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Este avión surge ante la solicitud que formula la Marina estadounidense en 1939, para la creación de un torpedero y bombardero que pudiera sustituir al Douglas TBD Devastator. Una vez presentados los diseños, la Brewster, la Vought y la Grumman fueron las encargadas de llevar a cabo su construcción. Los proyectos de la Brewster no tuvieron aceptación y la Grumman presentó el TBF Avenger. El XTBU-1 de la Vought fue el modelo finalmente aceptado, al estar mejor dotado que el TBF. Ante la cantidad exigida por la Marina norteamericana, la Vought solicitó ayuda a la Consolidated para su fabricación. Esta compañía bautizó sus aparatos como TBY. Las unidades que se fabricaron a partir de 1943 fueron denominadas "Seawolf", que significa lobo de mar. Un año después comenzaron a volar los primeros modelos. La lentitud de la fabricación provocó que se rescindiera el contrato y de los 1.100 aparatos que se habían encargado sólo se fabricaran 180.
contexto
El Príncipe de la Paz, Godoy, fue objeto, desde el momento mismo de su acceso al poder a finales de 1792, de duras invectivas, siendo tratado en todo momento con frialdad por la nobleza cortesana. Castro Bonel y Teófanes Egido han publicado algunas de las miles de sátiras clandestinas que, junto a grabados malévolos, lo presentaban como un monstruo voluptuoso, oprobio del género humano y sepulturero de España. Gran parte de esa oposición estaba formada por aristócratas, arandistas muchos de ellos, que deseaban participar en el poder en la línea expresada por el conde de Teba en su Discurso sobre la autoridad de los ricos hombres. La agitación opositora encontró cobijo y estímulo en el príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII, convertido en el enemigo más activo del otro príncipe, el de la Paz, hasta el punto de formarse en torno al heredero el denominado partido fernandino, dedicado a desprestigiar por todos los medios, incluida la calumnia más soez, al valido y a los reyes. En la actitud de Fernando, alentando las campañas denigratorias hacia su madre, la reina María Luisa, y de apoyo a la oposición aristocrática, tuvieron un papel sobresaliente Escóiquiz y su propia esposa. El canónigo Juan Escóiquiz, el preceptor de Fernando, era un hombre falto de escrúpulos, que enemistó al heredero con los reyes, mientras que la princesa María Antonia de Nápoles, la primera esposa de Fernando, con la que se había casado en 1802, seguía la línea de su familia, antinapoleónica, enemiga de Francia y proclive a Inglaterra. Desde el cuarto de los príncipes se efectuaba una constante e inclemente crítica a Godoy y los reyes, difundiéndose todo tipo de sátiras por medio de las redes familiares y clientelares de aristócratas fernandinos, como los duques del Infantado y San Carlos, el marqués de Ayerbe y los condes de Orgaz, Teba y Bornos, quienes con su actitud y su prestigio social legitimaban la oposición y lograban se sumaran al movimiento sectores sociales muy diversos. El fallecimiento prematuro de la princesa María Antonia en mayo de 1806 dejó a su esposo, Fernando, como abanderado de una oposición que veía en él la esperanza de un nuevo rumbo para la política española, una especie de mesías deseado, único capaz de derribar a Godoy y forzar la abdicación de Carlos IV. Las actividades del partido fernandino se mantuvieron en los niveles de la sátira y la difamación, fomentada y pagada por el príncipe de Asturias, hasta octubre de 1806, en que Fernando consideró que debía dar un paso cualitativo importante en su sordo enfrentamiento con Godoy, aprovechando su momentánea debilidad. En los meses anteriores a octubre de 1806, Godoy había mantenido contactos y negociaciones secretas con las cortes británica y rusa para tantear una posible entrada de España en una coalición antinapoléonica que se preparaba. Sin embargo, en octubre de 1806, Napoleón logró la importante victoria de Jena frente a los prusianos. Pese a que Godoy abandonó entonces sus veleidades antinapoleónicas, el emperador francés había perdido su confianza en Godoy, y Fernando intentó aparecer ante el gobierno francés como el sustituto más idóneo para tener el respaldo de Napoleón. La situación se hizo más tensa en los primeros meses de 1807 por dos motivos. El primero, por las diferencias entre Godoy y el entorno de Fernando a la hora de buscar para el heredero una nueva esposa. Mientras que Godoy postulaba a su cuñada, ya que estaba casado con una de las hijas del infante