El patio constituye el núcleo principal del edificio y se ordena de acuerdo a una composición modular inspirada en la arquitectura italiana más culta. De planta cuadrada y con dos pisos arquitrabados, sus soportes están formados por columnas con capiteles sobre los que descansan zapatas de madera que, además de su propia función constructiva, son adaptadas con el objeto de aplicarse en relación con el sistema de proporciones que informa todo el conjunto.
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monumento
El monte de El Pardo, cercano a Madrid, fue muy visitado por los monarcas españoles desde la Edad Media debido a su alto valor cinegético. En la primera mitad del siglo XV, Enrique IV construyó un castillo, reedificado por Carlos I en 1553, finalizado cinco años después, ya durante el reinado de Felipe II. Se trataba de un edificio de aires medievales, con aspecto de castillo, torres en los ángulos y rodeado de un foso. El Real Sitio de El Pardo experimenta en el siglo XVIII una profunda transformación. El vasto territorio, propiedad casi en su totalidad del municipio de Madrid, es transferido a la Corona, operación que fue llevada a cabo por Felipe V, por Fernando VI y por Carlos III. En 1762, El Pardo ya como propiedad real, se extendía desde Alcobendas a Torrelodones de este a oeste, y desde Colmenar a Madrid por la línea norte-sur. Los Reyes ampliaron la construcción palacial trazada por Carlos V duplicando el edificio y trazando en el eje medio un porte cochere, al modo europeo por obra de Francisco Sabatini. Francisco Carlier remodeló las torres al estilo de los palacios franceses y construyó la Capilla Real, modificó el viejo claustro con balcones angulares en galería al mismo tiempo que cerraba las antiguas galerías de zapatas imprimiendo unidad a los cuatro lienzos del interior. En el entorno del palacio se crearon edificios monumentales como elementos de servicio palacial. Casa de Oficios, Cocheras, Caballerizas, Cuarteles, Teatro, Casa de Infantes, Pajarera, Casa del Príncipe de Asturias, etcétera, se conformaron alrededor del palacio en un cinturón monumental. En el vértice del Palacio, en su costado occidental, se configuró una ciudad con unidades de abastecimiento y entidades domésticas de gran relieve, en la que se incluyeron mesones, fondas, postas, teatro, etcétera. Desde el epicentro palacial los nuevos caminos enlazaron la ciudad con el territorio dividido en diecisiete cuarteles, cada uno con una vivienda real de consideración artística diversa. Entre ellos destacan Viñuelas, Quinta, Navachescas y Zarzuela. El territorio fue urbanizado en una empresa de gran envergadura dirigida por especialistas europeos. Fue empresa, tanto en lo artístico como en lo productivo, de gran alcance, que congregó a especialistas de varias categorías, como Nangle, Rodolphe, Sttiliguert, Sabatini, Carlier, Marquet y otros. El Palacio de El Pardo fue utilizado por el general Franco como residencia y desde 1983 ha sido adecuado como residencia de Jefes de Estado extranjeros en visita oficial.
monumento
Palacio barroco de hermosa fachada construido en el siglo XVIII, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura civil de Logroño. Su nombre se debe a que allí residió el general Baldomero Espartero, gracias a contraer matrimonio en 1827 con la logroñesa Jacinta Martínez de Sicilia. La muerte de ambos sin descendencia hizo que el Estado se hiciera cargo, en 1884, del edificio para albergar el Palacio Episcopal. Esta función, sin embargo, nunca se cumplio, a pesar de que sobre la fachada llegó a colocarse un escudo eclesiástico. Tras pasar por usos diversos, en 1971 pasó a contener el Museo de La Rioja.
monumento
Edificio realizado por Pio Piacentini a finales del siglo XIX, suscitó alguna polémica en el momento de su construcción ya que su fachada sin ventanas, su volumen macizo y su estilo considerado "poco italiano" fueron vivamente criticados. En su interior, grandes espacios diáfanos separados por columnas dan al conjunto un carácter neoclásico. Recientemente restaurado, este edificio tiene la ambición de convertirse en el "espacio cultural" que le faltaba a Roma. Alberga exposiciones temporales, una cinemateca y, en el último piso, un autoservicio.
obra
Cuando Pio Piacentini presentó el diseño de esta edificio se abrió una viva polémica, ya que su fachada sin ventanas y su macizo volumen le convertían en un edificio poco italiano, lloviendo las críticas desde diversos sectores de la sociedad romana. El aspecto neoclásico del exterior -con la fachada en forma de arco de triunfo- se repite en el interior al disponer grandes espacios diáfanos separados por columnas. Una reciente restauración ha permitido al edificio convertirse en uno de los espacios culturales más importantes de Roma.
monumento
Fabio Nelli era un agente financiero hijo de un italiano. Amasó una importante fortuna en Sevilla y ya mayor decidió regresar a Valladolid, su ciudad natal, donde ordenó construir este palacio siguiendo un estilo italianizante. Juan de la Lastra realizó los planos, planteando un espacio cuadrangular con cuatro torres en las esquinas, inspirados en El Escorial. La primera portada fue obra de Diego Praves pero no debió satisfacer al cliente ya que en 1594 se encargó la actual a Pedro de Mazuecos, apreciándose en ella una rica ornamentación que constituye una portada triunfal a lo romano. Tras el zaguán se accede al patio con arquerías en cuyas enjutas encontramos medallones. En la derecha arranca la escalera de tipo claustral, trazada en 1582 por Francisco de la Maza. En la actualidad, el Palacio es la sede del Museo de Valladolid.
obra
Los techos de madera planos, denominados alfarjes, se hicieron con vigas transversales al eje de la estancia (jácenas), listones longitudinales que dividen el techo en espacios poligonales y largueros en cada uno de ellos, sobre los que van claveteadas las tablas (tabicas). Esta obra es del siglo XIV, atribuida a artesanos mudéjares. La ornamentación polícroma de las viguetas y las tablas tiene motivos semejantes a las techumbres granadinas coetáneas, como las estrellas de ocho puntas, los temas vegetales simétricos, los epígrafes en árabe e, incluso, los escudos de la banda de la dinastía nazarí. Pero estos temas están interpretados según el gusto gótico, del que se incluyen también algunos motivos simbólicos característicos, como los castillos y los escudos de Alfonso XI (1312-1350), antiguo propietario del palacio. Proviene esta techumbre de la casa solariega del general Fresneda, sita en la plazuela de San Juan de los Caballeros de Córdoba, frente a una iglesia que otrora fuera mezquita y que conserva su alminar convertido en campanario. Ingresó en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid en el año 1980, aunque llevaba muchos años desmontada y guardada en un almacén privado, después de la profunda transformación sufrida por el edificio que, según la tradición, fue cámara real de Alfonso XI y Pedro I en sus visitas a la antigua capital de los omeyas.