Inició sus estudios artísticos en la Phillips Academy y en la Universidad de Princeton, viéndose influido por las obras de Noland, especialmente por sus cuadros recortados que estaban pintados con colores planos o bandas monocromas. Se dará a conocer en la exposición "Sixteen Americans" que organizó el MOMA en 1959. Al renunciar al expresionismo abstracto, Stella se convierte desde la década de 1960 en uno de los máximos representantes de la abstracción geométrica y constructivista que preludia el arte minimalista. Sus pinturas-relieve han ocupado un papel fundamental en el desarrollo de la vanguardia norteamericana.
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Personaje
Pintor
Emigró a Estados Unidos en 1896 e inició sus estudios artísticos en al School of Art de Nueva York, trabajando como ilustrador. En 1909 regresa a Europa para interesarse por el futurismo y el cubismo órfico, regresando a Estados Unidos en 1913, año en el que participó en la exposición del "Armory Show". Formó parte del grupo dadaísta neoyorquino desde 1917, trabajando en una estética ligada al cubismo con la que pretende expresar el ritmo de la gran ciudad de Nueva York, ofreciendo una imagen visionaria de los paisajes urbanos e industriales.
fuente
Jan Kubis y Joseph Gabcik, dos checoslovacos refugiados en Londres después de la ocupación nazi de su país, se habían preparado durante mucho tiempo para llevar a cabo la misión que se les había confiado. Cada detalle había sido preparado con suma atención, la arrogancia de Reinhard Heydrich, que cada día realizaba el trayecto entre su domicilio y el Castillo de Hradcin, antigua residencia de los reyes de Bohemia y sede del mando alemán en Checoslovaquia, en un Mercedes descapotable, abierto para poder ser visto por la población, facilitó la misión de los dos patriotas. Después de haber barajado todas las informaciones que les llegaron a Londres, gracias a la red capilar de colaboradores, Kubis y Gabcik decidieron el lugar idóneo en el que podrían atentar: una curva en forma de codo que se encontraba a lo largo del recorrido era el sitio ideal; allí se encontraría el vehículo prácticamente parado. De esta forma, la mañana del 26 de mayo de 1942, después de haber sido lanzados desde un avión inglés en paracaídas sobre la zona ocupada de Checoslovaquia, en los alrededores de Pilse, se encontraban en el lugar en el que se habían previsto eliminar a Heydrich. El currículo del viceprotector del Reich en Bohemia había sufrido bastantes episodios significativos: en 1932 fue elegido por Himmler como jefe del SD, Sicherheitdienst, el servicio de seguridad e información de las SS, en la práctica, una especie de policía encargada de vigilar todas las actividades del Partido Nazi. En el ejercicio de sus funciones como jefe del SD, Heydrich se había distinguido por su crueldad y falta de piedad, convirtiéndose rápidamente en uno de los delfines de Adolf Hitler. En septiembre de 1941 asumió el cargo de viceprotector del Reich en Bohemia con sede en Moravia, sustituyendo al viejo ministro Von Neurath. En aquél mismo período parece ser que comenzó a conspirar a espaldas de Himmler, el jefe de las SS y su jefe inmediato. Aquella mañana todo trascurría con normalidad: el coche, para tomar la curva, había ralentizado la marcha hasta casi detenerse, momento en el que intervinieron nuestros hombres. Por desgracia, la historia no ha conservado los insultos que sin duda habrán proferido al ingeniero que construyó el arma que utilizaron en el atentado. Lo único que sabemos, y lo que nos interesa en esta sede, es que el mitra que habría tenido que matar a Heydrich se encasquilló después de haber disparado unos cuantos cartuchos. Por fortuna, Gabcik y Kubis disponían también de algunas bombas de mano, una de las cuales, realizando una parábola perfecta, fue a caer en el asiento posterior del mercedes explotando detrás de la espalde Heydrich, quien, al descubrir a los terroristas se había puesto envalentonadamente de pie para responder al fuego con su P 38. Las heridas que le causó la explosión fueron mortales (parece que se fracturó la columna