Busqueda de contenidos

termino
acepcion
Oración hebraica alfabética de penitencia que se evoca en las sinagogas por el incumplimiento de los mandamientos. Se recita en el culto que tiene lugar coincidiendo con el ayuno del Yom Kipur.
lugar
<p><br>Latakia (Al ladhiqiyah) es el principal puerto marítimo de Siria en el Mediterráneo. Se encuentra en el promontorio de Ra's Ziyarah, que se proyecta hacia el Mar Mediterráneo. Los fenicios la conocían como Ramitha y los griegos como Leuke Akte. Su nombre actual es una variante de Laodicea, en honor a la madre de Seleuco II (siglo III a.C.). Latakia se ubica a 186 km al suroeste de Alepo, 186 km al noroeste de Homs y 348 km al noroeste de Damasco.</p><p>Latakia ha conservado su importancia desde tiempos antiguos. Al ser la puerta marítima de Siria, cuenta con una amplia oferta de alojamientos y está estratégicamente ubicada como base para explorar las regiones costeras del país. Playas, montañas, sitios arqueológicos y numerosas reliquias de las Cruzadas se encuentran a pocas horas de distancia entre sí.</p><p>La antigua Ramitha reemplazó al asentamiento previo de Ugarit (Ras Shamra) al norte, destruido en el siglo XII a.C. Latakia solo alcanzó prominencia tras la conquista de Alejandro Magno, cuando se transformó en una importante ciudad del Imperio Seléucida. Renombrada en honor a Loadicea, madre del general Seleuco I Nicator de Alejandro Magno (siglos III y II a.C.), se convirtió en un puerto esencial y el principal proveedor de vino en la época helenística. La ciudad fue brevemente designada capital de Siria a finales del siglo II d.C. por Septimio Severo. Devastadores terremotos en 494 y 555 dañaron gravemente Latakia, pero fue reconstruida por Justiniano. Latakia fue tomada en el año 638 d.C. por los árabes, en 1097-1103 por los cruzados y en 1188 por Saladino. Posteriormente, la ciudad estuvo bajo la administración de cristianos de Trípoli, musulmanes de Hama y turcos otomanos; finalmente, quedó bajo el mandato francés de Siria y el Líbano en 1920.</p>
contexto
Al lector Ruégote por Dios vivo, a quien quiera que esto leyeres, que si sabes que hay alguna cosa entre estos naturales tocante a esta materia de la idolatría, des luego noticia a los que tienen cargo del regimiento espiritual o temporal, para que con brevedad se remedie. Y haziendo esto, harás lo que eres obligado, y si no lo hizieres encargarás tu conciencia con carga de grandíssimas culpas; porque ansí como éste es el mayor de todos los pecados y más ofensivo de la divina magestad, ansí también nuestro señor Dios castiga a los que en él ofenden con mayor rigor que a ninguno de los otros pecadores. Y a los que encubren este pecado ansimismo los castiga con gravíssimos tormentos en este mundo y en el otro. No se deve de tener por buen cristiano el que no es perseguidor de este pecado y de sus autores, por medios lícitos y meritorios. Exclamaciones del autor ¡Oh, infelicíssima y desventurada nación, que de tantos y tan grandes engaños fue por gran número de años engañada y entenebrecida, y de tan innumerables errores deslumbrada y desvanecida! ¡Oh, cruelíssimo odio de aquel capital enemigo del género humano Satanás, el cual con grandíssimo estudio procura de abatir y envilecer con innumerables mentiras, crueldades y traiciones a los hijos de Adán! ¡Oh, juicios divinos profundíssimos y rectíssimos de nuestro señor Dios! ¿Qué es esto, señor Dios, que havéis permitido tantos tiempos que aquel enemigo del género humano tan a su gusto se enseñoreasse de esta triste y desamparada nación, sin que nadie le resistiesse, donde con toda libertad derramó toda su ponzoña y todas sus tinieblas? ¿Señor Dios, esta injuria no solamente es vuestra, pero también de todo el género humano? Y por la parte que me toca, suplico a Vuestra Divina Magestad que después de haver quitado todo el poder al tirano enemigo, hagáis que donde abundó el delicto abunde la gracia, y conforme a la abundancia de las tinieblas venga la abundancia de la luz sobre esta gente, que tantos tiempos havéis permitido estar supeditada y opresa de tan grande tiranía.
