Desde 1871 Monet vivía en Argenteuil, lugar más barato que París. Las cosas no marchaban económicamente bien para el pintor aunque la herencia de su padre y la dote de Camille, su esposa, permiten algún desahogo. En el verano de 1874 Monet trabaja junto a Renoir y Manet, empleando el bote-flotante que había transformado en su taller. Los magníficos puentes de metal y hormigón que cruzaban el río impresionarán a Claude y realizará diversas imágenes con ellos como protagonistas. De esta manera incorporaba alguna dosis de modernidad a sus imágenes; la inmensa mole del puente preside la composición en una tarde nublada. Algunas personas pasean y contemplan las barcas ancladas en el río, captando el artista a la perfección los reflejos en el agua. La técnica de Monet es cada vez más suelta, difuminando los contornos y aplicando rápidas pinceladas de vivos colores que se aprecian a simple vista en el lienzo, como si se tratara de manchas. Las luces de cada momento del día - en este caso el atardecer - serán protagonistas principales de las obras de Claude, interesado por los diferentes efectos lumínicos. Las sombras, según las teorías impresionistas, son coloreadas, preferentemente malvas. Es evidente que este nuevo arte ha roto las pautas impuestas hasta ese momento, resultando el punto de partida de las vanguardias del siglo XX.
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La imagen más popular de la población de Besalú es su puente, construido entre los siglos XI y XII y reformado sucesivamente en el tiempo. A lo largo de sus 105 metros presenta siete arcadas, construidas de manera angular ya que se aprovechan las piedras naturales del río como basamento. En época medieval en este puente se hacía el peaje condal, para lo que se erigió en uno de sus extremos el llamado Portal del Pont, protegido por una fortificada torre. Las crecidas del río provocaron su reconstrucción en el siglo XIV, mientras que durante la Guerra Civil de 1936-39 fue volado en parte. La restauración posterior se debe al arquitecto Danés i Torres.
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Este puente-viaducto fue construido entre 1903-1906, para sustituir a la pasarela de Passy. Ésta se levantó en 1878 pero, para resolver los problemas y necesidades de la Exposición Universal de 1900, se levantó un puente que combinara ferrocarril y paso para transeúntes. El proyecto le fue concedido a Louis Biette, quien decidió contar con la colaboración de varios escultores. En 1949, en presencia del general Koenig, el puente tomó el nombre del lugar, en el desierto de Libia, donde las tropas francesas libraron una heroica resistencia a los Panzers del mariscal Rommel, en junio de 1942, durante la II Guerra Mundial. A pesar de que sólo hacía quince años de su construcción, el puente fue reformado entre 1919-1920 y, posteriormente, entre 1954-56. Está decorado con una dinámica estatua, obra de Wederkinch, en su extremo norte; es una estatua ecuestre representando la Francia Renaciente.
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El puente de Castro es el primer vestigio civil de la ruta Jacobea con que se encuentra el caminante cuando entra en León. Aymeric Picaud se refiere a esta obra en su Códice Calixtino situándola en el "Castrum ludeorum", un importante barrio judío, construido sobre una villa romana. El "Castrum ludeorm" fue destruido en el siglo XII y en el XIII se levantó el puente que da nombre al barrio. El puente cruza el río Torío.