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A pesar de su aspecto renacentista, el edificio del Ayuntamiento de Zaragoza fue construido en el siglo XX, retomando los modelos y las tipologías de los palacios del siglo XVI.
monumento
<p>La mayor originalidad de este palacio barroco la encontramos en la belleza de su prolongada fachada de 49 metros, flanqueada en cada uno de sus extremos por dos torres gemelas. En el interior del edificio destaca el llamado Salón Azul, Cámara Real de Isabel II, a cuyo lateral tiene anexa una capilla en la que se puede celebrar misa gracias a una bula pontificia de Pío VI.</p>
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La mayor originalidad de este palacio barroco la encontramos en la belleza de su prolongada fachada de 49 metros, flanqueada en cada uno de sus extremos por dos torres gemelas.
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El imponente edificio del antiguo Ayuntamiento de Amsterdam (hoy, Palacio Real) está construido totalmente en piedra, dando la impresión exterior de pesadez que, sin embargo, contrasta con la sensación de utilidad y comodidad que emanan de las estructuras y la articulación intemas. Es obra que, si básicamente responde a la tradición edilicia de los grandes ayuntamientos del siglo XVI flamenco y alemán, continúa la tendencia marcada por Van Campen en la Mauritshuis, aunque su palladianismo da paso a un clasicismo más vignolesco, que no cede ante el ornamento vano y busca la dialéctica de las proporciones.
monumento
El Ayuntamiento de Astorga fue construido en el siglo XVII, en estilo barroco, y está situado en la Plaza Mayor. Se ha restaurado en los últimos años, concluyéndose las obras en 1995; dicha restauración abarcó el interior del edificio, recuperándose la piedra original pero eliminándose la gran escalera que caracterizó al edificio en el último siglo. Fue diseñado por Manuel de la Lastra, siguiendo una tipología herreriana, semejante a la fachada de la catedral. Se levantó con sendas torres laterales y, bajo ellas, todavía hoy pueden verse los calabozos, en los que permanecían los reos esperando para ser sometidos a juicio. En su fachada sobresale el reloj, en el que dos muñecos, Colás y Zancuda, vestidos con trajes maragatos, golpean con sendos martillos o mazas la gran campana, dando así las horas; es obra del relojero Bartolomé Fernández, realizado en el siglo XVIII. La fachada fue construida en 1675, según la fecha que nos indica la clave de la puerta de acceso, y presenta el mismo esquema constructivo de las casas consistoriales de época barroca. Hasta su construcción, el regimiento de la ciudad tenía lugar en el atrio de la iglesia de San Bartolomé.
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La animación y el engalanimiento del ayuntamiento de Auvers con motivo de la fiesta nacional francesa, homenajeando la toma de la Bastilla, atrajeron el interés de Vincent, elaborando el cuadro que contemplamos. La escena se presenta con dos árboles en primer plano, desde donde se lanzan las cuerdas que sujetan todas las banderitas que adornan la plaza presidida al fondo por el pequeño edificio. Numerosos árboles cierran el espacio mientras que en la zona intermedia contemplamos la hierba y los cuidados senderos de acceso al ayuntamiento. La escena tiene un cierto aspecto infantil, empleando colores tremendamente vivos como el amarillo-verdoso o el malva, aplicados de manera rápida y empastada, como si se tratase de piezas que forman un puzle.
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Entre los más de ochenta proyectos supervisados por Ventura Rodríguez destaca por su importancia la ordenación urbanística de la Plaza Mayor de Ávila presidida en uno de sus lados menores por el Ayuntamiento (1773), dignificado mediante su encuadre entre torres, un pórtico con columnas y frontones curvos y rectos en los balcones del piso principal. El recuerdo estaba fijado, evidentemente, en las plazas mayores de Valladolid y Madrid.