contexto
AL LECTOR Aunque muchos han tocado los sucesos de los Yncas señores un tiempo de aquellas provincias del Pirú y aun algunos han hecho particulares libros con todo eso, si se ha de guardar el rigor de lo que quiere decir Historia, conforme la definió Cicerón en el libro 2.? de sus oraciones que dijo que la Historia era testigo de los tiempos, Luz de la Verdad, Vida de la Memoria, Maestra de la Vida y Correo de la Antigüedad, ninguno pienso que ha cumplido con todas estas condicionales con el rigor que yo he deseado cumplir, porque he conferido lo que escribo con los testigos de entrambos tiempos, comunicando en aquellas partes los muchos años que en ellas he vivido con los Indios de mayor edad y discurso, y revolviendo su modo de archivos y depósitos más olvidados y sepultados con que se ha dado la luz posible a la verdad que se busca, y vida a la memoria que se iba a acabar, ilustrándola con la gloria grandeza del Monarca que hoy la posee debajo de la obediencia de la Iglesia Romana, con la buena política que se verá en la descripción, que aquí ponemos de aquellas provincias con que se ha seguido el último fin que se pretende en la historia, que es recreado enseñar a vivir a los que leen, con el ejemplo de los que pasaron, todo lo uno y lo otro remito y sujeto a la erudición de tantos hombres graves como hoy escriben, de quien espero la aceptación que merece mi deseo, porque ha sido verdadero de acertar (rubricado). AL AUTOR Soys en todo el orbe tal fray Martín por vuestra pluma que con esta brebe suma es vuestro nombre inmortal. Quien podrá mober su canto a la historia que sacais si solo en ella dejais al mundo lleno de espanto. AL AUTOR Nadie fray Martín presuma ser tan arrogante y loco que pueda dezir en poco lo que alcansó buestra pluma. Y asi tendré por grandeza el quedar sin alabanza pues que nadie alcanza donde vuestro ingenio empieza. Don Luis de Quiñones Osorio del ábito de Alcántara, señor de la villa de Quintanilla, gobernador y capitan general de estas provincias de Tucumán por el Rey nuestro señor, aviendo visto y leído un libro yntitulado La historia general del Piru compuesto por el padre fr. Martín de Murua, elector del general capítulo de la orden de Nuestra Señora de las Mercedes, certifico a los que la presente vieren, que es ystoria berdadera y que en ella no se pueden añadir ni quitar por aber asistido endiuerercas (sic) partes deste Reyno entre los yndios naturales y aber sabido la mesma relación sin otras muchas que por curiosidad e procurado saber y visto ocularmente por lo qual hallo justo el trabajo y diligencia que el dicho padre elector puso en sacar a luz tan ofuscada ystoria y asi no solo debe ser agradecido mas premiado su yntento. Fecha en cordoba de tucumán a beynte ocho dias de setiembre de mill y seysientos y catorze años. Don Luis de Quiñones Ossorio firmado y rubricado. Por mandado del Sr. Gobernador, Gregorio Martínez Campuzano, S. S. mayor de gobernación firmado y rubricado. autógrafo. El Licenciado Francisco de Irujo, Comendador del Santo Officio de la Ynquisicion destas prouincias del Rio de la Plata y Paraguay y de la gouernación de Tuquman y sus provincias. He visto este libro que trata de origen y fin de los yngas del Perú y de sus ritos y ceremonias compuesto por el Reuerendo Padre Fray Martín de Mutua elector del Capitulo General de la Orden de Nuestra Señora de la Merced de la prouincia del Cuzco y dexa que no e hallado en el cosa contraria a nuestra fee ni buenas costumbres y que contiene tantas tan uarias antiguas y curiossas cossas dignas de ser sauidas y quel estilo con que uan escritas no solo es graue y apacible mas tambien verdadero, según que yo como uno de los mas antiguos destos Reynos y sin sospecha lo puedo afirmar, por constarme de muchas dellas por uista de ojos y de noticias y Relaciones que me han