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Portada del libro: "Mujeres del mundo contemporáneo"
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Fue una mujer, la propia Reina Isabel, quien detuvo a Colón en su propósito de vender hasta 600 mujeres y hombres americanos en Castilla como esclavos. Desde su preocupación por el buen tratamiento de los súbditos indígenas de la Corona surgió el Indigenismo. La primera intervención de Juan Rodríguez de Fonseca, delegado real para los asuntos americanos respecto a los indios fue en 1495, cuando los Reyes le ordenaron que retuviera el dinero de la venta de los indígenas que había enviado Colón a España hasta ver si era lícito venderlos. El dictamen de los doctores de Salamanca fue determinar el estatuto ontológico y jurídico de los indios -personas y por tanto súbditos libres sujetos de derechos y deberes- y la conclusión, que no era lícita su venta ni esclavitud, salvo en el caso de los antropófagos en razón de su desnaturalización. Cuándo y cómo fue ese dictamen no figura en la documentación. ¿Cómo aparecen los hombres y mujeres indios en la documentación entre 1495 y 1503? En enero de 1496 los Reyes volvieron a escribir a don Juan para que de esos indios que había retenido entregara 50 a Juan de Lezcano para que sirvieran en la armada de galeras. Todavía estaba por determinar la cuestión de la libertad. Entre octubre de 1496 y enero del 97 siguieron llegando a Sevilla indios esclavos. En abril de 1500 se comenzaron a reenviar a América algunos indios en la expedición del gobernador Bobadilla: se había aclarado la cuestión de su derecho a la libertad. Numéricamente no eran muchos -62- pero lo esencial es la importancia de la decisión: los indios debían vivir libremente. Meses después los Reyes pidieron a Pedro de Torres que buscara y encontrara a los indígenas que "fueron traydos de las yndias e vendidos (...) por mandado del nuestro almirante (...) los quales agora mandamos poner en libertad". Es decir, Colón hizo que fueran vendidos, la Corona, en cambio, los liberaba...Eran 21. Lo mismo sucedió con los hombres y mujeres que había traído a Castilla Cristóbal Guerra desde Ponaire: se trataba de comprar los vendidos -a costa de Guerra, desde luego- e incautarle los que aún tuviera; averiguar quiénes habían colaborado con él en la captura y apresarlos hasta que se hiciera justicia y se aplicaran las penas. Además, había que conseguir lo necesario para que los indígenas viajaran de regreso a Indias. El esfuerzo para hacer justicia fue muy grande: se buscaron uno a uno los nueve esclavos que el Almirante regaló a distintas personas. Es decir, cuando la Corona tuvo clara la definición ontológica de los Indios y su estatuto jurídico -eran súbditos libres con derechos y deberes- quiso llegar hasta el fin.Por eso, en la Instrucción al gobernador Ovando de septiembre de 1501 se le indicaban los principios de su actuación. Debía preocuparse de la instrucción religiosa de los Indios, asegurándose de que los religiosos les informasen con empeño y tratándoles bien; lograr que ningún vecino robara o forzara a los naturales, y menos aún que dispusieran de sus mujeres e hijas; si alguno lo hubiera hecho tendría que restituir; pudiendo casarse con las Indias si éstas querían. Gráfico En enero de 1503 Fonseca hizo una propuesta a los Reyes para poner en orden los asuntos americanos. Los dos últimos capítulos los dedicó a los indios. En el 19 don Juan decía que era imprescindible recoger el oro de las minas y que lo más provechoso sería servirse de los indios, pero -eso sí- "sin que sean tan maltratados como fasta aquí fueron en ello" por lo que "es de ver que forma se terna". Es decir, se trataba de preservar el buen tratamiento de los naturales, buscando una fórmula que lo hiciese compatible con el trabajo de las minas. En el 20, él mismo respondía a su propia interpelación: los indios podrían repartirse en pueblos donde convivieran sin vivir dispersos por los montes; allí tendrían su casa familiar, para su mujer y sus hijos, y tierra apartada, es decir, señalada y suya, para sembrar. Y en cada pueblo habría una iglesia, y un capellán que les enseñara la doctrina, así como un