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El retrato de Adele Bloch-Bauer es el más famoso entre los pintados por Klimt y la obra maestra del llamado "estilo dorado". Su elaboración fue muy larga ya que existen dibujos preparatorios fechados en 1903 pero el lienzo definitivo no se concluyó hasta cuatro años después. En una carta fechada el 22 de agosto de 1903 Adele dice que su esposo ha decidido que Klimt le haga un retrato pero que empezarán después del verano. Una vez concluido, el lienzo fue exhibido en los Talleres de Viena en la primavera de 1907 pero su primera exposición pública fue en la Exposición de Arte de 1908. En el "Wiener Allgemeine Zeitung" fue calificado de "ídolo en un santuario dorado".Adele Bauer nació en Viena el 9 de agosto de 1881. Su padre era el importante banquero Moriz Bauer, uno de los miembros de la élite económica austriaca como director de uno de los siete bancos más importantes del Imperio Austro-Húngaro, el Wiener Bankverein. El 19 de diciembre de 1899 Adele contraía matrimonio con el magnate de la industria Ferdinad Bloch, dieciséis años mayor por lo que nos encontramos ante un matrimonio de conveniencia "basado en el respeto pero carente de amor". La relación entre ambas familias se estrechará con el matrimonio de Marie-Therese -Thedy- Bauer con el abogado Gustav Bloch. Cuando los descendientes varones desaparecieron, la familia cambió de nombre oficialmente para pasar a llamarse Bloch-BauerEl colapso de la monarquía austriaca en 1918 llevó a la familia Boch-Bauer a las cercanías de Praga. Maria Altmann, la única sobrina viva describe así a Adele: "Enferma, sufriente, siempre con dolor de cabeza, fumando como una chimenea, terriblemente frágil, oscura. Un rostro espiritual, delgada, elegante. Complaciente, arrogante". Tras su regreso a Austria, Adele fue una gran protectora de artistas e intelectuales, convirtiendo su casa en uno de los centros culturales de la Viena Fin-de-Siecle. Se interesó por los idiomas y estudió intensivamente alemán, francés e inglés, sintiéndose atraída por la literatura inglesa. Adele falleció el 24 de enero de 1925. Tras su muerte, su habitación de la casa de Schillerplatz se convirtió en una "habitación conmemorativa" siempre decorada con flores frescas. Ferdinand Bloch emigró a Checoslovaquia con motivo de la ocupación nazi, tras haber sido confiscada su inmensa fortuna y su valiosa colección artística, y después a Suiza, falleciendo en Zurich el 13 de noviembre de 1945.En el retrato pintado por Klimt, la dama aparece sentada, como si estuviera flotando en el mar de oro que forma la estancia. Viste un vestido dorado que apenas permite distinguir su cuerpo del fondo y del sillón, cuyo respaldo se funde entre los mosaicos. En su vestido podemos apreciar ojos egipcios, muy habituales entre los miembros del Modern Style inglés con Mackintosh a la cabeza. Como si de un icono bizantino se tratara, sólo podemos apreciar con claridad el torso, parte de los brazos, las manos y el rostro, absorbiendo el entorno al resto de los elementos, incluyendo a la figura en la decoración, al igual que hizo en el Friso Stoclet.Las influencias de la estampa japonesa las podemos encontrar en la eliminación del espacio y la bidimensionalidad de la figura pero la verdadera fuente de este icono la encontramos en los mosaicos bizantinos de Ravena que Klimt había visitado en dos ocasiones en 1903. Incluso algunos estudiosos vinculan esta obra con las madonnas italianas de época medieval, al presentar un aspecto de madre y objeto de culto.En alguna ocasión se ha planteado una posible relación amorosa entre Adele y Klimt, basándose en la ausencia de sexo en el matrimonio de la dama. El psiquiatra norteamericano Salomon Grimberg en un artículo publicado en 1986 es uno de los más firmes seguidores de esta hipótesis que resulta difícil de probar.
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Adele Bloch-Bauer sintió tanta admiración por el arte de Klimt que no dudó en posar una segunda vez para el pintor, cinco años después del primer retrato. En esta ocasión la pinta de pie -Adele no se sintió muy satisfecha en el anterior retrato al aparecer sentada- recortada su esbelta silueta sobre un fondo inspirado en la pintura oriental decorado con flores y figuras chinas, continuando con las notas decorativistas en sintonía con los trabajos de esta época -véase La virgen-. La modelo mira al frente y viste un ceñido traje adornado con una larga estola de piel que se ajusta a su cuerpo para llegar hasta el suelo, semejante a los arabescos al dominar la línea ondulada. La principal novedad la encontramos en el color y la libertad en su aplicación que manifiesta el artista, apreciándose influencias de los fauvistas y del joven Matisse. Incluso podemos hablar de cierta referencia cubista al buscar la geometría en algunos elementos de la pared, como si cada uno de ellos -incluida la propia figura de Adele- tuviera autonomía propia y estuviéramos ante un puzzle.En el rostro de la dama podemos apreciar de manera perfecta la descripción que de ella hizo su sobrina Maria Altmann: "Enferma, sufriente, siempre con dolor de cabeza, fumando como una chimenea, terriblemente frágil, oscura. Un rostro espiritual, delgada, elegante. Complaciente, arrogante".