hecho muchos caciques amtiquissimos y otros yndios de crédito ynteligentes desta Historia de quienes en diuersos tiempos la ynquiri (con particular diligencia) me parece digna de que se ymprima y saque a luz y porque la tengo por leiçion prouechossa para los curas que dotrinan y curiossas personas. En Buenos Aires de la prouincia del Rio de la Plata a diez y siete de diziembre de mill y seiscientos y catorçe años. El Licenciado: Francisco de Irujo. Por mandado del Comissario del Santo Offiçio, Juan de Vergara, notario. autógrafos. Yo, Martin Dominguez Jara, Comisario del Santo Offiçio y de la Santa Cruzada de esta prouincia del laricay cura y veneficiado deste pueblo de Ylabaya, digo que yo e visto por orden y mandato del ilustrisimo señor don Fray Domingo de Senteno y Valderrama, Arçobispo, Obispo de la çiudad de/La Paz, vn libro intitulado Historia General del Pirú muy vtil y prouechosso y de mucha curiosidad, compuesto por el muy Reverendo Padre Fray Martín de Mutua, Elector general del Orden de Nuestra Señora de las Mercedes, redención de captiuos, en el qual libro contiene relaçion muy berdadera del origen, principio y generalogia de los grandes señores reyes yncas que fueron deste rreyno del Pirú y de sus echos y costumbres y maneras de viuir y de su gouierno con otras cosas muy curiossas, y al cabo del trata el particular deste dicho reyno del Pirú y de las grandes ciudades e prouincias que tiene en si, todo lo qual afirmo, como persona que de quinze años a esta parte les e tratado y dotrinado a estos naturales, de los quales tengo gran noticia de todas las cosas contenidas en este dicho libro, por aberlas tratado y comunicado ansi con los susos dichos como con los demás yndios viejos y antiguos asi en este dicha prouincia como en las demas deste dicho reyno, de veinte años a esta parte, las quales seran de muy gran prouecho el saberlas para los curas de los yndios deste dicho rreyno y para las demas personas de mucho gusto y así sera de gran efecto y seruiçio de Dios que se ymprima y salga a luz el dicho libro y por verdad lo firmé en este dicho pueblo de ilabaya, en beynte y cinco de agosto de mill y seyscientos y onze.- Martín Dominguez Xara (rubricado) copia. Yo, Diego de Guzmán, cura de las perrochias de Sanct Sebastian y Sancta Bárbara y de todos los demás yndios naturales desta ciudad de Nuestra Señora de la Paz de Chuquiago, digo que yo e visto por orden y comission del Ilustrisimo Señor Don Fray Domingo de Balderrama y Senteno, Arçobispo desta dicha ciudad vn libro yntitulado la Historia relaçion del origen principio e generalojía (sic) de los grandes señores yngas que fueron deste rreyno del Pirú y de sus cossas y manera de biuir y de su gouierno, con otras cosas muy curiosas y al cabo dél donde en particular trata deste dicho rreyno del Pirú y de las provincias y ciudades que tienen en sí, compuesto por el muy Reverendo/Padre Comendador Fray Martín de Mutua, Elector general de castilla del orden de Nustra Señora de las Mercedes, redención de captiuos, el qual dicho libro es vúl y prouechoso y contiene relaçion muy berdadera de todo lo sucedido en este dicho rreyno del Pirú todo lo qual sé y afirmo como persona naçida y criada en él y e tenido y tengo gran noticia de las cosas contenidas en este dicho libro, por aberlas visto, comunicado y conferido con los yndios antiguos viejos y curacas y algunos de los yncas ansi en la gran ciudad del Cuzco, como en las demás prouinçias y ciudades deste dicho rreyno de ochenta años a esta parte las quales seran de mucha consideración el saberlas por que fuera de ser de mucho gusto y deleite se sabrá de los ritos y leyes que entre esta gente hubo de que se pueden aprouechar los curas que doctrinan a estos yndios y ansi sera de grande efecto y seruicio de Dios en que se ymprima y salga a luz este dicho libro y por