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obra
Durante buena parte de su vida Vincent se interesará por las luces nocturnas, ya fueran artificiales o naturales. Consideraba que la luz de la noche era susceptible de ser pintada y en un buen número de sus trabajos se convierte en la protagonista como en esta bella escena que contemplamos, dominada por tonalidades azules, malvas y verdes animadas con ligeros toques de amarillo y rojo. La iluminación parece casi fantasmagórica, idea reforzada por la aplicación del color de manera empastada y a través de pinceladas arremolinadas con las que pretende expresar su estado de ánimo. Para Vincent la pintura será un vehículo de expresión y observando sus trabajos comprendemos mejor su interior, su manera de pensar y reaccionar ante la vida.
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Una nueva versión de la garganta de "Les Peiroulets" tomando como modelo la que se encuentra en el Museo de Boston. Estas copias vendrían motivadas por la ausencia de inspiración en Van Gogh, retomando los mismos temas para no estar parado, temiendo un nuevo ataque de locura que se producirá en los últimos días de diciembre de 1889, intentando de nuevo suicidarse tragándose las pinturas.
Personaje Político
Cuenta la leyenda que fue el rey más antiguo que gobernó a los Tartesos. A él se atribuye el descubrimiento de la miel y la invención de la apicultura. Fue el antecesor de Habis, famoso legislador y descubridor de la agricultura.
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Personaje Militar Político
Hijo de un pescador, en su juventud trabajó como marinero enrolado en diversas tripulaciones. En 1834 formó pare del movimiento de la Joven Italia de Mazzini, ganado los galones de capitán en la Marina del Piamonte. En 1843 fracasó en su intento de rebelión en Génova, por lo que, tras ser condenado a muerte, se vio obligado a huir a Sudamérica. Luchó entonces contra Pedro I y, tras pasar a Uruguay, participó en las revueltas contra Oribe, obteniendo el grado de general. Tras volver a Italia, al frente de su Batallón de la Muerte emprendió numerosas batallas a favor de la independencia de los reinos y territorios italianos, ocupados por las potencias extranjeras. Con apoyo francés, intervino en la guerra contra Austria, si bien el cambio de actitud de Napoleón III, apostando súbitamente por la negociación, truncó temporalmente los objetivos de Garibaldi. En las negociaciones de paz, Víctor Manuel II logró de Austria la anexión de Lombardía, tras la que vendrían las de Parma, Módena, Toscana y Romaña, al solicitar sus gobiernos provisionales su unión al Piamonte. El siguiente objetivo de Garibaldi fue entonces lograr la liberación del reino de las Dos Sicilias, en el que Francisco II de Nápoles ejercía una monarquía absoluta. Las constantes revueltas producidas fueron el caldo de cultivo para la expedición de los Mil Camisas Rojas, auspiciada por Cavour. Al frente de su tropa, Garibaldi arribó a Palermo, donde fue recibido con entusiasmo por los rebeldes. Participó entonces en la supresión de la resistencia, dirigiendo más tarde sus tropas hacia Nápoles. Ante esto, obligó a Francisco II a huir y refugiarse en los Estados Pontificios, instaurando en Nápoles una república regida por un gobierno provisional. Ambicionando una Italia unida bajo un solo gobierno radicado en Roma, concibió la idea de marchar sobre los Estados Pontificios, defendidos por tropas francesas. Sin embargo, Víctor Manuel y Cavour, temerosos de perder lo logrado ante una radicalización del conflicto, maniobraron para detener el avance de Garibaldi. Así, las tropas piamontesas tomaron las Marcas y la Umbría, logrando evitar la entrada de Garibaldi en Roma -quien renunció a su objetivo- y su enfrentamiento con los franceses que la custodiaban. El incidente no supuso un enfrentamiento entre el rey del Piamonte y Garibaldi; antes al contrario, el revolucionario reconoció a Víctor Manuel como rey de Italia en una entrevista realizada el 26 de octubre de 1860. El gesto supuso una moderación por parte de los seguidores de Garibaldi, si bien su líder, a pesar de la sintonía con el monarca, mantuvo aun algunas posturas radicales como su anticlericalismo y su enfrentamiento con el Papado, que consideraba un obstáculo para la unificación de Italia. Así, en dos ocasiones intentó entrar en Roma (1862 y 1867), siendo ambas detenido y debiendo retirarse a la isla de Caprera. En su retiro, se dedicó a la escritura de relatos de aventuras y de sus memorias. La conquista de Roma, su gran deseo, no pudo realizarlo personalmente. En 1870 combatía en Francia contra los prusianos cuando conoció la noticia de la invasión. La desaparición de su último objetivo dejó a Garibaldi en una precaria situación. Si durante su vida se había dedicado a luchar en nombre de la libertad y de una Italia unida, ahora que sus objetivos estaban cumplidos se encontraba huérfano de un proyecto vital que cumplimentar. Además, quedaba en una precaria situación económica, debiendo ser sostenido por su familia. Su hostilidad hacia el gobierno le hizo rechazar la pensión que le fue concedida, si bien algo más tarde (1874) accedió a un escaño de diputado. Su entrada en el Congreso fue triunfal, obteniendo el reconocimiento de la Cámara y del monarca. Su figura había traspasado las fronteras de lo humano para convertirlo en una leyenda, un personaje mítico objeto de novelas, poemas y obras biográficas. Los últimos años de su vida los consumió redactando sus memorias y relatando sus vivencias a quienes acudían a visitarle. En 1882, anciano y cansado, falleció en un caluroso mes de julio.
Personaje Otros
Frances Ethel Gumm, que era su verdadero nombre de pila, procede de una familia de cantantes. La profesión de sus padres es uno de los alicientes que le llevaría al mundo del espectáculo. Junto con sus padres y hermanas recorrió Estados Unidos de escenario en escenario. Cuando sus hermanas se casaron, Frances Ethel quiso proseguir en este mundo y con 13 años apareció en Hollywood. Por aquel entonces proliferaban estrellas infantiles como Shirley Temple, por lo que no le costó trabajo conseguir un contrato. Su voz dejó impresionados a los productores. En 1939 interpreta el papel protagonista de "El mago de Oz". Su actuación le valió un Oscar. Desde entonces continuó trabajando en el celuloide y realizando películas juveniles. Pero el sistema hollywoodiense para mantener a Judy Garland con el aspecto eterno de una niña acabó sumiendo a la actriz en enfermedades y depresiones que casi la llevan al suicidio. Presionada por todo el mundo se hizo adicta a los calmantes. Esta costumbre la siguió manteniendo hasta el resto de sus días. A lo largo de su trayectoria profesional ha intervenido en películas como "Los hijos de la farándula", "Vencedores o vencidos" o "Ha nacido una estrella".