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Personaje Militar
Siendo un adolescente entró en el Ejército e intervino en distintos frentes como la guerra de Cuba de 1898. Su participación en Marruecos le valió el ascenso a general de brigada. Desde 1928 establece su residencia en París, donde vive exiliado por estar en contra de la dictadura de Primo de Rivera. A los dos años se le localiza de nuevo en Madrid, como uno de los integrantes del levantamiento antimonárquico. Todo ello terminó en fracaso y se trasladó a Portugal, donde permaneció hasta la proclamación de la II República. Fue nombrado general de división y capitán general de la I Región Militar. En esta época fue uno de los principales defensores de la política llevada a cabo por Azaña desde el Ministerio de Guerra. Durante el gobierno de Alcalá Zamora, ocupó la jefatura del Cuarto Militar del presidente. Pero surgieron desacuerdos entre ambos y fue relegado a un segundo plano. Fue uno de los integrantes de la conspiración que desembocó en el levantamiento de julio de 1936, que representó el comienzo de la Guerra Civil. Tal y como había establecido el General Mola, sitió Sevilla el 19 de julio. Sevilla se convirtió en su centro de operaciones para controlar el resto de Andalucía y establecer allí una de las principales bases franquistas. Aunque en 1939 fue elevado al rango de teniente general, se opuso en algunas cuestiones a Franco, por lo que fue depuesto de su cargo.
Personaje Pintor
Hijo de Erasmus I, hermano del escultor Artus I Quellinus, fue un pintor barroco, discípulo y colaborador de Rubens. Su padre, su abuelo y su tío fueron escultores, dándose la circunstancia de que ni Erasmus II ni su hermano Hubert siguieron con la tradición familiar que les obligaba a mantener el taller que se había transmitido durante generaciones. Para un pintor que no está integrado desde la infancia en un taller familiar resultaba difícil llegar a establecerse. Sin embargo, Rubens no dejaba de contratar ayudantes, dado el enorme volumen de encargos que recibía procedentes de toda Europa. Rubens carecía literalmente del tiempo necesario para rematar todos sus lienzos, que simplemente abocetaba y dejaba en manos de sus colaboradores, ayudados de dibujos preparatorios ejecutados o supervisados por el maestro. Esta fue la labor de Erasmus, que conjugó con la venta de lienzos propios en el estilo de Rubens.
contexto
Quema del señor Cualpopoca y de otros caballeros Transcurridos veinte días desde que Moctezuma fue apresado, volvieron aquellos criados suyos que habían ido con su mandato y sello, y trajeron a Cualpopoca y a un hijo suyo, y a otras quince personas principales, que según hallaron por pesquisa, eran culpados y participantes en consejo y muerte de los españoles. Entró Cualpopoca en México acompañado como gran señor que era, y en unas ricas andas que llevaban a hombros criados y vasallos suyos; y después de hablar con Moctezuma, fue entregado a Cortés con el hijo y los quince caballeros. Él los apartó y examinó estando con prisiones, y ellos confesaron que habían matado a los españoles en batalla. Preguntado Cualpopoca si era vasallo de Moctezuma, respondió: "¿Pues hay otro señor quien poderlo ser?". Casi diciendo que no. Cortés le dijo: "Mucho mayor es el rey de los españoles que vos matasteis sobre seguro y a traición; y aquí lo pagaréis". Examináronse otra vez con más rigor, y entonces todos a una voz confesaron que ellos habían matado a dos españoles, tanto por aviso e inducción del gran señor Moctezuma, como por su causa; y a los demás en la guerra que le fueron a hacer en su casa y tierra, donde lícitamente les pudieron matar. Cortés, por la confesión que de la culpa hicieron con su propia boca, los sentenció y condenó a quemar; y así, se quemaron públicamente en la plaza mayor, delante de todo el pueblo, sin haber ningún escándalo, sino todo silencio y espanto de la nueva forma de justicia que veían ejecutar en señor tan principal y en reino de Moctezuma, a hombres extranjeros y huéspedes. La causa de quemar a