Busqueda de contenidos

obra
El 4 de julio de 1786 ordenó Carlos III a Luis Paret que "pasando por los puertos del Océano pintase las vistas de ellos", trabajo que mantuvo ocupado al pintor durante unos seis años, hasta que le fue otorgada al artista la Vice-secretaría de la Academia. Los expertos consideran que el encargo está constituido por unas quince vistas. Paret recuerda en esta obra al estilo de Watteau al representar en primer plano una dama desembarcando, descentrando hacia la derecha del espectador la vía de agua que sale al mar, entre los dos montes que alojan en sus faldas el caserío urbano. Ante el monte central se recortan varios navíos de los que llegan las barcas, destacando el colorido vivo de las telas de los personajes. El horizonte bajo es una influencia de la pintura barroca flamenca, al igual que el transparente cielo, enrojecido hacia la izquierda, brillando las velas de los barcos a la luz crepuscular.
obra
Esta extraordinaria vista del palacio de Aranjuez nos permite conocer en la actualidad como era el Real Sitio en torno a los años 1636-39 - cuando fue ejecutado este lienzo -, antes de las reformas iniciadas en el siglo XVIII por Sabatini y Bonavía. En el momento en que fue esta obra pintada estaba trabajando en las obras del palacio Juan Gómez de Mora; también podemos apreciar las casas de oficios y el jardín del rey así como los jardines de la isla con todos sus elementos, en un deseo de representar con exactitud el lugar donde los reyes pasaban numerosas jornadas en primavera y otoño. El paisaje adquiere por ello un mayor interés topográfico que naturalista, siendo una muestra de esta escasa temática en la producción pictórica española. Su ejecución tenía posiblemente como objetivo decorar el palacete de la Torre de la Parada, lugar de descanso de los reyes durante sus largas jornadas cinegéticas.