dinámica interna de este tipo de poblados es donde se detecta, con el avance del tiempo, la ruptura del equilibrio comunal y el ascenso paulatino a una mayor complejidad social que dará sus frutos en el segundo milenio, con el agotamiento del megalitismo y la moda del enterramiento individual. Las prácticas funerarias del ritual colectivo y la monotonía de las viviendas unicelulares, lleva a la suposición de que durante el Calcolítico las comunidades fueron internamente bastante igualitarias, unidas por lazos de parentesco, pero necesitaron crear mecanismos específicos para asegurar la subsistencia y la reproducción social. El resultado de estos mecanismos, a lo largo del tercer milenio, llevará a una doble respuesta: a) Desarrollo de unas redes más amplias destinadas a mantener las relaciones económicas, fomentar las alianzas y fortalecer la cohesión social. Con ello se pretendía asegurar, sobre todo entre las poblaciones de menor densidad y menos consolidadas, las carencias de determinadas materias o alimentos y paliar los riesgos de una economía poco diversificada.Se estima que la base de estos intercambios fue la reciprocidad. La participación e integración en actos religiosos (rituales y ceremonias) propiciarían la circulación de bienes a corta distancia y el entrecruzamiento de estas redes socio-religiosas daría lugar al movimiento y a un recorrido más largo. b) Mayor control de la producción, encauzada hacia los intercambios, generando diferencias en el acceso a los recursos y la desigualdad social. En este caso, de acuerdo a las teorías postuladas por C. Renfrew y otros investigadores, las acusadas diferencias entre determinados tipos de tumbas megalíticas y los ajuares amortizados, vinculados en su mayoría a las necrópolis correspondientes a los poblados más complejos, explicarían la formación de jefaturas simples, redistribuidoras, orientadas al grupo, que expresan su prestigio social mediante el uso y amortización, tras la muerte, de objetos más costosos en materia y en tiempo. Este tipo de jefaturas sería la impulsora del incipiente artesanado y del desarrollo de unos bienes más lujosos utilizados como distintivos del prestigio o del poder acumulado, superando los intereses generados por los lazos de parentesco o de sangre. En este panorama hemos de explicar las transformaciones detectadas a partir del Calcolítico Campaniforme: mayor, amplitud de las redes de intercambio e incluso de transporte directo a larga distancia, con circulación de objetos más raros y preciados en su tiempo, tales como el marfil y las cáscaras de huevo de avestruz, procedentes del norte de África, el ámbar y el azabache, la propia expansión de la metalurgia y los objetos de metal, la difusión de los decorados recipientes cuyo cuello acampanado da nombre a este nuevo fenómeno, etc. Paralelamente se va extendiendo al enterramiento individual, al parecer, reservado a contados individuos cuyo ajuar, con tendencia normalizada, se concentra en unos pocos objetos poco frecuentes, pero de amplia resonancia espacial a partir aproximadamente del año 2200 a. C.: puñal de cobre con lengüeta, puntas foliáceas de este mismo metal y larga espiga, denominadas de Palmela por el yacimiento portugués óptimo, brazal de arquero, botones de hueso o de marfil, cerámicas de estilo campaniforme... e incluso mayor presencia de los ornatos en oro. Estos distintivos de prestigio, siempre de carácter masculino, son exponente de fuerza (armas) y del poder económico de unos pocos individuos, que ostentan jefaturas más personalizadas, auténticas elites responsables del cambio económico y social. Por ello, el avance del enterramiento individual significa la crisis del sistema y el punto final a una etapa sustentada, a nivel de comunidad, por el valor ideológico de los símbolos y la fortaleza que transmitía el ritual.