representante de la Corona, cuyo cometido era doble y esencial: hacer justicia y no consentir que se les maltratara, entre otras formas, supervisando su trabajo y "servir con ellos quando fuere menester o en las minas o en otra cosa". La Corona hizo insertar casi textualmente la propuesta de Fonseca en la Instrucción de Gobierno de Ovando. Lo que don Juan proponía era la creación de Pueblos de Indios, es decir, un germen de lo que luego será una parte del fenómeno urbano americano que integraba la ciudad y su hinterland y que igualmente se asimilirá en la estructura política República de los Indios-República de los Españoles. Esta era la visión temprana de Juan Rodríguez de Fonseca. Cada familia tendría su casa y tierra en propiedad particular. Las autoridades tendrían que vigilar que los españoles respetaran a las mujeres indias y que no trabajaran para ellos forzadamente sino si libremente accedían y cobrando su salario. Los españoles no podrían seguir haciendo trueques injustos -baratijas a cambio de cosas valiosas- sino tasando los productos con equidad. Igualmente debía velar por su indumentaria y comportamiento y por todo lo relativo a la Evangelización: construcción de la Iglesia, la catequesis de niños, mujeres y adultos, la recepción de los Sacramentos, y el aprendizaje de la escritura y la lectura del castellano. El representante de la Corona debía castigar las actitudes poco ejemplares de los españoles con respecto a los indios, evitar que los indígenas hicieran sus antiguas fiestas -ritos y celebraciones paganas- construir hospitales para ellos y lograr que estas instituciones fueran autosuficientes económicamente aplicando limosnas y rentas sobre tierras otorgadas a los propios hospitales. El gobernador tenía que enseñar a los súbditos a tributar -diezmos y otros impuestos- como los súbditos castellanos; lograr que los indios se casaran por la Iglesia y fomentar los matrimonios mixtos, tanto español-india como indio-española. Estos matrimonios mixtos se entendían como una forma eficaz de aculturación y por lo tanto de civilización. Es decir, fue Fonseca, en su memorial de enero de 1503 el primero que desde dentro del sistema legal, el orden institucional y la autoridad legítima propuso que los indios-hay que advertir el matiz- se repartieran en pueblos (no a los españoles) y trabajaran -siendo bien tratados- para los castellanos. Que la Corona estaba reflexionando sobre el estatuto ontológico -y por tanto jurídico- de los indios en estos meses y en cómo se debía expresar en resoluciones de gobierno lo muestra también el hecho de que desde Segovia, el 30 de octubre de 1503, doña Isabel escribiera una carta declarando legítima la captura de los indios caníbales siempre, eso sí, en orden a su conversión, incorporación como súbditos a la Corona y buen tratamiento de los otros indios por su parte. A juzgar por lo que se dice en la Real Cédula de 20 de diciembre de 1503 en que se creó la Encomienda, la Corona había puesto tanto el acento en la libertad de los indios que estos evitaban la convivencia con los españoles y así, ni se convertían, ni los españoles tenían quien trabajara para su economía familiar ni para la explotación aurífera. Por tanto, y tras unos meses de experiencia la Corona fue rotunda. Creó la Encomienda y recortó la idea inicial de Fonseca porque esta generaba formas de vida excesivamente libres. Sin embargo, esta sucesión causa-efecto entre el memorial de don Juan y la Instrucción a Ovando de 1503 permite relacionar a Fonseca con el buen tratamiento de los Indios hasta las Leyes de Burgos de 1512.
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En las siguientes líneas se tratarán cuatro argumentos que relacionan a las mujeres con la Inquisición. En primer término, se tratará de las mujeres conversas españolas, a continuación su vinculación con el protestantismo; después se expondrá la persecución de la brujería por parte del tribunal en territorio español y por último, se estudiará el problema de la solicitación de mujeres por sus confesores. Gráfico
