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monumento
La iglesia del monasterio de Sandoval (León) presenta una planta de cruz latina, con tres cortas naves -sólo tres tramos-, crucero saliente, con dos tramos desiguales por brazo, y cabecera compuesta por tres capillas semicirculares, la central destacada, todas precedidas de tramo recto presbiterial. La construcción de este templo se llevó a cabo en dos etapas muy diversas estilística y cronológicamente. Solamente nos afecta aquí la primera, ya que la segunda -a la que pertenece, a partir del segundo tramo, el cuerpo longitudinal de la iglesia- se inició, según atestigua una inscripción, en el año 1462. Lo realizado durante la primera campaña (cabecera, crucero y primer tramo de las naves) es tan similar a lo que ofrece la fábrica de Moreruela (véase, entre otros, rasgos como el tipo de cubiertas utilizadas en los ábsides, perfiles de nervios, sistemas de apeo, modelos de capiteles y otros), que hay que pensar que su ejecución es producto de la actividad de un taller de formación y extracción morerolense. Este parentesco, valioso por lo que de prestigioso tiene para la abacial de Sandoval, posee también un interés suplementario innegable para la iglesia de Moreruela, ya que, debiendo ser datado el inicio de Sandoval, vista la evolución de su dominio, alrededor de 1180, viene a confirmar con rotundidad impresiones derivadas del análisis minucioso de la empresa que la inspira: que sus trabajos, superados los problemas del arranque, se desarrollaron con gran rapidez.
monumento
La abadía de Santa María de Sobrado (La Coruña) fue repoblada en febrero de 1142, tras su abandono en la segunda mitad del siglo XI, por un grupo de religiosos procedentes del cenobio de Clairvaux, en Borgoña (Francia). Comenzado, a juzgar por lo que cabe deducir de la documentación conocida, alrededor de 1150, fue la primera empresa levantada por la Orden con carácter definitivo, no provisional, en el conjunto peninsular. Prioridad que en modo alguno puede desligarse -es su lógico resultado- de la que también le corresponde a la abadía en el contexto fundacional del mismo territorio. Del trazado de los planos y de la dirección de los trabajos de este templo -también, obviamente, del bloque monástico- se encargó un religioso, no sabemos si monje o converso, de nombre Alberto, llegado a Sobrado desde Borgoña con la comunidad pionera. Su origen, lo que sabemos hoy de los hábitos constructivos de la Orden y las pistas que proporciona el edificio actual, sugieren que el anterior debió supeditarse escrupulosamente al esquema aplicado a partir de 1135 en Clairvaux, es decir, una iglesia con planta de cruz latina de tres naves, crucero marcado y cabecera con cinco capillas rectangulares, la central saliente, las laterales cerradas a oriente por un muro común plano. Aunque con menos seguridad, también cabe suponer para su alzado una ordenación análoga a la que, según todos los indicios, poseyó ese mismo templo claravalense, similar a la abacial de Santa María de Oia, Pontevedra. El templo cisterciense de Sobrado fue modificado en época barroca por el edificio que actualmente podemos contemplar.
monumento
La fundación de Monasterio de Santa María de Valbuena de Duero se produce el 15 de febrero de 1143. Estefanía de Armengol, nieta del conde Ansurez e hija de Armengol V de Urgel será la encargada de fundar este cenobio siguiendo la regla de San Benito pero pronto se adaptó a la regla cisterciense al ser repoblado por monjes procedentes de Francia. La iglesia del cenobio presenta tres naves que se separan con arquerías apuntadas apoyadas sobre columnas dobles, siguiendo el estilo del Languedoc. Las zonas iniciales de la construcción serían la cabecera con tres ábsides y el crucero, fechadas en el siglo XIII. Otro elemento de importancia lo encontramos en la fachada occidental con una portada de arquivoltas y rosetón. De época románica de transición es el claustro que presenta arquerías de medio punto sobre columnas rematadas con capiteles vegetales.
obra
Edificado a instancias del monarca Alfonso IX, pertenece a la orden cisterciense. El edificio fue construido en el año 1218, estando a cargo del maestro Gualterio. Su estructura original ha sido muy modificada, adaptándose a las diferentes funciones y gustos que se han ido sucediendo.
obra
La portada de la iglesia del monasterio de Santa María de Valdedios presenta determinados arcaísmos para una obra de marcada acento cisterciense como la arquería de medio punto con las arquivoltas decoradas siguiendo la tónica popular del momento. Se trata de una decoración geométrica a base de triángulos enlazados que se mezcla en una de las arquivoltas con elementos vegetales.
monumento
Junto al famosa Conventín, el antiguo convento de San Salvador de Valdediós, se levantó el monasterio de Santa María, una fundación de Alfonso IX de León y doña Berenguela, tomando las normas del Cister como modelo. El nuevo monasterio fue edificado por un tal maestro Galterius, venido más allá de los Pirineos y relacionado con Borgoña. La fundación fue confiada a los monjes de Santa María de Sobrado de los Monjes, estableciéndose en 1198. Las constantes donaciones reales llevaron al monasterio a ser uno de los más importantes de Asturias. La obra se inició en 1218, suponiendo la introducción de la arquitectura cisterciense en la región. Se trata de una iglesia de tres naves rematadas por tres ábsides semicirculares con presencia de un crucero. Pilares cruciformes con medias columnas adosadas y bóvedas de crucería coexisten con arcos de medio punto y apuntados. Los vanos se mantienen en la tradición románica. El tramo recto de los ábsides se cubre con bóveda de crucería y el cascarón con horno.
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En el año 1145 el rey navarro García Ramírez dona los lugares de La Oliva y Veruela a monasterio de Fitero para erigir sendos cenobios cistercienses. El cenobio de Veruela se convertirá en uno de los más importantes de Aragón, recibiendo importantes donaciones, tanto de particulares como de la casa real. Las obras de la iglesia se prolongaron más de 250 años. A pesar de la dilatación en el tiempo, se trata de una construcción sobria, sin elementos escultóricos, tal y como marcan los cánones cistercienses. Con proporciones catedralicias, presenta tres altas naves separadas por pilares cruciformes que sostienen arquerías de medio punto. Armónicas y monumentales bóvedas cubren las naves, que finalizan en una cabecera con girola. La puerta occidental por la que se accede al templo tiene seis arquivoltas que descansan sobre diez columnas, apreciándose en el tímpano un crismón de bella factura. Mientras que el claustro es gótico, su comunicación con la sala capitular se realiza a través de unas elegantes arquerías románicas, el mismo estilo de la mencionada sala, cubierta con bóvedas de crucería sostenidas en cuatro columnas centrales y columnas adosadas a los muros. En el siglo XVII se construyó una edificio monástico nuevo, con 65 celdas individuales para los monjes. Durante las obras, el monasterio fue visitado por el propio rey Felipe IV. Como la mayoría de los monasterios, Veruela sufrió las consecuencias de la Desamortización y fue abandonado. La Comisión Central de Monumentos salvó el cenobio de su total destrucción y Veruela se convirtió en meta para numerosos viajeros románticos, los hermanos Bécquer entre otros. En 1877 en el monasterio se instaló una comunidad de jesuitas que se mantuvieron en el edificio hasta 1973. Declarado Monumento Nacional en 1929, desde 1998 es propiedad de la Diputación de Zaragoza, institución responsable de las obras de restauración y del amplio programa cultural que aquí se desarrolla.