Don Luis, Escóiquiz manejaba los hilos para que fuera una princesa Bonaparte, que estableciera unos lazos más estrechos, incluso familiares, con Napoleón. Con ese fin, el canónigo se había entrevistado con el embajador francés, François Beauharnais, en junio de 1807, y el propio Emperador había utilizado la posibilidad de casar a Fernando con su sobrina Carlota, hija de Luciano, con propósitos dilatorios y de presión sobre el heredero de la Corona española. El segundo motivo era estrictamente cortesano. Carlos IV concedió a Godoy el tratamiento de Alteza Serenísima, lo que equivalía a confirmar en el valido el favor del rey. Para Fernando y su partido la decisión fue considerada como el inicio de una conjura destinada a apartar a Fernando de la sucesión al trono y a nombrar a Godoy como regente a la muerte de Carlos IV, desenlace probable pues el rey había estado muy enfermo en el otoño de 1806, temiéndose por su vida. Para contrarrestar lo que se estimaba una conspiración contra el orden legítimo de la sucesión, Fernando firmó un decreto, sin fecha, nombrando al duque del Infantado capitán general de Castilla y al conde de Montarco, presidente del Consejo de Castilla y decidiendo el retorno de Floridablanca a la Secretaría de Estado. En los últimos días de octubre de 1807 el rey declaró en El Escorial a sus vasallos que "una mano desconocida le había revelado el más ignominioso e inaudito plan urdido contra Godoy" y destinado a situar en el trono a su hijo Fernando, tras obtener su abdicación, y que los conjurados, miembros todos ellos de la nobleza, contaban con la aprobación del príncipe de Asturias y habían solicitado la protección del Emperador. Fernando fue recluido en sus habitaciones, y el rey ordenó celebrar misas en acción de gracias. Desterrados los más destacados conjurados, como Escóiquiz, el duque del Infantado o el conde de Montarco, y acusados de alta traición los condes de Orgaz y Bornos y el marqués de Ayerbe, el perdón concedido al príncipe de Asturias por su padre el rey, a instancias de su confesor, el arzobispo de Palmira Félix Amat, significó un golpe al prestigio de la institución monárquica, que primero había detenido al príncipe heredero para exculparlo poco después, imagen que se vio todavía más empañada cuando los jueces designados por el Consejo de Castilla declararon inocentes a los cómplices desterrados y detenidos. La forma en que se resolvió la llamada Conspiración de El Escorial creó un fuerte sentimiento de desconfianza hacia Carlos IV, a quien pocos creyeron, y terminó por fortalecer la posición del partido fernandino. La mayoría de los españoles sospechó que Godoy había tramado un complot destinado a desacreditar e incriminar a su rival, y que los reyes lo habían secundado, uniendo su suerte a la del Príncipe de la Paz. Fernando ganaba en crédito como medio de desembarazarse de Godoy y recuperar para la monarquía el prestigio perdido; la aristocracia se convertía en portavoz de las quejas contra la tiranía del favorito y en depositaria de los valores sociales tradicionales; y, por último, Bonaparte pasaba a ser un colaborador de la justa causa fernandina para acabar con Godoy. El poeta Quintana, que en 1795 había publicado un entusiasta homenaje al Príncipe de la Paz por la firma del Tratado de Basilea, vio a la España de fines de 1807 "atada, opresa, envilecida" por el mismo a quien había dedicado versos encendidos de elogios. Por entonces, la España atada de Quintana sólo tenía dos alternativas: actuar a la manera de la familia real portuguesa, abandonando la Corte y buscando refugio en Cádiz o América, para así recuperar su independencia, una opción que Godoy planteó a sus soberanos, o bien acabar con Godoy y forzar la abdicación de sus valedores, los reyes. El partido del príncipe heredero tuvo una nueva ocasión para forzar esa segunda alternativa, esta vez no desaprovechada, entre el 17 y el 19 de marzo, en el Sitio Real de Aranjuez. Un motín popular organizado por los partidarios de Fernando asaltó y saqueó el día 17 la residencia de Godoy en Aranjuez, en cuyo palacio se encontraba la familia real. Era una prolongación de los sucesos de El Escorial, con los mismos protagonistas e idéntica finalidad, si bien mejor y más concienzudamente preparada: la guarnición fue cambiada el 16 de marzo, y fue trasladado desde Madrid al Sitio un número indeterminado de alborotadores convenientemente retribuidos por los organizadores, entre los que destacó nuevamente el conde de Teba, que utilizó