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Este lienzo fue encargado a Monet en 1866 por Bazille, siendo adquirido por 2.500 francos pagaderos en plazos mensuales. Claude pintó la obra en el jardín de su casa, tomando la escena directamente, al aire libre, renunciando a trabajar cuando no había suficiente iluminación solar. Las figuras son de tamaño natural, siendo Camille - la compañera del pintor - la protagonista de la imagen al posar para varias de las mujeres. Esta composición es una de las más novedosas al incorporar importantes elementos que configuran la teoría impresionista de la luz y el color: recurre a los contrastes de color aprendidos de Delacroix; las sombras son de color tomando el malva como se aprecia claramente en la mujer que coge las flores; las pinceladas son cortas y rítmicas, aplicando los tonos con manchas; los colores están mezclados con blanco para aclararlos. En definitiva, esta imagen puede considerarse como una de las características de la pintura impresionista. Sin embargo, cuando fue presentado al Salón de 1867 fue rechazado, confirmándose que las instituciones no estaban a favor de esta pintura revolucionaria.
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2.1. Las Culturas Americanas. Sociedades simples y complejas. Las Culturas femeninas. El espacio público y el espacio privado. Creencias, mitos, religiosidad y tradiciones. Los Ritos de paso. Organización social, matrimonio y familia. Aprendizaje, cultura, trabajos y política. El Área Andina y el Área Mesoamericana fueron los dos ámbitos de desarrollo cultural más avanzado del continente americano. En ellos se fueron sucediendo culturas como Chavín de Huántar, Nazca, Mochica, Chimú, Tiahuanaco, Huari, Inca, u Olmeca, Tlatilco, Teotihuacán, Tolteca, Totonaca, Maya y Azteca respectivamente. Hubo otras áreas donde se alcanzaron estadios de menor desarrollo -culturas colombianas, antillanas- o donde el nivel alcanzado fue de bandas nómadas de cazadores o tribus sedentarias. En todos los casos, las mujeres contribuyeron a la consolidación de los valores culturales y su transmisión desde el ámbito familiar hasta sus actuaciones publicas como bailarinas, sacerdotisas, cacicas, damas nobles, etc. Los españoles encontraron y conocieron vivas algunas de estas culturas cuyo imaginario se fundió, se desvirtuó con la adaptación a una nueva cultura dominante que se expresaba -y no sólo eso, se instalaba vitalmente- en una lengua, el castellano. Muchas de aquellas mujeres se aculturaron y contribuyeron al mestizaje. Por eso, su estudio es imprescindible para comprender la América Hispana y el presente latinoamericano. 2.2. Indias y españolas en la frontera. El mestizaje. Mujeres e Indigenismo. Las mujeres en la conquista: - Indias españolizadas y españolas indianizadas. Encomenderas, mujeres de armas tomar, Adelantadas, gobernadoras, empresarias y matriarcas. La frontera, el territorio recién conquistado, el ámbito de choque y encuentro de dos mundos tremendamente diferentes, era un espacio inter-étnico, donde la escasa comunicación comenzaba a través de gestos imprecisos para luego sucumbir a la ferocidad de las armas. Era un estadio donde las estructuras eran provisionales, y donde imperaba la ley del más fuerte. Sin embargo hubo presencia de mujeres indígenas y españolas, y por eso, en ese ámbito surgió el mestizaje humano y cultural. Estas mujeres nacieron en el trópico, en la selva, en el altiplano o al pie de las grandes cordilleras, o surcaron el Atlántico cambiando todas sus referencias por un mundo diferente, mezcla de aventura y oportunidad. Fueron mujeres y madres, participaron como intérpretes, navegantes, exploradoras, mujeres de armas en las empresas de conquista; gobernadoras, adelantadas y cacicas; fueron encomenderas y fundadoras de ciudades o protagonizaron la resistencia indígena frente a los invasores. Se llamaron Anacaona, Anayansi, Techuipo, Malinalli, Chimpu Ocllo, Isabel Barreto, Beatriz de la Cueva, Catalina Suárez o Inés Muñoz. Indias y españolas vivieron en un mismo espacio, si bien no en igualdad de condiciones, pero han pervivido por encima de sus propias historias y tienen algo que decirnos hoy. 2.3 Las mujeres en los Reinos Indianos. Demografía, etnia y condición social. - Españolas y Criollas - Indias - Esclavas y libertas. - Mestizas y Mulatas. - Las