berdad lo firmé en La Paz en ocho de setiembre de mill y seisientos y onze años Diego de Guzmán. copia. El doctor Don Alexo de Venauente Solís, Canónigo de la Cathredal y Metrópoli delos Charcas, Comissario general de la Santa Cruzada. E visto este libro por mandado y comissión del señor doctor don Antonio Calderón Obispo de la Barranca del Consejo de Su Majestad, el qual es católico y muy curioso, vtil y prouechoso asi para los curas como para los españoles e yndios, yntitulados la famosa ystoria y relación de los reyes yncas señores deste reyno del Pirú compuesto por el Padre Elector General, Fray Martín de Mutua Comendador y Cura del pueblo de Huata de la Orden de Nuestra Señora de las Mercedes, Redençion de Captiuos, y por la mucha experiencia que deste dicho reyno tengo y saber las lenguas de los naturales dél, e visto muchas de las cosas contenidas en él y e oydo muchas y el autor merece por el gran trabajo y curiosidad que en componer le a tenido, gran premio el qual es mi pareçer. Firmado en la ciudad de la Plata del Pirú, en dies dias del mes de mayo de mill y seysientos y doze años.- El Doctor Solís (rubricado). copia. Fray Pedro González de la Orden de Predicadores, Visitador general deste Obispado, de la ciudad de la Paz, por el Ilustrisimo Señor Don Fray Domingo de Balderrama Centeno, Arcobispo y primer Obispo del dicho Obispado del Consejo de Su Majestad, digo que abiendoseme cometido viese vn libro yntitulado la ystoria general desendençia y antiguedad de los yngas, reyes del Pirú, con otras cosas curiossas, compuesto por el Reverendo Padre Fray Martín de Mutua del orden de Nuestra Señora de las Mercedes, Redençion de Captiuos y Elector general, me pareçe por haber visto muchas de las prouincias que sita y de todas las demás del dicho reyno, tener cierta relación y de ser obra curiosa vien y fielmente trabajada y que guarda puntualmente el orden así en la berdad de la suseçion, trajes y costumbres de los dichos reyes yngas como en las demás curiosidades dignas de ser sabidas y de que muchos curiosos gustarán tener noticia, por lo qual es justo salga a luz y se premie el traba (sic) al autor. En La Paz, en seis de setiembre de mill y seyscientos y onze.- Fray Pedro González (rubricado). Gutierre Fernández, Maestro de Capilla de la Sancta Yglesia Metropolitana y Cathredad (sic) de los Charcas, Cura y Veneffiçiado de la Dotrina y Perrochia de Sanct Lázaro desta ciudad de los Charcas, por comission del Ilustrissimo Señor Obispo de la Barranca e Doctor Don Antonio Calderón. Vi y ley vn libro yntitulado la Ystoria general de los Yncas y reyno del Pirú compuesto por el Reverendo Padre Fray Martín de Mutua, Comendador del Orden de Nuestra Señora de la Merced Redençion de Captiuos de la Casa y Doctrina de Huata y Elector del Capítulo General de su rreligión y como persona de esperiençia y muy antigua en este reyno y aber tratado mucho tiempo con los naturales dél, por aberlos dotrinado y asistido en lugares donde por la mucha comunicaçion que con los dichos e tenido y por la larga esperiençia y notiçia de las cosas y antigüedades deste rreyno la qual espeçialmente tube en la ciudad del Cuzco, donde viui mucho tiempo y doctriné yndios. Digo quel dicho libro es muy ynportante, para todo género de gente curiosa, porque contiene con berdad muchas antigüedades dignas de ser sabidas y estimadas y asimismo exemplos y cosas muy doctrinables que pueden ynportar a todo género de gente. Y así no solo se puede dar liçençia a el dicho Padre para que ynprima el dicho libro pero por el grande trabajo que le a costado el poner en orden negoçio tan dificultoso, es digno de muy gran premio y esto es lo que siento y así lo firmé de mi nombre en catorze días del mes de mayo de mill y seysientos y doze años. En esta çiudad de La Plata.- Gutierre Fernández, ydalgo (rubricado). copia.