para esta ocasión el alias de Tío Pedro. Carlos IV, obligado por las circunstancias, firmó la destitución del valido el día 18, y en la festividad de San José abdicó en su hijo, coincidiendo con el envío de Godoy preso al castillo de Villaviciosa. Era un hecho insólito que un monarca fuera forzado a abdicar por una parte importante de la aristocracia y por el príncipe heredero, si bien los virtuales vencedores del motín se vieron obligados por Napoleón a dejar a Carlos IV bajo la protección de Murat, lo cual venía a suponer que, en el caso de ser conveniente a los intereses napoleónicos, Carlos IV podía ser repuesto en el trono, y obligaba a Fernando a lograr el espaldarazo del Emperador que confirmara su acceso al trono por medios tan inadecuados. De hecho, el nuevo rey prometió a Napoleón estrechar al máximo los vínculos de la amistad hispano-francesa y solicitó que las tropas de Murat, situadas en las inmediaciones de Madrid, fueran acogidas en la capital como amigas, haciendo su entrada el 23 de marzo. A la espera de la decisión del Emperador sobre confirmar o no a Fernando, se celebró con entusiasmo la caída de Godoy. Se celebraron numerosos tedeums en acción de gracias, se destruyeron y quemaron sus efigies y se difundieron escritos satíricos proclamando la alegría por la desaparición del favorito y piezas que glorificaban al rey Fernando. Comparado Godoy con Nerón, Amán y Luzbel, y tildado de avaro, ladrón, tirano, traidor y libidinoso, Fernando VII era exaltado como libertador y mesías. "Ya España ha resucitado /con su nuevo rey Fernando". Muchos godoyistas fueron perseguidos, como Manuel Sixto Espinosa o José Eustaquio Moreno, cuyas casas fueron asaltadas por la multitud y ellos mismos sometidos a proceso, y el camarista de Castilla José Navarro Vidal, mientras que el responsable del proceso desamortizador fue asesinado. Por el contrario, personajes damnificados por Godoy recuperaron sus cargos o lograron ascensos. Volvieron al Consejo de Castilla Colón de Larreategui, Lardizábal, el conde del Pinar, Benito Ramón de Hermida y Domingo Codina, y los dos primeros ingresaron como miembros de la restringida Cámara de Castilla, mientras que el conde del Pinar recibía el encargo de procesar a Godoy; Meléndez Valdés recuperó su puesto en la Sala de Alcaldes de Casa y Corte, y Bernardo Iriarte ingresó en el Consejo de Indias. Los acontecimientos posteriores se encargaron de que sus destinos fueran divergentes: mientras Lardizábal, Meléndez Valdés y Bernardo Iriarte se convertirían en afrancesados y tendrían un papel activo en el estado josefino, Colón de Larreategui y el conde del Pinar siguieron fieles a Fernando VII, si bien opuestos al proceso constitucional abierto en Cádiz, en el que destacó Benito Ramón de Hermida como primer presidente provisional de las Cortes. Los acontecimientos de El Escorial y Aranjuez fueron determinantes en los cambios de actitud de Napoleón. Miguel Artola ha señalado tres etapas en el pensamiento napoleónico respecto a España. La primera, denominada de intervención, abarcaría el período comprendido entre 1801 y los sucesos de El Escorial de octubre de 1807. En ella, Napoleón tuvo como objetivo hacer de España, con la colaboración de Godoy, una aliada sumisa a sus directrices políticas. La segunda etapa, de desmembración, se iniciaría en noviembre de 1807 para finalizar con los sucesos de Aranjuez en marzo de 1808. En esos meses, Napoleón decidió incorporar a Francia las provincias españolas del norte, desde Pasajes y Fuenterrabía hasta San Carlos de la Rápita, en Tarragona, estableciendo en el río Ebro la nueva frontera franco-española. Para ello afianzó su ejército en la Península, en la que había penetrado bajo el pretexto de intervenir en Portugal, y estudió la posibilidad de casar al viudo Fernando con alguna de sus sobrinas imperiales. Los sucesos de Aranjuez, prueba inequívoca del caos político en que se encontraba la Corte española, le decidieron por una solución distinta a la desmembración y que le permitía estabilizar la situación española asimilando España a su Imperio. Es la tercera etapa, denominada por Artola de sustitución, y en la que Napoleón consideró obtener de una sola vez toda España y sus colonias americanas. Ya que creía imposible restablecer en el trono a Carlos IV contra la opinión de gran parte de la nación, y no deseaba reconocer a Fernando VII, sublevado contra su padre, Napoleón decidió el reemplazo de la dinastía de los Borbones por un miembro de su propia familia.
