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Fernán González era hijo de un tal Gonzalo Fernández, quien había sido nombrado conde de Arlanza y el Duero hacia el año 900. La base patrimonial de la familia era la fortaleza de Lara, estableciendo un poderoso linaje que alcanzará gran influencia en el reino leonés. En el año 930 Fernán González aparece con el título de conde al frente de la mandación de Lara, dentro de la organización administrativa del oriente del reino de León. Su posición se consolidará en el reinado de Ramiro II, colaborando con el monarca leonés y afianzando su posición en el entorno de Castilla. La repoblación de la zona de Sepúlveda fue realizada por él, tras colaborar en la triunfal batalla de Simancas (939). Estas acciones harían subir la cotización del conde, especialmente tras su matrimonio con Sancha, hermana del rey navarro García Sánchez, y sus títulos de conde de Burgos, Lara, Alava y Cerezo. Los deseos autonomistas de Fernán motivarán que Ramiro II le encarcele en al año 944. Pero pronto recuperó el favor real y casó a su hija Urraca con el hijo del rey, el futuro Ordoño III. El fallecimiento de Ramiro II traerá una grave crisis interna que será aprovechada por el conde para afirmar una autoridad independiente en la zona oriental del reino, germen del reino de Castilla. Tras la muerte de Ordoño, Fernán González participará en las luchas sucesorias entre Sancho I y Ordoño IV. Los conflictos en lo que participará el conde serán hábilmente resueltos, reforzando su autoridad condal que vincularía a su linaje y legará a su hijo García Fernández. Podemos afirmar que la independencia "de facto" de Castilla bajo la casa condal de los Lara está conseguida.
lugar
Situada en la comarca más extensa de Córdoba, la Campiña, al sur del Guadalquivir, se sitúa el Municipio de Fernán Núñez. Dista 30 km. de Córdoba capital y su población ronda los 9.500 habitantes. En el arroyo del Ventogil, en las afueras de Fernán Núñez, se han encontrando restos de un yacimiento datado en el Paleolítico inferior, constituido por herramientas líticas hechas con cantos trabajados. El actual término municipal formó parte del territorio de la antigua ciudad íbero - romana de Ulia, siendo una "villae" de carácter rural pero con habitantes de posición social relativamente alta, como indican los yacimientos de Valdeconejos y Mudapelo. Durante el periodo musulmán, este territorio perteneció a la cora cordobesa, conservándose todavía algunas torres defensivas. La actual población de Fernán Núñez surgió en la segunda mitad del siglo XIV por razones básicamente de seguridad. Diego Gutiérrez de los Ríos, beneficiario de estas tierras gracias a la dote recibida tras contraer matrimonio con Inés Alfonso de Montemayor, trasladó a los habitantes de Aben Cáliz a un lugar próximo, donde había una torre musulmana que los cristianos rebautizaron con el nombre de Fernán Núñez, conquistador de estas tierras en 1240. Las campañas contra el Reino de Granada proporcionaron a la Casa de Fernán Núñez una presencia efectiva en la política nacional, llegando a ser embajadores en distintas embajadas europeas. La población llegó a contar en estos años con unos 1200 habitantes, reducidos drásticamente durante la crisis demográfica del siglo XVII. Fernán Núñez permaneció como señorío de los Gutiérrez de los Ríos y, en 1639, Felipe IV concedió el título de conde a Alonso Estacio Gutiérrez de los Ríos. En 1662, Francisco de Ríos inició una política social muy beneficiosa para el pueblo, mediante la multiplicación de viviendas, creación de telares de lana y seda, creación de hornos de harina, etc.; esta política fue continuada por su nieto Carlos José Gutiérrez de los Ríos. En 1815, Fernando VII otorgó el título de duque al hijo de éste, Carlos Gutiérrez de los Ríos; Carlos fue el último titular de la jurisdicción señorial. Durante el siglo XIX se sucedieron las protestas de los habitantes de Fernán Núñez, debido en gran parte al arrendamiento de la tierra y, ya en el siglo XX, se sucedieron las huelgas convocadas por las asociaciones obreras. En 1936, la victoria del Frente Popular fue aplastante, iniciándose la reforma agraria y provocando la huida de los grandes propietarios de la localidad. Actualmente, mantiene un equilibrio entre los tres sectores: agrícola, con predominio de herbáceos; el secundario, destacando el metal, la alimentación y la construcción, y, por último, el sector servicios.
