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monumento
El monasterio de Santa María de Huerta está vinculado a san Martín de Finojosa, monje cisterciense que se trasladó desde el monasterio de Cantabos a Huerta para convertirse en su primer abad entre 1166 y 1186. La primera piedra del edificio se colocó en 1179. Este mismo san Martín fue posteriormente obispo de Sigüenza y promotor de la creación de Las Huelgas. El sobrino de san Martín sería el obispo Jiménez de Rada, promotor de la catedral de Toledo, participando también en las obras de Huerta. La parte más antigua de la edificación es el refectorio de legos, realizado en el siglo XIII con dos naves abovedadas con crucería sobre una fila de grandes columnas exentas con capiteles de piñas; en la centuria siguiente se levantan la iglesia, el claustro, la cocina, la cilla, el dormitorio y el refectorio, una de las obras más importantes del gótico francés fuera de España. Es un edificio de una sola nave que se cubre con bóvedas de crucería, presentando el púlpito en el centro de la pared, al que se accede por una escalera horadada en el espesor del muro. En el siglo XVI se construye el piso superior del claustro de los Caballeros, el claustro de la hospedería y el coro de la iglesia. La iglesia presenta planta de cruz latina con tres naves rematadas en un ábside poligonal principal al que se añaden cuatro pequeños absidiolos rectangulares. La fachada también es de gran belleza con una portada decorada con seis arquivoltas y un amplio rosetón.
obra
Fundación cisterciense cuya iglesia es del siglo XII pero presenta añadidos posteriores como la torre de estilo herreriano o el claustro plateresco.
obra
Primera fundación cisterciense femenina en España (1157), la iglesia es un pequeño edificio de una sola nave rematada por un ábside semicircular.
monumento
Del monasterio francés de Fabas -conocida también como Lume-Dieu- salió un grupo de religiosas que, en 1157, se establecen en Tulebras (Navarra), fundando el primer monasterio de monjas españolas. A partir de Tulebras se extenderá la rama cisterciense femenina por la Península Ibérica. La planta de su iglesia define la tipología de los templos femeninos de los primeros momentos de creación y expansión de la Orden: un pequeño edificio de una sola nave rematada por un ábside semicircular. El hecho de ser templos de menor tamaño responde a tratarse, salvo excepciones, de comunidades más reducidas que las de monjes. Por otro lado, no necesitaban cabeceras desarrolladas, pues, debido a sus pobres economías, el número de capellanes es escaso.
monumento
Este monasterio dedicado a Santa María de las Cuevas fue fundado en 1400 por don Gonzalo de Mena, arzobispo de Sevilla, con la colaboración del noble Ruy González de Medina. La orden de San Bruno se estableció en este monasterio a finales del siglo XV, permaneciendo en él hasta su exclaustración en 1835. El conjunto monástico sufrió un intenso saqueo durante la invasión francesa, quedando en una situación bastante desastrosa. Las instalaciones fueron adquiridas poco tiempo después por Charles Pickman con el fin de instalar una fábrica de loza gracias a la naturaleza arcillosa de la zona, destrozando buena parte del recinto. La Exposición Universal de 1992 ha permitido recuperar este magnífico edificio. La iglesia fue construida hacia el siglo XV, pareja a la Catedral, y presenta una sola nave cubierta con bóveda de crucería. La nave se remata con una cabecera revestida con bóveda de abanico. El acceso al templo se realiza por una fachada con el característico esquema abocinado del gótico, aunque en la decoración apreciamos ecos del mudéjar y del plateresco. Del importante patrimonio cultural que atesoraba la Cartuja, con obras de Martínez Montañés, Zurbarán, Durero, Alonso Cano, Alejo Fernández y otros muchos maestros, apenas quedan muestras en el templo, repartidas entre diferentes museos nacionales y extranjeros. Será a mediados del siglo XVIII cuando Ambrosio de Figueroa, maestro mayor de la Cartuja, ponga en marcha un intenso programa de reformas, en las que sobresale el muro defensivo que circunda el recinto, la monumental portada de ingreso, la portada de la iglesia abierta al este y la capilla pública. En este convento vivió Cristóbal Colón, estancia que fue homenajeada con un monumento en el siglo XIX por la viuda de Pickman. En la actualidad en la Cartuja tiene la sede el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.