Con los denominados "six-footers" -obras de seis pies de tamaño, casi dos metros- Constable deseaba llamar la atención del público hacia su trabajo. Con estos lienzos consiguió fama y dinero. Son siete grandes telas que muestran escenas del trabajo agrícola y que se desarrollan entre los molinos de Flatford y de Stratford, cuatro millas en las que el río Stour corría canalizado por lo que también se denominan "escenas del canal". Fueron realizados en Londres y Hampstead y esta tela que contemplamos es la primera de la serie. El molino era propiedad del padre de Constable y uno de los lugares más habituales en la pintura del maestro. Casi en la zona central de la composición contemplamos un caballo montado por un niño, en el momento en que es desenganchado tras arrastrar la barcaza hasta la orilla donde se produce la acción. En el fondo podemos contemplar el río dividido en dos ramales, en uno de ellos la esclusa y en otro una casa. Paralelo al río observamos un sendero en el que aparecen unos niños preparando una cañas para pescar. En la zona derecha de la composición nos encontramos con un gran árbol y una amplia pradera soleada donde podemos apreciar la pequeña figura de un niño. Un riachuelo serpentea también en esta zona para equilibrar así el conjunto. En primer plano contemplamos las maderas del puente de Flatford desde el que se presenta la soleada escena. Constable nos muestra la luz de una mañana estival aunque en el cielo observemos nubes, creando un acertado contraste de luces y sombras que se reparten por todo el lienzo y establecen al mismo tiempo el juego de la perspectiva. Y en relación con la perspectiva hay que añadir que la vista está tomada desde un punto más elevado, lo que será muy habitual en la obra del maestro británico. El naturalismo que caracteriza los trabajos de Constable en estos años se encuentra presente en todos y cada uno de los detalles que encierra la espectacular escena, recogiendo a la perfección la belleza de la naturaleza en cada uno de sus elementos. Los estudios de luz y de atmósfera también serán una de las obsesiones del maestro, tomando como maestros a Claudio de Lorena, Ruysdael, Rembrandt, Rubens o Gainsborough. Otra de las características de la tela sería la referencia al pintoresquismo, como observamos en el caballo, la barca o los niños, que posiblemente sea un guiño al público de la época ya que este trabajo fue expuesto en la muestra de la Royal Academy de 1817, pasando desapercibido. Alrededor de este cuadro encontramos una curiosa anécdota. Tras casi diez años de relación con María Bicknell, en 1816 -tras la muerte del padre del pintor y recibir una cuantiosa herencia- la familia de María permite el enlace, pero cuando ya estaba todo preparado, Constable solicitó a su novia un pequeño retraso para poder acabar esta tela, que en esos momentos se convertía en su obsesión. Una pequeña muestra de las prioridades del artista.
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obra
La dura represión que sufrió la Comuna en mayo de 1871 supuso una nueva oleada de emigrantes franceses desde Londres a otros lugares. Monet eligió Holanda como refugio y se trasladó a Zaandam -pueblecito entre Amsterdam y Haarlem- junto a su mujer Camille y su hijo Jean. Las necesidades económicas de la familia se solventaron temporalmente al recibir Claude una pequeña herencia de su padre -había muerto en enero de 1871- mientras que Camille impartía clases de francés a los miembros de la pujante burguesía de esta ciudad. Entusiasmado con Zaandam, Monet recuperó sus ansias de pintar que en Londres parecían estar dormidas y empezó a trabajar intensamente en un buen número de obras en las que se presentan diversos momentos de luz como observamos en esta imagen. Monet había tomado su afición a los botes de Daubigny, quien a su vez se había inspirado en la escuela paisajista holandesa del Barroco encabezada por Van Ruysdael y Hobbema. Esta admiración por las marinas se aprecia en esta obra donde el molino característico de los Países Bajos se alza majestuoso en la izquierda de la escena mientras que el río con las embarcaciones ocupa la zona derecha de la composición. El interés del artista se centra en reflejar un momento determinado de luz, eligiendo el atardecer, cuando las nubes plateadas ciegan el cielo y producen reflejos de ese tono en el agua, permitiendo así destacar las tonalidades verdes de la hierba y rojizas de los tejados. Estos colores son complementarios, siguiendo la teoría cromática de Delacroix en la que Monet se basa para desarrollar las características del Impresionismo. La sensación atmosférica creada es heredera de los cuadros de Londres donde Monet se inspiró en Turner y Constable. En otras vistas de los molinos se emplean diferentes iluminaciones que nos permiten contemplar el abanico lumínico del lugar.
obra
En los numerosos paseos y excursiones que realiza Van Gogh durante el verano de 1888 le llamó profundamente la atención este molino viejo de los alrededores de Arles, escena en la que encontramos el color amarillo que tanto atrae al artista. Largas y empastadas pinceladas organizan la composición, aplicando la pintura en el lienzo de manera violenta, especialmente en el cielo y en primer plano. Los azules y malvas se dispersan por todo el espacio para crear contrastes con el amarillo - recordando a los contrastes complementarios de Delacroix - siendo el color el gran protagonista de este trabajo. Vincent está en el camino más popular, plagando sus obras de vivas tonalidades que muestran su estado interior, enlazando quizá con el simbolismo.
