En la primera semana de julio de 1889 Van Gogh recibe la noticia de que su hermano Theo pronto será padre. Unos días después sufrirá un grave ataque que le apartará de la pintura hasta septiembre. Con esta noticia se elimina el mito de un Van Gogh creador por su locura. Todo lo contrario: cuando Vincent tenía un ataque abandonaba totalmente la creación, temiendo precisamente no poder trabajar ya que pintar era lo más importante para él. Este espléndido lienzo se debió realizar entre la primavera y el mes de julio, mostrándonos uno de los campos de trigo que rodeaban el sanatorio de Saint-Rémy donde estaba internado. La alegría de los tonos empleados quizá sugiera la felicidad por la noticia de ser tío. Los amarillos, malvas y verdes salpicados de rojo y blanco hacen de ésta una de las composiciones más atractivas y relajantes del maestro. El trazo con que se ha aplicado el óleo recuerda a la Noche estrellada al ser a base de espirales, claramente reconocibles para el espectador que contempla la textura de las pinceladas, como si se tratara de un puzzle. Esas pequeñas pinceladas reciben el nombre de facetas. Van Gogh se inspiró en Seurat y en la estampa japonesa para realizarlas, siendo después empleadas por muchos creadores del Post-Impresionismo, incluso por Picasso.
Busqueda de contenidos
obra
Los paisajistas de la Escuela de La Haya supondrán la primera influencia para el joven Vincent, especialmente su tío Anton Mauve. Las vistas de la campiña holandesa tendrán un considerable éxito en el mercado artístico de fines del siglo XIX y a Van Gogh ya le habían llamado la atención durante su trabajo en la galería Goupil, ejecutando un buen número de ellas en estos años de La Haya. Apreciamos como paulatinamente se va introduciendo el color en la producción del holandés, observándose una pincelada obtenida a base de pequeñas manchas de vivas tonalidades. A pesar de la casi ausencia de dibujo en la composición, es suplido gracias al realismo con el que está captada la vista, donde las nubes - creando un admirable sensación de movimiento - adquieren un importante papel.
monumento
La tradición atribuye el nombre al hecho de haber muerto en el lugar, al caer del caballo, un príncipe cristiano o haberse depositado en una de las huertas cercanas el cadáver de un príncipe árabe. Aquí también se ha dicho que fue expuesto el de Muley Hacén, traído en acémila, por orden del Zagal a testimoniar su muerte. En 1513 se hace una plaza para la celebración de "fiestas de justas y cañas de lo cual esta ciudad tiene mucha necesidad". En 1518 se festejan las bodas de la duquesa de Sesa, hija del Gran Capitán. En los siglos XVII y XVIII será centro y escenario de alborotos populares promovidos por los oficiales sederos pidiendo y consiguiendo en marzo de 1648 la destitución del Corregidor. Tomando la calle Molinos y accendiendo por la calle Escuelas, llegamos a esta conocida plaza. Gracias a su ubicación podemos gozar de una espléndida vista de los barrios de la Antequeruela y Mauror y parte del otrora llamado Balcón del Paraíso (los Mártires). Más abajo se contemplan la iglesia de San Cecilio, a donde llegaban en otros tiempos las alamedas, y el Hospital Militar. En la actualidad los atardeceres y las noches son bulliciosas y animadas ambiente propiciado por los numerosos bares que lo vivifican En uno de sus accesos se coloca un pilar de dos caños y en un lateral una fuente; tiene pavimentados numerosos espacios con el típico empedrado granadino. En un lugar abierto y destacado se eleva una bella cruz de piedra con la efigie de Cristo, que la piedad popular levantó en 1640 en el Realejo Alto y 42 años después fue trasladada aquí: El Cristo de los Favores , el cual es protagonista de varios actos religiosos durante la Semana Santa granadina.
obra
Las Scuole en Venecia eran cofradías de laicos quienes, bajo el patrocinio de un santo protector, se proponían como objetivo la devoción y la penitencia, al tiempo que servían de estructuras gremiales. La Archicofradía Scuola Grande di San Rocco fue reconocida por el Consejo de los Diez en el año 1478. Los edificios de la Archicofradía son la Scuola Grande, la iglesia y la Scoletta. La Scuola se construyó en el siglo XVI, iniciando los trabajos Bartolomeo Bon en 1515. Sante Lombardo continuó las obras que fueron seguidas por Antonio Scarpagnino, autor de la armonización de la fachada. Tintoretto se encargará de la decoración del edificio entre 1564 y 1587. La iglesia también se debe a Bartolomeo Bon y fue levantada entre 1489 y 1508, pero de estos años sólo queda una parte del ábside ya que el templo fue reconstruido en 1725 por Giovanni Scalfarotto.
obra
Turner visitó Venecia en tres ocasiones, realizando numerosos dibujos, bocetos y acuarelas que posteriormente serán utilizadas para realizar lienzos. Estos estudios serán la base de sus obras que siempre se inspiran en la naturaleza pero posteriormente estarán modificadas por la memoria y la imaginación. En las exposiciones entre 1840 y 1846 se presentaron en la Royal Academy 19 cuadros con esta temática. En esta escena podemos observar el cementerio de la isla de San Michele, al norte de Venecia, con lo que posiblemente el maestro londinense pretendía simbolizar la decadencia de la ciudad desde la dominación francesa desde 1797. El colorido empleado por Turner es tremendamente brillante, destacando los tonos azules del mar y del cielo, combinando con las nubes blancas y los reflejos de las embarcaciones en el mar. Al fondo, muy difuminadas, podemos observar las siluetas de los edificios de la Ciudad de los Canales, cuyo romanticismo cautivó al maestro de las atmósferas. El crítico John Ruskin consideró este lienzo como "la más perfecta de las últimas obras de Venecia".