vertebral), al declararse la septicemia (en aquél período la penicilina sólo la conocían los americanos); ésta llevó enseguida a la muerte al pupilo del Führer. Como consecuencia, se desencadenó una represalia: en Berlín se asesinó a 152 judíos alemanes, mientras que en Checoslovaquia, después del atentado, el 18 de junio -los terroristas se refugiaron en la cripta de la iglesia de San Carlos Borromeo, en Praga-, un destacamiento de las SS ocupó y arrasó la ciudad de Lidice. Los hombres (172 entre adultos y jóvenes mayores de dieciséis años), fueron fusilados; las mujeres (195 en total) fueron enviadas al Lager de Ravensbruck, mientras que los niños fueron sometidos a experimentos raciales: siete de ellos, parece ser que de raza aria, fueron enviados a familias alemanas, mientras que los otros 83 fueron recluidos en el campo de concentración de Gneisenau. Pero hablemos del arma que tomó parte (poca) en el atentado contra Heydrich: el Sten Mk calibre 9 mm Parabellum. En 1939, los ingleses fueron a la guerra sin ametralladoras: el Estado Mayor británico estaba convencido de que los mitra no tenían ningún valor desde el punto de vista militar: "El ejército de su Majestad no necesita armas de ganster" parece que fue la respuesta que un oficial dio a un representante de la Auto Ordenance que trataba de convencer a los ingleses para que compraran el mitra Thompson; el hecho es que durante la campaña de Francia de 1940, los militares británicos no poseían ningún tipo de mitra, y que la eficacia de los mitra la experimentaron los ingleses en su propia piel. En los meses inmediatamente posteriores a la retirada de Dunquerque, el gran pedido de armas simples y poco costosas de construir, favoreció el desarrollo de la ametralladora inglesa más famosa de la Segunda Guerra Mundial, la ametralladora Sten. Las experiencias inglesas en este ampo eran muy limitadas: la única arma automática que utilizaba munición de pistola, en dotación en 1940, era la Lanchester, distribuida a la Royal Navy, arma que permaneció en servicio hasta los años sesenta. Dicha arma no era otra cosa que una copia de la MP 28 alemana. Durante el mismo año, para no pillarse la manos, Gran Bretaña se vio obligada a hacer grandes pedidos a la Auto Ordenance para el abastecimiento de mitras Thompson modelo 1928 A1 calibre 45 ACP. En el desarrollo del primer mitra de concepción puramente inglesa podemos comprender la consideración que se tenía de este tipo de arma: en efecto, la ametralladora Sten, a diferencia de las otras ametralladora del mismo período (excepto, tal vez, la PS 41 soviético), es un arma muy sencilla de fabricar y extremadamente económica (la versión Mk 1 costaba 2,5 libras esterlinas). Sólo el cañón y la masa batiente necesitan cierto cuidado en la elaboración; los demás elementos son la chapa presada (la misma culata es un simple tubo metálico) y la terminación deja mucho que desear, con numerosos puntos de soldadura a la vista. En realidad, este arma tiene un punto a su favor: gracias a la extremada simplicidad de sus componentes fue posible, por vez primera en Gran Bretaña, encargar la realización de las piezas menos importantes a numerosas empresas sub-contratadas, fácilmente identificables por el enemigo (quien, por tanto, no podía bombardearlas con la aviación). Proyectada en el Arsenal de Enfield por los ingenieros Vernon Sheppherd y Harold John Turpin (el nombre del arma deriva de las iniciales de los dos proyectistas combinados con las primeras dos letras del lugar en el que vio la luz), la ametralladora Sten fue construida a partir de julio de 1941, realizándose casi cuatro millones de ejemplares en Gran Bretaña, Canadá y Nueva Zelanda. En el arco de pocos años (la producción cesó al finalizar la guerra) este arma se construyó en seis versiones, de las que la Mk II fue seguramente la más difundida (casi 2.000.000 de ejemplares fabricados,) mientras que la Mk IV nunca pasó de prototipo (se trataba de una ametralladora Sten de menores dimensiones pensada que la utilizaran los paracaidistas). Estudiosos de las armas han disertado largamente sobre la eficacia real