contexto
El de Ronald B. Kitaj (1932) es un caso peculiar dentro del ámbito del pop inglés. Americano, viajado por Europa, estudió en el Royal College of Art entre 1959 y 1961. Allí coincidió con los artistas ingleses, un poco más jóvenes que él y ejerció una influencia importante, sobre todo en Hockney, por su conocimiento del arte americano y europeo, pero también por su actitud como persona. Kitaj le animó a ocuparse de los temas que le afectaban más directamente.Sus propios temas procedían más de la literatura y de la historia del siglo XX que de la cultura popular, pero las imágenes tenían como base fotografías, fotogramas o fragmentos de pinturas de artistas del pasado, en una amalgama compleja que hace sus obras difícilmente comprensibles sin el libro de claves, planteando al espectador cada vez la resolución de un enigma. La historia de los judíos, sus lecturas favoritas, las revoluciones o sus amigos de Londres, pueblan sus cuadros resueltos a la manera de collages pintados.Tampoco a Kitaj le gusta la etiqueta pop, que rechaza como casi todos los artistas ingleses y, en realidad, no se puede hablar de una escuela pop inglesa porque las diferencias entre ellos son demasiado acusadas. Lo que comparten es una nueva mirada sobre la cultura popular y la sociedad de consumo. Y a partir de ahí cada uno lleva su investigación por un camino plástico diferente.Richard Smith (1931) pasó una temporada en América a finales de los cincuenta y su pintura acusó el impacto de la nueva abstracción postpictórica sin abandonar el pop. Trabajando en gran escala y con los colores de las revistas y la publicidad, se inspiraba en envases -paquetes de cigarrillos, por ejemplo- para hacer una pintura abstracta. A partir de 1963 fabrica obras tridimensionales. Allen Jones (1937), en un intento de objetualizar al máximo el cuadro, recorta la tela para hacerla coincidir con la imagen (en la serie de los Autobuses rojos de los años sesenta) y utiliza las imágenes de la sociedad contemporánea sólo como base para llevar a cabo una investigación sobre la pintura, sus medios y posibilidades y las relaciones entre abstracción y figuración.
obra
El periódico "Le Matin" publicó por entregas las "Mémoires" del capellán de la prisión de La Roquette, el abate Faure. La figura de un condenado dispuesto a ser guillotinado se ubica tras el instrumento de condena, apareciendo junto a él un triste verdugo y al fondo el abate ante un pelotón de guardias a caballo. La tensión del instante ha sido recogida con gran maestría por Toulouse-Lautrec demostrando su facilidad para captar los gestos de los personajes. Los trazos firmes y seguros organizan la composición, combinándose con los planos de color para obtener un sensacional resultado. Los especialistas piensan que Henri no trabajó directamente sobre las piedras litográficas como era en él costumbre sino que fue realizado el cartel siguiendo un dibujo suyo.
