Una de las armas más usadas en la Edad Media, la maza era tan adecuada como la espada para derribar a un enemigo, aturdiéndolo o matándolo. Aparte de la eficacia de su impacto, contaba con la acción de sus aristas cortantes.
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Personaje
Religioso
Político
Nacido en Italia en 1602, fue diplomático de Roma en Avignon y nuncio en París entre 1635-36. Toma la nacionalidad francesa en 1639, desempeñando importantes servicios como primer ministro de Luis XIII, de la regente Ana de Austria y de Luis XIV. Uno de los personajes más poderosos de su época, continúa la labor de su predecesor y amigo Richelieu, en especial desarrollando por encima de cualquier consideración la expansión del Estado francés. Toma gracias a Richelieu el capelo cardenalicio en 1641 y un año más tarde le sucede como primer ministro de Luis XIII. A la muerte del rey en 1643, apoyado por la regente Ana de Austria, continúa con la política emprendida por Richelieu. Así, implanta la centralización administrativa del territorio francés, cercenando los poderes locales y estableciendo gobiernos territoriales encabezados por intendentes directamente designados desde el gobierno central. Uno de los más graves problemas a los que debe enfrentarse es la delicada situación financiera del Estado francés, prácticamente en quiebra tras largos años de lucha con España. Mazzarino establece medidas para paliar el déficit y fortificar la capital del Estado, París, que chocarán con la tradición administrativa francesa y provocarán la rebelión de La Fronda (1648-52) contra los altos impuestos. El gravísimo estallido revolucionario cerca estará de acabar con su obra, logrando finalmente ser aplacado con la colaboración de Turena, no sin haber sido antes obligado por los sublevados a huir de París en dos ocasiones. Su política económica ha sido juzgada de negativa, enriqueciéndose él mismo y permitiendo que otros, como Fonquet y Emery, también lo hicieran. En política exterior, su tarea se centra en evitar la asfixia de Francia a cargo de dos enemigos tradicionales, los Habsburgo españoles y alemanes. La intervención de Francia en la contienda alemana obliga al Imperio a firmar la paz de Westfalia, en 1648, lo que sitúa a Francia en una situación dominante en el área central europea. Con la paz consigue anexionar Alsacia y parte de Flandes, pertenecientes a los Austrias alemanes. La hábil diplomacia desempeñada le hace también beneficiarse de un delicado equilibrio del que Francia sale victoriosa, ganando en la Paz de los Pirineos (1659), firmada con España, la incorporación de del Rosellón, parte de la Cerdaña y Artois. A pesar de ser un cardenal católico, establece alianzas con Cromwell y la pujante Inglaterra para utilizar su flota y aislar a los Países Bajos. Además, la boda concertada de Luis XIII con Ana de Austria, hija del rey español Felipe III, liga los intereses franceses a los de los Habsburgo, previendo además un posible herencia posterior de la que Francia saldría beneficiada. A su muerte en 1661, deja un país engrandecido y un Estado fuerte y asentado, situación que será recogida por Luis XIV para hacer de Francia una potencia hegemónica en el conjunto europeo.