contexto
Algunos movimientos sufragistas de Gran Bretaña y Alemania entran en el s. XX radicalizados. Han perdido la paciencia y protagonizan acciones violentas y espectaculares para llamar la atención, aunque no todas las feministas inglesas apoyan esos métodos (en Gran Bretaña existían ya veintinueve asociaciones sufragistas). Hay un desarrollo creciente del feminismo católico: la "Caholic Women´s Suffrage Society" inglesa se transformará en 1923 en la "Alianza Internacional Juana de Arco"; en Francia organizarán múltiples actividades e iniciativas (Cercle Catholique de Dames, Estudios Sociales sobre la Mujer, etc. ); en Italia se desarrolla la Acción Católica y miles de mujeres emprenden grupos de acción social y política, y en 1910 surgirá la UMOFC (Unión Mundial de Organizaciones femeninas católicas). En Alemania Clara Zetkin feminista marxista, coordinaba el movimiento alemán, que exigía ayudas para las madres, y Rosa Luxemburgo que no se consideraba feminista, defendía que sólo el socialismo podría liberar a mujeres y hombres. En Rusia Kollontai organizó en 1905 un movimiento feminista ruso, centrado en la "liberación sexual" y profesional. El Feminismo del s XX iba dando resultados en algunos ámbitos. En el primer cuarto de siglo se consiguió el voto en países del área anglosajona y norte de Europa. Otros países europeos lo conseguirán a partir de los años treinta (España, Franica e Italia, etc.). También mejoró la educación de las mujeres y el acceso a distintas profesiones. La primera guerra mundial facilitó que numerosas mujeres desarrollaran muchos trabajos nuevos, sustituyendo a los hombres que estaban en el frente, y la sociedad comprobó su capacidad para numerosas profesiones. Al finalizar el conflicto, varios países aceptaron la concesión del voto y algunos derechos educativos y sociales, por lo que disminuyó la actividad feminista en algunas zonas. El feminismo parecía polarizarse en dos grupos sociales -a veces enfrentados- de mujeres de clases medias y procedencia burguesa, y obreras de grupos proletarios. Por otra parte había sindicatos católicos, la Alianza Internacional Juana de Arco o la UMOFC que no compartían las propuestas de anticoncepción y aborto de otros grupos feministas liberales y socialistas, por verlos contrarios al progreso real de las mujeres y la sociedad. Gráfico A finales de los años sesenta se desarrolla una nueva oleada feminista, muy ligada al marxismo, al existencialismo y al psicoanálisis freudiano. Se incorpora la lucha de sexos y la "liberación sexual" como objetivos prioritarios del feminismo radical, el más característico de estos momentos. Su lema "lo personal es político" expresa bien su objetivo de introducir en la legislación los llamados "derechos" sexuales, con ayuda de los partidos de izquierda, en los que muchas feministas militan. Las leyes fueron aprobando en algunos países el divorcio, los anticonceptivos y el aborto. Simone de Beauvoir fue una de las principales inspiradoras del nuevo feminismo, pues sus ideas resultaban muy atractivas en momentos de subversión social y afán de "iberación" feminista. Aunque deseaba mejorar la situación de las mujeres, su ideología materialista y existencialista le impidió superar los reduccionismo de Engels/Marx y Freud -aunque los percibía- y comprender mejor la maternidad y el verdadero progreso de las mujeres. En sus últimas obras asume algunas contradicciones y constata que ha fracasado: aparece "la mujer rota" que ha destruido su identidad femenina. La entrada del feminismo en el mundo educativo se produce en los años setenta en Estados Unidos. Los Women´s Studies establecidos en muchas universidades elaboraron la reflexión teórica del Feminismo y comenzó la revisión sistemática de las distintas disciplinas, utilizando el "género" en el análisis científico. Algunas feministas americanas habían buscado en la antropología cultural y social testimonios sobre la situación de hombres y mujeres en diversas culturas, para comprobar si la diferenciación de roles y la subordinación femenina era universal. Margaret Mead influyó mucho, con sus estudios sobre sexo y género, aunque modificó sus conclusiones en sus últimas obras. Aunque cultura y biología no es lo mismo, tampoco se puede concluir que todo lo cultural es arbitrario, como defendía Mead en un principio (en obras posteriores defiende que es preciso dar más vigor a lo femenino en la sociedad y utilizar los dones comunes y específicos de ambos sexos). A lo largo de los años ochenta el feminismo se transforma. Hay diversificación, revisionismo y desorientación. Del énfasis en la "igualdad" se pasa a la celebración de la "diferencia" femenina. Algunos grupos revalorizan la maternidad y la familia y participan activamente en las instituciones para promover reformas, y otros optan por el lesbianismo y la creación de una cultura femenina separada que supere el patriarcado. Tendrá especial influencia el feminismo revisionista de algunas pioneras que ahora adoptan posturas menos radicales. Las circunstancias políticas y sociales también han cambiado. Algunos grupos deciden orientarse hacia el pacifismo, la ecología o la investigación en los Women´s o Gender Studies.