En toda la serie consagrada por Monet al Parlamento británico subyace un homenaje al pintor de paisajes J.W.M. Turner, quien sin duda es uno de los maestros del género en el mundo. Al igual que pretende Monet, Turner no llegó nunca a desprenderse de las referencias figurativas visibles que supone representar las fuerzas naturales y las nuevas sensaciones que experimenta el ser humano ante la modernidad. Incluso en la atrevida técnica ambos artistas comparten numerosos aspectos, como el hecho de que la materia pictórica se deshaga en una relación casi amorosa con el lienzo. En ocasiones como ésta, la imagen del Parlamento británico se convierte en algo soñado más que visto, donde la sensación de niebla hace uniforme toda la superficie del cuadro, pero sin impedir que podamos reconocer la silueta de los edificios. Y es que, aunque en ocasiones Monet estuvo muy cerca de la abstracción, sólo llegaría a ella en los años finales de su vida, en la serie de las ninfeas.
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Concilios y Asambleas de Paz y Tregua de Dios a nivel religioso y curias a escala política eran, en todo caso, instituciones esencialmente elitistas al servicio de las fuerzas dirigentes. En otros escalones de la sociedad europea encontramos asambleas de simples hombres libres para la resolución de problemas puramente locales que pueden ir desde la ordenación económica al mantenimiento del orden público. Los ejemplos son múltiples: el "conventus publicus vicinorum" de la España visigoda; el "placitum" del mundo franco; la asamblea popular del "shire" y de su subdivisión el "hundred" (o centena) en el ámbito anglosajón: o, en último término, las asambleas municipales cuando la ciudad europea experimente un notable despegue. Lo que ha venido considerándose como auténticamente revolucionario es la incorporación de los representantes de esos mismos hombres libres a los órganos de discusión política de tipo curial. La historiografía tradicional acostumbra a ver en esta innovación la génesis del parlamentarismo (e incluso del sistema democrático) europeo. ¿Cómo, cuándo y por qué se produjo el cambio? A nivel muy ideológico cabía hablar de la institucionalización de ciertos principios. Así, la máxima de que lo que afecta a todos ha de ser aprobado por todos (quod omnes tangit ab omnibus approbetur) o el reflejo lógico en los organismos de gobierno de esa tripartición funcional de la sociedad feudal: eclesiásticos, nobles y pueblo llano. E. Lousse, hace ya muchos años, pudo afirmar que "cada asamblea refleja, como una lente, una reducida imagen de la sociedad en la que hunde sus raíces". Otro de los clásicos de la historia del parlamentarismo, J. Dhondt, ha hablado de los "parlamentos" como de una línea de actuación "de abajo arriba", réplica de la línea de actuación de arriba abajo típica de las curias de príncipes. En los orígenes de estas asambleas que acostumbramos a llamar representativas o parlamentarias hay unas razones eminentemente pragmáticas. Se ha recordado, así, el caso de Flandes hacia 1127-1128, cuando los representantes del pueblo llano lo único que persiguen es defender los privilegios del país contra las arbitrariedades del conde y de sus agentes. La curia extraordinaria leonesa de 1188 a la que asistieron magnates laicos y eclesiásticos "cum singulis civis electibus" posiblemente se convocó por el rey Alfonso IX para recabar apoyo político y financiero de estos últimos. Una visión que hoy en día se califica ya de romántica ha convertido a esta asamblea leonesa en el primer parlamento de la historia constitucional europea. Recientes estudios (O'Callaghan, Estepa, Pérez Prendes) han considerado más correcto hablar de un dilatado periodo de transición: sería entre fines del siglo XII y fines del XIII cuando se produjera la lenta evolución que llevaría a circunstanciales asambleas de los tres estados a adquirir fuerza institucional. En Inglaterra, por ejemplo, Juan Sin Tierra pedía en 1213 a los sheriffs que le enviasen a Oxford a cuatro caballeros y burgueses por shire a fin de discutir cuestiones concernientes al reino. En 1265 se da un paso importante en la incorporación de estas fuerzas sociales a los organismos de recuperación política. Y será en 1295 (Parlamento modelo) cuando se regule la presencia de los representantes del tercer estado del reino inglés. Un camino similar se recorre en Francia. Con San Luis algunos burgueses son llamados a la curia, aunque de forma puramente coyuntural. Solo en 