Torbellino imparable y artista sinergético, mirabile composto de escultor, arquitecto, escenógrafo, pintor y dramaturgo, Gian Lorenzo Bernini nace en Nápoles (1598-1680). Hijo del escultor florentino Pietro Bernini, trasladado a Roma con su familia en 1606, su vida se desarrolla en la ciudad papal, que sólo abandonaría una vez, en la cima de su fama, cuando viajó a Francia a la corte de Luis XIV (1665). Roma constituyó, pues, su espacio vital y su taumatúrgico taller operativo, que acabaría transformando en el más bello espejo de su tiempo.Su aprendizaje lo efectuó entre el taller del padre y el equipo que con él laboraba en la capilla Paolina de Santa Maria Maggiore, hasta conocer por la práctica el valor de la técnica. De la consumada habilidad del padre aprendió a tallar el mármol directamente, sin plan previo. Así, partiendo de sugestiones tardo-manieristas (Giambologna), y tal vez del naturalismo de Mariani, prosiguió con el estudio de los maestros renacentistas -de Raffaello a Michelangelo-, de los mármoles antiguos atesorados en las colecciones papales e, incluso, de los pintores modernos (Carracci, pero también Caravaggio). Profundizó así en la tradición diseñadora italiana y en los problemas de la representación de la figura humana, que tanto interesara durante el Renacimiento. Por lo demás, el mismo Bernini, durante su estancia en Francia, en medio de disputas sobre el arte, declaró su admiración juvenil por la estatuaria griega, y en particular por la de la tardía Antigüedad helenística (Laocoonte, Torso del Belvedere o Antinoo del Belvedere), con la que se sintió ligado por afinidades tanto técnicas y formales (inigualable pericia, y aproximación ilusionista y natural con los materiales) como continuistas y de sentimientos (repertorio temático y visual, y absoluta libertad expresiva).En sus primeras obras se aproxima experimentalmente al complejo mundo que definió su formación. Como hiciera Michelangelo, Bernini, en sus años de restaurador de antigüedades, compitió con la estatuaria antigua, hasta el punto de que su primer grupo: Júpiter niño y la Cabra Amaltea (1615-16) se tuvo hasta hace poco por obra helenística. Los ecos miguelangelescos tomados de la Piedad de Florencia, entonces en Roma, se ven en su San Sebastián (hacia 1616, Lugano, Colección Thyssen); o los esquemas tardo-manieristas aparecen, impetuosamente revisados, en su Neptuno con un tritón para la villa Montalto (hacia 1620, Londres, Victoria & Albert Museum).
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Personaje
Militar
Político
Tras finalizar sus estudios de Leyes se dedica a la labor docente, pero pronto se alista en el bando guerrillero de Tonquín y creó el ejército popular vietnamita. Su primer éxito militar tiene lugar en 1946, cuando venció a las tropas francesas en 1946. En la década de los años sesenta inicia su carrera política ocupando la cartera de Defensa. Durante la lucha contra los estadounidenses volvió a cosechar un nuevo triunfo. Tras la reunificación del país, siguió en el poder.
Personaje
Pintor
Gianquinto trabajó durante el siglo XVIII, en el Alto Barroco que había evolucionado desde la tendencia clasicista del Idealismo de los Carracci hacia las tendencias decorativas e ilusionistas del barroco decorativo. Este estilo se trabajaba normalmente al fresco, para decorar grandiosamente los interiores de las principales iglesias y palacios de la ciudad. Giaquinto se estableció en Nápoles, donde existía una importante colonia de pintores. Nápoles fue un territorio frecuentemente ligado a lo largo de su historia con la corona española. Allí trabajó Ribera, el Españoleto y de allí nos vino uno de nuestros reyes más importantes, Carlos III.A esta relación secular debemos la presencia de varios lienzos de Giaquinto en las colecciones reales españolas, que hoy se exhiben en el Museo del Prado.A través de sus títulos podemos hacernos una idea de la temática preferida de este pintor italiano: además de los inevitables temas religiosos, que tenían un mercado asegurado, Corrado cultivó con afición la mitología y la alegoría, lo cual responde a la renovación intelectual que se estaba produciendo en Europa y que desembocaría en la Ilustración. Las alegorías son figuras normalmente representativas de alguna virtud moral o política, como en su cuadro la Paz y la Justicia.Giaquinto además se vio influido por la poderosa escuela de paisajistas romanos que trabajaban en la órbita marcada por la obra de Claudio de Lorena y Nicolás Poussin.
Personaje
Científico
Tras recibir una esmerada educación, recorrió Europa, interesándose especialmente por Italia. Decidió escribir una historia erudita sobre el Imperio Romano y realizó su famosa "Historia de la decadencia y de la caída del Imperio Romano" publicada en seis volúmenes entre 1776 y 1788. Influido por los enciclopedistas franceses, atribuye la caída de Roma a la corrupción y el cristianismo.
Personaje
Escultor
Discípulo de Andreu Aleu i Teixidor, Gibert realizó los relieves del monumento al marqués del Duero diseñado por su maestro. Después trabajó en el monumento al general Espartero de la madrileña calle de Alcalá así como del que se levantó al príncipe de Vergara en el paseo del Espolón de Logroño, obra del arquitecto Luis y Tomás y realizada materialmente por Pablo Gibert. Su construcción se dilató durante años, fundamentalmente por problemas de financiación, pero finalmente fue inaugurada en 1872. La estatua y los cuatro leones que completan el conjunto monumental fueron fundidos con bronce procedente de cañones. Ambos trabajos remiten sumisamente a modelos históricos, destacando especialmente los detalles tanto de jinete como de caballo.
Personaje
Literato
Su producción, enteramente autobiográfica, refleja profundos conflictos interiores, resultado del puritanismo en que fue educado, un carácter extremadamente sensible, su físico débil durante la infancia y su tendencia a la homosexualidad. Complejo y a veces retorcido, sabe plasmar con belleza su complejo mundo interior, realizando un análisis tan fino como demoledor de la sociedad de su tiempo. Critica en especial la estrechez moral que proponen la religión y la burguesía, revelándose como un profundo ateo. Es autor de "Las cavas del Vaticano" (1914), "El tratado de Narciso" (1891), "Tentativa amorosa" (1893), "El inmoralista" (1902) o "La puerta estrecha" (1909).