obra
Durante el verano de 1817 Constable pasó diez semanas en East Bergholt, su localidad natal, tomando contacto con el paisaje que protagonizará buena parte de su producción. Tomará directamente del natural numerosos bocetos y dibujos que servirán como modelos para posteriores cuadros, entre ellos los famosos "six-footers" o esta sensacional escena rural que nos presenta aquí. Dedham es una de las poblaciones más importantes del llamado "país de Constable" y la torre de su catedral presidirá algunas de sus composiciones. En esta ocasión, en la orilla del río observamos el molino -parte del cual era propiedad del padre del pintor, Golding Constable- y junto a él la esclusa del Stour, el río navegable que era el eje económico de la región. Sobre el agua se reflejan los edificios y los árboles, consiguiendo con estos elementos equilibrar la escena de manera acertada. Los efectos lumínicos interesarán especialmente a Constable, por lo que se le considera uno de los más directos precedentes del impresionismo, mostrándonos un cielo tormentoso que crea efectos de claroscuro inspirados en Claudio de Lorena, su pintor favorito. Tampoco renuncia a efectos atmosféricos pero el verdadero protagonista es el naturalismo que envuelve todo el conjunto.
obra
La estancia de Monet en Holanda será muy interesante ya que recuperará las ganas de pintar que parecían abandonadas en Londres. "Zaandam es especialmente atractivo y hay aquí motivos suficientes para pintar una vida entera... Casas de todos los colores, montones de molinos y botes arrebatadores" nos dice el artista. Los molinos serán para el maestro un motivo pictórico especialmente interesante, tanto por su colorido como por su majestuosidad. Sin embargo, Monet no renuncia a su interés por las atmósferas y las sensaciones lumínicas, recogiendo en este momento una luz tormentosa que se refleja en el agua del canal que apreciamos en primer plano. La perspectiva está obtenida a base de disponer elementos en profundidad, especialmente los botes y el puente de madera. Rápidas y empastadas pinceladas organizan el conjunto, aplicando el color en toques cortos que otorgan al conjunto un aspecto esbozado e inacabado que será criticado por los especialistas de la época.
obra
Hacia 1653 Jacob van Ruisdael se interesó por los molinos de agua, realizando una amplia serie en la que se incluye la obra que aquí contemplamos. Entre un bosque se vislumbran las edificaciones correspondientes a los dos molinos con todo su entramado de esclusas, ruedas y receptáculos. Un pequeño muro que sirve para contener el agua cierra el curso del río por la izquierda, donde también apreciamos a un hombre con un perro. En primer plano observamos las plantas que crecen en las riberas fluviales, dotando de alegría al conjunto. Las amenazantes nubes cargadas de lluvia juegan un importante papel en la composición al distribuir las luces y las sombras por el paisaje. La naturaleza sirve como base a la pintura de Jacob pero él la idealiza y transforma a su gusto, empleando un lugar bajo de observación y dotando de monumentalidad a sus construcciones. Estos cambios han sugerido a algún especialista que estas imágenes tendrían un significado simbólico que hoy por hoy permanece oculto.
monumento
La importancia de la industria harinera y cereal en Alcalá de Guadaira llenó de molinos el río que atraviesa la localidad. La antigüedad de los molinos se remonta a época griega, aunque la mayoría de ellos son de etapa romana y árabe. Entre los más importantes están los tres del Gandul, los ocho de Marchenilla y los cuatro del Guadaira (Benalosa-Aceña, San Juan, Algarrobo, Pelay Correa). Con el paso del tiempo, desgraciadamente, fueron abandonados y destruidos. A pesar de ello, actualmente han sido restaurados, representando el trabajo y la iniciativa de la ciudad, que desde siglos destacó por su afán industrial; han sido declarados Monumento Histórico.
obra
Las acuarelas de los alrededores de Nüremberg que Durero realizó a su regreso de Venecia incluyen esta vista de unos molinos junto a la ribera del río. Era la segunda vez que Durero se fija en ellos, puesto que conservamos un dibujo anterior, de 1489, con el mismo paisaje visto desde una posición ideal elevada. Aquí, el artista se ha situado a pie de tierra, junto al río, con el enorme roble como protagonista del primer plano, tras el cual se aprecian los edificios de los molinos. La diferencia entre el primer dibujo y éste que contemplamos estriba fundamentalmente en el protagonismo del conjunto que se aprecia en este trabajo final, mucho más sugerente que la fidelidad esmerada del primero.
Personaje
Literato
Sus obras, de fondo espiritual, trasmitían una corriente de religiosa que se pasó a denominar Quietismo. No obstante, en su tiempo resultaron heterodoxas. Molinos apuntaba que sólo se podía alcanzar el estado de perfección a través de la abolición de la voluntad y que el alma debía estar en estado de quietud para amar a Dios. Bajo el nombre de Juan Bautista Catalá escribió "Ejercicio de consideración y meditación". Desde 1665 se traslada a Italia y publica varias obras como "Breve tratado de la comunión cotidiana", "Cartas a un caballero español desengañado para animarle a tener oración mental, dándole modo para ejercitarla" y "Guía espiritual que desembaraza al alma, y la conduce por el interior camino, para alcanzar la perfecta contemplación, y el rico tesoro de la interior paz". Esta última pasó rápidamente a engrosar la lista de los libros prohibidos. También se encargó de realizar algunos trabajos de traducción.