Panorama del Feminismo internacional

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Datos principales


Desarrollo


Algunos movimientos sufragistas de Gran Bretaña y Alemania entran en el s. XX radicalizados. Han perdido la paciencia y protagonizan acciones violentas y espectaculares para llamar la atención, aunque no todas las feministas inglesas apoyan esos métodos (en Gran Bretaña existían ya veintinueve asociaciones sufragistas). Hay un desarrollo creciente del feminismo católico: la "Caholic Women´s Suffrage Society" inglesa se transformará en 1923 en la "Alianza Internacional Juana de Arco"; en Francia organizarán múltiples actividades e iniciativas (Cercle Catholique de Dames, Estudios Sociales sobre la Mujer, etc. ); en Italia se desarrolla la Acción Católica y miles de mujeres emprenden grupos de acción social y política, y en 1910 surgirá la UMOFC (Unión Mundial de Organizaciones femeninas católicas). En Alemania Clara Zetkin feminista marxista, coordinaba el movimiento alemán, que exigía ayudas para las madres, y Rosa Luxemburgo que no se consideraba feminista, defendía que sólo el socialismo podría liberar a mujeres y hombres. En Rusia Kollontai organizó en 1905 un movimiento feminista ruso, centrado en la "liberación sexual" y profesional. El Feminismo del s XX iba dando resultados en algunos ámbitos. En el primer cuarto de siglo se consiguió el voto en países del área anglosajona y norte de Europa. Otros países europeos lo conseguirán a partir de los años treinta (España, Franica e Italia, etc.). También mejoró la educación de las mujeres y el acceso a distintas profesiones.

La primera guerra mundial facilitó que numerosas mujeres desarrollaran muchos trabajos nuevos, sustituyendo a los hombres que estaban en el frente, y la sociedad comprobó su capacidad para numerosas profesiones. Al finalizar el conflicto, varios países aceptaron la concesión del voto y algunos derechos educativos y sociales, por lo que disminuyó la actividad feminista en algunas zonas. El feminismo parecía polarizarse en dos grupos sociales -a veces enfrentados- de mujeres de clases medias y procedencia burguesa, y obreras de grupos proletarios. Por otra parte había sindicatos católicos, la Alianza Internacional Juana de Arco o la UMOFC que no compartían las propuestas de anticoncepción y aborto de otros grupos feministas liberales y socialistas, por verlos contrarios al progreso real de las mujeres y la sociedad. Gráfico A finales de los años sesenta se desarrolla una nueva oleada feminista, muy ligada al marxismo, al existencialismo y al psicoanálisis freudiano. Se incorpora la lucha de sexos y la "liberación sexual" como objetivos prioritarios del feminismo radical, el más característico de estos momentos. Su lema "lo personal es político" expresa bien su objetivo de introducir en la legislación los llamados "derechos" sexuales, con ayuda de los partidos de izquierda, en los que muchas feministas militan. Las leyes fueron aprobando en algunos países el divorcio, los anticonceptivos y el aborto. Simone de Beauvoir fue una de las principales inspiradoras del nuevo feminismo, pues sus ideas resultaban muy atractivas en momentos de subversión social y afán de "iberación" feminista.

Aunque deseaba mejorar la situación de las mujeres, su ideología materialista y existencialista le impidió superar los reduccionismo de Engels/Marx y Freud -aunque los percibía- y comprender mejor la maternidad y el verdadero progreso de las mujeres. En sus últimas obras asume algunas contradicciones y constata que ha fracasado: aparece "la mujer rota" que ha destruido su identidad femenina. La entrada del feminismo en el mundo educativo se produce en los años setenta en Estados Unidos. Los Women´s Studies establecidos en muchas universidades elaboraron la reflexión teórica del Feminismo y comenzó la revisión sistemática de las distintas disciplinas, utilizando el "género" en el análisis científico. Algunas feministas americanas habían buscado en la antropología cultural y social testimonios sobre la situación de hombres y mujeres en diversas culturas, para comprobar si la diferenciación de roles y la subordinación femenina era universal. Margaret Mead influyó mucho, con sus estudios sobre sexo y género, aunque modificó sus conclusiones en sus últimas obras. Aunque cultura y biología no es lo mismo, tampoco se puede concluir que todo lo cultural es arbitrario, como defendía Mead en un principio (en obras posteriores defiende que es preciso dar más vigor a lo femenino en la sociedad y utilizar los dones comunes y específicos de ambos sexos). A lo largo de los años ochenta el feminismo se transforma. Hay diversificación, revisionismo y desorientación. Del énfasis en la "igualdad" se pasa a la celebración de la "diferencia" femenina. Algunos grupos revalorizan la maternidad y la familia y participan activamente en las instituciones para promover reformas, y otros optan por el lesbianismo y la creación de una cultura femenina separada que supere el patriarcado. Tendrá especial influencia el feminismo revisionista de algunas pioneras que ahora adoptan posturas menos radicales. Las circunstancias políticas y sociales también han cambiado. Algunos grupos deciden orientarse hacia el pacifismo, la ecología o la investigación en los Women´s o Gender Studies.

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