Personaje
Político
Nace en Madrid el 12 de febrero de 1888. Deja los estudios a los trece años para ayudar a su madre en sus labores de modista. Trabajaba como dependienta cuando en 1909 decide presentarse a oposiciones administrativas en el cuerpo auxiliar de Telégrafos. Tras un corto tiempo en Zaragoza cubre su plaza en San Sebastián. Consigue volver a Madrid presentándose a otras oposiciones; en 1914 es nombrada profesora especial de taquigrafía y mecanografía en las Escuelas de Adultas. A partir de 1917 trabaja, además, como secretaria en el diario La Tribuna. Cumplidos ya los treinta y dos, empieza el Bachillerato. En esa misma época trabaja también como auxiliar mecanógrafa en el Servicio de Construcciones Civiles, además de hacer traducciones de literatura francesa. Dos años después se matricula en la Facultad de Derecho. Con treinta y seis años se convierte en una de las tres primeras abogadas españolas, dispuesta a ejercer, como así hace desde 1925. Es admitida en la Academia de Jurisprudencia el 31 de octubre de 1924, donde llevó a cabo una intensa labor que le hizo merecedora de la Gran Cruz de Alfonso XII, aunque la rechazó por motivos ideológicos. El 2 de febrero de 1925 ingresa en el Colegio de Abogados de Madrid, al que perteneció hasta 1936. En poco tiempo comienza a descollar en su profesión centrando sus intereses en la capacidad legal de la mujer, la protección del menor y la investigación de paternidad. En una de sus intervenciones en el Tribunal Supremo tuvo como oponente al futuro presidente de la II República, Alcalá Zamora. El 11 de abril de 1928 es admitida en la Real Sociedad Matritense de Amigos del País. En este mismo año interviene en la preparación del XII Congreso de la International Federation of University Women que se celebraba por primera vez en España. En esa época desempeñaba el cargo de secretaria de la Juventud Universitaria Femenina; al año siguiente llegaría a ser presidenta de dicha asociación. Contacta con colegas de otros países y con otras cuatro letradas funda en 1929 la Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas. Fue la primera mujer elegida para un cargo en el Ateneo, al que estaba muy vinculada desde 1916. (Secretaria tercera de la Junta de Gobierno en 1930). En San Sebastián asumió la defensa de un grupo de implicados en el intento fallido de proclamación de la República. Entre ellos estaba su único hermano, Ignacio. Este episodio finalizó con el triunfo de la coalición republicana en San Sebastián, y la instauración de la Segunda República. Crea en 1931 la Unión Republicana Femenina. Clara Campoamor participó en el grupo Acción Republicana que en breve se constituyó como partido político, liderado por Azaña. Sin embargo no se presentó a las elecciones para las Cortes Constituyentes con ellos, sino con el Partido Radical, liderado por Lerroux, probablemente porque estaba en mejor situación para lograr su acta de diputada que consiguió en 1931. Junto a Victoria Kent, fueron las dos primeras mujeres que lograron escaños en el Parlamento español. Con el apoyo de su grupo político formó parte de la Comisión Constitucional, de veintiún diputados que trabajó en el proyecto de Constitución. Para la reñida consecución del voto femenino en las Cortes de 1931 fue decisivo el empeño de Clara Campoamor. Gracias a su tenaz esfuerzo las españolas pudieron votar por primera vez en las Elecciones Generales de 1933, en las que ella perdió su escaño. Lerroux le ofrece entonces la Dirección General de Beneficencia y Asistencia Social, en la que trabaja hasta el 23 de octubre de 1934, fecha en la que presenta su dimisión. Cuatro meses después abandona las filas de su partido por ingerencias de la CEDA y falta de apoyo de su lider político. Intentó, sin éxito, su incorporación en Izquierda Republicana. Tampoco lo consiguió en el Frente Popular, como representante de la Unión Republicana Femenina. Muchos políticos no le perdonaron jamás su exitosa lucha por el sufragio universal. Escribió entonces y publicó en 1935, "Mi pecado mortal. El voto femenino y yo", testimonio de sus luchas parlamentarias, donde se recogen largos párrafos de las actas del debate en torno al sufragio universal. En el verano del 36 comienza su exilio. Tras una época en Francia y Buenos Aires, en 1955 se instaló en Lausanne (Suiza). Hizo continuos intentos para poder volver a España, siempre fallidos por su antigua relación con la masonería. Murió, como "exiliada descontenta que navega en la añoranzas" , en abril de 1972. Sus restos fueron incinerados y enviados a San Sebastián.