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La cueva de Las Chimeneas, en el mismo conjunto de Puente Viesgo, fue descubierta en 1953 por A. García Lorenzo, J. Carballo y F. Puente, realizando los calcos M. A. García-Guinea.
monumento
La cueva de Las Chimeneas se encuentra en el mismo conjunto de Puente Viesgo que las cuevas de El Castillo, Las Monedas y La Pasiega. Fue descubierta en 1953 por A. García Lorenzo, J. Carballo y F. Puente, realizando los calcos M. A. García-Guinea. Las monografías son obra de J. González Echegaray en 1963 y 1974. Su nombre es debido a las simas por las que, desde una cueva en un nivel superior -actual entrada-, se alcanzó la cueva pintada y grabada. La entrada original todavía permanece colmatada por derrubios y formaciones calcáreas. La cueva contiene unas 40 figuras que van desde toscos grabados sobre la roca descompuesta -¿un mamut?- hasta grabados finos y una serie de bellas siluetas de ciervos de color negro y de un gran realismo pintados en un estrecho divertículo de la cavidad. Las astas, cornamentas, orejas, así como el uso de la perspectiva torcida, al igual que un ciervo con las patas rígidas y separadas hacia adelante y hacia atrás, son características del Estilo III.
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La tercera cueva del Monte del Castillo -junto a El Castillo, La Pasiega y Las Chimeneas- es la de Las Monedas, descubierta por iniciativa de A. García Lorenzo en 1952 y publicada por E. Ripoll en 1972. Su nombre se debe a un pequeño lote de monedas del siglo XVI, perdido allí por un ignoto explorador que recorrió la vasta cavidad en aquel tiempo. En una pequeña sala, no lejos de la entrada de esta caverna, hay 35 siluetas zoomorfas -entre ellas algunos renos, los primeros en ser identificados en el arte paleolítico español- y diversos signos, todo en color negro y sin ninguna presencia de grabados. Leroi-Gourhan interpretó el santuario de Las Monedas como un tipo característico de su Estilo IV reciente, con la ventaja de no haber sufrido sobrecargas ulteriores, siendo el único testimonio español del último período de las cuevas santuarios. Nosotros lo atribuimos a los artistas del Magdaleniense IV/V, o sea, cronológicamente, hacia los años 12000 a 10000 a.C., en números redondos. Los caballos y los bisontes se parecen a los de Niaux, Le Portel, Trois-Fréres y El Pindal. Todo lo cual no puede apoyarse en la arqueología pues las excavaciones en la primera sala no dieron ningún resultado (más tarde se encontró en ella un escondrijo con materiales de la Edad del Bronce, hoy en el Museo de Prehistoria de Santander).
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En el municipio de Montignac se halla la cueva de Lascaux, que contiene el más extraordinario de todos los repertorios del arte cuaternario. En 1940, en el mismo momento de la "débacle" francesa ante los alemanes, la cueva fue descubierta por un grupo de jóvenes capitaneados por M. Radivat y J. Marsal. A pesar de los acontecimientos bélicos el descubrimiento tuvo bastante eco. La cueva fue inmediatamente visitada por el abate Breuil y A. Cheynier. Breuil interpretó sus obras de arte como la culminación de su ciclo auriñaco-perigordiense. Después de la guerra mundial volvió allí y efectuó algunas excavaciones. La primera monografía se debe a F. Windels. Entre 1952 y 1963 el abate A. Glory copió los intrincados paneles de grabados. La cueva llegó a tener más de 50.000 visitantes al año, hasta el punto que las pinturas se vieron afectadas, poniendo en peligro su conservación, a causa de la presencia de unas bacterias que provocaron la llamada "maladie verte". En 1963, el ministro A. Malraux mandó cerrarla al público. En 1979 se editó la obra "Lascaux inconnu", que es la suma de todo lo conocido sobre la cavidad hasta dicha fecha, incluidos los calcos del abate Glory. Posteriormente se abrió al público la reproducción parcial llamada Lascaux II que es la que se puede visitar actualmente. En 1979 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con los restos del valle de Vézère. La primera parte de la cueva comprende la Sala de los Toros y el Divertículo Axial, de una veintena de metros de longitud cada uno. De ellos se accede al "Passage" o galería principal, que atraviesa la "Nef" y se prolonga hasta el "Cabinet des Felins", con un recorrido de unos 80 metros. A la derecha del "Passage" se abren el Abside y el Pozo. En las paredes de esta cueva de tamaño medio hay más de 450 figuras identificables. La fauna representada comprende el caballo, el uro, el bisonte, el ciervo y la cierva, la cabra montés, el reno (uno solo, dudoso), el oso, el gran felino y el rinoceronte. En el Pozo hay una escena que incluye un bisonte desventrado, una representación humana esquemática, un rinoceronte alejándose hacia la izquierda, dos propulsores y una azagaya. En la Sala de los Toros, junto a las magníficas representaciones de uros, uno de los cuales mide 5,5 metros de longitud, se encuentra el monstruo llamado la "licorne", de formas macizas, con dos antenas como cuernos, al que ya se ha hecho referencia en el apartado de la fauna. En Lascaux faltan el mamut y el ciervo megaceros, y el reno es muy dudoso, aunque el 90 por 100 de los escasos restos encontrados en las excavaciones corresponden a este animal. Los innumerables grabados copiados por el abate Glory no fueron recogidos -o casi- en las estadísticas de Leroi-Gourhan. A veces forman un "gribouillis" que es difícil hacer entrar en las clasificaciones de este autor. Como hemos dicho, el abate Breuil consideraba que Lascaux era la culminación de su ciclo auriñaco-perigordiense. Actualmente su arte se atribuye al Solutrense medio y al comienzo del Magdaleniense medio (fechas entre 15.000 y 14.000 antes de nuestra era, período de menor frío al que precisamente se llama interestadio de Lascaux). En la clasificación de Leroi-Gourhan constituye la expresión regional del Estilo III.
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Pinturas rupestres de la cueva de Lascaux, en Dordoña y fechado en el magdaleniense medio. Esta pintura marca la etapa de máximo esplendor de la escuela de Périgord. El toro es de grandes dimensiones (tres metros) y está de perfil, aunque los cuernos se disponen de frente lo que crea una extraña composición dando una gran tensión a la escena animalística.
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La cueva de Lascaux, en el municipio francés de Montignac, contiene el mas extraordinario de los repertorios de arte cuaternario. La cueva fue descubierta en 1940 por un grupo de jóvenes. En total, en las paredes de esta cueva hay más de 450 figuras identificables. Esta vaca que contemplamos pertenece a la zona más importante de la cueva, la llamada Sala de los Toros.