contexto
A lo largo de su vida, Fernández fue el escultor más solicitado por las órdenes monásticas: ante la avalancha de encargos seleccionaba a los comitentes también por cuestiones subjetivas, como era su personal predilección por los carmelitas, orden con la que tenía una especial relación. Una persona a quien le agradaba de manera especial era el prior del Carmen Calzado, Juan de Orbea, mecenas de lo más destacado y quien suministró a muchos monasterios carmelitanos obras del escultor. La condesa de Oñate, tía del ilustre monje, Ana de Orbea, fundó en el mismo monasterio una capilla dedicada a Santa Teresa; la imagen de la santa fue obra de Fernández en 1624. Del maestro salió su definitiva efigie, la que todos conocemos: como doctora, con la pluma suspensa recibiendo la inspiración, el hábito marrón y un extremo del manto alzado en el aire, como si lo elevara la pujanza de lo que es revelado a la santa. En 1630 elaboró una iconografía sobre la Virgen del Carmen y algunos de sus milagros en el retablo mayor de este mismo convento, entre ellos La Imposición del Escapulario a San Simón Stock, Maria Magdalena de Pazis, más algunos desaparecidos, cuya calidad nos hace pensar que el maestro necesitó una amplia colaboración para poder terminar todas las obras que contrataba. Al llegar a Madrid el Yacente, en 1614, y al tratarse de una escultura que contaba con el reconocimiento regio, otras instituciones de la capital acudieron a solicitar otros iguales, como el fundador del convento de San Plácido, Jerónimo de Villanueva (1620-1625). En el comportamiento social de los nobles, es una constante histórica la emulación de los actos del Rey, vía por la que muchas modas se impusieron. Creemos que este motivo, el de la imitación, fue el que indujo al Condestable de Castilla, don Juan Fernández de Velasco, quien también regalará, entre 1620-1625, al monasterio fundado por su familia, el de clarisas de Medina de Pomar (Burgos), un Yacente, de los mejores de la serie que caracteriza de un modo inequívoco la obra de Gregorio Fernández. Estos Yacentes, en el lado izquierdo son un desnudo, porque el paño de pureza, sujeto por una cuerda, queda abierto para mostrarnos la cadera y la cintura. Como imágenes barrocas que son, están esculpidos con varios puntos de vista pero esconden uno especial, y así en los de Gregorio Fernández, si se les mira desde el dedo pulgar de la pierna que mantienen recta, sobrevolamos por un cuerpo apolíneo que se oculta: en ese momento la cabeza resulta más inquietante. Cuando algún particular lograba tener una obra del solicitadísimo escultor, su alto valor hacía que con el tiempo fuese donada a una institución religiosa, como el caso del clérigo Bernardo de Salcedo, que en 1621 entregó una imagen del Ecce Homo, de su propiedad, a la cofradía del Santísimo Sacramento y Animas (Museo Diocesano de Valladolid). Es uno de los desnudos más bellos que hizo el artista, con un sentido integral del cuerpo humano, tiene sexo que se cubre con una tela encolada, la figura gira sobre sí misma en un arqueo dinámico y los brazos cruzan el pecho, todo como en las más clásicas esculturas de la Antigüedad. En la segunda mitad del siglo XVI se inició en España la gran era de los místicos y en el XVII culminó con las sucesivas beatificaciones de San Ignacio (1610), Santa Teresa (1614) o la canonización de San Francisco Javier (1622). La actual parroquia de San Miguel en Valladolid, que antes era de los jesuitas y se llamaba San Ignacio, conserva la estatua del santo titular, donde el escultor cuidó con detenido estudio los elementos históricos, parece un retrato tomado del natural. El gran Barroco de España lleva la impronta poderosa de los jesuitas y las figuras exentas de sus santos fueron objeto de nuevos cultos, que saltaron a la religiosidad popular. En Vitoria, esculpió el retablo mayor de la iglesia de San Miguel y excepcionalmente también se encargó de la arquitectura. Lo contrató en 1624 y no lo terminó hasta 1632, porque supuso la máxima acumulación de escultura que puede soportar un retablo, lejos ya de aquella armonía conseguida en el clasicismo, donde la arquitectura y escultura no se negaban la una a la otra sino que mantenían un sabio equilibrio. Los relieves son muy destacados, incluso los de la predela y las estatuas metidas en profundos nichos contrastan con los relieves de la calle central: San Miguel, La Inmaculada y un enorme Calvario en el ático. Aquí el dramatismo de los pliegues cada vez es más acusado, las angulosidades no pueden ser más extremas. También en este año de 1624 contrató el retablo mayor y dos laterales del convento de franciscanas de Eibar (Guipúzcoa), con mediación de fray Juan de Orbea, que se perdieron en la Guerra Civil. Resulta difícil dar una explicación coherente a las razones que impulsaron a Gregorio Fernández para firmar tal cantidad de contratos en 1624. A partir de estas fechas son esporádicas las esculturas maestras: apenas debe tener tiempo para dedicar atención a sus colaboradores y se encontró en una tremenda situación, a juzgar por la escasa calidad de muchas de sus obras, antítesis de la exigencia ética que Gregorio Fernández mantenía en su trabajo.