1302 puede hablarse de la presencia institucional de los representantes de las ciudades francesas en lo que se ha considerado reunión de los primeros Estados Generales. En esa oportunidad se reitera que el reino es la "communis patria" en cuyo nombre puede exigirse a los súbditos unos sacrificios extraordinarios. La idealización de las asambleas parlamentarias medievales por parte de la historiografía decimonónica no afectó solamente a la génesis de la institución. Se extendió también a sus funciones. Así fue como William Stubbs y los historiadores victorianos crearon la imagen de una nación inglesa coaligada frente al despotismo de Juan Sin Tierra. Mixtificaciones similares se produjeron en los restantes países del Occidente en los que las asambleas parlamentarias eran presentadas como vía de expresión de grandes corrientes de opinión pública y organismo legislativo. En relación con estos aspectos se ha abierto paso también una revisión sistemática. Así, frente a autores que aún hoy en día defienden la idea de que las cortes medievales de todos los Estados hispánicos tenían importantes funciones legislativas (E. Procter) ha avanzado otra corriente de opinión. La que en España tiene a Pérez Prendes como uno de sus más firmes defensores y que ha cuestionado a fondo ese papel legislativo. Para el caso estrictamente castellano-leonés, este autor piensa que la facultad de legislar corresponde exclusivamente al poder real. A las cortes asisten los representantes de las ciudades (como los del clero o la nobleza) sólo en virtud del deber de "consilium" para con el monarca. Pese a algunos intentos reglamentadores (lo ocurrido con las cortes de los Estados de la Corona aragonesa) las asambleas representativas sólo se convocan cuando el rey lo considera pertinente. Y la pertinencia se refiere muchas veces a la necesidad regia de recabar ayudas económicas extraordinarias. Otro importante aspecto ha sido también objeto de revisión: el de la representatividad de los asistentes a las asambleas parlamentarias. Es evidente que la génesis de cortes hispánicas, Parlamento inglés o Estados Generales franceses tuvo lugar en el contexto de una recuperación de normas jurídicas de cuño romanista. Pero no es menos cierto que los primeros pasos de estas asambleas se den en otro contexto mucho más arraigado en Occidente: el feudal. El sentido oligárquico con el que se reclutan los representantes de los tres estados presentes en las asambleas medievales nada tiene que ver, recuerda Pérez Prendes, "ni con la representación nacional ni con la democracia". La elevada condición social de muchos de los representantes de las ciudades diluye con frecuencia las fronteras entre el estamento al que éstos pertenecen y el nobiliario. Las posibles desavenencias que puedan existir entre los representantes asistentes -dice Sayles para el caso inglés- se producen siempre dentro de un cerrado círculo. En resumidas cuentas, la aparición de representantes de la burguesía en los órganos de deliberación/decisión política se hace en virtud de haber alcanzado una cierta "mayoría de edad". La burguesía, en cualquier caso, busca un lugar en el que acomodarse dentro del orden feudal. En absoluto persigue su destrucción.
Personaje
Arquitecto
Escultor
La actividad de Heinrich Parler se desarrolla en Colonia y Suabia. Es autor del coro de la iglesia de Schwäbisch Gmünd de 1351, uno de los primeros ejemplos con planta de tipo salón. Este diseño permitía dotar al edificio de mayor luz al tiempo que le dotaba de una función civil. Su hijo, Peter Parler, establece en Praga su centro de trabajo, estando Carlos IV en el poder. Su nombre llegaría a ser uno de los más aplaudidos de la ciudad. Junto con sus hijos Wenzel y Johann finalizó los trabajos de construcción de la catedral que Mateo de Arras había iniciado en la década anterior. Frente al diseño inicial que había presentado el arquitecto francés introdujo algunos cambios en las bóvedas que incorporaba la articulación de las nervaduras. En la capital checa también se encargó de la reconstrucción del puente de Carlos IV. Como escultor destacó por la fuerza plástica y el naturalismo de sus figuras, convirtiéndose en un punto de referencia para sus contemporáneos. En Praga realizó la tumba de los Prémyslidi y veintiún bustos, situados en el triforio.
Personaje
Religioso
Arquitecto
Pocos datos conocemos de este fraile dedicado a la arquitectura activo en la primera itad del siglo XV que construyó la iglesia de la Madonna dell'Orto.
