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termino
acepcion
Palabra árabe que designa un montículo de escombros de un antiguo asentamiento humano.
lugar
Tell el-Amarna es el nombre en árabe de una localización en el desierto, al N de Tebas, donde el faraón Amenofis IV llevó la capitalidad de Egipto tras proclamar como único dios a Atón. La ciudad fue llamada Akhet-Aton, "Horizonte de Atón", siendo donado el terreno al dios Aton y delimitado por medio de grandes estelas. En su perímetro fueron levantados palacios, casas, talleres y el templo. Sin embargo, sólo diez años más tarde el lugar fue abandonado, así como el culto al dios Aton. Las excavaciones arqueológicas han sacado a la luz una gran cantidad de piezas, no en vano se trata de uno de los más importante yacimientos urbanos del antiguo Egipto. Destacan un busto de Nefertiti y, especialmente, un voluminoso archivo de tablillas de arcilla. En éstas, más de 400, escritas en cuneiforme hacia el año 1350 a.C., se ha podido determinar la existencia de contactos diplomáticos del faraón con Babilonia, Mitanni, Fenicia, Siria y Palestina. La mayoría de ellas están escritas en lengua acadia.
obra
La planificación de la nueva ciudad de Akhenatón se hizo de forma muy liberal. Tres calles paralelas al Nilo eran las principales arterias norte-sur y tres ramblas perpendiculares a ellas, dividían la ciudad en tres sectores. El sector central de la ciudad estaba cuidadosamente planificado y ocupado en su mayor parte por los templos y los edificios oficiales. En la zona meridional vivía una mayoría de gente rica, pero también artesanos y gente modesta. El material constructivo que se empleó fue el adobe, sólo las columnas y los marcos de las puertas eran de caliza, siendo de yeso las celosías de las ventanas, pequeñas y situadas en lo alto de las paredes.
video
Entre los milenios V y IV a.C. tiene lugar en Mesopotamia una etapa denominada Obeid, caracterizada porque por primera vez nos encontramos con una especie de producción en serie de cerámica. Ésta ha sido hallada por toda Mesopotamia, Asia Menor, Irán y Siria, lo que indica un comercio floreciente. Las obesas figurillas de terracota anteriores son ahora desplazadas por esbeltas figuras femeninas, que parecen sostenerse sobre la punta de los pies. Pero además de por la cerámica, el periodo Obeid es característico por sus singulares viviendas. Uno de los lugares mejor estudiados es el de Tell Madhhur, en Irak, un asentamiento que debió medir unos 90 m de diámetro. Las excavaciones arqueológicas sacaron a la luz una vivienda, la casa de Usaid. El edificio sufrió un incendio y los cuartos fueron rellenados con escombros, lo que permitió que las paredes se sostuvieran en pie, hasta 2 m de altura, quedando intactas algunas puertas y ventanas. La vivienda fue construida con paredes hechas de ladrillos de adobe. Constaba de una larga habitación central, flanqueada por una serie de cuartos de menor tamaño. Parece que no tenía planta alta, aunque una rampa conducía al tejado. La vivienda contaba con zonas de almacén y cocina, así como cuartos de habitación. Pero lo más interesante de todo fue que en el lugar se hallaron restos de la vida cotidiana, como vasijas para comer, beber, cocinar o almacenar alimentos, azadas de piedra, piedras de moler, etc. Tell Madhhur proporcionó a los arqueólogos valiosa información sobre la vida de estas gentes protohistóricas.
lugar
Entre el V y el IV milenios a.C. tiene lugar en Mesopotamia una etapa denominada Obeid, caracterizada porque por primera vez nos encontramos con una especie de producción en serie de cerámica. Ésta ha sido hallada por toda Mesopotamia, Asia Menor, Irán y Siria, lo que indica un comercio floreciente. Las obesas figurillas de terracota anteriores son ahora desplazadas por esbeltas figuras femeninas, que parecen sostenerse sobre la punta de los pies. Pero además de por la cerámica, el periodo Obeid es característico por sus singulares viviendas. Uno de los lugares mejor estudiados es el de Tell Madhhur, en Irak, un asentamiento que debió medir unos 90 m de diámetro. Las excavaciones arqueológicas sacaron a la luz una vivienda, la casa de Usaid. El edificio sufrió un incendio y los cuartos fueron rellenados con escombros, lo que permitió que las paredes se sostuvieran en pie, hasta 2 m de altura, quedando intactas algunas puertas y ventanas. La vivienda fue construida con paredes hechas de ladrillos de adobe. Constaba de una larga habitación central, flanqueada por una serie de cuartos de menor tamaño. Parece que no tenía planta alta, aunque una rampa conducía al tejado. La vivienda contaba con zonas de almacén y cocina, así como cuartos de habitación. Pero lo más interesante de todo fue que en el lugar se hallaron restos de la vida cotidiana, como vasijas para comer, beber, cocinar o almacenar alimentos, azadas de piedra, piedras de moler, etc. Tell Madhhur proporcionó a los arqueólogos valiosa información sobre la vida de estas gentes protohistóricas.
lugar
fuente
La tellermine, mina circular en forma de plato aplastado, era una mina antitanque magnética que los soldados de la Wehrmacht especializados en la lucha contracarros colocaban manualmente de dos maneras diferentes: podía ser enterrada o bien adosada al tanque enemigo. En el primer caso, la presión ejercida por el tanque al pasar sobre ella accionaba el detonador y provocaba la explosión. En el segundo, los soldados debían dejar que los tanques pasaran a su lado o sobre ellos, enterrados en estrechas trincheras, para colocarlas bajo la superficie del tanque -su parte más vulnerable- o en su lado posterior. En este último caso, un temporizador permitía al soldado disponer de un breve tiempo para retirarse antes de que hiciera explosión. La tapa de la mina llevaba una pequeña parte enroscada para permitir la inserción del detonador, medida de prevención ante una detonación accidental. La tellermine era capaz de dejar fuera de combate a la mayor parte de los carros soviéticos o aliados, siendo una de las armas antitanque más eficaces de la II Guerra Mundial.
termino