castas. Matrimonio y familia. Nacimiento, infancia, Bautismo y compadrazgo. - Noviazgo, dote, matrimonio. - Usos sociales y ordenamiento jurídico. - Parentesco, redes familiares y poder. - Educada y educadora: la instrucción familiar. - El mundo doméstico. - Enfermedad y muerte. Vida cotidiana en sociedad. Vida urbana y espacio público. - Fiestas, ceremonias, juegos y bailes. - Religiosidad, cultura y educación institucional. - Conventos, Beaterios y Recogimientos. La Beneficencia. Oficios de mujeres: sanadoras, parteras, artesanas, vendedoras, criadas y señoras. Vida rural: la plantación, la hacienda y el obraje. Mujeres Ilustradas - Las nuevas formas y espacios de sociabilidad. - La identidad criolla. - Las independentistas Tras la frontera surge el orden legal con la consolidación de las instituciones castellanas, la vida urbana, la finalización de la conquista. El conquistador se asienta como poblador y diversifica sus actividades. Aumenta considerablemente la llegada a América de mujeres españolas y se va perfilando la familia criolla, ámbito propio de la mujer en la sociedad indiana. Españolas, criollas, indias, mestizas, mulatas, libertas y esclavas son por regla general protagonistas de la vida doméstica en el espacio privado, pero a la vez participan en la vida social y cultural -fiestas, ceremonias, procesiones, bailes- en el espacio público; incluso tomaron parte en las revueltas y movimientos de protesta, especialmente en el siglo XVIII; se ocuparon de la educación, y algunos oficios femeninos sanadoras, parteras, artesanas, vendedoras, criadas y señoras. Dentro del mundo religioso tuvieron especial importancia como fundadoras de conventos y órdenes religiosas en América y Filipinas para la instrucción, la devoción, la beneficencia o incluso labores sociales como las casas de recogidas. Las encontramos también en el mundo rural, vinculadas a su familia y en el ámbito de la plantación, el obraje y la hacienda. Juana Ramírez de Asbaje (sor Juana Inés de la Cruz), la virreina María de Toledo, doña Catalina de Erauso -la pintoresca monja alférez-, Santa Rosa de Lima son ejemplos de la variedad de situaciones femeninas que se pueden encontrar en la América Virreinal. El siglo XVIII contempla la actuación de mujeres ilustradas en los nuevos espacios de sociabilidad, cultura y transmisión de ideas, muy especialmente las tertulias. En ese ámbito, y ante las reformas borbónicas se va forjando la identidad criolla. Son las mujeres quienes van transmitiendo este perfil en el ámbito familiar y educativo, pero no sólo eso: algunas protagonizaron los levantamientos violentos de protesta; así, la cigarrera Manuela Beltrán dirige a los Comuneros del Socorro (1781), Micaela Bastidas lidera junto a su marido, Túpac Amaru, la gran rebelión peruana (1780-81); y la hija de Juan de Mena, cuyo nombre se desconoce, participó en la de los Comuneros del Paraguay (1730-35). Hubo también mujeres ilustradas artistas, como sor María de San José y sor Magdalena, dos hermanas quiteñas, ambas escultoras. 2.4. Mujeres en los Estados Nacionales. La emigración femenina: españolas en América y americanas en España. - Mujer, familia y derecho. - Nuevos espacios femeninos. La ciudad y el campo. Mujer y pluralidad social: oligarquías, clase media y sectores desfavorecidos. - Ciudadanía, sufragio y representatividad. El mundo asociativo: sindicalismo, activismo político y movimientos de mujeres. Revolución, Guerrilla y Reacción. Los procesos de Paz y democracia. - Economía y producción. Inserción laboral femenina. - Educación, cultura, pensamiento y creación. Entre 1808 y 1825 se producen los procesos de Independencia en América. Cae el Antiguo Régimen, se rompe el Pacto Colonial, se crean los Estados Nacionales. Especial relevancia tuvo la participación de las mujeres en los procesos políticos, en los movimientos sociales y culturales, en la construcción de la independencia primero y de la identidad nacional después, en cuya consolidación se involucraron las mujeres de toda la América hispana. Algunas, protagonistas destacadas de la independencia -la Infanta Carlota Joaquina de Borbón, Manuela Sáez, Mercedes Tapia o Policarpa Salavarrieta- y de la