de este mitra. Nelson, autor del famoso "The World's submachine guns" salió en defensa de la ametralladora Sten afirmando que es un arma fiable y, en absoluto inferior a otras pistolas ametralladoras contemporáneas. Personalmente lo vemos de una manera: la ametralladora es, entre las armas de guerra, la más sencilla y económica de realizar; además, el esquema de funcionamiento es tan elemental que resulta casi imposible realizar un arma que no sea fiable. A pesar de ello, el mitra inglés, sufrió con frecuencia grandes problemas ligados esencialmente a la tendencia al encasquillamiento. Considerando que cualquier mitra con cierre de masa funciona con el obturador abierto, un mejor estudio sobre la inclinación de la rampa de alimentación y sobre el modo de presentar los cartuchos en el cargador (que era de dos hileras, aunque presentado individualmente, derivado del MP 38/Mp 40) hubiera sido suficiente para eliminar los defectos que hemos citado. En un arma como ésta, en la que el pistón de metal (el obturador) se desliza dentro de un tubo (la culata) haciendo explosionar un cartucho cada vez que se alcanza el punto anterior del recorrido, no se puede realizar un mecanismo que no sea fiable. Si además consideramos que la Sten había sido realizada pensando en la sencillez, parece por lo menos discutible la elección inglesa de confiar a este arma la protección de los soldados. A pesar de ello, la ametralladora Sten fue una de las armas más famosas del segundo conflicto mundial; no sólo la utilizaron todos los militares de la Commonwealth, sino que fue lanzada en paracaídas en grandes cantidades en los territorios ocupados por los nazis con la intención de armar las formaciones partisanas. Su principio de funcionamiento, extremadamente simple, no se diferencia del clásico de todos los mitra utilizados en el último conflicto. La cadencia de tiro era de unos 550 disparos por minuto. Un selector colocado encima del gatillo permite disparar tiro a tiro. Hay dos versiones con silenciador (la Mk IIS y la Mk 6), pensadas para operaciones clandestinas. Estuvieron en servicio durante varios años después de la guerra hasta que fueron sustituidas, a finales de los años cincuenta y comienzos de los sesenta, por el Sterling, que todavía hoy se encentra en servicio en la British Army. La facilidad para desmontar el arma, que favorecía la ocultabilidad, así como el bajo coste, contribuyeron notablemente a su gran difusión. Un aspecto muy interesante es la posibilidad de girar el orificio del cargador de forma que sea más fácil el transporte y el embalaje del arma, obteniendo al mismo tiempo la oclusión de la venta de expulsión de forma que impida la entrada de cuerpos extraños dentro de los mecanismos. La posibilidad de desmontar fácilmente el cañón puede ser una de las causas del encasquillamiento: en la culata no hay una verdadera rampa para introducir los cartuchos, por lo que el cañón está libre para girar sobre sí mismo dentro de la manilla, siendo bloqueado sólo cuando éste último se atornilla al fuste. Además, la distancia entre la cara anterior del obturador y la de la culata está sometida a variaciones cada vez que se remonta el cañón. El hecho mismo de que el arma se sometiera a una continua serie de mejoras es un testimonio indirecto de lo poco satisfactorio de las soluciones ofrecidas por el mitra inglés: la última versión, la Mk V ofrece un nivel de terminación superior al de los primeros modelos y una empuñadura anterior. La mala costumbre de coger el arma por el cargador (que sobresalía por la parte izquierda para permitir el tiro incluso desde el suelo) era seguramente una de las causas de los encasquillamientos, por lo que se buscó la forma de obligar a los soldados a sujetar el mitra de manera correcta. La última versión fue utilizada principalmente durante los combates en Europa, mientras que la Mk II fue la mas difundida en todos los frentes de guerra. Miles de ejemplares se entregaron en dotación a las fuerzas partisanas italianas, quienes, sin embargo, preferían el Mab de Beretta. Por su parte, los Comandos ingleses, que podían elegir