Personaje Pintor
La pintura de paisaje en el Romanticismo inglés tiene en Constable y Turner a sus más importantes representes. John Constable nació el 11 de junio de 1776 en la localidad de East Bergholt, en el condado de Suffolk. Era el cuarto hijo y segundo varón del matrimonio formado por Golding Constable y Ann Watts. La familia estaría compuesta finalmente por seis hijos, tres chicos y tres chicas. Golding Constable era propietario del molino de Flatford así como de un buen número de cabezas de ganado y campos de maíz en Dedham, formando parte de la pequeña aristocracia rural de la región. Este ambiente campestre será en el que se críe el pequeño John, acudiendo a las escuelas de Lavenham y de Dedham al tiempo que se empapaba de la naturaleza que le rodeaba. Al consagrase su hermano mayor a la iglesia, John sería el heredero que recibiría los negocios familiares por lo que su educación estuvo dirigida a obtener una formación adecuada a un miembro de esa aristocracia rural de la que formaba parte. Sin embargo, su estrecha relación con el fontanero, cristalero y artista aficionado John Dunthorne, le llevará a interesarse por la pintura. El encuentro con sir George Beaumont, sexto duque de Dysart y hombre influyente en la Royal Academy of Arts, será fundamental en su carrera artística. Este coleccionista de arte mostró a John una de sus obras más queridas, un paisaje de Claudio de Lorena lo que aumentó el interés del joven Constable hacia el arte, dedicado en aquellos momentos a trabajar en el molino de viento de su padre en East Bergoholt. Sir Georges le animó a realizar algunos trabajillos en pintura y se convirtió en uno de sus primeros protectores y clientes. En este mismo año de 1796 reside junto a unos parientes en Edmonton donde conocería a John Crach, mediocre artista pero cuyo estilo fue seguido por Constable durante algún tiempo. Su tío T. Allen le presentará durante un viaje a Londres a John Thomas Smith, anticuario interesado en arte que iba a publicar un libro sobre escenografía rural y cuyos grabados de cabañas fueron un importante punto de referencia para el joven John, al tiempo que le llevaba a interesarse por el paisaje pintoresco. Smith también le fomentará su admiración por los paisajistas holandeses del Barroco, especialmente Ruysdael y Hobbema, animándole a trabajar del natural. Por lo tanto, podemos afirmar, sin ánimo de equivocarnos, que la relación de Constable con sir Beaumont y J.T. Smith será fundamental para su posterior carrera artística. Sin embargo, a pesar de las excelentes dotes mostradas por el joven John, su padre se negaba a que su hijo se dedicara a la pintura. El necesario permiso paterno llegó en 1799; a la edad de 23 años John iniciaba una nueva etapa de su vida. Constable se trasladaría a Londres en febrero de 1799 con una carta de presentación parta Joseph Faringdon, ingresando en la Escuela de Arte de la Royal Academy posiblemente en marzo. Durante estos primeros meses londinenses se interesó especialmente por la pintura de Claudio y por sus contemporáneos Cozens y Girtin, cuyas obras le influirán en sus primeros trabajos. Estas primeras obras tienen como temática fundamental las cabañas y los bosques, al tiempo que se ganaba la vida como retratista. En 1802 rechaza trabajar como profesor de dibujo en una academia militar ya que está decidido a dedicarse a la pintura profesionalmente. Su padre lo admitió y le compró un estudio en East Berghold. Este mismo año Constable expuso por primera vez en la Royal Academy, práctica habitual que se mantuvo hasta su fallecimiento a pesar de las habituales malas críticas. En estos primeros años de la década de 1800 se dedica especialmente a trabajar con acuarela, tiza y lápiz, interesándose especialmente por el dibujo, plasmando senderos, cabañas y puentes de las cercanías de su entorno, la zona del valle del río Stour entre Flatford y Dedham, territorio que se ha venido a llamar el "país de Constable". Paulatinamente su visión pintoresca de la naturaleza va dejando paso a una pintura más naturalista que se