post-independencia en el Estado Liberal -Flora Tristán o Juana Manuela Gorriti- son bien conocidas, pero es importante realizar un trabajo más amplio para poder integrar otras visiones en el tiempo, el espacio, las ideas o las sociedades en un esquema más completo de un tiempo histórico complejo. Durante la emancipación hubo mujeres soldado, espías, impresoras, propagandistas, resistentes, etc. Luego, los siglos XIX y XX se han caracterizado por el surgimiento de las clases medias, el desplazamiento de las oligarquías, del movimiento obrero, el sufragismo, la Revolución y la democracia, los movimientos migratorios, la inserción económica de América Latina en los circuitos globalizados o sus aportaciones culturales. Estos aspectos se pueden estudiar en sí mismos o a través de nombres propios: desde Eva Perón a Ingrid Bethancourt, de Isabel Allende a Violeta Chamorro, de Rigoberta Menchú a Michelle Bachelet-Mujeres de letras, poetas, pintoras, artistas, actrices, activistas y pensadoras como Gertrudis Gómez de Avellaneda, Frida Kahlo, María Félix, Gabriela Mistral o las Madres de Plaza de Mayo. Domitila Chúngara, Conchita Cintrón, Luisa Capetillo, Gabriela Sabatini, Adela Zamudio, Carmen Naranjo o Libertad Lamarque -por citar algunos ejemplos- son imágenes femeninas de América Latina, un mundo cultural vital que se expresa en castellano. 2.5. Hispanas en el mundo anglo. Contexto histórico de un mundo bicultural. - ¿Melting Pot? Una minoría pujante. El espacio hispano entre los WASP. Puerto Rico, un caso diferente. - Movimientos migratorios, inserción e identidad. - Familia, tradiciones, religiosidad y sentido de la fiesta. - Educación, lengua y cultura. - Inserción laboral, economía y política. Para el año 2000 la minoría hispana en el mundo anglo estadounidense había alcanzado los 35, 2 millones de personas. Es una comunidad cultural pujante y vital, cuyo origen histórico se remonta en el tiempo, y se explica por la increíble permeabilidad de la frontera entre México y los Estados Unidos. Mujeres hispanas prepararon a comienzos del XX la Revolución Mexicana desde el sur de USA: el Club Liberal Femenino de Leona Vicario, La Unión Liberal de Mujeres Mexicanas, y La Mujer Moderna, dirigida por las hermanas Villarreal, y también María Talavera, Francisca Mendoza y Concha Rivera. Los hispanos fueron distribuyéndose por todo el inmenso país como trabajadores del Ferrocarril, jornaleros a destajo y obreros en los suburbios industriales. En muchos casos nunca regresaron. Si comenzaron por ocupar los puestos de trabajo que los anglos no querían y se situaron en los niveles más bajos de la sociedad, casi un siglo después está claro que la situación ha cambiado mucho. Orgullosos de pertenecer a mundo bilingüe y bicultural se mueven a todos los niveles y sus aportaciones permean todos los campos. Las mujeres no son una excepción: desde Cristina Aguilera o Jennifer López, Cameron Díaz, Carolina Herrera a Priscila López -Presidenta de la Cámara de Comercio de Orange, en California- María Elena Salinas, presentadora del Noticiero Nacional de la Cadena Univisión y periodista muy premiada; Teresa Ruiz es la primera mujer hispana en el Senado Estatal de New Jersey y Rita Moreno, primera mujer hispana que recibió un Oscar en 1961 por su trabajo en West Side Story. 2.6. Las mujeres en Filipinas Este mundo, menos conocido por el público y los especialistas españoles, ofrece unas posibilidades similares a las mencionadas para el americano, con una escala más reducida. En esquema cabe mencionar los siguientes elementos: Mujeres indígenas. Las españolas en Filipinas Religiosas españolas en Filipinas Mujeres en la Filipinas contemporánea: del mundo hispánico al dominio anglsajón y la independencia. Mujeres en la Filipinas Democrática: emigrantes, ciudadanas y presidentas. ÍNDICE <DIV> <ul> <li>Las culturas indígenas de América. Mujeres en la América prehispánica.</li> <ul> <li>Del poblamiento de América a la formación de sociedades complejas.</li> <li>La mujer mesoamericana.</li> <li>La mujer andina.</li> </ul> <li>Indias y Españolas en la frontera.</li> <ul> <li>La frontera y el orden legal.</li> <li>El mestizaje.</li> <li>La catástrofe demográfica indígena.