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El paisaje que rodea la villa de Fernán Núñez se nos muestra repleto de viñedos y olivares. Su caserío se esparce a un lado de la Ruta del Califato, acomodándose el pueblo en una suave colina. Los orígenes de la localidad arrancan en tiempos medievales, siendo ganada en 1240 por Fernando III. El magnate castellano Fernán Núñez recibió posesiones en torno a una torre que sería el origen del pueblo y del posterior ducado. Preside el núcleo urbano el Palacio Ducal, uno de los edificios más singulares de la arquitectura civil cordobesa. Especial atención merecen los trabajos de la artesanía local, con miniaturas, encaje de bolillos y cerámica.
contexto
Si el cubismo riguroso de Juan Gris fue una referencia importante para los puristas, mayor es la ligazón de Fernand Léger con Jeanneret y Ozenfant. Y, con todo, tampoco se funde la obra de este artista normando con el proyecto de los creadores de "L'Esprit Nouveau", aunque colaborara con ellos.Léger asimiló prácticamente al tiempo las obras de Cézanne y de Rousseau el Aduanero. Lo hizo además en la misma época en la que se unió al círculo de los acólitos del cubismo, entre 1908 y 1910. La imaginería feliz del Aduanero resultará ser una de las grandes afinidades para este pintor de ejecución fría y temas candorosos. La impronta de la geometrización y el facetado cézannianos es muy evidente en las obras iniciales de este pintor que se sintió cómodo entre los cubófilos, pero que siempre gustará de mantener una llamativa independencia de concepto artístico.En 1910 había aprendido los modos de hacer cubistas, aunque ni entró de lleno en la obra de Picasso, ni permaneció apenas en el método analítico. Aprovechó rápidamente las operaciones sintéticas del cubismo. Sus obras analíticas, realizadas en 1911 y 1912, como La boda, Los fumadores y Mujer en azul hacen ver notables diferencias con respecto a Picasso y a Braque. No encuentra reparos para introducir el color en el lienzo, respeta la platitud de la composición y se adentra en los asuntos con ánimo risueño y nada severo. En lúcidas palabras de G. H. Hamilton, Léger "aceptó el fraccionamiento del objeto, pero no su fragmentación". Realmente en sus años de iniciación al cubismo no frecuentó a Picasso y a Braque como lo hizo Gris. Su adscripción se vio favorecida por la amistad con Delaunay, Gleizes, Picabia, Marie Laurencin y otros cubistas, con los que se inició a la nueva pintura. Con ellos fundará el grupo Section d'Or en 1912. Durante algún tiempo el pintor hacia el que mostró más afinidades fue Robert Delaunay. Pero, también es verdad que la calidad de sus obras hizo que Kahnweiler lo incorporara inmediatamente al grupo de los artistas eminentes de la galería del cubismo.Con todo, nunca entró en la estética del cubismo propiamente dicho. Las obras que pintó en 1913 y 1914 en lugar de atenerse al método de sintetización figurativa, explora nuevos caminos. Enfatiza los valores cromáticos con fines constructivos y en combinaciones expresionistas. Por otro lado, tiende a despersonalizar y desornamentar las imágenes, hasta el punto de reducir la figura a esquemas mecánicos, a dispositivos formales que participan la idea de movimiento. La escalera (1913) representa una escalera amarilla y dos grandes figuras, respectivamente en azul y en rojo, que, como robots humanoides, son lo más semejante a personas. Casas entre árboles (1914) responde a una articulación plástica de formas geométricas básicas. Como los esquemas pictóricos de Léger parecen hechos con tubos, con esa trabazón en la que abundan los cilindros y los conos, se habló de tubismo para diferenciar del cubismo su estilo.Con mucha frecuencia este tubista se halló, como Delaunay, en el ámbito de la pintura estrictamente abstracta, como en su serie