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contexto
Tras el Saco de Roma, el florentino Jacobo Sansovino, que ya había cosechado éxitos como escultor en Florencia y en Roma, pasó a establecerse en Venecia, a donde se le había llamado ya como asesor en 1523, y allí fue nombrado protoarquitecto para concluir las Procuradurías Viejas iniciadas por Coducci. Asentado definitivamente desde 1529 en la ciudad de los canales, hizo gran amistad con Tiziano y Aretino, convirtiéndose en el gran nexo entre la cultura artística de la Italia central y Venecia, hasta su muerte en 1570. Como arquitecto su huella sobre la ciudad es permanente y proporcionó en sus fábricas poderosa acogida a la ornamentación plástica con estatuas y relieves también ejecutados por él. Su dominio de las formas antiguas da a su estilo una cierta dosis de equilibrio y serenidad clásica, sin dejar de incorporar algunas fórmulas del protomanierismo, que acusan verticalidad en los soportes y ejes de fachada, prolongados sobre las comisas con cresterías y acróteras. También concibió ordenaciones urbanísticas de grandísima vistosidad como fue la conclusión de las Viejas Procuradurías, a las que enfrentó las Nuevas, en proyecto que sólo pudo realizar su discípulo Scamozzi; ambas encierran con la fachada de San Germiniano (sustituida en 1807 por el Ala Napoleónica) el gran trapecio de la Plaza de San Marcos. Además completó la Piazzeta, desde el muelle hasta el Campanile, con la hermosa Biblioteca Marciana o Librería de San Marcos, que en menor altura es digno oponente del grandioso Palacio del Dux. Destinada a albergar los libros del cardenal Bessarion, renuncia también al dispositivo de varias naves usado por Michelozzo, pero se plantea la planta rectangular de la Biblioteca Laurenciana solo que potenciando la importancia del exterior. La horizontalidad acusada se enriquece con el claroscuro reiterado de sus dos pisos de arcadas y soportes columnarios de mármol blanco, toscano abajo, jónico arriba, con arcos serlianos en la superior. En lo alto, como friso del entablamento jónico, dispone un ático rebajado con vanos elípticos de marcada libertad anticlásica, y sobre la balaustrada estatuas acróteras prolongan en altura los módulos de los pilares. Pobladas de relieves y estatuas, las dos fachadas a la Piazzeta y al Molo, constituyen una de las páginas más admirables del resucitar de las arquitecturas clásicas, enriquecidas por la abundante y simbólica profusión plástica. A fin del siglo la concluyó Scamozzi. Al pie del Campanile de San Marcos construyó también Sansovino la Loggeta, tribuna para las festividades que da frente a la Puerta de la Carta, principal entrada al Palacio Ducal, también adornada en ático y enjutas con altorrelieves marmóreos y en hornacinas estatuas de dioses clásicos y alegorías debidas al propio artista. El mismo año de 1536 en que empezó la Librería, levantó frente al Molo y en línea con el costado de aquélla, la Zecca o Casa de la Moneda. En principio la concibió en dos plantas, a las que finalmente se agregó una tercera. Aquí renunció a toda alusión figurativa, y sólo juega el claroscuro que proporciona el almohadillado y las columnas anilladas de orden toscano, jónico en el último plano. Como no hay acróteras sobre la cornisa, el conjunto respira una estética geométrica y abstracta, anticipadora del ropaje almohadillado con que más tarde Ammannati vistió la ampliación del patio florentino del Palacio Pitti. Algunos templos venecianos son obra suya, como las naves (no la fachada que añadirá Palladio) de San Francisco della Vigna. Pero como autor de mansiones señoriales su gran éxito fue el Palacio Corner o Cá Grande, del año 1537, en el que adaptó a sus planteamientos protomanieristas el modelo cuatrocentista de Coducci y Pietro Lombardo, jugando con vanos peraltados entre columnas binarias, ménsulas y almohadillado, y ventanas ovaladas en el ático.