contexto
A pesar de que Luis XIII había dejado establecido antes de morir un Consejo de regencia, del que formaba parte el cardenal Giulio Mazarino, italiano afrancesado que tras el desarrollo de su carrera en la Corte papal pasó al servicio del rey de Francia escalando pronto posiciones destacadas en palacio, la reina Ana, al parecer muy unida personal y sentimentalmente al cardenal hasta el punto de que se hablaría de un matrimonio secreto entre ambos, obtuvo del Parlamento de París la revocación del testamento real, asumiendo a continuación únicamente ella la regencia. La designación de Mazarino como primer ministro no se hizo esperar, como tampoco tardó en manifestarse el malestar de la nobleza cortesana ante tal nombramiento. De este modo volvía a repetirse el ambiente de oposición hacia el hombre fuerte del momento, al igual que había ocurrido con su predecesor. Tampoco cambió el amplio y diversificado descontento contra la crítica situación política, social y económica que seguía dominando al país, azotado y roto por los efectos de las guerras exteriores y por los graves problemas financieros y de subsistencias que se padecían. La política de Richelieu fue continuada por Mazarino, generando del mismo modo fuertes oposiciones. Al poco tiempo de ocupar el poder, se produjo la primera de las muchas conspiraciones que se iban a suceder contra su persona, procedentes de los círculos nobiliarios que intentaban dirigir el Gobierno de la nación tutelando a la Corona y que querían obligar a la regente a desprenderse de su favorito. A ellos se unió, con resultados muy peligrosos para el absolutismo monárquico, la actitud de los miembros de los parlamentos, nobleza de toga que adoptó una postura mucho más crítica ante el influyente Mazarino y que empezó a deslizarse hacia posiciones enfrentadas con el poder central, reivindicando un mayor protagonismo político. Si a todas estas resistencias sumamos la inquietud de los grupos burgueses ante la disminución de sus beneficios económicos y la reducción de rentas que el régimen de guerra traía consigo, sin olvidar el permanente estado de crispación social de las masas populares por las agobiantes cargas impositivas que sufrían y por las tremendas consecuencias que sobre ellas tenían las repetidas crisis de subsistencias que se estaban produciendo, unidas por lo demás a la persistencia de los brotes epidémicos, no debe resultar extraño el estallido político y social que se produjo en los años centrales de la centuria, conocido como la Fronda (1648-1653). Amasijo de descontentos, en realidad la Fronda, o si se quiere mejor las Frondas, fueron la manifestación palpable de la descomposición del Estado y de la sociedad francesa en el seno de una coyuntura económica deprimida y con graves problemas de organización política y de cohesión social que resolver. Toda una serie de acontecimientos, a veces de gran violencia, se sucedieron de forma enmarañada y algo caótica durante un lustro aproximadamente; en ellos participaron activamente contra el poder central, representado por Mazarino, los parlamentarios, los príncipes de sangre, la nobleza, unas veces unidos y otras por separado, contando siempre con la movilización de los sectores humildes deseosos de que cambiasen las circunstancias de vida en que se movían. Aspiraciones políticas colectivas, ambiciones personales, afán de protagonismo de figuras públicas, insatisfacciones estamentales y deseos de dominar el Gobierno de la nación se mezclaron o añadieron para motivar las protestas, agitaciones, revueltas y golpes de Estado que se repitieron insistentemente durante estos conflictivos años, mientras que por la otra parte se producían las idas y venidas de Mazarino y de la familia real, unas veces huyendo de la verdadera amenaza que mostraban los conjurados y agitadores, otras simplemente utilizando sus movimientos como maniobra de disuasión o como táctica política para producir la desunión de los frondistas. Al final de todo ello muy pocas cosas cambiaron realmente. En un clima de cansancio generalizado, de agotamiento por las luchas internas, de frustraciones por los objetivos no conseguidos en la práctica, con mayor o menor entusiasmo los distintos grupos políticos y sectores sociales que habían manifestado su rechazo y protesta admitieron la vuelta al poder del Gobierno de Mazarino y el triunfo del absolutismo que ello suponía. En los últimos años de su mandato, el cardenal de origen italiano volvió a dominar la vida política francesa, sintiéndose más fuerte que nunca y con una capacidad de maniobra que antes no había tenido, lo que le permitió continuar con sus planteamientos centralizadores, seguir aplicando la dura política financiera e impositiva para la consecución de sus objetivos exteriores y preparar adecuadamente el futuro político de Francia en función de la educación que se le estaba dando al joven rey, ya próximo a ocupar el trono por decisión propia. El triunfo personal de Mazarino en la última etapa de su mandato, el encumbramiento social suyo y el de sus familiares, y el relativo orden alcanzado en el interior del país, se vieron complementados en el ámbito internacional con la exitosa Paz de los Pirineos (1659), que ponía fin a la contienda iniciada por Richelieu para oponerse al dominio de los Habsburgo, objetivo que se veía ahora plenamente cumplido. Mazarino moría, pues, en un ambiente pletórico de logros el 9 de marzo de 1661. Las expectativas políticas que se mostraban por entonces resultaban bastante positivas, teniendo en cuenta el estado del Reino y la figura del nuevo soberano, que confirmaría las esperanzas puestas en él nada más iniciar su mandato.
