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monumento
La Capilla del Cristo de los Dolores, de la Venerable Orden Tercera, contigua a la Real Basílica de San Francisco el Grande, nació dependiendo de ésta, con el objetivo de acercar la vida penitencial a los seglares. Fue trazada por el jesuita Francisco Bautista y Sebastián Herrera en 1662, y construida por Marcos López y Luis Román. Su origen, sin embargo, se remonta a 1617, cuando los frailes del antiguo Convento de Franciscanos de Jesús y María deciden instalar una nueva capilla independiente del recinto conventual. La capilla está compuesta de una sola nave longitudinal, con enorme tabernáculo exento dispuesto en forma de pirámide escalonada de dos pisos, rematados con una cúpula sobre pechinas. En ella se nota la influencia de la arquitectura italiana renacentista, y los retablos están enfocados principalmente a exaltar la Eucaristía. El baldaquino es obra de Juan de Ursularre y toda la construcción es de ladrillo y piedra. En 1968 la Venerable Orden Tercera acometió una desatinada reforma del templo para adaptarla a las necesidades de la liturgia moderna, desapareciendo la ornamentación barroca, así como los cuatro retablos churriguerescos, al tiempo que se cambiaba de lugar el altar, lo que causó importante daños en el baldaquino. Un año después fue declarado Monumento Nacional por su singular belleza y decoración.
obra
Francisco Rizi de Guevara, hermano de Fray Juan Rizi, recibió en el año 1678 un encargo de parte de Don Juan José de Austria para decorar la capilla de la iglesia de las Descalzas Reales con frescos de su mano. Toda la capilla está adornada con escenas de la vida de María, y en la cúpula, que es la imagen que admiramos ahora, se encuentra la culminación de su vida, la Coronación de María por mano de Dios Padre y Jesús. Rizi comenzó trabajando dentro de un Barroco contenido y de raíz clásica, manteniendo la composición dentro de esquemas geométricos. Según avanzó su obra llegó a escenas como esta, con un gran rompimiento de gloria central, cuajado de angelitos y nubes doradas, y con los protagonistas desplazados hacia un lateral de la cúpula.
monumento
Situada sobre el solar de una antigua capilla erigida posiblemente por Alfonso VIII, Francisco de Vargas ordenó en 1520 la construcción del templo, finalizándose en 1535 bajo la dirección de Don Gutierre de Vargas y Carvajal, obispo de Plasencia, de quien habría tomado nombre la capilla, ya que su verdadera advocación es la de San Juan de Letrán. En 1518, las reliquias del santo fueron trasladadas a la capilla desde la antigua parroquia de San Andrés. Fue conocida también con el nombre de Capilla del Cuerpo de San Isidro. Este magnífico edificio representa la transición del gótico, reflejado en la nave y ábside cubiertas con bóvedas góticas de crucería, al renacimiento, estilo que se aprecia en la puerta y decoración interior. Se levantó como capilla de la parroquia de San Andrés, con la que comunicaba en principio. En el interior destaca el magnífico retablo mayor, obra del palentino Francisco de Giralte, discípulo de Berruguete, finalizándolo en 1550. En 1544, la capilla pasó a ser panteón de los Vargas. Desde 1931 es Monumento Nacional.
monumento
<p>Se encuentra en un hermoso paraje bañado por las aguas del río Ulla, junto a unpuente de época medieval.</p>
obra
Su ejecución comenzó a mediados del siglo XVII y estaba concluida en 1690. Constituye uno de los más claros exponentes del sentido decorativo de las yeserías poblanas. Aunque la estructura del edificio permanece fiel a las concepciones estéticas del siglo XVI, la decoración introduce un efecto dinámico mediante la fragmentación atomizada de la superficie de los paramentos que crea un efecto retórico orientado a la persuasión.
obra
La capilla es de planta de cruz con una nave, crucero de un tramo y capilla mayor rectangular a la que se adosa el camarín; los muros se articulan por medio de pilastras rematadas en su parte superior por movidas placas y el crucero se cubre con cúpula.