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obra
Como reacción contra la pintura academicista oficial -interesada exclusivamente en paisajes, retratos y temática social- Millais y los prerrafaelitas introducen en su temática asuntos inspirados en la literatura, eligiendo entre otros autores a Shakespeare. El pintor toma como referencia la obra "La tempestad", cuento de hadas en el que aparecen seres fantásticos, personajes que interesaban especialmente a los prerrafaelitas. Fernando, el héroe de la obra, es tentado por el trasgo Ariel -que curiosamente recuerda a un murciélago-. El joven se muestra en una interesante pose, con la pierna izquierda adelantada y la derecha atrasada, medio encorvado, llevándose las manos a los oídos para evitar la tentación, dando la impresión de estar bailando -lo que es reprochado por los especialistas-. La escena se desarrolla al aire libre, en un soleado paisaje, resaltando las tonalidades verdes del trasgo y de la hierba, contrastando con la brillante casaca roja de Fernando y sus calzas blancas. El acertado dibujo y el naturalismo que envuelve a la composición son características de la pintura de Millais, teniendo en cuenta que estamos ante una obra temprana que antecede directamente a la famosa Ofelia.
contexto
La muerte de Felipe V en julio de 1746 facilitó el acceso al trono de su hijo Fernando. Con él suben al poder dos personajes, Carvajal, como secretario de Estado, y el marqués de la Ensenada, como titular de Hacienda, Guerra, Marina e Indias, que diseñarán una política de equilibrio debido a la contraposición o complementariedad de sus puntos de vista, encauzando la política exterior bajo nuevos presupuestos y volcándose en la reconstrucción nacional. En 1753 se firma un nuevo concordato con el Papado precedido de trece años de negociaciones arduas y complicadas. La buena disposición de las partes negociadoras permite unos acuerdos estables y duraderos, que se mantendrán en vigor casi un siglo, y aunque Benedicto XIV se opuso al reconocimiento del patronato universal -reivindicación clave del regalismo español- ratificó el ya existente sobre la Iglesia de Granada e Indias y amplió el derecho sobre muchos otros cargos y nombramientos. A nivel interno, Ensenada perseguía, ante todo, la regeneración del país para lograr la prosperidad general. En este sentido su preocupación por la economía era doble: impulsar la producción en todos los sectores productivos y reformar el erario. Los estímulos a la agricultura fueron constantes, acompañados de una amplia política de obras públicas para lograr una mejora en la red de carreteras y comunicaciones; también se impulsan las transacciones comerciales, sobre todo a ultramar, por lo que se realizaron obras de infraestructura en los principales puertos peninsulares. En octubre de 1749 se emitió una Nueva Ordenanza de Intendentes donde se consolida esta figura administrativa, diseñada en 1717, ahora con mayores atribuciones en materia económica para fomentar la economía rural y el comercio interior. La política hacendística retoma la idea de acabar con la multitud de impuestos existentes, que descansaba en las rentas provinciales, rentas generales, rentas estancas y rentas señoriales, para imponer la única contribución, basada en la riqueza y en la universalidad; todos los súbditos deberían contribuir en el futuro, en proporción a sus rentas, como quedó establecido en el Decreto de única Contribución de octubre de 1749, donde también se proponía la realización de un catastro de la propiedad rústica y urbana. Al mismo tiempo, había que sanear el Tesoro y aumentar los ingresos, lo que exigía agilizar y mejorar el sistema de recaudación, fuera de corruptelas y así hacerlo menos gravoso al contribuyente. El Real Decreto de 1749 puso de nuevo en manos del Estado la recaudación y posterior administración de las rentas provinciales. Esta centralización fue reforzada mediante la creación en 1751 del Giro Real, para canalizar a través de la Real Hacienda el pago de las transacciones comerciales realizadas en el extranjero, y así controlar los capitales que salieran del país. La preocupación por lograr una Marina potente fue también significativa en su mandato; encargó la construcción de barcos a los astilleros existentes en el, país, creando nuevos centros y mejorando la dotación de los puertos; así sentó las bases de una flota mercante que multiplicaría los intercambios con América, al tiempo que disponía de una Armada poderosa. Tras la muerte de Carvajal y la caída de Ensenada, el nuevo hombre fuerte del Gobierno será R. Wall al frente de la Secretaria de Estado. La búsqueda de la entente con Inglaterra y la política continuadora en el interior será lo característico de estos años, hasta la muerte del monarca, en agosto de 1759, aunque es significativo el abandono de determinadas empresas como la del Catastro, que no llegó a terminarse nunca.
Personaje Político
Este monarca reino en España entre los años 1746-1759, intentó mantener la política de su padre, Felipe V, de recuperación política y administrativa de España, por lo que mantuvo una política neutral y pacifista. Sus principales colaboradores fueron Carvajal y Ensenada, grandes políticos ambos. En las relaciones con el país vecino Portugal se dejo sentir la influencia de su esposa, Bárbara de Portugal, como es el caso de la firma del tratado de Madrid (1750) entre ambas potencias para resolver un problema en la colonias americanas. En el ámbito artístico debemos destacar la fundación en 1752 de la Academia de San Fernando de Bellas Artes. Le sucedería en trono su hermanastro Carlos III.
obra
El entonces Príncipe de Asturias Fernando VI aparece en este retrato firmado y fechado en 1725 por Jean Ranc de más de medio cuerpo, vistiendo media armadura y casaca asalmonada, ostentando la banda de la Orden de Saint-Esprit y apoyando la mano derecha en el casco. Como podemos observar, en los trabajos de Ranc se encarna el retrato de aparato, ostentoso y mayestático en la línea de Rigaud o Larguillière.