El museo Calouste Gulbenkian posee obras que abarcan cronológicamente la mayor parte de la historia del arte, desde el año 2800 a.C. hasta mediados del siglo XX. Dentro de las obras de arte de la Antigüedad las obras egipcias se extienden desde la Prehistoria hasta la llegada de los romanos al delta del Nilo. También es interesante destacar un bajorrelieve asirio que procede del palacio de Assurbanipal en Nimrud. Hay obras que abarcan un periodo de tiempo amplio, desde las invasiones mongolas de Gengis Khan hasta fines del siglo XVIII en lugares tan alejados entre sí como Persia, Turquía, Siria, el Cáucaso, Armenia y la India: son cerámicas, tapetes raros, libros iluminados, azulejos y jades. La pintura europea se encuentra ampliamente representada desde el siglo XI hasta el siglo XX. La manera de distribuir las obras ha sido realizada por Escuelas. Las Escuelas flamenca y holandesa están representadas con obras de grandes maestros como Rubens y Rembrandt, dos pintores barrocos con un estilo muy diferente en su pincelada aunque igualmente interesantes. De la Escuela inglesa, dos grandes pintores como son Gainsborough y Turner. La Escuela francesa recoge obras de los impresionistas Monet, Degas y Renoir. Aparte de la colección de pintura hay también otra de escultura con autores tan interesantes como Jean de Boulogne y Coysevox. Del escultor Rodin el museo posee una figura en bronce de Jean d'Ayre que pertenece al famoso grupo escultórico de Los Burgueses de Calais.
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El famoso catedrático de Historia del Arte don José Camón Aznar formó unas interesantes colecciones que fueron donadas a la ciudad de Zaragoza en 1976. Se eligió un antiguo edificio renacentista como sede del museo en cuyo interior contemplamos obras de pintura, escultura, dibujos y grabados, especialmente las series de Goya.
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El Museo Carnavalet se encarga del estudio de la historia de París desde la Prehistoria. Es un museo de grandes dimensiones, ocupando dos mansiones adyacentes. Posee salas totalmente decoradas con paneles dorados, muebles y objetos de arte. Numerosas obras de arte, como pinturas y esculturas de importantes artistas, y grabados que reflejan la construcción de la ciudad completan el museo. El edificio principal es el Hôtel Carnavalet, construido como residencia urbana en 1548 por Nicolas Dupuis. Entre 1677-1696, la famosa anfitriona de las letras Madame de Sévigné vivió en dicho lugar, recibiendo a los intelectuales de la época y escribiendo sus famosas "Cartas". Muchas de sus posesiones se pueden contemplar en la exposición del primer piso, que abarca desde la época de Luis XIV. El Hôtel Le Peletier, del siglo XVII, se abrió en 1989 tras una soberbia reconstrucción de los interiores, de principios del siglo XX; conserva objetos de principios de la Revolución y de la época napoleónica. El Orangery alberga un nuevo departamento dedicado a la Prehistoria y a la época galorromana de París. La colección se completa, por último, con pirogues descubiertos en una excavación arqueológica llevada a cabo en el Parc Bercy, donde se desenterró un poblado neolítico.
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El industrial salmantino Miguel de Lis, enamorado del Art Nouveau, será el promotor de este palacete construido en los primeros años del siglo XX siguiendo las tendencias modernistas. En la actualidad acoge las colecciones del anticuario salmantino Manuel Ramos Andrade, convirtiéndose en Museo Art Nouveau y Art Déco, institución que abrió sus puertas el 6 de abril de 1995.
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Desde mediados del siglo XX, el claustro y la primitiva Escuela de la Catedral han pasado a formar parte del Museo Catedralicio. Fue inaugurado en 1954 y desde entonces se han llevado a cabo diferentes ampliaciones, incorporándose la Sala Capitular. Está compuesto por diez salas y alberga entre sus más de 500 piezas algunas de gran valor, como la arqueta de San Genadio, del siglo X, regalo de Alfonso III El Magno, el Cristo en madera de boj, obra de Gaspar Becerra, y una interesante colección de cruces de plata que abarca desde el siglo XV hasta el XVIII. En la orfebrería destacan un cáliz de Álvaro del Portillo (siglo X) y dos portapaces de Sebastián de Encalada, y en las obras pictóricas merecen especial atención los cuadros de Nicolás de Brujas y Conrado Giacquinto; no faltan marfiles, esmaltes, coral, ornamentos y cordobanes. Actualmente, el Museo Catedralicio presenta un aspecto renovado, iniciándose la visita desde la antigua Capilla de San Ildefonso y pasando por diferentes salas hasta completar las diez que forman el museo.
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Este Museo de la Catedral de Granada se encuentra en la Sacristía de la Capilla Real de Granada, situada en pleno casco histórico de la ciudad, entre la Gran Vía de Colón y la calle Oficios. Unido y comunicado con otros importantes edificios como la Lonja -por donde se accede al museo-, Catedral e Iglesia del Sagrario, fue edificada sobre el solar de la Mezquita Mayor musulmana, por Real Cédula del 13 de septiembre de 1504 con el objetivo de convertir esta capilla en mausoleo -panteón real- de la nueva dinastía de los Austrias; objetivo éste que no se cumplió ya que Carlos V la sustituiría por la Catedral y posteriormente Felipe II se decidiría por El Escorial. Se trata de una obra maestra de la arquitectura conmemorativa gótica, trazada por Enrique Egas (1507-1517), siguiendo los deseos de austeridad de la reina Isabel la Católica. Al ser construida en varias etapas, en ella encontramos varios estilos artísticos (Gótico, Renacimiento y Barroco) y los más importantes artistas del momento. Tiene planta rectangular y cabecera poligonal, donde en alto se ubica la Capilla Mayor y cuatro capillas laterales. Se cubre con bóvedas nervadas adornadas con florones dorados. A través de una portada de arco carpanel sobre el que aparece el grupo escultórico de la Anunciación, (obra de Jacobo Florentino) nos adentramos en la Sacristía, también de planta rectangular y cubierta con bóvedas nervadas. Las importantes obras que nos encontramos en el interior le dan a la Capilla Real caracter de museo, por citar algunas: Retablo de la Capilla Mayor, renacentista obra de F. Bigarny y Alonso Berruguete; los sepulcros de los Reyes Católicos y de sus hijos, Juana la Loca y Felipe el Hermoso, que suponen la introducción del Renacimiento en la Capilla Real; La Reja plateresca de Bartolomé de Jaén, los Retablos-Relicarios de Alonso de Mena, etc. La Capilla Real fue declarada Monumento Histórico Artístico el 19/05/1884, teniendo la consideración de Bien de Interés Cultural (B.I.C.) en la actual legislación del Patrimonio Histórico Español (16/1985 de 25 Junio) y la Ley del Patrimonio Histórico Andaluz (1/1991 de 3 de Julio). Los fondos del museo lo constituyen fundamentalmente el legado de los Reyes Católicos y otros del Emperador Carlos V y la Emperatriz Isabel, siendo objetos de muy diversa naturaleza: joyas, reliquias, ornamentos, libros, tapices y pinturas. El museo se creó por Real Orden de 3 de Julio de 1913. Durante algún tiempo se expusieron en la Lonja, pero desde 1945, en que se terminó la restauración de las bóvedas de la Sacristía, volvieron a colocarse en este lugar y fue abierto al público como museo. Por Decreto de 1 de Mayo de 1962 se declaró Monumento Histórico Artístico las colecciones y el edificio.