Cualpopoca Mandó Cortés a Pedro de Hircio que procurase poblar donde ahora está Almería, para que Francisco de Garay no entrase allí, pues ya lo habían echado una vez de aquella costa. Hircio requirió a los indios a su amistad, para que se diesen al Emperador. Cualpopoca, señor de Nahutlan, o cinco villas que ahora llaman Almería, envió a decir a Pedro de Hircio que él no iba a prestarle obediencia por tener enemigos en el camino; mas que iría si le enviase algún español para asegurarle el camino, pues nadie osaría enojarle. Le envió cuatro, creyendo ser verdad, y porque tenía gana de poblar allí. Al entrar los cuatro españoles en tierra de Nahutlan, les salieron muchos hombres con armas al encuentro, y mataron a dos de ellos, haciendo muestras de gran alegría; los otros dos escaparon heridos a dar la noticia en Veracruz. Pedro de Hircio, creyendo que lo había hecho Cualpopoca, fue contra él con cincuenta españoles y con diez mil de Cempoallan, y llevó dos caballos que tenía y dos tirillos. Cualpopoca, en cuanto lo supo, salió con gran ejército a echarlos de su tierra. Peleó con ellos tan bien, que mató siete españoles y muchos cempoallaneses; mas al cabo fue vencido, su tierra talada, su pueblo saqueado, y muchos de los suyos muertos y cautivos. Estos últimos dijeron, cómo por mandato del gran señor Moctezuma había hecho todo aquello Cualpopoca. Pudo ser, pues también lo confesaron al tiempo de la muerte: mas otros dijeron que por excusarse echaban la culpa a los de México. Esto escribió Pedro de Hircio a Cortés a Chololla, y por estas cartas entró Cortés para prender a Moctezuma, según ya se dijo.
obra
Fue François Millet quien buscó la manera de conciliar al ser humano con la naturaleza, abriendo un nuevo camino en la representación de la vida campesina. El hombre ocuparía, pues, en sus cuadros un papel principal, de acuerdo con su expresado parecer: "Al pintar un cuadro, ya sea una casa, un bosque, el océano o el cielo, es necesario pensar siempre en la presencia del hombre". A Millet nunca le interesó el campesinado como clase social y, mucho menos, sus reivindicaciones; únicamente le movían la verdad simbólica y la dignidad de la vida campesina. En todo caso, su obra conmovió al público de la época y a numerosos artistas como Liebermann, en Alemania; Segantini, en Italia; Israel, en los Países Bajos, y, sobre todo, Van Gogh; que siempre le consideró como su verdadero maestro y su guía espiritual.
lugar
Personaje Científico Militar
Estudia en su ciudad natal, Perpignan, bajo la tutela de su tío Miguel de Copons, que era consejero del monarca y canciller de la Universidad. Pese a decantarse por la carrera de cirugía, siempre demostró una afición desmesurada por la botánica. Cuando finalizó sus estudios ingresó en el ejército y logró el cargo de cirujano mayor del regimiento de Soria. Gracias a este trabajo tuvo la oportunidad de realizar numerosos viajes por España, Portugal, Argelia e Italia. Su estancia en estos lugares le permitió conocer en detalle la botánica de cada lugar y recoger muestras para formar un herbario. Además tuvo la oportunidad de conocer a Michel Ángelus Tilli en Siena. A su regreso a Madrid continuó en el ejército y se dedicó a cultivar los jardines de algunos miembros de la aristocracia. A instancia de Fernando VI, se hizo cargo de la organización del Jardín en la Huerta de Migas Calientes que había donado el Rey. Se trataba del primer Jardín Botánico de Madrid. De este modo en 1757 la botánica adquiría la categoría de estudio. Con Carlos III en el reino el Jardín Botánico se trasladaría a su actual ubicación. Quer continuó viajando por toda España para complementar su catálogo. Todos estos datos contribuyeron a la creación de su obras más importante "Flora española o historia de las plantas que se crían en España". Para la realización de esta obra no siguió la clasificación de Linneo. Esto provocó el rechazo inicial de la obra. Escribió además "Uva ursi o Gayuba" y una disertación sobre la Cicuta. Casimiro Gómez Ortega fue el continuador de su obra.