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Plaquita de piedra utilizada para mezclar pinturas o cosméticos. Solía decorarse con relieve en una o dos caras. Durante la etapa Predinástica adoptó una simbología especial y en sus relieves se rememoraba un acontecimiento particular.

Este tipo de paletas del predinástico con una forma circular lisa en una de sus caras se han visto como utensilios cotidianos para cosméticos. Sin embargo, su gran tamaño y cuidada decoración nos hace pensar que se trata más bien de una pieza decorativa. En ella se representa una escena bélica, donde el rey, seguido de sus guerrilleros con cola de chacal, lucha contra el león.

Representación de varios chacales, una jirafa y un pájaro, todos ellos rodeando el círculo central que se utilizaba para verter los cosméticos o ungüentos Se ha visto en este tipo de representaciones una simbolización del caos en que se encontraba Egipto en este momento.

Se trata de una paleta de época tinita donde por primera vez, el león no aparece como víctima de la cacería, sino que representa el triunfo militar. Aunque no conservemos esta paleta en su totalidad, se puede deducir que se trata de un homenaje al rey, e incluso es posible que su figura apareciese representada en la parte que no conservamos. En el reverso dos jirafas flanquean una palmera.

El nombre de Horus del rey Narmer se escribía con los signos de la ballena, nar, y del cincel, mer. La paleta es ya una obra clásica, pues conmemora por vez primera la victoria del faraón sobre sus enemigos como el triunfo del orden sobre el caos. Hasta la época romana los emperadores seguirán representándose de este modo. Los monstruos que entrelazan sus cuellos en el centro simbolizan a las dos mitades del país, ahora por fin unificado y domado por obra del faraón.

Representa por ambas caras a un faraón con forma de toro que cornea a su enemigo. En el anverso, aparece además un león, un pájaro, emblemas de las ciudades dominadas por el toro. En el reverso, los cinco estandartes del faraón. Epoca predinástica.