aleja de los estereotipos, admirando las obras más realistas de Gainsborough y de los maestros flamencos del Barroco, especialmente Rubens, quien la aportó su admiración por la atmósfera y la profundidad. Durante estos años será un ferviente copista de los clásicos: Claude, Ruysdael, Rembrandt, Reynolds, Teniers, Reni o Van Dyck. En el otoño de 1806 realiza uno de sus escasos viajes -a diferencia de Turner que viajó en bastantes ocasiones, Constable apenas salió de su entorno más cercano- eligiendo como destino Lake District. En estos años continúa dedicándose al retrato, a la copia de los clásicos o a la pintura religiosa para conseguir dinero. Algunos potentados de la región le encargan paisajes con mansiones como Malvern Hall. En 1800 Constable conoce a María Bicknell, nieta del reverendo Durant Rhude, rector de la iglesia de East Bergholt, cuando ella tiene trece años. A partir de 1811 la relación entre ambos se estrecha cada vez más pero el reverendo se opone al matrimonio, al no ver con buenos ojos ni el oficio del novio ni su falta de liquidez. Tras la muerte del padre del pintor el 14 de mayo de 1816, Constable recibe una importante herencia y contrae matrimonio con su querida María. Curiosamente, cuando la boda estaba preparada, John solicitó a su prometida que retrasara el enlace para acabar el Molino de Flatford. Finalmente, el 2 de octubre de ese año se celebró la boda íntimamente en Saint Martin in the Fields, en Londres, celebrada por su buen amigo el archidiácono John Fisher. La luna de miel la pasaron en la vicaría de Fisher, en Osmington, cerca de Weymounth, viajando a Wiltshire y Dorset. Constable pasará los momentos más felices de su vida junto a su familia, a pesar de trasladarse a Londres para instalarse en Hampstead. El matrimonio tendrá siete hijos: John Charles (1817), Maria Louisa (1819), Charles Golding (1821), Isabel (1822), Emily (1825), Alfred Abram (1826) y Lionel Bicknell (1828). Un año después del matrimonio inicia su serie de "six-foot" que son presentados sucesivamente a la exposición de la Royal Academy, institución que le admitió como miembro asociado en 1819. Sólo será elegido miembro de pleno derecho el 10 de febrero de 1829, con un voto de diferencia a su favor frente a Francis Danby. En los años transcurridos entre la presentación de los "six-foot" y la elección como académico, Constable realizó una de sus obras maestras: la catedral de Salisbury, imagen que será repetida en varias ocasiones ya que el obispo de Salisbury, John Fisher, era el tío de su buen amigo el reverendo del mismo nombre. En estos momentos, el maestro está en su mejor momento, trabajando en un estilo tremendamente naturalista, dedicándose por completo a su pintura y a su familia. La delicada salud de María empieza a agravarse tras su cuarto alumbramiento y en mayo de 1824 Constable y su familia se trasladan a Brighton, pintando vitales escenas de la playa del lugar. Precisamente este mismo año envió tres obras al Salón de París que serían muy bien recibidas tanto por la crítica como por el público o los jóvenes creadores. Fue recompensado con la medalla de oro y una veintena de sus trabajos fueron vendidos al tiempo que recibía algunos encargos. Estas obras serían contempladas por Delacroix y los pintores de la Escuela de Barbizon, lo que motivaría que Constable se convirtiera en un claro precedente para el nacimiento del impresionismo tanto por su interés por las luces como por su afición por captar el paisaje directamente del natural, "a plein air". Tras el nacimiento de Lionell el 21 de enero de 1828 la salud de Maria se quebrantó definitivamente. La tuberculosis que padecía desde hacía años y los continuos embarazos la llevaron a la muerte el 23 de noviembre de 1828. La muerte de la inseparable compañera sumió al pintor en una profunda tristeza -"nunca volveré a sentir lo que he sentido, el rostro del mundo ha cambiado totalmente para mí" llegó a decir- y provocó un brusco cambio en su concepción pictórica. La imagen serena y naturalista del paisaje va a dejar paso a visiones