autónomamente sus armas, optaron siempre por la ametralladora Sten, prefiriéndola a la Thompson, más pesada, aunque más fiable, robusta y, sobre todo, dotada de un poder de retención mayor. El único aspecto por el que la Sten se reveló idónea para su uso por parte de los combatientes clandestinos era la posibilidad de desmontarla y volverla a montar rápidamente, lo que permitía ocultarla con facilidad. En definitiva, la ametralladora Sten se reveló demasiado sencilla para que se la considere al mismo nivel que sus competidoras: sus características mas interesantes (bajo coste, ausencia de dificultades especiales para la producción y gran facilidad de uso) se revelaron a la larga los puntos débiles de este arma. En la historia de la evolución del armamento individual, el mitra inglés ocupa ciertamente un puesto de gran importancia, aunque en realidad no consiguió sobresalir en nada. Llevaba un cargador de 32 cartuchos y tenía una cadencia de tiro de 550 disparos por minuto. En la boca del arma, el proyectil alcanzaba una velocidad de 370 metros por segundo. Disponía de 2 ó 5 estrías de destrogiro y una mira fija con dióptrica.
Personaje
Literato
Se inició en la carrera del sacerdocio, aunque más tarde ingresa en un colegio laico en Grenoble. Sin ser todavía mayor de edad se traslada a París, y se alista en el ejército de Napoleón. Stendhal pondría fin a su carrera militar en 1802 para disfrutar de los ambientes parisinos más bohemios. Sin embargo, este ritmo de vida rápidamente le deja sin recursos económicos, por lo que se reengancha en el ejército. Caído el gobierno de Bonaparte se marcha a Italia. En este país se interesa por el arte y escribe "Historia de la pintura italiana" en 1817, bajo el sobrenombre de Stendhal. En 1821 vuelve a Francia tras ser inculpado por el Estado italiano de apoyar a los independentistas. Durante este tiempo se instaló en París, donde se relacionó con los intelectuales de la época. Escribe "Sobre el amor" en 1822, una narración que analiza el papel de la mujer y otros temas de índole similar. Con Luis Felipe I de Orleans le hacen miembro del cuerpo diplomático y le envían a Civitavecchia, cerca de Roma. Obsesionado una vez más con los problemas sociales publica "El rojo y el negro" en 1830 y nueve años después "La cartuja de Parma".
obra
Manet era un pintor muy agradecido con los escritores que defendían sus obras; habitualmente les hacía un retrato como muestra de su agradecimiento. Así surgen los retratos de Zola o Duret, e incluso éste de Mallarmé. Stéphane Mallarmé sentía gran atracción por Baudelaire, siendo éste el primer punto de contacto entre el escritor y el pintor, que se conocieron gracias al éxito de Manet con Le Bon Bock. Pero además, hay que añadir la defensa que realizó el poeta a los cuadros de Manet rechazados por el jurado del Salón de 1874 - Baile de máscaras en la ópera -. Posteriormente, escribió un artículo en el que por primera vez se cataloga a Manet como integrante del grupo impresionista, a pesar de no participar en ninguna de sus exposiciones. Esta gran defensa de la producción del pintor indica la estrecha relación que une a ambos personajes. El modelo se encuentra en el estudio del pintor - el papel japonés recuerda a la Dama de los abanicos - sentado en un sillón. Emplea una perspectiva de abajo arriba, quizá para resaltar aún más la figura. Viste levita negra y pantalón gris, el tradicional traje de los burgueses de aquellos momentos. Con su mano derecha - en la que sujeta un grueso cigarro que produce una columna de humo - juega con las páginas de un libro abierto. La pincelada empleada por Manet es ahora muy suelta, a base de rápidos toques de color que semejan manchas. Los tradicionales detalles de las primeras obras - Lola de Valencia o Guitarrista español - han desaparecido y dan paso a un estilo más libre e intimista, que caracteriza sus últimas obras, totalmente alejadas del deseo de escandalizar de las primeras - Olimpia o Desayuno en la hierba -. Incluso el contraste entre las tonalidades claras y oscuras no es tan pronunciado, quizá por la sensación atmosférica que ha creado.