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La madre de Toulouse-Lautrec será protagonista de varias obras de su periodo de juventud. La afinidad con ella hace que sea siempre representada en actitudes tranquilas y relajadas frente a la actividad frenética del Conde de Toulouse, el padre. En esta ocasión Henri se decanta por experimentar con la luz natural al situar a su madre bajo un emparrado que filtra la luz y crea zonas iluminadas y otras en sombra. Esta fórmula sería muy utilizada por los impresionistas, especialmente por Monet y Renoir, llegando estos ecos hasta el español Sorolla. El colorido mediante tonalidades oscuras - verdes, azules y grises -, la factura deshecha y el fondo empleado recuerdan la pintura de Cézanne, que Toulouse-Lautrec pudo contemplar en la tienda de Père Tanguy, comerciante que cambiaba materiales por cuadros a varios pintores impresionistas.
termino
acepcion
En algunas sociedades, matrimonio institucionalizado entre hermanos
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Durante la estancia en Auvers, Van Gogh se alojó en una habitación situada en el pequeño café del matrimonio Ravoux en frente del ayuntamiento. Su relación con sus caseros será bastante estrecha como prueba este retrato de la hija, Adeline, una joven de carácter tímido y retraído que se manifiesta claramente en la imagen que contemplamos. La figura aparece de perfil, mirando de reojo al espectador - quizá no se fiara en exceso del pintor - sentada en una silla y jugando con sus manos, recortada ante un fondo oscuro en sintonía con el vestido. Las tonalidades malvas dominan la composición, contrastando con el amarillo del cabello y de las manos iluminadas, relacionándose con la teoría de los colores complementarios avanzada por Delacroix y continuada por los impresionistas. Las líneas de los contornos continúan destacadas por un trazo oscuro, relacionándose con el estilo simbolista de Bernard y Gauguin. La aplicación del color posiblemente sea lo más atractivo - sin menospreciar la expresividad de la figura - al crear a base de pinceladas empastadas y rápidas una composición de gran belleza.
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La joven hija de los caseros de Van Gogh en Auvers aparece aquí retratada en tres cuartos, recibiendo un potente foco de luz que resalta su belleza, poniendo también de manifiesto su carácter reservado y tímido, incluso algo desconfiado. A diferencia del retrato de perfil, las tonalidades aquí empleadas son más claras, contrastando profundamente con el fondo negro donde encontramos motivos florales en relación con la estampa japonesa. Los ojos azules de la muchacha y sus labios rojos son los dos centros de atención del lienzo, poniendo de manifiesto la elevada capacidad de Vincent para el arte del retrato que apenas pudo desarrollar ante la ausencia de modelos.
Personaje Político
Miembro de la alta burguesía católica de Renania, ejerció como abogado y fue designado alcalde de Colonia en 1917. Convertido en interlocutor privilegiado de los aliados tras la caída del Imperio, presidió el Consejo de Estado de Prusia (1920-22) y militó en el Centro Católico, a la vez que se dedicaba a una intensa actividad empresarial. Durante la dictadura nazi fue detenido (1933-34) y hubo de mantenerse apartado de la política. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, volvió a ocupar la alcaldía de Colonia, puesto del que fue destituido por los británicos. Fundador de la Unión Cristiano Demócrata renana (1945), en los años siguientes se afirmó como líder del partido en toda Alemania occidental. Elegido presidente del Consejo Parlamentario, dirigió los trabajos de elaboración de la Ley fundamental y, al producirse la independencia de la RFA, asumió el puesto de canciller, primero en coalición con otros grupos y, desde 1953, con un Gobierno cristianodemócrata. Profundamente anticomunista, favoreció el desarrollo de la economía de mercado, logró el ingreso de su país en la OTAN y en las instituciones europeas e introdujo la política de rearme. Vencedor en sucesivas elecciones, su intransigencia en política exterior y su estilo casi autoritario de gobierno terminaron acarreándole una fuerte oposición, dentro y fuera de su partido, que le llevó a dimitir en 1963.