El actual Ayuntamiento se sitúa en el norte de la localidad. El Ayuntamiento ocupa una antigua iglesia enclavada en un lugar denominado El Arco. La iglesia fue levantada en el siglo XVI, y en su convento se asentaron los monjes de la Orden de los Descalzos Mendicantes de San Pedro de Alcántara.
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monumento
La Casa Consistorial de Jaca se encuentra situada en la calle Mayor desde 1486, en medio de otros edificios característicos de la burguesía de principio del siglo XX. El origen del Ayuntamiento coincide con la compra de los primeros solares para levantar las Casas del Concejo, donde en la actualidad se encuentra el Archivo Municipal. A mediados del siglo XVI, en pleno auge renacentista, se acordó la ampliación del Ayuntamiento, dando lugar a la creación del edificio actual. Para la ejecución de esta obra se contrató a canteros vascos, al frente de los cuales se encontraba Juan de Rosellet. De este edificio hay que destacar su portada plateresca, donde se alza un escudo de la ciudad. El segundo cuerpo de la fachada presenta cinco ventanas arquitrabadas y con las barras de Aragón. Una galería de arquerías típicamente aragonesas remata el edificio. Para vencer el paso del tiempo, la fachada fue abetunada. También destacan las rejas que cierran las ventanas, realizas por Simón de Maisonabe. Su patio renacentista, desde el que se pueden contemplar las campanas de la Torre del Reloj, es otro de los atractivos que conservan este edificio. En el interior, la Sala de Ciento es testigo del histórico Consejo de Ciento, donde se reunían los 100 hombres buenos escogidos para gobernar la ciudad desde la Edad Media. En su interior acoge una interesante muestra de trofeos que recuerdan la historia de la ciudad, como las mazas de plata del XVI o el Libro de la Cadena del Concejo, de últimos del siglo XIII.
obra
Edificio construido por Lieven de Key que supone un magnífico contrapunto respecto a su homónimo de Amberes que, de este modo, adquiere su pleno valor clasicista en el contexto de los Países Bajos. El palacio municipal de Leiden supone la combinación de combinaciones heterodoxas de elementos decorativos, potenciando el cuerpo central y su desarrollo en altura, como forma de consolidar la propia tradición de manera independiente.
monumento
<p>El edificio de la Casa Consistorial es obra de Rafael Moneo#PINTOR#2777]. En el proyecto, el arquitecto navarro trabajó durante los años 1973 y 1974, iniciándose las obras en 1976 y finalizando cuatro años más tarde. Se encuentra enclavado en el centro de la ciudad, sobre un solar ocupado anteriormente por un cuartel. El Ayuntamiento está compuesto por dos piezas en forma de triángulo, que se articulan formando una gran plaza, así como otra en forma de piano, que alberga el auditorio y puede ser observada desde la parte trasera del edificio. El exterior está revestido por piedra arenisca de Salamanca, material también utilizado en parte del interior del edificio. En la fachada este destaca una fuente de bronce con dos caños, sobre uno de los cuales se inclina una escultura de mujer (la "Dama de la Fuente"). Este conjunto, obra del escultor Francisco López, es el elemento identificativo de este Ayuntamiento.</p>
monumento
Se trata de la Casa Consistorial más antigua de Navarra, fechada a finales del siglo XV y situado en la calle Mayor. Es un edificio renacentista hecho a base de ladrillo, mampostería y sillería, reconstruido tras un incendio sucedido a finales del siglo XIX. El edificio consta de dos cuerpos; el inferior, de sillar y el superior, en ladrillo y con una imposta de piedra de separación. En la planta baja se abren dos grandes arcadas que se apoyan en un pilar octogonal central, mientras en la planta alta hay dos balcones modernos con barandilla corrida, entre las que se sitúa un escudo con el símbolo de la villa: castillo, luna y estrella.
monumento
Antonio Palacios y Joaquín Otamendi fueron los elegidos en el concurso para construir la sede central de Correos y Telégrafos en la madrileña plaza de Cibeles. Se trata de un majestuoso edificio, cuyas obras se realizaron con bastante lentitud, finalizándose en casi catorce años, quedando todavía hoy alguna decoración sin concluir. Palacios organiza la fachada de manera cóncava, obligado en parte por la curva de la plaza, y crea un atractivo juego de soluciones en los cuerpos altos, culminándose con la torre central, sobrecogiendo al espectador con una estructura de claro aire goticista, estilo artístico remarcado con el empleo de los pináculos. Si bien el resultado es adecuado al enorme y monumental edificio -no en balde, recibió el sobrenombre de "Nuestra Señora de las Telecomunicaciones"- no goza de tanta calidad en la decoración, quizá excesiva y ecléctica. Ya en esta obra, Palacios pone de manifiesto su habilidad y su potente personalidad.