Personaje
Científico
Se trasladó en 1772 a Filipinas y empleó para conocer las longitudes en el mar empleó un método basado el las distancias lunares que había leído en una publicación inglesa. Dos años después se trasladó a Brasil con José Varela y Ulloa, con el objetivo de conocer la posición de Trinidad del Sur. En este periodo realizó otras expediciones por España y África para concretar datos relativos a la altitud y longitud de sus costas. Para la realización de esta labor empleó un cronómetro Arnold, que luego volvería a emplear Tofiño en su Atlas marítimo. Con el fin de publicar un Atlas marítimo de América del Norte, a finales de siglo gestiona la expedición de Cosme Churruca. Sin duda, fue uno de los más destacados geógrafos de su tiempo. Mostró un especial interés por mejorar los instrumentos utilizados por esta ciencia.
Personaje
Político
Periodista, intelectual y político polaco, nació el 18 de abril de 1927. De formación y creencias católicas, desde sus años juveniles estuvo vinculado a organizaciones confesionales como OASIS o los Clubs de Intelectuales Católicos (KIK). A partir de finales de la década de los años setenta colaboró con dirigentes obreros en la creación de comités sindicales. Participó activamente en las protestas del verano de 1980 y formó parte del grupo de asesores que colaboró con el Comité Interempresarial de Huelga de Gdansk. Estrechamente vinculado a Lech Walesa, fue uno de los fundadores y dirigentes del sindicato Solidaridad. Teniendo en cuenta sus conocimientos periodísticos (responsable de publicaciones, entre ellas, "Wiez"), fue el primer director de "Solidarnosc", órgano de expresión del sindicato. En el momento de la instauración de la ley marcial (13 de diciembre de 1981) fue detenido e internado al igual que la mayoría de los miembros de la Comisión Nacional de Solidaridad. Después del triunfo de la oposición en las elecciones semilibres de junio de 1989, el general Jaruzelski -reelegido presidente de la República- encargaba formar Gobierno a Mazowiecki. El 12 de septiembre de 1989 el nuevo primer ministro presentaba su Gabinete de mayoría no comunista. Al comienzo de la década de los noventa surgen discrepancias con Walesa y se presentó como candidato a las elecciones por el Partido de la Unión Democrática.
Personaje
Político
Cursa la carrera de Derecho en Génova. Su talante revolucionario rápidamente se manifiesta cuando en 1815 ve como su ciudad natal se incorpora a Piamonte-Cerdeña. Sus ansias por contribuir de forma activa le animan a unirse en 1827 a los carbonarios, pero abandona esta sociedad de carácter revolucionario al considerarla poco eficaz. Tras permanecer preso durante un año en Savonna se traslada a Marsella. Allí crea la agrupación Joven Italia, para luchar contra el dominio austriaco y promover la unificación italiana. Sin embargo, no disfrutó del éxito y tuvo que huir a Suiza. Sin desfallecer en su causa, Mazzini en 1834 vuelve a promover otra revuelta, pero de nuevo fracasa. Después de un breve retiro en Gran Bretaña, regresa a Italia en 1848, coincidiendo con el periodo de Revoluciones. Aunque fue escogido dirigente para liderar los movimientos nacionalistas con la República Romana, el fin de este sistema en 1849 supuso otra derrota más para Mazzini. Defensor de la república promovió en Mantua y Milán algunos actos que nunca llegaron a cuajar. Frente a la ideología que defendía este revolucionario, Cavour experimentó con éxito su proyecto de unificación bajo una monarquía liberal. Una vez conseguida la unificación de Italia, Mazzini es encerrado en Gaeta por promover levantamientos para ocupar Venecia y Roma. Retirado ya de la vida política marcha a la ciudad de Pisa, donde muere.
Personaje
Arquitecto
Escultor
Pintor
Trabajó como escenógrafo para la Corte de los Este. La experiencia que adquirió en este campo le convirtió en un experto en el modelado de grupos de terracota. Es autor de figuras como el Lamento por Cristo muerto, entre otras. De sus creaciones sobresale la expresividad de los rostros en combinación con el estilo popular. La mayor parte de sus obras se centran en asuntos sacramentales.