</li> <li>Mujeres e Indigenismo.</li> </ul> <li>Las mujeres en los reinos indianos.</li> <ul> <li>Demografía, etnia y condición social.</li> <li>Matrimonio y familia.</li> <li>Religiosas.</li> </ul> <li>Mujeres en los Estados nacionales. 1825-2011.</li> <ul> <li>El espacio público femenino: la Política en el siglo XIX.</li> <li>Mujer y Educación.</li> <li>El mercado laboral femenino y su evolución.</li> <li>Las Mujeres y las Artes.</li> </ul> <li>Hispanas en el Mundo Anglo.</li> <ul> <li>Origen de la población hispana en el mundo anglo.</li> <li>El Melting Pot cuestionado.</li> <li>Medios de Comunicación en Español.</li> <li>Perfil laboral de las Mujeres Hispanas.</li> <li>Puerto Rico, un caso diferente.</li> <li>Rasgos y tendencias poblacionales de los hispanos en Estados Unidos.</li> <li>El peso de los hispanos en la economía estadounidense.</li> <li>El voto hispano en Estados Unidos ¿Qué hay de la Política?.</li> <li>Lengua y cultura en español.</li> </ul> <li>Mujeres en Filipinas.</li> <ul> <li>La mujer indígena en las Filipinas prehispánica.</li> <li>La mujer en Filipinas durante el período colonial.</li> <li>El papel de las mujeres en la independencia filipina.</li> <li>Mujeres en la Filipinas Democrática: ciudadanas y presidentas.</li> <li>Notas sobre la mujer en Filipinas.</li> </ul> </ul> </DIV>
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2.1. Las Culturas Americanas. Sociedades simples y complejas. Las Culturas femeninas. El espacio público y el espacio privado. Creencias, mitos, religiosidad y tradiciones. Los Ritos de paso. Organización social, matrimonio y familia. Aprendizaje, cultura, trabajos y política. El Área Andina y el Área Mesoamericana fueron los dos ámbitos de desarrollo cultural más avanzado del continente americano. En ellos se fueron sucediendo culturas como Chavín de Huántar, Nazca, Mochica, Chimú, Tiahuanaco, Huari, Inca, u Olmeca, Tlatilco, Teotihuacán, Tolteca, Totonaca, Maya y Azteca respectivamente. Hubo otras áreas donde se alcanzaron estadios de menor desarrollo -culturas colombianas, antillanas- o donde el nivel alcanzado fue de bandas nómadas de cazadores o tribus sedentarias. En todos los casos, las mujeres contribuyeron a la consolidación de los valores culturales y su transmisión desde el ámbito familiar hasta sus actuaciones publicas como bailarinas, sacerdotisas, cacicas, damas nobles, etc. Los españoles encontraron y conocieron vivas algunas de estas culturas cuyo imaginario se fundió, se desvirtuó con la adaptación a una nueva cultura dominante que se expresaba -y no sólo eso, se instalaba vitalmente- en una lengua, el castellano. Muchas de aquellas mujeres se aculturaron y contribuyeron al mestizaje. Por eso, su estudio es imprescindible para comprender la América Hispana y el presente latinoamericano. 2.2. Indias y españolas en la frontera. El mestizaje. Mujeres e Indigenismo. Las mujeres en la conquista: Indias españolizadas y españolas indianizadas. Encomenderas, mujeres de armas tomar, Adelantadas, gobernadoras, empresarias y matriarcas. La frontera, el territorio recién conquistado, el ámbito de choque y encuentro de dos mundos tremendamente diferentes, era un espacio inter-étnico, donde la escasa comunicación comenzaba a través de gestos imprecisos para luego sucumbir a la ferocidad de las armas. Era un estadio donde las estructuras eran provisionales, y donde imperaba la ley del más fuerte. Sin embargo hubo presencia de mujeres indígenas y españolas, y por eso, en ese ámbito surgió el mestizaje humano y cultural. Estas mujeres nacieron en el trópico, en la selva, en el altiplano o al pie de las grandes cordilleras, o surcaron el Atlántico cambiando todas sus referencias por un mundo diferente, mezcla de aventura y oportunidad. Fueron mujeres y madres, participaron como intérpretes, navegantes, exploradoras, mujeres de armas en las empresas de conquista; gobernadoras, adelantadas y cacicas; fueron encomenderas y fundadoras de ciudades o protagonizaron la resistencia indígena frente a los invasores. Se llamaron Anacaona, Anayansi, Techuipo, Malinalli, Chimpu Ocllo, Isabel Barreto, Beatriz de la Cueva, Catalina Suárez o Inés Muñoz. Indias y españolas vivieron en