cargadas de melancolía y de expresividad, en las que los colores se hacen más oscuros y las pinceladas más abocetadas. La muerte de su buen amigo John Fisher el 25 de agosto de 1832 -infectado de cólera durante un viaje a Bolonia- incide en esta tendencia depresiva, creando en estas fechas una de sus obras más impactantes: El castillo de Hadleigh pintado en 1829, el mismo año que Constable empezó a trabajar en los diseños que David Lucas grabaría y publicaría en una serie titulada "El paisaje inglés", cuyo texto también era de Constable, intentando en él explicar el carácter de su pintura. Las obras de la década de 1830 están caracterizadas por una mayor expresividad, preocupándose menos por la minuciosidad naturalista y en mayor medida por los efectos de la luz y la atmósfera sobre el agua, el cielo o las hojas de los árboles. En 1833 empezó a impartir conferencias sobre la historia del paisaje en la Sociedad Literaria de Hampstead y en la Royal Institution de Londres entre mayo y junio de 1836, interesado en dar publicidad a sus trabajos. Sus últimas obras serán referencias a East Bergohlt, realizadas gracias a su fecunda memoria y a los apuntes y dibujos tomados en su juventud, recuperando en buena parte de ellas los elementos pintoresquistas que tanto admiraba el gran público. En la noche del 31 de marzo de 1837 Constable se despertaba debido a un fuerte dolor estomacal. En media hora fallecía, reflejando el parte médico una indigestión como la causa de la muerte aunque bien podría haberse tratado de un infarto. Tenía sesenta y un años y había estado algo más de 20 años en la carrera de pintor. Curiosamente, a pesar de que su éxito en vida fue bastante limitado, poco después de su fallecimiento sus cuadros serían imitados y falsificados.
Personaje Militar Político
Flavio Valerio Constancio Cloro había sido adoptado por el emperador Maximiano pero será en el año 293 cuando inicie su carrera política al ser nombrado por Diocleciano césar y recibir el gobierno de Hispania, Galia y Britania. La dimisión de Diocleciano y Maximiano convirtió a Constancio en augusto junto a Galerio. El nombramiento de los nuevos césares correspondió a Galerio, dejando a Majencio y Constantino -hijos de Maximiano y Constancio- fuera de los cargos. Estos nombramientos provocaron una grave crisis en la tetrarquía que se acentuó con la muerte de Constancio en el verano del año 306, mientras luchaba contra la tribu de los pitios en Britania.
Personaje Militar Político
A la muerte de Constantino el Imperio quedó dividido entre sus tres hijos: Constantino, Constante y Constancio II. Desde el año 323 Constancio II era césar y ahora asumió la prefectura de Oriente, participando en las luchas de poder con sus hermanos y en los enfrentamientos contra los persas. A la muerte de Constantino II y Constante, Constancio se apresuró en intervenir en Occidente, utilizando todas las fuerzas posibles para derrotar a Magnencio, derrotándole en una sangrienta batalla en Panonia. En el año 353 Constancio quedaba como soberano único del Imperio. Su reinado supondrá el triunfo del arrianismo, condenando a Atanasio. Las disidencias y luchas internas serán constantes en la Iglesia durante este tiempo pero Constancio puso todo su empeño en luchar contra el paganismo. Constancio no tenía hijos y nombró césar a su primo Galo que fue enviado a Oriente pero las sospechas que suscitó provocaron su asesinato. Su otro primo Juliano será nombrado ahora césar y enviado a la Galia. El enfrentamiento entre Juliano y Constancio II acabara el 3 de octubre del año 361 cuando Constancio murió en Asia Menor.
Personaje Militar Político
Constancio III era miembro de una familia gala que había sido romanizada hacía un tiempo. Intervino a favor de Honorio en la lucha contra los usurpadores Máximo en Hispania y Constantino III y Jovino en la Galia. En agradecimiento a su colaboración, Constancio recibió la mano de Gala Placidia, hermana de Honorio, al tiempo que era asociado al trono al ser nombrado augusto. Sólo pudo disfrutar de siete meses como emperador.