Contraste de formas. Pero, de todos modos, el contenido no dejó de ser un elemento decisivo en la pintura de Léger, de construcción vigorosa y resistente y de evidente vocación objetivista. Sus juegos plásticos buscaban el parangón con el pálpito anónimo y el ritmo mecánico de la civilización industrial. Compartía el interés por estos temas de la vida urbana y la industrialización con otros pintores y escritores, particularmente con el poeta Blaise Cendrars, algunos de cuyos escritos ilustraría en la primera posguerra.La pintura de Léger se decantó después de la Guerra Mundial -en la que estuvo movilizado en el frente- hacia una definición más aséptica y compacta de las formas, a la vez que, rehuyendo las tentaciones de la abstracción, perseguía dar mayor consistencia a los temas, atraído, como él mismo dijo, por el "exacto sentido de las realidades útiles". Así justificaba Léger el cambio que la guerra le hizo experimentar como pintor: "Abandoné París en un período de abstracción, de liberación pictórica. Sin transición alguna me vi alineado codo con codo con toda la nación francesa; fui asignado a los zapadores, y mis nuevos amigos eran mineros, jornaleros, leñadores y obreros de las fundiciones. (...) Al mismo tiempo quedé deslumbrado por el obturador de un cañón de 75 mm abierto al sol, por la magia del metal pulido. Fue todo lo que necesité para olvidarme del arte abstracto de 1912-13. (...) Desde que hundí los dientes en esta realidad, el objeto jamás me ha abandonado. El obturador de aquel cañón de 75 mm abierto al sol me enseñó, para mi evolución artística, más que todos los museos del mundo".Tras la guerra, aunque realizó obras como Los jugadores de cartas (1917), y otras en las que se aprecia una continuidad con respecto a la figuración de La escalera o Mujer en rojo y verde (1914), su estilo va a sufrir un proceso de aplanamiento y simplificación que hace pensar en los medios que requiere el diseño ingenieril. Hay en esos nuevos cuadros, con todo, mucho de precisión formal y muy poco de precisión mecánica, como cabe esperar de un dibujante con sabio humor. De 1918 datan las que pueden considerarse sus primeras visiones de la mecanización, entre lúdicas y heroicas, sin manchas de grasa: Hélices, Propulsores, Discos, Elementos mecánicos. Estas pinturas, sometidas a una geometrización neta, parecida a la de los engranajes mecánicos, son prácticamente abstractas, pero se ciñen a la cosificación, buscan el parecido de la organización pictórica con elementos constructivos reales con los que está familiarizada la visión en la edad de la máquina. En todo ello un artista que hubo de luchar en el bando opuesto en la guerra del 14, el alemán Oskar Schlemmer, guardará comunidad de gusto con este pintor normando.Léger, que colaboró con los cineastas A. Gance y M. L'Herbier, realizó en 1924 un film legendario: "Ballet mécanique". Su director de fotografía fue Man Ray. Esta película vivifica precisamente estas imágenes pictóricas de objetos inanimados, de fábrica. Introdujo la cámara en factorías y fotografió el movimiento automático de engranajes de hierro, émbolos y pistones. Con un juego de sobre impresiones y un bizarro montaje consiguió transmitir la belleza de la prosa, el envolvente atractivo de la indolente vida de la máquina.Pero Léger atesoraba un espíritu naïf y su visión de la vida moderna fue tan ajena a la épica como al drama. La elaborada inexpresividad de visiones suyas como La ciudad (1919) procede de su machacona inquietud por lo prosaico, pero el mantenimiento de esta inspiración no será impedimento para que realice obras de traza mucho más lírica, en las que hay una nueva transparencia humana. Nos referimos a temas de mujeres, obreros y artistas de circo, que trata ya en los años veinte: El mecánico (1920), Le grand déjeuner (1921), Tres figuras (1924), Tres mujeres en rojo (1927), Tres músicos (1930-44), y libres obras de la segunda posguerra como Homenaje a Louis David (1948-49), Los constructores (1950) y El gran desfile (1954).Su preferencia por el formato grande y su talento para tratar la figura monumental le hacía sumamente propicio a la proyección de obras representativas de gran tamaño. Así, realizó grandes murales, esculturas, mosaicos y vidrieras. El último conjunto data del año de su muerte, de 1955, y fue concebido para una planta de coquificación en Alfortville. El arte de Léger es tan monumental como antianecdótico, afín a la diafanidad proletaria. Su gusto por los contenidos claros y comprensibles se acompañaba de una plástica sólidamente efectiva. Pero, como decíamos, lejos de ser un publicista, Léger buscaba poesía en sus opacas figuras, y su pintura no deja de resultar sumamente ambigua. "He puesto el objeto -escribió este pintor- o fragmentos del objeto en el aire, sin perspectiva, sin soporte. Dispersados de ese modo en el espacio, les hago tenerse mediante un juego nada fácil de ritmos, de colores, de líneas conductoras, de distancia y de oposición".El espacio de Léger pertenece al mundo de la imaginación, a un mundo creado por ritmos y juegos plásticos. Bien sabemos que sus figuras se yerguen con frecuencia con gran estabilidad, apoyadas en el suelo, pero no dejan de estar suspendidas en un espacio nuevo, monumental e ingenuo a la vez, como el de la perspectiva de niños grandes. No describir la prosa, sino disfrutarla en la imaginación fue el móvil expreso de su pintura.
Personaje
Pintor
Parece ser que el origen de Alejo Fernández es alemán. Instalado desde muy joven en Sevilla, se introdujo en el competitivo gremio de la pintura mediante el matrimonio con la hija de uno de los maestros de la ciudad. Su estilo recoge el último manierismo imperante en Sevilla, así como los rasgos flamencos que tienden a deformar rasgos y figuras, según la tradición nórdica. Además, pudiera ser que Alejo Fernández viajase a Italia, lo cual se deduce de las arquitecturas y las perspectivas que suele ejecutar en sus obras. Trabajó para la catedral de Sevilla, en un gran retablo que actualmente se ha desmontado, exhibiéndose las tablas por separado en la propia catedral. Además, la Universidad sevillana también le encargó otro gran cuadro para su capilla. Otra pequeña tablita suya sobre la Flagelación de Cristo la encontramos en el Museo del Prado. Su taller continuó activo tras su muerte gracias a la actividad de su hijo Sebastián, que mantuvo el estilo de su padre con ligeras variaciones y menor calidad.
Personaje
Político
Miembro del Cuerpo de Notarios desde 1924, intervino en el nacimiento de Falange Española. En 1934 fue elegido secretario general de esta organización política y con Franco en el poder encabezó el Ministerio de Agricultura. En la década de los años cuarenta inicia su carrera diplomática como embajador de Brasil y en 1943 ejerce este mismo cargo en Italia. Desde 1945 accede a la Presidencia del Consejo de Estado. Fernández Cuesta participó, además en los Consejos del Movimiento y del Reino. Fue uno de los más importantes representantes de falange Española y en 1974 creó el Frente Nacional Español, que dos años después se convertiría en Falange Española de las JONS.
Personaje
Militar
Político
Pasó a la historia como el tercer poseedor del estado de Albarracín y ocupó el cargo de mayordomo de la casa real de Aragón. Anteriormente, Albarracín había sido arrebatada a los musulmanes por un caballero llamado Pedro Ruiz de Azagra. Este repobló la ciudad con habitantes navarros. De este modo, Albarracín se convirtió en un señorío independiente respecto a Castilla y Aragón. Fernández Azagra se enfrentó a Jaime I, durante los primeros años de su reinado.