obra
El poeta Stéphane Mallarmé reflejó las ideas filosóficas de Francia en los últimos años del siglo XIX, especialmente en un turbulento momento después del Segundo Imperio. Mallarmé consideraba que la poesía era una expresión del misterio de la existencia humana y sólo daba forma auténtica a la vida en la tierra. En este sentido, fue un precursor de las ideas existencialistas, relacionándose con los planteamientos que también tenían los impresionistas de captar en sus trabajos lo que se presentaba ante sus ojos.Renoir realizó en 1891 algunos grabados para el libro de poemas publicado por Mallarmé titulado "Pages". En este retrato realizado por estas fechas el pintor ha sabido captar la personalidad del poeta, centrando su atención especialmente en la intensa mirada que se dirige hacia el espectador. El retrato goza del clasicismo que en aquellos momentos presentan buena parte de los trabajos del maestro, sintiéndose atraído por Rafael, Ingres, Tiziano o Velázquez. La volumétrica figura aparece en primer plano y recibe el foco de luz desde la izquierda, en sintonía con el esquema renacentista iniciado en la escuela veneciana. El resultado es una obra marcada por la personalidad del modelo, lo que convierte a Renoir en uno de los mejores retratistas de su tiempo.
monumento
Situada en el centro de Viena, la catedral de San Esteban constituye el verdadero pulmón de la ciudad. Casi nada del templo románico levantado en el siglo XIII ha resistido el paso del tiempo; únicamente, la Puerta de los Gigantes y las Torres de los Paganos son los originales. La nave central, el coro y las capillas laterales, de estilo gótico, proceden de las sucesivas reconstrucciones de los siglos XIV-XV. Algunos de los edificios laterales, como la sacristía inferior, son de estilo barroco. La catedral cuenta con una torre septentrional nunca finalizada porque, según la leyenda, su autor, Hans Puchsbaum, al pronunciar el nombre de Dios rompió un pacto que tenía con el diablo, quien le hizo caer fulminado. Stephansdom está coronada por la aguja o steffi, de estilo gótico y con unos 137 metros de altura; desde la sacristía salen las escaleras que conducen al mirador. La Puerta de los Gigantes y las Torres de los Paganos forman la entrada a la catedral y, según se cree, ambas estructuras se alzan sobre el solar de un templo pagano. En uno de los laterales, encontramos la Puerta de los Cantores, de uso exclusivo para varones. En el bajorrelieve del tímpano se representan escenas de la vida de San Pablo. En la parte posterior de la catedral se puede ver el Tejado de los Azulejos, cubierto por unos 250.000 azulejos meticulosamente restaurados tras los daños producidos durante la II Guerra Mundial. El interior de Stephansdom alberga verdaderas joyas de arte, tanto de la escultura como de la pintura. Destaca especialmente la escultura gótica, como el púlpito, de exquisita factura, y las figuras que decoran los bancos, doseles y baldaquinos de diversos altares laterales. A la izquierda del altar mayor se halla el retablo del altar Wiener Neustädter, de principios del siglo XV, con 72 imágenes polícromas de santos que componen hermosos grupos escultóricos. El altar mayor de la catedral, situado bajo la cúpula, conserva urnas funerarias de miembros de la familia Habsburgo, entre ellas el sepulcro del emperador Federico III, realizado en mármol rojo. El retablo mayor es obra de Tobías Pock y representa el martirio de San Esteban.