Personaje
Militar
Político
Cuarto hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio, recibió de su hermano Carlos -rey de Nápoles y Sicilia desde 1734- la soberanía de los ducados de Parma, Plasencia y Toscana. El Tratado de Viena de 1738 -firmado tras la conquista de Nápoles por parte de Carlos- motivaría que los ducados de Parma y Plasencia quedaran en manos austríacas mientras que Toscana iba a parar al duque de Lorena. En el Tratado de El Escorial se establecía que don Felipe quedaría como heredero de los reinos de Nápoles y Sicilia. Se casó en 1739 en Alcalá de Henares con Luisa Isabel de Francia, hija primogénita de Luis XV de Francia y María Lesczinska. Al estallar la Guerra de Sucesión austríaca, Francia se comprometía a asegurar a don Felipe la soberanía de Lombardía, participando el infante en diversas batallas en las que sobresalió. La Paz de Aquisgrán de 1748 concedió a de nuevo a don Felipe los ducados de Parma, Plasencia y Guastalla. Participó en el tercer Pacto de Familia (1761) y se le propuso renunciar a los ducados a cambio de la cesión de la antigua zona española de los Países Bajos, pero no renunció. Su política entronca con las ideas ilustradas, siendo uno de los principales impulsores de la cultura de su tiempo al reorganizar la Universidad, crear una biblioteca y proteger a intelectuales. Su relación con la Iglesia fue complicada al desempeñar una política regalista que limitaría la autoridad eclesiástica en sus estados.
contexto
Estos reducidos territorios, situados al norte de la península, eran propiedad de la familia Farnesio y cuando el duque Antonio murió sin descendencia, en 1731, la reina de España, Isabel, adujo sus derechos familiares y consiguió hacer recaer esta herencia en su primogénito Carlos. Pero en 1738, al firmarse la Paz de Viena, este infante obtuvo el reino de las Dos Sicilias, teniendo que ceder estos territorios a Austria. Diez años más tarde la suerte volvió a cambiar y el Tratado de Aquisgrán (1748) estipuló que el ducado y las plazas fueron para el segundogénito de Isabel, don Felipe de Borbón. Felipe (1748-1765) quiso ante todo reforzar su propio poder para, a continuación, iniciar una labor reformadora donde el objetivo principal era sanear la hacienda del Estado. Para ello se rodeó de hombres ilustrados, como Tillot, Condillac, Keraclio, etc. El primero es nombrado ministro de Finanzas y secretario de Estado y se convierte en el gran artífice de la renovación asumiendo postulados antijesuíticos, jansenistas, regalistas, ilustrados y jurisdiccionalistas. Atacó a fondo la riqueza de la Iglesia dictando un edicto en 1764 sobre sus propiedades vinculadas; un año más tarde se dicta otro sobre la desaparición de tribunales eclesiásticos propios; en 1768 expulsó a los jesuitas y desde entonces presta apoyo a los países borbónicos que instaban al Papado a abolir la compañía; y poco después la reforma de la educación mediante la creación de escuelas públicas con todos los grados (aunque un gran problema era la falta de docentes) y elaboración de nuevos planes de estudios universitarios, incidiendo mucho en los jurídicos. A la muerte de Felipe le sucede su hijo Fernando (1765-1802), quien se mantuvo en la línea reformadora confiando en Tillot y sus colaboradores. Entre 1768-1771 se da una profusión legislativa afirmando las prerrogativas del Estado; supresión de la bula Por Coena Domini, abolición de la Inquisición y traslado de la censura de libros al poder laico. En el campo económico asestó un golpe a los estamentos privilegiados, al ser obligados al pago de impuestos con la declaración de igualdad fiscal; adopción de la libertad de comercio, se favorece la introducción de nuevos cultivos y se realizan obras de irrigación para potenciar la agricultura. También se reforma la asistencia social proclamando al Estado competente en esta materia, siendo sufragada por los ingresos resultantes de la venta de bienes de monasterios, cofradías y hermandades religiosas. Muchas de estas medidas tuvieron que ser suspendidas ante la presión desatada por las fuerzas conservadoras en los años setenta, que lograron la anulación de algunas leyes reformistas promulgadas por Tillot y el restablecimiento de antiguos privilegios a los estamentos superiores.
Personaje
Literato
Las fuentes nos presentan a Parménides como miembro de una familia acaudalada y nobiliaria. Sería discípulo de Jenófanes, participando activamente en los asuntos políticos de su ciudad. Su pensamiento es el "ser", la verdadera y única realidad; el "no ser" resulta una inestable apariencia. Para Parménides, la verdad es lo mismo que pensar y pensar es lo mismo que ser. El ser es uno, único, inmutable y eterno.