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acepcion
Nombre que asignaron los musulmanes a toda la zona en la que se establecieron en la Península ibérica.
contexto
Mientras Bonaparte consolidaba su dominio sobre Egipto, la flota británica del Mediterráneo porfiaba en su búsqueda. Hasta entrado el mes de julio no le llegaron a Nelson noticias de que el enemigo había desembarcado en Alejandría. El almirante partió en su búsqueda. Sabía que sin su escuadra, el ejército expedicionario perdería todo contacto con la metrópoli y que ello comportaría el fracaso de la estrategia oriental de Francia. El 1 de agosto, la escuadra británica descubrió a la francesa en la bahía de Abukir. Nelson resolvió atacar de inmediato y, aprovechando el deficiente plan de batalla del almirante Brueys, se lanzó sobre ella, logrando colocarla entre dos fuegos y destruirla casi por completo. Napoleón estaba aislado. Pese al rudo golpe que supuso para su ejército el desastre de Abukir, Bonaparte no varió sus planes. "No tenemos flota -escribió- pues bien, ¡hay que morir aquí o hacerse grandes como los antiguos! Este acontecimiento nos obliga a hacer grandes cosas. Y las haremos". Las tropas de tierra, unos treinta mil hombres, estaban casi intactas, y aún no había surgido en Egipto una resistencia que mereciese tal nombre. Por tanto, podía continuar con su plan, e invadir Palestina y Siria a fin de cerrar todos los accesos por tierra al mar Rojo. Si todo salía bien, podría dirigirse luego a la India, a donde confiaba en llegar a finales del invierno de 1800. En ningún momento consideró que los turcos pudieran oponer más que una débil resistencia a su avance. El 9 de febrero de 1799, Napoleón se puso en camino al frente de un contingente de 13.000 hombres. El cruce del desértico Sinaí, sin agua ni caminos, fue un calvario de sed para la tropa, pero las penalidades quedaron olvidadas al desembocar en la llanura costera. El-Arish y Gaza fueron ocupadas sin dificultad. En cambio, la guarnición otomana de Jaffa opuso una enconada resistencia, por lo que la ciudad fue tomada por la fuerza y sometida a un concienzudo saqueo. Tras ello, Haifa, en la ruta hacia el Norte, abrió sus puertas a los franceses. El camino hacia Damasco, y luego hacia Bagdad y la India, parecía expedito.
obra
No son muy numerosas las escenas que pintó Cézanne relacionadas con la vida moderna, a diferencia de sus amigos impresionistas Renoir, Monet, Degas, Manet o Pissarro. El maestro de Aix nos presenta un grupo de figuras descansando al borde del estanque, posiblemente antes de hacer el habitual pic-nic de los días de descanso, costumbre tomada de una práctica aristocrática del siglo XVIII que continuaba sus cacerías matutinas con un festivo almuerzo. A pesar de mostrar cierto interés por la iluminación, la tela está construida en el estudio, tomando como inspiración láminas de época y los trabajos de sus amigos. Las figuras manifiestan una significativa sencillez en sus poses que contrasta con la rigidez compositiva de la escena. La obra se considera un trabajo de transición antes de entrar de lleno en la etapa impresionista tras la estancia en el verano de 1872 en Pontoise, junto a Pissarro. Algunos especialistas consideran que esta imagen también podría tratarse de una fantasía, al igual que sus trabajos románticos.
obra
En septiembre de 1876 Renoir pasa una temporada en casa del escritor Alphonse Daudet en Champrosay, donde visita la tumba de Delacroix. En el mes que pasó allí realizó diversos paisajes como éste que contemplamos, elaborado siguiendo la filosofía impresionista al representar los paisajes directamente del natural, empleando una pincelada rápida y empastada, con toques cortos, como si de comas se tratara. También observamos las sombras coloreadas habituales en el impresionismo -al igual que hacían Monet, Degas o Pissarro- pero lo más interesante es el juego cromático entre el verde de la vegetación, el azul del cielo y los amarillos de las hojas que apuntan la entrada del otoño.
obra
A comienzo del mes de septiembre de 1883 Renoir hace un viaje a las islas anglonormandas junto a su compañera Aline Charigot y su buen amigo Lothe. Se detiene en Guernesaey donde realizará marinas y bañistas antes de regresar a París a primeros de octubre. En estas vistas encontramos recuerdos del reciente viaje a Argel al utilizar una luz con cierto aire mediterráneo. La iluminación está tomada del natural y crea un espectacular efecto atmosférico que diluye formas y volúmenes, acercándose hacia la abstracción. Este tendencia -que también estaba llevando a cabo Monet- provocará la crisis del impresionismo hacia 1883 y la reacción de Renoir será recuperar el dibujo y el modelado.
Personaje
Otros
Hijo de emigrantes italianos se traslada a Nueva York de niño. En Chicago trabajó como guardaespaldas de un gángster implicado en negocios relacionados con la prostitución y el juego. A raíz de que se proclamara la Ley Seca, Al Capone se asocia con su jefe para dedicarse al contrabando de alcohol, independizándose más tarde. Esta actividad ilegal sería la base de su fortuna. Su poder cada vez mayor le llevó a enfrentarse con otras bandas que se dedicaban al mismo negocio. Esta situación desembocó en una guerra entre bandas que acabó con la baja de 135 personas a manos de otros gángster. En 1926 Al Capone, habiendo roto ya su relación con su socio, mantiene una reunión con el resto de los grupos mafiosos para alcanzar un acuerdo de cooperación. Sin embargo no todas las bandas se muestran conformes con esta idea y dos de ellas se niegan a participar. A pesar de los atentados que sufrió por parte de los miembros de la banda de Aiello y de Moran, ninguno pudo acabar con su vida. Los primeros fueron asesinados. Los segundos acaecieron en la famosa matanza del día de San Valentín en su garaje, a manos de los secuaces de Al Capone disfrazados de policías. El FBI por su parte trabajó durante años para poder encarcelarlo. Sólo en 1931 pudo detenerle bajo la acusación de evadir impuestos. Estuvo en la cárcel durante ocho años, y desde allí continuó dirigiendo a su banda.
obra
Como ocurre en Espiró sin remedio o Madre infeliz!, los fallecimientos en la calle vuelven a protagonizar una estampa de la serie. Goya nos presenta un panorama desolador, gritando en sus estampas contra la crueldad y la sinrazón de la guerra.
contexto
En 1900 las cosas habían mejorado un poco, pero aún así nos la cifra era del 71,4%. En 1910, fecha en que la mujer accede sin trabas a la Universidad, los números eran todavía altos, del 65,8%. Si nos detenemos en ese año y hacemos un análisis más profundo, observaremos que de las que sabían leer y escribir (exactamente 3.252.412) sólo 340 estaban matriculadas en el Bachillerato. Es decir, que siendo el movimiento de acceso de la mujer a los estudios superiores un proceso imparable e imprescindible para el desarrollo coherente de una sociedad moderna, en España era también algo apenas perceptible. Gráfico