un mismo espacio, si bien no en igualdad de condiciones, pero han pervivido por encima de sus propias historias y tienen algo que decirnos hoy. 2.3 Las mujeres en los Reinos Indianos. Demografía, etnia y condición social. Españolas y Criollas Indias Esclavas y libertas. Mestizas y Mulatas. Las castas. Matrimonio y familia. Nacimiento, infancia, Bautismo y compadrazgo. Noviazgo, dote, matrimonio. Usos sociales y ordenamiento jurídico. Parentesco, redes familiares y poder. Educada y educadora: la instrucción familiar. El mundo doméstico. Enfermedad y muerte. Vida cotidiana en sociedad. Vida urbana y espacio público. Fiestas, ceremonias, juegos y bailes. Religiosidad, cultura y educación institucional. Conventos, Beaterios y Recogimientos. La Beneficencia. Oficios de mujeres: sanadoras, parteras, artesanas, vendedoras, criadas y señoras. Vida rural: la plantación, la hacienda y el obraje. Mujeres Ilustradas Las nuevas formas y espacios de sociabilidad. La identidad criolla. Las independentistas Tras la frontera surge el orden legal con la consolidación de las instituciones castellanas, la vida urbana, la finalización de la conquista. El conquistador se asienta como poblador y diversifica sus actividades. Aumenta considerablemente la llegada a América de mujeres españolas y se va perfilando la familia criolla, ámbito propio de la mujer en la sociedad indiana. Españolas, criollas, indias, mestizas, mulatas, libertas y esclavas son por regla general protagonistas de la vida doméstica en el espacio privado, pero a la vez participan en la vida social y cultural -fiestas, ceremonias, procesiones, bailes- en el espacio público; incluso tomaron parte en las revueltas y movimientos de protesta, especialmente en el siglo XVIII; se ocuparon de la educación, y algunos oficios femeninos sanadoras, parteras, artesanas, vendedoras, criadas y señoras. Dentro del mundo religioso tuvieron especial importancia como fundadoras de conventos y órdenes religiosas en América y Filipinas para la instrucción, la devoción, la beneficencia o incluso labores sociales como las casas de recogidas. Las encontramos también en el mundo rural, vinculadas a su familia y en el ámbito de la plantación, el obraje y la hacienda. Juana Ramírez de Asbaje (sor Juana Inés de la Cruz), la virreina María de Toledo, doña Catalina de Erauso -la pintoresca monja alférez-, Santa Rosa de Lima son ejemplos de la variedad de situaciones femeninas que se pueden encontrar en la América Virreinal. El siglo XVIII contempla la actuación de mujeres ilustradas en los nuevos espacios de sociabilidad, cultura y transmisión de ideas, muy especialmente las tertulias. En ese ámbito, y ante las reformas borbónicas se va forjando la identidad criolla. Son las mujeres quienes van transmitiendo este perfil en el ámbito familiar y educativo, pero no sólo eso: algunas protagonizaron los levantamientos violentos de protesta; así, la cigarrera Manuela Beltrán dirige a los Comuneros del Socorro (1781), Micaela Bastidas lidera junto a su marido, Túpac Amaru, la gran rebelión peruana (1780-81); y la hija de Juan de Mena, cuyo nombre se desconoce, participó en la de los Comuneros del Paraguay (1730-35). Hubo también mujeres ilustradas artistas, como sor María de San José y sor Magdalena, dos hermanas quiteñas, ambas escultoras. 2.4. Mujeres en los Estados Nacionales. La emigración femenina: españolas en América y americanas en España. Mujer, familia y derecho. Nuevos espacios femeninos. La ciudad y el campo. Mujer y pluralidad social: oligarquías, clase media y sectores desfavorecidos. Ciudadanía, sufragio y representatividad. El mundo asociativo: sindicalismo, activismo político y movimientos de mujeres. Revolución, Guerrilla y Reacción. Los procesos de Paz y democracia. Economía y producción. Inserción laboral femenina. Educación, cultura, pensamiento y creación. Entre 1808 y 1825 se producen los procesos de Independencia en América. Cae el Antiguo Régimen, se rompe el Pacto Colonial, se crean los Estados Nacionales. Especial relevancia tuvo la participación de las mujeres en los procesos políticos, en los movimientos sociales y culturales, en la construcción de la independencia primero y de la identidad