Personaje Literato Político
Conoció en 1794 a Madame de Staël, quien le indujo a intervenir en política y logró su nombramiento como tribuno del Consulado de Napoleón. En 1819 fue designado diputado por el ala liberal. Sos apreciables sus escritos. El primero de ellos se hizo público en 1816, tras haberlo escrito diez años antes, con el título de "Adolphe, anecdote trouvée dans les papiers d´un inconnu", calificado como novela psicológica. En 1810 redactó "Cécile" y varias obras más como "De l´Esprit de Conquête" o Réflexions sur les institutions". Escritor de fama , se estableció por un tiempo en Inglaterra, publicando a su vuelta a Francia su "Cours de politique constitutionelle" (1816-1820). Tras su fallecimiento se publicaron "Le cahier rouge" y "Journal intime", escritos autobiográficos, y "De la Religión". Son también conocida y valorada su correspondencia epistolar con Madame de Récamier y Madame de Charrière.
Personaje Militar Político
Antes de morir Constantino había dividido el Imperio entre sus tres hijos: Constantino II, Constancio II y Constante. Este último recibía el mando de Italia, Iliria y Africa, pero a la muerte del padre no pudo evitar la lucha con sus hermanos. Constantino y Constante lucharon por el control de la zona occidental hasta que la muerte del primero (340) dio al segundo el gobierno del Imperio durante diez años hasta que un complot militar dirigido por Magno Magnencio en la Galia acabó con su vida.
Personaje Político
Cuando Heraclonas se hizo con la soberanía única del Imperio, tras la muerte de su hermano Constantino III, se produjo una revuelta generalizada en Bizancio contra el emperador y su madre, Martina. Las tropas de Asia Menor se rebelaban y los gobernantes eran destronados y exiliados a Rodas por decisión del Senado. Constante II -que tenía once años- era designado emperador bajo la tutela senatorial. Los musulmanes seguían presionando las fronteras imperiales. Alejandría era abandonada en 642 y el poderío islámico se extendía hasta Libia con el califa Omar. La muerte del califa y su sustitución por Otman motivó la contraofensiva bizantina y se recuperó Alejandría aunque de manera efímera. El gobernador sirio Muawiya se dirigió a Armenia y Capadocia, regresando con un rico botín y numerosos prisioneros. Su siguiente objetivo será Chipre a donde llegó con una poderosa flota y Constante compró una tregua por tres años. Aún así Rodas y Creta eran saqueadas y Muawiya se dirigía a Bizancio. La batalla definitiva tuvo lugar en la costa de Licia (655), acabando con la victoria musulmana. La hegemonía marítima bizantina se quebrantaba pero Muawiya, proclamado califa, firmó un acuerdo con Bizancio para poder dedicarse por completo a sofocar la guerra civil que se produjo en sus territorios. La paz impuesta en oriente permitió que Constante dedicara sus esfuerzos a las zonas europeas. Buena parte de los eslavos balcánicos tuvieron que reconocer la soberanía bizantina. El éxito hizo que el emperador dirigiera su atención hacia la zona occidental donde los conflictos religiosos eran cada vez mayores. Constante intentó una conciliación religiosa pero no recibió el necesario apoyo del papa Martín I. El exarca de Ravena recibió al orden de acudir a Roma y detener al papa pero cuando llegó a la Ciudad Papal decidió poner toda Italia bajo su propia soberanía. La muerte del exarca Olimpo supuso el final de esta sublevación. El nuevo exarca sí cumplió su cometido y llevó a al papa Martín a Constantinopla, donde compareció ante el Senado, siendo condenado al exilio. Constante tomó la extraña decisión de trasladar la capital del Imperio a occidente lo que demuestra la importancia aún para el emperador de la política occidental. En Tarento inició con éxito la guerra contra los lombardos, poniendo sitio a Benevento. Pronto tuvo que retirarse a Nápoles desde donde se dirigió a Roma para una visita de doce días. La nueva residencia imperial sería fijada en Siracusa donde la información existente sobre su estancia es muy limitada. El 15 de septiembre de 668 sería asesinado en el baño por un ayuda de cámara, ejecutor de un complot en el que participaron grandes familias bizantinas y armenias. La rebelión sería sofocada por el exarca de Ravena y Constante II era sucedido por su hijo Constantino IV, al que había asociado al trono en 654.