obra
Gracias a un letrero que se encuentra en la zona superior derecha y en el que se lee "JACOBUS DE STRADA CIVIS ROMANU CAES. ANTIQUARIUS ET COM. BELIC. AN: AET: LI: C M.: D.: LXVVI" se puede identificar al protagonista de ese retrato. Se trata de Jacopo Strada, miembro de una familia de origen holandés nacido en Mantua hacia 1515. Está considerado como uno de los personajes con más talento del Cinquecento ya que trabajó como pintor, orfebre, escultor, arquitecto, coleccionista y anticuario. Su biblioteca era una de las más importantes con unos tres mil volúmenes. Viajó durante los años cuarenta por París, Ausburgo y Lyon, estableciéndose después en Roma al servicio de los papas Julio III y Marcelo II, recibiendo el título de ciudadano romano.El retrato habría sido pintado hacia 1567, momento en el que Strada se encontraba en Venecia comprando antigüedades para el conde Alberto V de Baviera. El intelectual aparece en un lugar que podía ser su lugar de trabajo, entre los objetos de su profesión -un torso, monedas, libros, una carta- sosteniendo en sus manos una estatua femenina antigua identificada con una copia romana de un original de Praxíteles. Strada viste elegantemente, indicando su elevada posición social, dirigiendo su inteligente mirada hacia la derecha, creando un atractivo "contrapposto" con las manos. La iluminación empleada resalta las calidades de las telas y la expresión del modelo, verdadero centro de atención del artista ya que su principal objetivo, desde sus primeros trabajos, será captar la psicología de sus modelos. Las pinceladas son rápidas y fluidas, como corresponde a la etapa madura del maestro que recibe el apelativo de "impresionismo mágico".
Personaje Científico
Creó un mecanismo según el cual un solo operario podía fabricar telas de dibujos con hilos de varios colores. Hecho público el invento en 1801, su invento revolucionó la producción textil, al permitir reducir considerablemente la mano de obra. Este hecho provocó la reacción de repulsa por parte de los trabajadores, que veían peligrar su puesto de trabajo. Sin embargo, su creación se acabó imponiendo en todas las fábricas del continente europeo.
obra
Las relaciones entre las familias De Gheyn y Huygens eran muy estables y se remontaban a generaciones anteriores. Esta sería la razón por la cual Rembrandt realizó sendos retratos protagonizados por Jacques de Gheyn III y Maurits Huygens durante su estancia en La Haya. Jacques era pintor y grabador, miembro de una familia de importantes artistas holandeses, aunque su producción no es muy fructífera: sólo conservamos 8 pinturas y 106 dibujos. En 1634 se traslada a Utrecht, haciéndose canónigo de Santa María, falleciendo en esa ciudad el 3 de junio de 1641. A su muerte decidió legar este retrato a su buen amigo Maurits, lo que indica que ambas obras debían de estar juntas. El pintor se presenta en primer plano, vestido a la moda con un amplio cuello blanco y una capa negra, destacando su rostro risueño, iluminado por un potente foco de luz procedente de la derecha. La pincelada de Rembrandt es bastante suelta, resaltando la expresividad de su amigo al interesarse casi exclusivamente por el rostro.
obra
Los retratos que Ingres realizó de los altos funcionarios en Roma solían seguir un tipo fijo, que los situaba en el exterior. En muy pocas ocasiones rompió Ingres este esquema, colocando a sus modelos en el interior de una estancia. Una de esas ocasiones fue el retrato de Monsieur Marcotte, otra es la que ahora nos ocupa. El retratado aparece envuelto en una lujosa vorágine de sedas rojas, acodado sobre un mueble tallado y dorado, con un bronce al lado. Su mirada suspicaz y el gesto crispado hacen recelar al espectador acerca de la personalidad del modelo. Efectivamente, Jacques Marquet, Barón de Montbreton de Norvins, era el Jefe de Policía en la Roma conquistada por Napoleón y gobernada por su hermana Carolina. Mantuvo ese cargo entre 1810 y 1814,siendo retratado en aquel período.
material
lugar
Personaje