nacional después, en cuya consolidación se involucraron las mujeres de toda la América hispana. Algunas, protagonistas destacadas de la independencia -la Infanta Carlota Joaquina de Borbón, Manuela Sáez, Mercedes Tapia o Policarpa Salavarrieta- y de la post-independencia en el Estado Liberal -Flora Tristán o Juana Manuela Gorriti- son bien conocidas, pero es importante realizar un trabajo más amplio para poder integrar otras visiones en el tiempo, el espacio, las ideas o las sociedades en un esquema más completo de un tiempo histórico complejo. Durante la emancipación hubo mujeres soldado, espías, impresoras, propagandistas, resistentes, etc. Luego, los siglos XIX y XX se han caracterizado por el surgimiento de las clases medias, el desplazamiento de las oligarquías, del movimiento obrero, el sufragismo, la Revolución y la democracia, los movimientos migratorios, la inserción económica de América Latina en los circuitos globalizados o sus aportaciones culturales. Estos aspectos se pueden estudiar en sí mismos o a través de nombres propios: desde Eva Perón a Ingrid Bethancourt, de Isabel Allende a Violeta Chamorro, de Rigoberta Menchú a Michelle Bachelet-Mujeres de letras, poetas, pintoras, artistas, actrices, activistas y pensadoras como Gertrudis Gómez de Avellaneda, Frida Kahlo, María Félix, Gabriela Mistral o las Madres de Plaza de Mayo. Domitila Chúngara, Conchita Cintrón, Luisa Capetillo, Gabriela Sabatini, Adela Zamudio, Carmen Naranjo o Libertad Lamarque -por citar algunos ejemplos- son imágenes femeninas de América Latina, un mundo cultural vital que se expresa en castellano. 2.5. Hispanas en el mundo anglo. Contexto histórico de un mundo bicultural. ¿Melting Pot? Una minoría pujante. El espacio hispano entre los WASP. Puerto Rico, un caso diferente. Movimientos migratorios, inserción e identidad. Familia, tradiciones, religiosidad y sentido de la fiesta. Educación, lengua y cultura. Inserción laboral, economía y política. Para el año 2000 la minoría hispana en el mundo anglo estadounidense había alcanzado los 35, 2 millones de personas. Es una comunidad cultural pujante y vital, cuyo origen histórico se remonta en el tiempo, y se explica por la increíble permeabilidad de la frontera entre México y los Estados Unidos. Mujeres hispanas prepararon a comienzos del XX la Revolución Mexicana desde el sur de USA: el Club Liberal Femenino de Leona Vicario, La Unión Liberal de Mujeres Mexicanas, y La Mujer Moderna, dirigida por las hermanas Villarreal, y también María Talavera, Francisca Mendoza y Concha Rivera. Los hispanos fueron distribuyéndose por todo el inmenso país como trabajadores del Ferrocarril, jornaleros a destajo y obreros en los suburbios industriales. En muchos casos nunca regresaron. Si comenzaron por ocupar los puestos de trabajo que los anglos no querían y se situaron en los niveles más bajos de la sociedad, casi un siglo después está claro que la situación ha cambiado mucho. Orgullosos de pertenecer a mundo bilingüe y bicultural se mueven a todos los niveles y sus aportaciones permean todos los campos. Las mujeres no son una excepción: desde Cristina Aguilera o Jennifer López, Cameron Díaz, Carolina Herrera a Priscila López -Presidenta de la Cámara de Comercio de Orange, en California- María Elena Salinas, presentadora del Noticiero Nacional de la Cadena Univisión y periodista muy premiada; Teresa Ruiz es la primera mujer hispana en el Senado Estatal de New Jersey y Rita Moreno, primera mujer hispana que recibió un Oscar en 1961 por su trabajo en West Side Story. 2.6. Las mujeres en Filipinas Este mundo, menos conocido por el público y los especialistas españoles, ofrece unas posibilidades similares a las mencionadas para el americano, con una escala más reducida. En esquema cabe mencionar los siguientes elementos: Mujeres indígenas. Las españolas en Filipinas Religiosas españolas en Filipinas Mujeres en la Filipinas contemporánea: del mundo hispánico al dominio anglsajón y la independencia. Mujeres en la Filipinas Democrática: emigrantes, ciudadanas y presidentas.
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Portada del libro: "Mujeres en el mundo hispánico y ultramarino: América y Filipinas"